PREFACIO
Siempre he pensado en mi vida como un cuento de hadas, como el más hermoso y perfecto cuento de hadas. Aunque ahora que me enfrento al peor de mis temores, me acuerdo de que todas esas maravillosas historias tenían un punto negro, alguien que se encarga de hacer sufrir a los personajes, de que vivan los peores momentos de sus vidas.
En la historia de mi maravillosa y feliz existencia, ese punto negro tenía su propio nombre, uno oscuro y que de solo escucharlo sentía frio, algo imposible dada mi naturaleza vampírica.
Los vulturi.
Una familia que se hacía llamar justicieros, que se cubrían con si "tarea" de ocultar la verdad de nuestra naturaleza, pero que en realidad lo único que buscaban era apoderarse de los más grandes tesoros habidos y por haber en este mundo. Dentro de estos preciosos tesoros estaba mi familia.
