En una prisión, así era como me sentía, sin esperanzas y sin ganas de vivir, encerrada en el sotano de esa bar sin poder salir, sin convivir con nadie. Mis esperanzas de seguir viviendo se estaba terminando, varias veces había intentado acabar con todo y dejar de vivir, había robado las navajas de afeitar de John, el estúpido novio de mi madre, sin que el se diera cuenta y había cortado mis venas, pero ese dia que lo había hecho Katherine me había encontrado casi desangrándome. Después de ese dia John me había dado la golpiza de mi vida.

Mi nombre era Samantha Puckett, tenia 18 años y mi vida era una porquería, cuando tenia 15 años mi madre se había hecho novia de un tipo que no me caia nada bien, al principio no me gustaban para nada sus miradas pervertidas, pero la primera vez que había intentado decírselo a mi madre ella me había dicho que lo provocaba. Yo me calle todo eso e intente no ponerle atención, pero el peor dia de mi vida fue cuando mi madre me dijo que era tiempo de que yo consiguiera trabajo, me había sacado de la escuela y para mi mala suerte había terminado trabajando en un Stripers.
Le había rogado a mi madre que no lo hiciera, que ella no me podía hacer esto, pero ella estaba cegada de amor por John, asi que todo lo que yo le decía no le importaba, yo era menor de edad y si alguien llegaba a saber que trabajaba en un Stripers podían demandar el bar y encerrar a John y a mi madre, "Algo que yo deseaba con todo mi corazón" pero mi madre y John me mantenían encerrada en el sótano del bar, dándome asquerosa comida.
Habían sido 3 años horribles en los que yo trabajaba bailando para hombres pervertidos, hombres que a veces me tocaban mientras bailaba, me sentia sucia quería salir corriendo de ese lugar pero no podía, por mas que lo había intentado no podía, la única que me había ayudado a seguir adelante había sido Katherine, una chica que trabajaba para John ya que le debía un favor, y el para cobrárselo le había dicho que trabajara para el. Ella tenia 22 años y tenia que trabajar para cuidar a su pequeño hijo Kevin de 3 años, Katherine ya tenia 5 años trabajando para John y al padre de su hijo lo había encontrado muerto, y ella estaba segura de que el que lo había asesinado había sido John
Todo se había vuelto horrible el dia que John intento abusar de mi, el me había dicho que no había dejado que nadie me tocara ya que me estaba guardando para el, el solo escucharlo había hecho que todo dentro de mi temblara de terror, el quiso tocarme y yo solo me había defendido golpeándolo fuertemente, Katherine había alcanzado a detenerlo y por desobedecerlo a las 2 nos había dado una fuerte golpiza.

Las otras estúpidas que trabajaban para John eran Helena- Kristen y Amely, ella vendían su cuerpo por dinero y nos les importaba nada, ella pensaban que mi vida era perfecta ya que era la hijastra del dueño del bar, pero nunca se habían dado cuenta de los golpes y maltratos que yo recibía por parte de el
Ella 3 podian entrar y salir a la hora que les diera la gana ya que ellas no estaban encerradas en el sótano como yo y Katherine, ellas solo trabajaban ahí mientras que yo y Katherine estábamos destinadas a estar de por vida en ese horrible lugar para siempre.