La última batalla contra Naraku se había desatado y al final inuyasha y los demás salieron ganadores derrotando a Naraku y recuperando la perla con la ayuda de sesshomaru, kouga y kikyo.
Era la hora de la despedida ella se iría lejos de esa época, volvería a la suya a la que desde un principio perteneció, se despidió de sus amigos entre abrazos, lagrimas, sollozos y promesas, nunca olvidaría a sus amigos pues fueron y son muy importantes para ella y jamás los olvidaría, se sentía muy mal los extrañaría demasiado pero aun así no había vuelta atrás, pues desde un principio lo sabía, sabía que este día llegaría.
–Prometo jamás olvidarlos son muy importantes para mí y jamás lo haría–Dijo la azabache con lágrimas en los ojos mientras intentaba detenerlas.
– ¡Kagome por favor no te vayas, por favor!-Rogaba Shippo mientras lloraba fuertemente y se aferraba a su brazo.
–Lo siento Shippo, pero no puedo quedarme, yo no pertenezco aquí, pero te prometo que nunca te olvidare y tu prométeme que serás un gran yōkai ¿Si? –Susurró la azabache en tono dulce y acunando al pequeño zorrito entre sus brazos que aún no cesaba de llorar, lo meció un poco más y beso su frente, el pequeño limpio sus lágrimas con sus manguitas y contestó con tono quedada pero con lágrimas aun bajando por su infantil rostro.
–Lo prometo–La azabache sonrió y abrazo nuevamente al pequeño para después bajarlo nuevamente al piso.
–Te extrañare mucho kagome llegaste a ser para mí como una hermana y jamás te olvidare–Afirmaba sango mientras lloraba y se echaba a los brazos de su hermana para al igual que el pequeño aferrase.
–Yo tampoco te olvidare también fuiste para mí una gran hermana y nunca te olvidare–Contesto la oji-café con una gran sonrisa, apretando su abrazo y lágrimas derramando sus achocolatados ojos, su mirada se dirigió hacia el monje que permanecía tranquilo y con una sonrisa pero aun así triste–A usted tampoco le olvidare monje miroku eres como un hermano mayor, un hermano mayor muy pervertido- La azabache alargo el brazo y tomo a el monje de la manga para unirlo al abrazo.
–Yo tampoco la olvidare señorita kagome eres como mi hermanita–dijo él sonriendo y correspondiendo el abrazo.
–Prométanme todos que serán muy felices y que tendrán una gran familia–Dijo después de algunos minutos la miko apartándose de aquel cálido abrazo.
–Lo prometemos–Dijeron los tres al unisón removiendo lágrimas que comenzaban a derramarse nuevamente.
–Adiós prometo no olvidarlos–Prometió como despedida la joven haciendo una seña con la mano y saliendo de la casa directo a árbol sagrado, sabía que ay lo encontraría.
Él había decidido a kikyo la cual con la ayuda de la perla reviviría y serian felices, eso dolía demasiado, ella lo amaba más que a su propia vida y él amaba a otra pero estaba bien el sería feliz y si él era feliz ella lo seria al menos ella solo quería su felicidad a costa de la suya.
Le encontró recostado en una de las ramas del árbol no muy altas con los ojos cerrados y ambas manos en sus mangas, parecía dormir pero ella lo conocía bien él no lo estaba.
–Sabes te voy extrañar–Susurró ella sentándose en una de las raíces del árbol mientras acomodaba su falda y ponía su mochila cerca de ella–Pero deseo de corazón que seas muy feliz–Suspiró–¿Me extrañaras? –
Inuyasha bajó del árbol lentamente, se le veía muy triste y cansado pero a la vez confundido.
– ¿Serás feliz verdad? – Preguntó él acercándose a ella y mirando sus ojos, ella cerró sus ojos y soltó un largo suspiro para después contestar.
–No inuyasha yo no lo seré, yo no seré feliz porque te amo y sin ti no puedo ser feliz pero si tú lo eres está bien– Contestó la joven con una pequeña sonrisa pero no como las de siempre esta era diferente, abrió sus ojos y él pudo notar que había algo diferente en ellos pero no pudo descifrar que–Con eso me basta para yo poder vivir–
–Lamento hacerte sufrir–Murmuró este bajando su cabeza y apretando los puños.
Kagome tomo su mentón y le hizo mirar a sus ojos – inuyasha no te lamentes fue mi culpa por haberme enamorado de ti sabiendo que tu corazón le pertenece, por favor no sientas lastima por mí ¿Sí? solo recuerda me como una amiga, pero no te sientas culpable, se feliz ¿Vale?- Finalizó con una sonrisa y su mano suave aún continuaba en el mentón de él.
–Kagome no es como... –Pero ella le interrumpió.
–Inuyasha yo sé que la amas pero no por culpa quieras que me quede aquí, yo seré feliz si tú lo eres, bueno al menos lo intentare–
–Kagome–
–Solo te pido algo y después me marchare–
– ¿Qué? –Cuestionó el hanyou.
–Esto– Dijo acercándose más a él para unir sus labios en un tierno y suave beso cargado de una gran infinidad de sentimientos pero aún más la tristeza, al separarse de él solo un poco pudo sentir sus aliento cálido y al subir su mirada noto en él un ligero sonrojo en sus mejillas, ella sonrió y lo abrazo fuerte a la par que susurraba un tierno adiós–adiós inuyasha se feliz y prométeme que la harás a ella también feliz, si tú lo eres yo lo seré–
– ¿Kagome cómo puedes ser tan fuerte?–Preguntó el hanyou mientras veía fijamente a la chica que se había apartado a recoger sus cosas y caminar unos cuantos pasos hacia adelante.
Ella volteo y lo miro a los ojos con una sonrisa– No lo soy, es simple, no quiero que te sientes culpable y quiero que guardes de mi lo mejor, adiós Inuyasha–dijo para irse directo al pozo no sin antes una pequeña lagrima rebelde cayera por su mejilla hasta llegar al piso.
–Adiós mi querido Inuyasha se muy feliz si y no me olvides– Dijo en un susurró que se perdió en el viento antes de cruzar el pozo hacia su época.
–Lo siento kagome te amo, pero tengo que cumplir la promesa que le hice a kikyo, además tú tienes otra vida en tu época no te puedo retener aquí, tienes a seres que te aman haya, lo siento Kagome– Pensó inuyasha sentado en una rama de las más altas del árbol sagrado mientras miraba la noche caer, la verdad era esa, él la amaba pero no podía, no se podía–Te amo kagome–susurró él a la noche.
Esta no sería una vida feliz para él sin ella.
º-FIN-º
Reeditado.- jueves, 13 de marzo de 2014, 22:34pm
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