N/A¡¡Hola a todos! Espero que hayan pasado unas fiestas maravillosas ññ bueno, antes de empezar, lo típico, toda la esencia es de mi amiga Jo Rowling --------- QUIEN YA DIJO QUE AHORITA EN ENERO COMIENZA A ESCRIBIR HARRY POTTER 7 aaaaaaaaaaaaaaaaaaa por fin -------- bueno hay que entrar ya en materia no creen; Aquí les va el primer capitulo de "Una vida para decirte hola y un minuto para decirte adiós" espero que la disfruten.

Cartas

Era el ocaso de febrero, aun se podían distinguir rastros de la nieve que había caído durante el invierno sobre la cuidad, unos tenues matices blancos cubrían ciertos techos de ciertas casa al igual que una que otra esquina por las calles. Un joven de unos 22 o 23 años, se encontraba sentado frente a un escritorio tallado en madera, en el cual se posaba una carta, no era muy larga, pero si muy valiosa. Él, vivía en el piso 35 de ese edificio de apartamentos, era el ultimo piso de todos, el ultimo departamento de todos, no le gustaba a muchos por la altura, pero a él eso no le importaba, de hecho le gustaba a sí ya que podía estar solo, ver todo lo que sucedía en la cuidad desde otra perspectiva, así sentía que estaba mas cerca de las estrellas, para buscar, todas las noches una en especial, una estrella que lo había tantas veces hecho llorar y reír, una estrella que le pertenecía a ella…

Miró a través de la ventana, ya estaba oscureciendo, las estrellas comenzaban a exhibirse tras la tenue cortina que una u otra restante nube formaba. Salió al balcón de su departamento, el congelante viento le recibió, revolviendo aún más su ya despeinada cabellera azabache, un diminuto rocío de lluvia caía, se quito las gafas guardándolas en el bolsillo de su gabardina, dejando al descubiertos un par de bellos ojos verdes como el jade, esperó un momento bajo el impecable cielo de la noche a que apareciera lo que tanto suspiraba; después de unos instantes allí estaba, la estrella que tanto había estado buscando, brillando más que todas las demás, iluminando el firmamento y su corazón. La observo por unos minutos, incluso después de haber sido cubierta por un dosel de nubes grises, que poco a poco se apoderaban del cielo.

- La historia de mi vida… - dijo desanimado el muchacho - de nuevo, pienso en ti, pero el telón de mi pasado impide que te vea – terminó, dirigiéndose lentamente a su departamento de nuevo.

Se paseó por la sala, era un departamento reservado, dos habitaciones, una sala, cocina, un estudio… ¿Qué mas podía pedir un soltero en Nueva York? Se dirigió al bar que se encontraba en una esquina de la sala, iluminado por un par de pequeños farolitos color ámbar, tomó una copa, a lo lejos se oyó el ululeo de un ave - ¡OYE! - indicó acercándose al perchero en donde se encontraba el ave - No me lo reproches que necesito fuerzas para lo que voy a hacer… - el ave ululo de nuevo pero este momento parecía ser un ululeo de comprensión.

Este caminó hacia el estudio, releyó por última vez la carta que hace unos instantes había estado escribiendo, un suspiro incondicional salio de sus labios. – Ya era hora ¿No lo crees? - le dijo al ave, esta batió sus alas energéticamente como en un intento de animar a su amo. Ató a la pata del búho la carta, era un búho espectacular, blanco como la nieve, pero aun así con un plumaje calido como una tenue llama, el pelinegro le dijo al animal:

- Ten, ya sabes a quien dársela, recuerda que pudo haber cambiado durante estos años. Es más, te aseguro que todos han de haber cambiado… - agregó nostálgicamente más para sí mismo que para el ave que esperaba ansiosa – Ya sabes como encontrarme, y ten cuidado – añadió, viéndola partir a través de la ventana - ¡Será un viaje largo! - grito viendo como su amiga se alejaba más y más. Y si seria un viaje largo, pero eso a Hedwig no le importaba, ya que sabía que poseía una importante misión, llevar esa imperiosa carta a Inglaterra, al antiguo hogar de este joven, quien como ya han de haber adivinado, era Harry Potter.

Si, el – niño – que – vivió, Harry James Potter, la única persona en el mundo capaz de sobrevivir a un Avada Kedavra, en especial uno del señor tenebroso, Lord Voldemort.

Harry a pesar de captar toda la atención del mundo mágico, era casi irreconocible en el mundo muggle en el cual había estado viviendo estos últimos años en los Estados Unidos, en Nueva York para ser precisos. Para todos sus amigos muggles él era únicamente Harry Potter, un británico que ahora vivía en América, pero para todos los magos era el niño que les había regresado la paz, era el responsable de la muerte del que no debe ser nombrado era su héroe.

¿Como ha sucedido todo esto? - pensaba Harry acomodándose en uno de los sillones de la sala, aun con la copa en mano, recordando todo lo que había sido de él los últimos cinco años de su vida.

- ¿Cómo ha cambiado mi vida? Tan rápido - dijo deparando en el vacío.

Era verdad, Voldemort ya no vivía, la batalla final se había llevado a cabo hacia unos cuatro años, en América¿Por qué en América? Sencillo, allí Voldemort se había estado escondiendo y preparándose para la batalla, después de la muerte de Dumblerdore. No se sabían los detalles de cómo había ocurrido, solo Harry los sabia, y pues claro, Voldemort pero, él ya no estaba y ahora era para siempre; El ultimo horocruxe había sido destruido, ya no había nada más del señor tenebroso en el mundo. La gloria eterna seguía a Potter en el mundo mágico, todos los magos de todo el mundo lo admiraban, por lo que gozaba de un respeto inimaginable¿Y como no hacerlo? Si había sido él, el niño que con un año de vida había derrotado a Voldemort por primera vez, con once años salvo la piedra filosofal impidiendo así que Voldemort robara el elixir de la vida, con catorce años había ganado el torneo de los tres magos y por si fuera poco ese mismo año había presenciado el renacer de Voldemort y había evitado que nuevamente intentara someter al mundo mágico, al igual que lo hizo a los quince años en el ministerio, pero no había sido hasta que tenia diez y ocho años cuando derrotó por completo al acecino de sus padres, cumpliendo la profecía que estaba hecha.

- Asesino o asesinado – dijo llevándose la copa a los labios aun con la mirada perdida.

Pero aun con toda esa gloria que conllevaba ser el salvador del mundo, Harry seguía viviendo una vida mundana, normal, desolada y sin gloria; el brillo de sus ojos se había esfumado así como su imagen del mundo mágico.

Después de la batalla final, Harry no volvió a Inglaterra, siguió viviendo en América como un muggle, aun tenia su varita y de vez en cuando hacia uno que otro hechizo pero se había alejado del mundo mágico por completo. ¿Por qué era esto¿Por qué el legendario Harry Potter era tan desdichado¿Qué había pasado con Inglaterra¿Qué había pasado con Hogwarts¿Qué había pasado con sus amigos y la magia?

Todas estas preguntas inundaban la cabeza del pelinegro cada vez que viajaba a su pasado. Y muchos reproches surgían al pensar todo lo que dejo atrás, a todo lo que renuncio, a todo lo que pretendió olvidar. Pero ya no más. Era el momento, tras cuatro o cinco años de lucha interna, Harry había decidido regresar a Inglaterra, con sus amigos, con su familia, con la gente que apreciaba y sobre todo con al gente que amaba, solo esperaba que esa gente aun lo esperara y lo quisieran como el nunca dejo de hacerlo. Más aún ¿Por que lo había hecho¿Por qué había renunciado a una familia, a un grupo de amigos, a toda una vida entera?

¿Lo había hecho por miedo¿Estaba huyendo de todos? Si, por esas sencillas razones era. Por miedo de hacerles daño a esas personas que tanto apreciaba, por que sabía todo lo que conllevaría ser el asesino de Voldemort, habría muchos que se lo agradecerían, más habría muchos más que se lo reprocharían y tratarían de hacerle daño. No podía permitir que eso les pasara a su familia y amigos, no, simplemente no se lo permitiría.

Sabia que debía estar en América, Dumblerdore se lo había dicho. Sabía que tenía que matar a Voldemort, había una profecía dicha. Pero también sabía que nunca se perdonaría ser el causante de las desgracias que pudieran embestir a sus amigos y familia por intentar hacerle daño a él. En América, no conocía a magos, lo que le seria de gran utilidad en su intento de protección a los demás. Había tenido contacto simplemente con unos pocos magos de América del ministerio, al haber muerto Voldemort, pero no más; solo había una bruja que por más que él hubiera intentado alejarla, ella no lo había dejado, él la quería como una hermana, como una amiga, como una compañera. Ella era Amelia Skower.

Amelia, era una bruja de 21 o 22 años, con el cabello hasta los hombros lacio de color avellana al igual que sus ojos, tenia la piel blanca y suave. Su estatura era promedio, "ni muy baja ni muy alta, solo lo justo" solía decir ella. Era alegre, carismática y una gran amiga; tenia siempre el comentario apropiado para cada momento, y si no lograba ayudar a algún amigo o conocido, hacia hasta lo imposible por lograr verlo feliz. Había conocido a Harry en la academia para magos y brujas de los estado unidos americanos, hacia ya cinco años (N/A pero esa ya es otra historia que luego sabrán XD) solo ella sabía todo lo que cruzaba por la mente del pelinegro, ella se había convertido desde el momento en que Harry llegó a América, en su amiga, en su confidente, en una fuente de apoyo. Muchas veces se reprocho por creer estar enamorado de ella pero nunca, nunca por más que Harry lo pensara, Amelia podría llegar a ser Ginny…

Harry suspiro levantándose del sillón, el recuero de ella aun le dolía, mas por haberse alejando de ella, sentía que le había fallado, sabia que había dejado algo inconcluso al partir de Inglaterra; lentamente caminó hacia el balcón, ya no lloviznaba, y las nubes se había difuminado, vio de nuevo la estrella, su estrella, la estrella que le había regalado.

- Espero que no me hayas olvidado Ginny…


Era ya de mañana en la pequeña pero acogedora madriguera, aun no habían muchas señales de vida en la casa, tan solo hacia unas horas antes se habían ido todos a la cama. Una reunión de la orden, - si la en del fénix aun continuaba con sus reuniones, aunque sin Dumblerdore que las precediera - había terminado ya. Todos los miembros sabían que Dumblerdore había dejando un sucesor, este les enviaba información sobre lo que debían hacer y como hacerlo, mas nunca asistía a una de esas reuniones, todo era hecho por medio de lechuzas, cartas y otros medios mas. Al morir Dumblerdore la orden se reunía más de dos veces por semana intentando buscar a Voldemort y a los mortifagos en especial a Snape y Colagusanos.

Después de la batalla final, tuvieron muchísimo trabajo que hacer, muchos miembros de la orden resultaron heridos en la casería de los mortifagos, aunque no hubo uno que quedara lisiado permanentemente y ninguna tragedia se contó. Después de la victoria de Harry, el trabajo era mas lento y tedioso, las reuniones eran ahora una vez cada quince día en la madriguera o en el numero 12 de Grimmauld Place. Después de la batalla, todos en la orden esperaban que Harry regresara a Inglaterra con ellos, para su sorpresa no lo hizo así.

O o O Flash back O o O

Era el cuartel de la orden del fénix, aun era la antigua casa Black, el corredor estaba medio iluminado por una vieja lámpara de gas colgada cerca de donde solía estar el retrato de la Señora Black - a quien por fin habían logrado bajar - el papel tapiz de la pared, viejo, desgastado y sin cambiar, le daba a la casa un aspecto aun más antiguo, el lugar era casi el mismo, a diferencia que ahora en las esquinas de las cornisas no colgaban más telarañas, las cabezas de los elfos domésticos habían sido retiradas de las escaleras y muchas de las decoraciones y candelabros de serpientes habían sido modificados para hacer la casa mas acogedora para los grifindores que allí "trabajaban".

Muchos miembros de la orden estaban allí reunidos, el ministerio de magia de América les había informado que Voldemort se había aparecido en América y gritaba el nombre de Potter para luchar, el único detalle es que nadie sabia donde Dumblerdore había mandado a Harry a refugiarse - al menos eso creían todos -. Muchos miembros de la orden ya se habían movilizado a países cercanos o a comunidades mágicas patrullando las áreas y alertando a las personas sobre cualquier cosa extraña que pudiera pasar, y al mismo tiempo trataban de calmar al pueblo.

Todos hablaban a la vez, Alastor Moody, Tonks, Ginny, Hermione, Ron, el Señor y la Señora Weasley, Bill, el mayor de los hermanos Weasley, Charley, Fred, George, Kingsley Shackleblolt, Elphias Doge, Dedalus Diggle, McGonagoll, Emmeline Vance, Sturgis Podmodore y Hestia Jones estaban en el cuartel en esos instantes. Pero las discusiones fueron detenidas por varios clicks metálicos que parecían ser una cadena arrastrándose. De un momento a otro la entrada de la casa se abrió, dejando ver a un hombre de aspecto cansado, con unos pocos de cabellos grises en la cabeza, la túnica aun más remendada y raída que la última vez, era Remus Lupin.

- ¿Que pasa Remus? - dijo el señor Weasley al ver entrar a Lupin.

- ¿Que es Remus? - añadió Tonks acercándose a el - ¿Por que no estas en América¿Qué sucedió? - todos sabían que a Lupin Dumblerdore le había encargado una misión secreta de la orden el América, pero nadie sabia de que se trataba.

Remus pareció meditar por un momento como decir la noticia que traía, - Verán - comenzó a decir - Regrese de América por que ya no me necesitan allá.

- ¿Que quieres decir Lupin? - insistió Moody - ¿A que te refieres a que no te necesitan mas allá?

- Si Lupin habla por favor - dijo Ginny asustada, aferrada del brazo de Hermione - Sabemos que estabas allá por el asunto del señor oscuro y por que Harry estaba allá contigo - todos voltearon a verla sorprendidos ¿Como era que ella sabia lo que Lupin hacia en América?

- Miren - dijo Lupin sentándose en la mesa del comedor al igual que varios mas - Estaba en América por la misión que Dumblerdore me había encomendado, ahora que esta cumplida se las puedo decir, como muy bien dijo Ginny y aun no me imagino como se entero (N/A: Uds. se enteraran unos cap's después) si era por Voldemort, y por Harry - la casa estaba mas silencia que una cementerio, solo se podían percibir una que otra respiración forzada o un suspiro - Mi misión era estar al tanto de los movimientos de Voldemort, que se encontraba en América refugiado con varios de su mortifagos de mas confianza, esperando el momento de la batalla final,

- ¿Y Harry que tiene que ver en esto? - aventuró McGonagoll, la nueva directora de Hogwarts.

- Harry - comenzó Lupin tratando de buscar las palabras correctas para decirlo - Harry estaba en América, esperando y entrenando él también al igual que Voldemort para la batalla final - todos estaban perplejos, no lo podían creer, Harry Potter estaba en América, en el mismo sitio que Voldemort, esperando el día que firmara su sentencia de muerte o recogiera su galardón de gloria.

- ¿Y que paso? - grito Tonks cambiando súbitamente de color el pelo.

- Paso - dijo Remus abrazándola - Que la batalla final ya se llevo a cabo, y Voldemort - Lupin pareció meditarlo un momento - Voldemort ha muerto.

- Bien¡¡muy bien! - decían todos los miembros de la orden entre gritos eufóricos, aplausos, abrazos y felicitaciones, tras la noticia.

- ¡Lo has oído Hermione! - Gritaba Ginny - ¡Harry lo hizo¡¡Por fin lo derroto! - abrazando a Hermione.

- Si lo se Ginny - dijo Hermione igual de eufórica como Ginny.

- Atención todos, atención - era Lupin el que hablaba. El había estado en América con Harry cuando se libró la batalla, aun así no pudo estar presente en esta y observar como había sucedido - Se que estos son momentos memorables para la orden y todo el gremio mágico, más debemos recordar a todas las personas que dieron su vida por que este día llegara - un silencio sepulcral cubrió la sala ¿Acaso Lupin estaba diciendo lo que creían que estaba diciendo?

- ¡Por Merlín, Lupin! - Exclamo la señora Weasley con lágrimas en los ojos - ¡Dime por favor que nada le sucedió a Harry! -De nuevo ese silencio tan incomodo que ya había invadido el ambiente varias veces en la noche regresó, todas las miradas estaban sobre Lupin, este momento sin duda lo había estando planeando todo el camino de regreso a Inglaterra pero nunca se imagino como seria realmente estar allí.

- Remus por favor - suplico Tonks - ¿Cómo fue la batalla, qué paso?

- No lo se - fue lo único que pudo decir.

- ¡Como que no lo sabes! - Ginny había estallado - estabas allí por Harry ¿Como esta¿Donde esta¿Por que no ha venido contigo¿Que pasó en la batalla¡¡¡Remus contéstame por favor! - terminó la pequeña de los Weasley llorando, no todos sabían lo que había pasado meses atrás, casi un año ya entre ella y Harry, pero muchos lo deducían al ver la reacción de esta.

- Perdóname Ginny - dijo Lupin acercándose a ella - Ginny retrocedió ladeando la cabeza

- No, no, no, no, no, - decía - No me digas Lupin, no me digas que… - pero no pudo mas, su madre la refugio en sus brazos acariciándole el cabello al mismo tiempo que la abrazaba cada vez más fuerte.

- Ya, ya, ya mi niña, ya paso - decía la señora weasley tratando de reparar el corazón ahorra roto de su pequeña, todas las personas que allí se encontraban tenían la misma cara de pena y desconsuelo por la pobre Ginny y por el destino qua había sido de Harry.

- No Ginny no - dijo Remus corriendo a abrazar a Ginny - no llores por favor, no lo hagas - limpiando con el dedo unas rebeldes lágrimas que rodaban por sus mejillas - no Ginny, tu no entiendes,

- ¿Que es lo que no entiendo Lupin! - grito la pequeña llorando - ¿Que Harry a muerto por salvarnos a todos y nosotros no lo hemos podido ni ayudar? - Hermione lloraba silenciosamente recostada en el hombre de Ron, la Señora Weasley no pudo contener las lagrimas que rodaban silenciosamente en su rostro, el Señor Weasley y sus hijos poseían una cara de tristeza, como si un propio Weasley hubiera muerto, Tonks trataba de no llorar al igual que McGonagoll, pero también habían otros como Moody que tenían la vista perdida, aunque con una mirada de culpabilidad en ella.

- Ginny escúchame¡todos, escúchenme - dijo Lupin muy seriamente captando la atención de todos de nuevo - no se como fue la batalla final, ya que como lo decía la profecía se llevo a cabo únicamente entre Harry y Voldemort, el mismo Harry no me permitió ver que era lo que sucedía, me dijo que así era como debía ser, sin nadie mas, únicamente ellos dos, asesino y asesinado - al decir esto ultimo Tonks rompió en llanto, Lupin no sabia mas que hacer, no sabia como decirlo, - no lloren por favor, no lo hagan, Harry está bien, - varios ojos se abrían mas, Ginny sostuvo la respiración por unos momentos - al terminar la batalla – continuo el antiguo profesor de Hogwarts - Harry regresó a donde me había dejado, me dijo que la guerra había acabado y que llamara al ministerio para que recogieran el cuerpo de Voldemort.

La cocina estaba sumergida en una nube de expectativas y dudas.

- Quiere decir… - aventuro Ginny.

- Si Ginny - Harry esta vivo - Ginny sonrió y lloro nuevamente, aunque estas lágrimas era la alegría que reinaba en su corazón en eso momentos.

- Entonces Lupin - dijo Moody - ¿En donde esta el muchacho?

- Si - dijo Fred - Harry debería de haber regresado,

- ¿En donde esta? – dijo George

- ¿Esta en el ministerio? – dijo Fred

- ¿O en el colegio? - dijo George

- ¿O en tus bolsillos? - dijeron ambos gemelos al mismo tiempo tratando de hacer menos tenso el ambiente.

- No, no y no - dijo Lupin un poco mas animado - Harry no esta en el ministerio, tampoco esta en Hogwarts y mucho menos en mis bolsillos, verán… Merlín, vaya que es difícil decirles esto… Harry no esta en Inglaterra… el esta en América.

- Pero volverá no es así - dijo Hermione alejándose de Ron.

- Veras Hermione, ese es el problema, Harry no dejará América, antes de partir me pidió que trajera esta carta al cuartel general de la orden y después al ministerio de Londres. - todos los ojos nuevamente estaban abiertos de par en par ¿una carta¿Por que Harry seguía en América?

- ¿No deberíamos de ir por el? - dijo Moody

- No es seguro que este solo después de lo que sucedió - añadió Dedalus Diggle

- El ministerio lo esta custodiando ¿No es así? - pregunto Emmeline Vance

- ¿Cuándo volverá? - añadió Bill

- Un momento, un momento - dijo Lupin al sentir una oleada mas de preguntas venírsele encima - verán Harry sigue el América, el solo, nadie lo esta custodiando ni lo iremos a traer - otra oleada de incertidumbre y reclamos colmaron el ambiente - ¡Atención! - grito Lupin – Miren, Harry sabe lo que hace, créame es mucho mas sabio, poderoso y maduro de lo que todos recuerdan, no de balde estuvo estudiando, entrenando y meditando este ultimo año; ahora, si todos hacen silencio, les podré leer la carta que le envió a la orden de acuerdo? - todos callaron, unos se sentaron de nuevo y otros miraban expectativos a que Lupin leyera, comenzó a leer pausadamente, con una voz recia y clara para que todos lo entendieran:

Orden del fénix:

Que bueno que ya se pueda saber quienes somos ¿Verdad? Bueno si están leyendo esto, es que Remus ya regreso a Londres, lo que significa que la batalla ya se dio y pude sobrevivir. Espero que ahora logren vivir la vida que tanto desearon y anhelaron durante todo este tiempo, me alegra haber sido de utilidad para todo el mundo mágico. Como ya sabrán, tengo ordenes explicitas de Dumblerdore y del nuevo líder de la orden, por lo que no regresare a Londres, siento mucho no podes cumplir promesas que jure…

Seguiré viviendo en donde ustedes, de seguro ya saben, en donde he estado este tiempo, por favor no traten de buscarme, mis ordenes son muy estrictas lo que hará que me mantenga al margen del mundo mágico indefinidamente, al igual que el contacto personal con magos o conocidos míos, por esto es que le pedí a Lupin que se fuera de regreso a Londres. El nuevo líder es muy disciplinario conmigo debo acatarlo y obedecerlo como lo hemos hecho todos con Dumblerdore, créanme es una gran persona, muy sabio, sin duda no es Dumblerdore pero merece el respeto y lealtad de todos.

Les prometo escribirles paulatinamente para que no se preocupen, mas no podré hacerlo de modo personal por motivos de seguridad, mas suya que mía créanme; no se preocupen por los mortifagos, si es verdad que están atrás de mi ahora pero se como manejármelas con ellos.

Por favor tomen ustedes toda la gloria que el mundo mágico me esta dando, yo no he hecho nada mas que ustedes, todos fueron unos grandes guerreros y sin ustedes Voldemort no estaría donde esta ahora, gracias en el nombre de todo el mudo mágico, ustedes son los verdaderos héroes.

La carta a continuación, está dirigida al Ministerio de Magia, si fueran tan amables de llevársela al Ministro lo apreciaría, en ella le rindo el informe de la muerte de Voldemort y a ellos también les pido no buscarme ni tener un trato estrecho conmigo, aunque ellos ya lo sabían. Espero que todos estén bien, los echaré de menos y siento mucho no poder decirlo en persona.

Harry Potter

O o Ofin de flash back O o O

Una pequeña sombra atravesó la sala de la madriguera, con un movimiento de su varita, encendió el fuego en la chimenea y se dirigió a la cocina. Tomó la tetera, la lleno de agua y la dispuso en la estufa a calentar. La mañana era fría, aun había uno que otro montículo de nieve en las afueras de la casa y en sus cornisas. A pesar de ser muy temprano, el cielo era bellísimo con unos tonos celestes y azules mas fuertes matizándolo.

- ¿Tan temprano te has levantado? - pregunto una joven que acababa de entrar a la cocina.

- No podía dormir.

- Lo se, yo tampoco lo podía hacer¿No sabes si hoy tus hermanos abrirán la tienda?

- ¿Fred y George, No lo creo, hace mucho frió haya a fuera para hacer bromas ¿no crees? - añadió entre risas.

- No lo creo Ginny, los gemelos nunca descansan de hacer bromas - rió también la chica arreglando en una cola alta su enmarañada cabellera café.

- ¿Y Ron?

- Aun no se despierta, sabes lo holgazán que es, está profundamente dormido, no noto cuando me levante.

- mmm.

- ¿Ginny tienes algo?

- No, nada ¿por que lo dices?

- No se, te veo rara desde hace un tiempo, ayer en la reunión te note un poco ausente¿Hay algo que te preocupa?

- A ti no te puedo mentir Herm - dijo Ginny sirviendo té en dos tasas - es lo mismo de siempre, lo extraño aún más, no sabes cuanta falta me hace, sonará ridículo pero aún más falta me hace cuando hay mañanas como hoy, frías.

- OH Ginny - dijo Hermione abrazándola - sabes que nos tienes a todos aquí, no te entristezcas mas, que me entristeces a mi en especial en estos momentos.

- Perdóname Herm - dijo Ginny honestamente. Luego de un rato, levantándose de la mesa añadió - ahora si me disculpas debo cambiarme, me esperan en San Mungo.

- Sabes – dijo ya en el marco de la puerta - creo que es hora de continúe con mi vida y terminar con este sentimiento que me mata.

Hermione se quedo sola en la cocina con la tasa humeante frente a ella, estaba completamente sumisa en su pensamientos hasta que un golpeteo el la ventana la hizo despertar.

- ¡OH Merlín¡No puede ser! - dijo acercándose a la ventana y dándole paso a un bello búho blanco para que entrara - ¿Hedwig? - el ave ululo - ¿Que haces aquí? - instintivamente el ave levantó la pata en donde tenia la carta amarada, Hermione la desato y luego a leyó, no lo podía creer era de Harry, y era personal a pesar de lo que había dicho sobre ese tipo de cartas, sus manos temblaban mientras la leía cuidadosamente, al terminar de leerla murmuro - Oh no Ginny, no creo que debas matar ese sentimiento ahora.

Bueno y ¿Qué les pareció? No me digan, no me digan, mejor escríbanlo en un RR jaja…además sean comprensible conmigo, es el primer fic que subo de más de un capitulo… bueno chicos, los veo en el prox. Cáp.

Bye

Jamesandmolly