Asia del Este.
Disclaimer: Axis Powers Hetalia no me pertenece, tampoco sus personajes.
Generalmente no escribo fanfics serios, pero al estudiar sobre la historia de Nihon (así le pondré porque el kanji significa literalmente el país del sol naciente, yo pondría Nihon-koku pero con Kiku basta ¿no?) descubrí tantas cosas y luego seguí con China y he terminado convirtiéndome en una fanática de Asia del Este, aquí no pondré yaoi *preparada para la lluvia de tomatazos* y los protagonistas son principalmente China. Nihon, Taiwán, Korea y Honk Kong, con la aparición especial y momentánea quizás de otros países. Sin mas preámbulos os doy a conocer este fic, espero les guste y si tienen opiniones/críticas agradeceré si me las hacen notar.
Muchas gracias.
Prólogo
-¿Cómo has podido, Nihon? ¿Por qué tú…?-China no podía sonreír en aquel momento, los labios le traicionaban por la extraña sensación que le provocaba la lluvia que caía sin parar sobre el paisaje, el aire de sus pulmones le era insuficiente, sus jadeos aumentaban cada vez más y aquel oxígeno que ingresaba en su cuerpo le quemaba tanto como le fuego...
¿Porque estaban ahí? ¿Porque habían llegado a esto?
Nihon.
Ese nombre se le vino a la cabeza acompañado de una profunda sensación de nostalgia.
¿Porque aquel joven tan callado estaba de tal forma?
Su hermano menor siempre fue el más callado de todos, nunca hablaba con nadie y sólo se limitaba a asentir agachando la cabeza. La elegancia que siempre lo caracterizó estaba perdida en algún recóndito lugar...Aquel traje tan blanco y puro que llevaba estaba teñido con sangre y embarrado. Esa cara que tenía una pequeña sonrisa dibujada con delicadeza y el sonrojo de la maldición eterna de la timidez habían sido reemplazados por un semblante de acero impenetrable.
La lluvia caía sobre el lugar, un escenario para aquellos dos y una obra de la cual ninguno podía dejar de decir el guión teñido con líquido carmesí.
Honda Kiku no dejó de apuntar su arma en contra del cuello del chino ¿Acaso él había hecho algo cuando Inglaterra se llevó a Hong Kong? ¿Acaso él había por lo menos intentado hacer feliz a Taiwán alguna vez?
-Tomaré las medidas correspondientes.-
La luz de la Luna iluminaba la katana del japonés haciéndola resplandecer como una bella ilusión, enfrente de los ojos de Wang Yao estaba Nihon, el país del sol Naciente.
