Esta es mi historia. Los personajes son De Meyer.! -
-MI-
-MEJOR AMIGO-
-¿GAY?-
Lo mire nuevamente a Él. ¿Cómo podía meter este tema? ¿Aceptaría? ¿Se reiría en mi cara? ¿Le rogaría? Respire hondo… No faltaba decir que estaba mas que nerviosa, sabia bien que él era diferente, por decirlo. Pero era mi mejor amigo, podía pedir su ayuda y lo quería.
¡Rayos! ¡No quería morir virgen!.
-Bells ¿Pasa algo? – Dios santísimo ayúdame. Aclare mi voz.
-Ayúdame por favor.- rogué.
-¿Te pasa algo?- pregunto un poco asustado.
-Muchas cosas… Pero lo te pido es que tengas sexo conmigo. – Susurre lo ultimo. Pero me di cuenta que si había escuchado ya que abrió sus ojos espantado.
-Bells sabes que yo.. – no lo deje terminar. Sabia por donde iba ese tema.
-Sé que eres Gay, pero no quiero morir virgen . –él rió- No te burles de mi por favor.
-No vas a morir virgen, te lo apostaría, cualquier hombre estaría contigo. Bells.
-Lose, pero tengo miedo a que si esa se entera que soy virgen tal vez me deje.
-Bells.. – Pensó – Creo que eso tendría que ser especial y no con un chico cualquiera.
-Tu eres especial… digo… eres mi mejor amigo/a –dije confundiéndome mas. – Hazme ese favorsote..
-Bells, perdón pero yo no…
-Por favor luego de esto no te pediré nada. Tú puedes pedirme cualquier favor.
-Bells yo nunca he estado con una mujer.
-Entonces será… como la primera vez para los dos.. por favor..- puse mi boca en puchero. El negó y negó..
-Bells.. si te hago daño yo no..
-Entonces es un si. – sonreí – Gracias. –Me levante de mi asiento y lo abrase fuerte.
_-_-_-_-_-_-_Días Después_-_-_-_-_-_-_-_
Estaba temblando. ¿Eso era bueno o malo? Me mire nuevamente al espejo. Un polo a tiras azul (era el mi color favorito) y una falda negra que parecía más un cinturón. Si no tuviera aire acondicionado me estaría muriendo de frio. Y ni hablar lo que tenia por dentro o mejor dicho lo que no tenia. Solo tenia unas bragas blanzas transparente. Quería sentirme sexy cuando sucediera "eso".
Desde hace días no hablaba con Edward.. exactamente desde 2 días que le pedí que tuviéramos sexo y acordamos para hoy. ¡HOY! Quería gritar.
Sonó la timbre de mi apartamento.. Sali a paso apresurado de mi habitación, aunque no fue fácil ya que mis piernas me templaban, parecían gelatina moviéndose.
Al abrir me encontré con un Edward ¿diferente? Rayos se veía muyyyy sexxxy. Se había cortado su cabello cobrizo y estaba un poco desordenado. Vestía un polo blanco con unas letras que no preste mucha atención y unos jean un poco rasgados.
-Hola, pasa. – lo invite a entrar.
-Hola Bells. – cerré la puerta. ¿Qué haríamos ahora? Hablar de porque no había hablado conmigo estos días o ir de frente al sexo.
-¿Cómo haz estado? – dijo sentándose en un mueble.
-Bien.. Normal. ¿Tu?
-Estoy un poco nervioso.- dijo pasándose una de sus manos por su cabello. Por eso estaba despeinado.
-¿Quieres agua o una cerveza?
-Cerveza, porfavor. – Camine hacia la cocina. Respire hondo. Abrí el refrigerador y agarre dos cervezas en lata. Al tirar una patada a la puerta de mi refrigerador (una forma que siempre hago cuando tengo mis manos llenas y es como lo cierro) Me había olvidado que estas con unos tacos altísimos que casi me caigo. Felizmente pude mantener mi equilibrio.
Uff. Camine nuevamente a la sala y le entregue la cerveza. Me senté frente suyo.
-Gracias..- Tomo un sorbo. Y verlo succionar ese líquido, les juro que me excite. ¡Que vergüenza!
Nunca me había pasado esto con él, siempre tomábamos hasta quedarnos dormidos en los muebles. Pero esta excitación por solo verlo succionar, me hizo recordar el día en lo que lo conocí. Cuando lo conocí me pareció el hombre mas hermoso que había visto, aunque lo seguía pensando. Pero él a contarme que era Gay, solo podía verlo como un amigo/a. Siempre pensando como un igual y no hacerme locas ideas… Que nunca ¡NEVER! Iba a suceder. Suspire, e intente borrar mis tontos pensamientos.
Hablamos tonterías: el clima, el transito, cualquier cosa menos sobre lo que nos había reunido en este momento.
Ya en la 6ta cerveza, cuando los dos estábamos un poco borrachos. Se me salió todo. Intente cerrar mi boca pero no soporte más.
-Nose que esperas.. -tome un sorbo.
-¿AH?
-Se muy bien lo que estas haciendo.. – reí producto del alcohol.
-No se de que hablas Bells.
-Te haces el idiota. No me vas a cumplir. – Tome mi último sorbo. Quise determe pero me importo un pepino solo solté todo lo que sentía. –Lo sabia.. Fui una tonta por creer que íbamos a tener sexo. Eres gay, un.. – no lo hagas ¡NO LO HAGAS!-un MARICON con mayúsculas. – El solo me miraba.. Reí no se si por lo nerviosa o por su shock.
-Sera mejor que me vaya, hablaremos cuando estemos en nuestros 5 sentidos. – dejo la cerveza en la mesa y se levanto.
-Huye cobarde. – grite.. Quería llorar y llorar, lo odiaba por no cumplir con su promesa.
-Bells estas tomada.. mejor descansa. Te ayudo, si quieres.
-No… lárgate, no quiero nada de ti. – volví a gritar.– No creo que sea tan difícil buscar a un verdadero hombre. – Me levante y fui a buscar mi bolso.
-¿A dónde piensas ir, Bells?
-Nose.. ver si alguien me quiere hacer el favor. – reí por como sonó.
-Descansa , mañana te arrepentiras de todo esto.
-No Edward, estoy perfectamente y no importa igual quiero hacerlo. ¡Carajo donde deje mi bolso! – susurre mi ultimo.
-Vete a dormir Bells.. si no voy a obligarte. – me amenazó y me causo mucha gracia.
-Por favor Edward – reí -los dos sabemos que no eres capaz de eso. Vete.
-Me vas a obligar hacerlo, te lo digo la última vez. – Parecía enojado y eso me gustaba. Cruce mis brazos y lo mire directamente, lo rete.
-Oblígame Edward. – Pronuncie decidida. Se quedo unos segundos viéndome, cuando pensé e burlarme de él.
Lo vi acercase mismo animal atrapando a su presa. Ósea yo.
Me agarro mi rostro y me beso intensamente. Yo lo recibí gustosa, estaba esperando con ansias esto.
Su sabor era una mescla de menta y cerveza, muy delicioso. Se separo un poco y me miró.
-Vete a dormir. - ¿Wthat? No me iba a dejar así. Lo volví a besar con el mismo desenfreno, pero unos segundos después se apartó de mí. Quise hacer un gran berrinche.
-Te voy a llevar a raspas, vete a dormir. –Seria excitante verlo obligándome a ir a mi habitación.
-Vamos.. hazlo. Tómame aquí.- intente besarlo nuevamente, pero aparto su rostro.
-Vete a descansar. – pidió.
-Te odio, te estoy rogando y tú simplemente me rechazas. ¿Sabes como me siento?
-Bells sabes mis gustos. Sabia que no podía aceptar esto.
-¿Y que fue ese beso? Te deseo y creo que tu también. ¿Que pasa Edward a que tienes miedo?
-No tengo miedo a nada.
-Me deseas y tienes miedo. Eso es.. me tienes miedo -sonreí.- Vamos Edward. Tómame o déjame. – dije
-Solo...-suspiro.- Mierda. Te tomo. – me beso nuevamente. Sus manos empezaron a bajar de mi rostro a mi trasero. Oh Dios se sentía delicioso.
-Vamos a mi habitación. -pedí. Me cargo tranquilamente y entrelace mis piernas en su cintura. Argg, podía sentir lo duro que estaba. Seguimos besándonos y lamiendo nuestros labios.
Me dejo al borde de la cama. Me separe de su deliciosa boca para empezar a desabrocharle su jean. Desbotone y baje su bragueta. Sus jean se bajaron hasta los tobillos. Se apartó un poco para sacarse las zapatillas y medias.
Me quite mi falda y mi top. Solo me quede con mi braguita. Mire su cuerpo, era demasiado perfecto. Sabia que iba al gimnasio. ¡Diablos! su cuerpo era maravilloso.
-Ven – lo llame. Agarre la tira de su bóxer y lo baje. Mierda era enorme ¡ENORME Y GRUESO! Se me hizo agua la boca, quería lamerlo, chuparlo TODO.
-Hazlo. – mire su rostro lleno de lujuria. Le di unos sonados besos inocentes, para luego abrir mi boca y metérmelo entero. No sabía la capacidad que podría tener mi boca. Lo lamia si fuera un dulce.. Mi preferido.
Pronto sentí sus manos en mi cabeza haciéndome tragarme hasta sus pelotas.
Me estaba follando mi boca. Diablos. Esto era mejor que cualquier película que había visto las últimas noches.
Lo escuche gruñir y sentí agrandarse.
-Bella voy a explotar. – Su voz era ronca y excitante. – Si no quieres que me corra en tu boca solo para. - ¿Detenerme? Estaba en la mejor parte, sentía que pronto iba a llevar a un orgasmo con solo estar chupando su pene.
-Argg. – Gruño y sentí un líquido en mi boca. Me lo empecé a tragar, pero cada vez salía más y más. Tenia que beberlo mas rápido. Succione y succione hasta que se quedo otra vez limpia con mi saliva. Alce mi rostro
-Quiero que también goces Bells..
-Lo estoy gozando y mucho. No sabes lo mojada que estoy, con solo verte.
-Quiero penetrarle ahora. – sonreí. No era una pregunta, era una petición Me levante.
-Siéntate. – El me hizo caso. Me quite mis bragas y las tire por allí.
Me senté sobre sus piernas de él. Poco a poco sentí como entraba su pene.
-Te va a doler un poco. – Lo sabia, había llegado el "GRAN MOMENTO". Quería que el dolor se fuera lo más rápido. Me senté de golpe y solté un grito. – Bells relájate. – enterré mi cabeza en su hombro. Luego de un momento Edward me hablo. -¿Estas bien?
-Estoy bien, mejor que nunca, no quiero jamás desprenderme de esta sensación, sigue por favor- le pedí, yo me estaba sintiendo en la gloria con cada penetración. Él sacaba casi por completo su pene, para volverlo a meter profundamente, yo ya quería que lo hiciera más rápido, así que empecé a mover mis caderas para darle a entender que agilizara su movimiento, él entendió de inmediato, y empezó a moverse más rápidamente con desenfreno .
-aagh Bells, eres tan estrecha… umm eres tan deliciosa- me decía entre gemidos.
-Me encanta tu enorme pene…quiero tenerlo siempre dentro de mi…aaaahhhhh- trataba de decirle yo. -métemelo fuerte Edward, duro por favoooor…mmmmm
-quieres más duro Bells…¿así te gusta?¿ que te lo meta fuerte?- decía Edward.
Sus palabras sucias y sus penetraciones, me estaban volviendo loca. Él seguía con ese exquisito vaivén, yo movía mis caderas para ayudarlo a que la fricción se hiciera más placentera, si eso era posible. Sus manos y su boca recorrían mis pechos, mis pezones, los chupaba, mordía, lamía, hacia mil cosas a la vez, apretaba mis muslos, mi trasero y me estaba llevando al límite.
Yo no me quedaba atrás y besaba y mordía su cuello fuertemente, él soltaba gemidos de placer y dolor. Me beso apasionadamente y yo le respondí de la misma manera, realmente esto sí que era el paraíso, tener a Edward así era lo mejor que me podía suceder en la vida. Seguíamos en este baile con nuestros cuerpos llenos de sudor, mi habitación olía a nuestros sexos entremezclados. Sentí una sensación que bajaba por mi estomago, llegando a mi sexo, estaba por explotar, ya no podía más.
-Edward…me vengo …más rápido - le pedía entre jadeos.
-vente conmigo mi Bells… vente para mi, quiero sentirte, vamos, vente- me decía él aun más desesperado que yo.
Él acelero mas sus embestidas y yo explote, sentí mil sensaciones en mi estomago y en mi sexo, una sensación tan placentera que parecía irreal, él se vino conmigo, derramando toda su semen dentro de mí, ambos gritamos al momento del clímax.
-Mierda, Bells.
-Edward- gritamos los dos juntos cuando nos relajamos mutuamente, el más maravilloso orgasmo que pudiera haber imaginado. Mi imaginación no era nada con la realidad.
Nos quedamos así, él dentro de mi aún, para normalizar nuestras respiraciones, nuestros cuerpos estaban empapados de sudor y nuestros líquidos entremezclados. Él beso mi frente, mis mejillas, mi boca amorosamente, yo acariciaba su desordenado cabello, él recostó su cabeza en mi pecho, sintiendo mi corazón latir a mil.
-Eres maravillosa, Bells- me dijo.
-tú eres el maravilloso, Edward, me llevaste a la gloria.
Edward me cargo y me hecho en mi cama. Estaba agotada, quería dormir.
-No te vayas- Rogué- quédate por favor. – Edward me miro.
-Esta bien. –Gire en mi cama, para que él se echara a mi lado.
Pronto sentí sus brazos abrazándome. Se sentía.. PERFECTO.
Mire sus hermosos ojos verdes, mis ojos poco a poco se iban cerrando.
-Duerme Bells, no me iré.- Cerré mis ojos mientras sentía una de sus manos acariciarme mi cabello.
Abrí mis ojos para encontrarme a un ser perfecto.. Edward.
Había sido fantástico lo de anoche ¿Para él lo había sido? ¿Habría tenido asco estar con una mujer?. Pensé.
-Hola. – dijo abriendo sus ojos.
-Hola. – pensé que liberaría su brazo de mi cintura pero me equivoque. -¿Estas bien? –pregunte.
-Claro – sonrió, tal vez no quería que me sintiera mal.
-Gracias por todo. – me sonroje al recordar.
-Creo que será mejor que me vaya. – entristecí a su frase. Me odiaba por obligarlo a tener sexo conmigo.
-Si, claro –se levanto y fue recogiendo su ropa.
Era una estúpida yo le había rogado y ahora quería que sea tierno conmigo. El no me miraba como una mujer.. solo amigos que se hacen favores. Al él le gustaba los hombres. ¡MALDICION LOS HOMBRE! Lo vi entrar al baño.
Tardo unos minutos para cambiarse, luego salió vestido igual que ayer. Felizmente yo me había puesto unos short y un polo.
Nos miramos nuevamente ¿Qué podía decir? Hacer como si ayer no hubiéramos cogido de lo mas delicioso.
-Bells..
-No tienes que decir nada, se muy bien que no te sentiste cómodo lo de ayer. Pero espero que no cambie nuestra amistad.
-Yo no quiero que esto cambie, eres una amiga muy especial y hermosa.
-Gracias. Sera mejor que vayas a casa si no Jake se enojara.- Jake, su novio.
-Él.. si mejor me voy. Adiós. – se acercó a darme un beso en la mejilla y salió de mi habitación, luego de unos segundos escuche la puerta de mi departamento cerrarse.
Me tire a mi cama, Dios había sido fantástico. Actuar como siempre.. Amigos nada más. ¿Cómo podia verlo sin recordar como nos habíamos besado? ¿Recordarnos sudosos y gritando nuestros nombre?
Seria difícil y lo sabia, ¡Mierda! Me había encantado.
Pero estaba segura de algo… nunca mas pasaría.
No por mi obviamente, sino por él y Jake.
*4meses después:
Mire el reloj de la pared. Ya había pasado el tiempo.. Temblaba.
Agarre con mucho cuidado la prueba.
Me sorprendí al ver el resultado.
¡MIERDA, ESTABA EMBARAZADA DE MI AMIGO GAY!
FIN-¿no?
¿Qué tal?
Dejen sus comentarios son mi única paga. =D
¿Creen que debería continuarla? Tengo algunas ideas.. Pero ustedes con su Reviews me dirán ;)
Gracias. Karliita B. -Twitera.
