El genio y la superheroína

En un laboratorio un joven pelirrojo, de cabello rizado, con gafas semiesféricas, una bata blanca de laboratorio, guantes morados y pantalón y botas negros, esta trabajando en algún tipo de maquina cuando de repente empieza a sonar una alarma.

"Se ha detectado la obertura de una brecha dimensional." dijo una voz femenina.

"Indícame donde." dijo el joven mientras se acercaba a un monitor.

La ciudad de Townsville, un lugar idílico para vivir excepto por algún que otro ataque de monstruos y su delincuencia, pero nada de que preocuparse, dado que también es el hogar de las Supernenas, un cuarteto de superheroinas que defiende la ciudad de cualquier amenaza.

Las tres más jóvenes, están de camino al colegio, paseando, mientras mantienen una conversación. Ya no son aquellas niñas pequeñas que salvaban el día antes de la hora de acostarse, ahora ya tienen 13 años. Cactus a la izquierda, es la chica de pelo corto moreno con el mismo peinado de siempre y ojos verdes, con una camiseta de manga corta negra, unas muñequeras blancas con una línea verde, un pantalón verde oscuro, deportivas verde lima con líneas blancas y mochila verde sujeta con un solo tirante. Burbuja a la derecha, es la chica sonriente de ojos azules, con el cabello rubio en dos coletas sujetas por cintas azules, un vestido azul, mallas blancas, unos zapatos negros y una bandolera azul con estrellas blancas. En el centro, la líder del equipo, Pétalo, la pelirroja de cabello largo, hasta la cintura, adornado por un lazo rojo y un clip con un corazón, de ojos rosas, con camisa blanca de manga corta por encima de la cual un chaleco tipo jersey rosa, una corbata negra, una falda corta roja, calcetines cortos blancos, zapatos marrones y un maletín marrón.

De repente un ruido extraño inunda la ciudad y una grieta comienza a producirse en el cielo, da la sensación de que el cielo se rompe como cristal, dejando ver una zona azul eléctrico con aros blancos de la cual empiezan a emerger unas naves blancas enormes con forma triangular.

Tras la salida de unas 25 naves, la gente ya a huido en pánico sin saber que esta pasando, las Supernenas por su parte están en guardia sin saber que hacer, cuando de repente una de las naves abre una puerta y de esta surge un hombre de cabello corto negro, ojos negros, con un uniforme militar blanco con líneas negras en la unión de la chaqueta, hombros y puños y una G azul sobre el corazón.

"Soy el general Argus de las fuerzas Génesis, hemos venido a por la substancia X, vuestra tecnología y todo aquel que se nos quiera unir, esto puede realizarse por las buenas o por las malas esa es vuestra decisión, os damos 30 minutos para decidir." dijo el hombre de una forma que resonó por toda la ciudad.

En un instante las tres superheroinas se alzaron flotando frente a él.

"¿Para qué queréis esas cosas?" dijo Pétalo con cara seria.

"Eso no es de vuestra incumbencia." dijo Argus.

"¡Oh vamos! Si nos has amenazado, claramente es para alguna maldad." dijo Cactus. "¿Podemos empezar a destruir a los marcianos estos ya Pétalo?" preguntó golpeando el puño con la mano.

"Puedo aseguraros que nuestro objetivo es un bien mayor basado en el control, pero como cualquier otro héroe diréis que no accedéis e iremos a la lucha supongo que no hará falta esperar más entonces, aun más dada la actitud de esta señorita. Señores que comience el ataque." dijo Argus mientras cerraba la puerta de su nave.

"¡Cactus! ¡Mira lo que has hecho!" gritó Pétalo.

"¡¿Qué?! ¡Igualmente íbamos a tener que pelear con ellos, así que cuanto antes mejor!" protestó Cactus.

"¡Sí, pero aun así!"

"¡Cuidado!" gritó Burbuja al ver como un montón de robots con forma humanoide, blancos y de visor azul comenzaban a disparar-les láseres rojos desde sus armas.

De las naves surgieron cientos de robots humanoides blancos con un visor azul, algunos en el cielo volando, otros en tierra, atacando a todo al que veían con sus rifles láser, pero no de forma letal, sino aturdiendo, entonces unas plataformas descendían capturando a la gente y llevándola a las naves.

Las Supernenas iniciaron de inmediato el ataque, destruyendo tantos robots como podían pero ante tal numero, la gente iba siendo capturada sin remedio. A los diez minutos de combate, una esfera eléctrica azul cae destruyendo varios robots y junto a sus hermanas desciende Cristal, la cuarta Supernena, una chica de piel oscura, cabello largo azul eléctrico y ojos lilas, vestida con una blusa lila, pantalones blancos, zapatos negros y una diadema azul oscuro con un corazón y tres líneas, una rosa, otra azul cielo y otra verde.

"Siento llegar tarde pero todo esta lleno de robots." dijo Cristal.

"No pasa nada." respondió Burbuja.

"Deberíamos volver a casa para evitar que consigan la substancia X y proteger al Profesor." dijo Pétalo.

"Yo me encargo de abrir el camino." dijo Cactus mientras generaba un caza Lockheed Martin F-22 Raptor con su aura de energía verde y comenzaba a disparar misiles a los robots.

Las cuatro chicas avanzaban juntas cuando las naves empezaron a disparar con cañones láser cortando-les el paso.

"¡¿Y ahora qué hacemos?!" gritó Cactus.

"¡Cactus, Cristal, atacad a las naves, nosotras nos abriremos paso a casa!" gritó Pétalo.

Cactus y Cristal ascendieron disparando sus ataques a las naves mientras Pétalo generaba un ventilador con su aura rosa, enviando a los robots a volar y Burbuja generaba con su aura azul un diablo de Tasmania e iba devorando a tantos robots como podía.

Cuando las chicas parecían no conseguir nada, una ráfaga de misiles de diferentes colores impacto contra una de las naves derribando-la.

"¡¿Qué ha sido eso?!" gritó Cristal.

"¡No lo se pero ha sido genial!" exclamó Cactus emocionada.

Al girarse para comprobar el origen de los misiles vieron un robot gigante blanco y negro, con la cabeza cuadrada y un visor negro con aspecto de gafas, una esfera amarilla en el pecho y puños morados, dirigiéndose al campo de batalla.

"¡Cuidado chicas, es blanco, podría tratarse de un robot enemigo!" gritó Pétalo alertando a las demás.

Todas se quedaron alerta y vieron como la cabeza del robot se levantaba, dejando a la vista una ristra de misiles que se dispararon pero no contra ellas, sino contra las naves enemigas.

"¡Toma ya! ¡Es de los nuestros!" gritó Cactus, alzando el puño al aire.

Pétalo voló hasta la cara del robot. "Gracias por la ayuda, necesitamos que alguien se encargue de las naves mientras nosotras impedimos que lleguen a nuestra casa. ¿Puedes ayudarnos con ello?" El robot asintió con la cabeza y empezó a disparar sus láseres, hacia el enemigo.

Las chicas consiguieron abrirse paso hacia casa pero cuando llegaron ya era tarde, la casa estaba destruida y tanto el Profesor como la substancia X habían desaparecido.

"No puede ser, llegamos tarde." dijo Burbuja con los ojos llenos de lagrimas.

"¿Pero si ya tienen lo que querían por qué sigue el ataque?" señaló Cristal.

"¡Porqué es una invasión!" dijo Cactus señalando hacia el ataque, con cara de no es obvio.

"Bien, pues nadie ataca a nuestra ciudad, nos roba y secuestra a nuestro padre y sale impune de ello. ¡Supernenas, adelante!" dijo Pétalo con total decisión y entonces las cuatro retomaron el ataque con más fuerza.

Al cabo de poco otro grupo de personas llegó volando a la ciudad y comenzaron a atacar las tropas enemigas. "No temáis, ya están aquí los Amigos de la Justicia" dijo un hombre vestido con un casco dorado con la forma de un águila, un traje blanco con el pecho azul con estrellas blancas y una capa a rayas rojas y blancas que en combinación forman la bandera estadounidense y guantes y botas azules, al que todos conocen como el Mayor Glory, líder de los Amigos de la Justicia, el grupo de superhéroes defensor de la Tierra.

"¡Krunk aplasta!" gritó el musculoso de pelo y piel purpura, tan solo vestido con un pantalón verde, mientras aplastaba tantos robots como podía.

"Oh yeah" gritó Valhallen, dios vikingo del rock, de larga melena rubia, con una camiseta rasgada sin mangas y mallas negras, un cinturón negro con puás metálicas y botas largas doradas hasta la rodilla, mientras rasgaba su guitarra eléctrica rosa en forma de V enviando ondas sónicas que destruían los robots.

Junto a ellos todo el equipo luchando, Antorcha Tiki , Bala Humana, Capital G... Todos juntos contra los robots como podían. Por su parte Cactus había convertido su aura en un tanque M8 y aplastaba a los robots en tierra mientras disparaba a los que volaban. Burbuja convirtió su aura en un rinoceronte y arrollaba con todos embistiéndolos. Pétalo optó por luchar normal lanzando de vez en cuando chinchetas gigantes de energía rosa. Por último, Cristal tenia su pelo elevado brillando, haciendo uso de todo su poder telequinetico y atacando con esferas eléctricas.

Cuando el combate parecía inclinarse a favor de los héroes, la nave líder abrió su compuerta y de ella salieron un centenar de robots de 2m y medio de altura y con una coraza muy ancha, blancos y de visor azul y con muchas armas pesadas por el cuerpo, tras ellos, en espera al borde de la compuerta, tres individuos, en el centro el general Argus, a su izquierda, una chica adolescente rubia, con una coleta, ojos azules, vestida con un mono azul brillante con una G blanca sobre el corazón, a su derecha, un hombre repeinado con el pelo negro, un bigote imperial, ojos marrones, un monóculo en el ojo izquierdo, un traje rojo muy elegante, camisa blanca y pañuelo rojo al cuello, zapatos elegantes negros y blancos y un bastón con una gema roja en el mango.

Entonces la chica desapareció repentinamente de la vista de todos, Argus salto al campo de batalla y el ultimo se quedo en la nave levantando su bastón en dirección al robot aliado de los héroes, su gema empezó a brillar y él dijo "Ĉiela fajro" y del cielo empezaron a caer bolas de fuego impactando por sorpresa sobre el robot.

De repente Valhallen noto múltiples impactos y salió volando noqueado, viéndose, en donde él estaba , aparecer a la chica, tras lo cual empezó a correr a tal velocidad que solo se veía una estela del color de su mono y a su paso fue noqueando a varios de los miembros de los Amigos de la Justicia. "¡Uhhhhuuuhh! ¡Nadie es más rápido que Sparks!" gritó emocionada la chica tras ver lo que acababa de hacer.

Argus fue en dirección a Krunk con mucha calma y Krunk fue corriendo intentando aplastarlo con sus puños, ante lo cual, Argus levanto el brazo izquierdo frenando el impacto con facilidad y con el derecho le dio un puñetazo en el estomago que lo envió a volar a más de cien metros y todo seguido abrió esa mano disparando un rayo de energía negra con el centro blanco oscuro, que dejo fuera de combate a Krunk con una gran explosión.

Los robots enemigos fueron y se llevaron a los héroes vencidos a la nave líder y cuando el Mayor Glory intento impedir que lo hicieran, fue frenado por Sparks que llegó a toda velocidad frente suyo.

"¿Habéis visto eso?" dijo boquiabierta Cactus.

"Sí, son muy fuertes. ¿Ahora qué hacemos?" preguntó asustada Burbuja.

Cristal y Pétalo se miraron seriamente y asintieron con la cabeza, entonces dijeron al unísono "Seguimos luchando.".

Mientras Sparks atacaba sin compasión al Mayor Glory, con una ráfaga de golpes a alta velocidad, Argus se giró mirando a las Supernenas y estas se prepararon para el combate, pero entonces se escucho el sonido de un vuelo a alta velocidad y al mirar al cielo se veía una silueta negra con una estela amarilla que aterrizó entre ellas y Argus.

"Al fin llegó el ultimo héroe de este mundo." dijo Argus preparado para el combate.

"¡Chicas, es Mono!" gritó Burbuja mientras daba saltos de la emoción.

"Uuuuuaaauauauh" dijo el simio vestido con un mono negro que le oculta la cara, una M amarilla en la frente y otra en la cintura, la cola amarilla y guantes amarillos en las manos y pies.

"Dice que él se encarga de Argus y que nosotras vayamos a por el resto." dijo Burbuja, la única que podía entenderlo.

"¡De acuerdo!" dijo el resto.

Mientras las Supernenas seguían destruyendo todos los robots, Mono y Argus iniciaron su combate. Ambos volaron a alta velocidad el uno contra el otro y impactaron con los brazos cruzados al frente, al separarse, iniciaron una secuencia de ataques cuerpo a cuerpo a alta velocidad, sin asestar ni un solo golpe directo y frenándose puño contra puño, patada contra patada, con tal fuerza que generaban ondas de choque que empezaron a romper el suelo. Cuando uno de estos golpes les mandó a cierta distancia el uno del otro, Argus comenzó a disparar múltiples rayos de su energía a toda velocidad y Mono los esquivó todos, volando entre ellos, dirigiéndose a gran velocidad contra Argus, él cual cargó su aura de energía negra y de interior blanco oscuro alrededor de su cuerpo, alzó las manos abiertas apuntando hacia Mono y disparó un rayo de energía enorme que le pilló por sorpresa y lo estrelló contra el suelo.

"Rigardu la mallumon." dijo el hombre del bastón, lo que genero un agujero negro rompiendo el brazo derecho del robot aliado, todo y eso el robot siguió disparando, eliminando múltiples robots enemigos y derribando una nave más.

"Glavo de la tero." dijo el hombre del bastón causando que múltiples lanzas de roca salieran del suelo atravesando la pierna izquierda del robot aliado y con un empujón por parte de los robots enemigos, este cayó al suelo perdiendo la extremidad en el proceso. Antes de que el robot pudiera levantarse, el enemigo alzó una vez más su bastón y dijo "Karmesa lumo de la diino." entonces un circulo mágico lleno de símbolos apareció delante de él y del centro de este salió un enorme rayo de energía color carmesí impactando contra el robot y haciéndolo explotar, no sin antes tener tiempo de salir de él algo sin que nadie pudiera verlo.

Mono disparó su energía amarilla contra Argus y este la desvió de un golpe con el brazo como si no fuera nada, ambos volaron para impactar de nuevo pero entonces Argus desapareció de repente y golpeó por sorpresa a Mono desde la espalda con las dos manos contra la cabeza estrellándolo contra el suelo, todo seguido disparó un rayo de energía que causo una explosión devastadora. Todo y eso Mono se levantó, muy mal herido, se dirigió contra Argus para darle un puñetazo, pero este le cogió la mano y le disparó un gran rayo a bocajarro, quedando Mono inconsciente en su mano y lanzando-lo contra el suelo.

Las Supernenas estaban luchando contra los robots cuando vieron horrorizadas lo que había pasado, ya tan solo quedaban ellas, no tan solo eso, sino que Mono, el héroe más grande de la Tierra, había perdido fácilmente sin poder hacer nada.

"Chicas, ¿y ahora qué?" dijo Burbuja entre llantos.

"¡Deprisa, unámonos!" gritó con urgencia Cristal.

Cuando empezaban a acercarse para formar su superaura combinada, Sparks pasó corriendo golpeándolas a todas y separando-las. "No en mi guardia, chicas" dijo con tono burlesco.

Entonces algo pasó muy rápido y golpeó a Burbuja en el estomago noqueando-la de un golpe, era Argus.

"¡Burbuja, no!" gritaron todas.

"¡Pagaras por esto!" gritó furiosa Cactus, entonces se lanzó contra Argus y se enzarzaron en una ráfaga de puñetazos.

Mientras, Cristal y Pétalo fueron a salvar a Burbuja del robot que se la iba a llevar, pero entonces Sparks corrió frente a ellas deteniéndolas. "Ah, ah, ah." dijo moviendo el dedo índice en señal de negación, "Ella es nuestra.".

Ambas empezaron a atacar a Sparks pero era demasiado rápida y no podían tocarla ni sobrepasarla, entonces se elevaron fuera de su alcance pero los robots las frenaron, cuando de repente un rayo negro y blanco oscuro en el centro atravesó a Pétalo por el abdomen.

"¡Agggh!" gritó Pétalo mientras caía al suelo y escupía sangre por la boca.

"¡Pétalo!" gritó horrorizada Cristal al ver a su hermana sangrando en el suelo, al girarse vio a Cactus inconsciente cargada por un robot y a Argus cargando un rayo enorme contra Pétalo. Entonces bajó hasta ella e hizo un escudo con su energía frenando el rayo que no se detenía. "¡Pétalo, ¿puedes moverte?!" preguntó asustada.

"No mucho, uggh... Pero podre seguir" dijo dolorida Pétalo, mientras tosía un poco de sangre.

"¡No! Yo los retendré, tienes que irte y buscar ayuda. Alguien quedara que pueda luchar, pero si nos cogen a todos ahora nadie podrá pararles. Unnng." dijo Cristal sosteniendo el ataque con mucho esfuerzo.

"¡Entonces vete tú! ¡Yo estoy mal herida, no podría hacer nada y tú eres más fuerte! ¡Además nunca me iría sin vosotras! ¡Cough, cough!" dijo Pétalo con los ojos llorosos mientas tosía más sangre.

Entonces Sparks corrió hacia Pétalo, "De aquí no se va nad...¡ Ahhhh!" gritó al ser interrumpida por una D dorada que la golpeó y explotó lanzando-la al suelo.

Detrás de las dos Supernenas aterrizó un joven pelirrojo, de cabello rizado, con gafas semiesféricas, una bata blanca de laboratorio, guantes morados y pantalón y botas negros.

"¡Llévate-la por favor, no podre aguantar más el escudo!" gritó desesperada Cristal.

El joven asintió y cogió a Pétalo al estilo princesa, "¡¿Qué?! ¡No, suéltame, no puedo irme!" se quejó Pétalo, pero el chico ya la tenia sujeta y el dolor le impedía realizar el esfuerzo de soltarse. Entonces el chico tiró una capsula que explotó liberando humo y salió volando con sus botas a reacción.

"Huir no les servirá de nada, este mundo ya ha caído." dijo Argus incrementando definitivamente el poder de su rayo.

A lo lejos se oyó una explosión, Pétalo se giró horrorizada, "¡Cristal, noooo!" gritó la Supernena mientras golpeaba, con la poca fuerza que podía aplicar, al joven que la había alejado de sus hermanas y la llevaba volando a algún lugar. "¿Por qué lo has hecho?" le preguntó la chica llorando.

"Siento mucho lo que ha pasado, pero ella tenia razón, la acción más lógica en este punto de la batalla era retirarse y encontrar otra forma de combatir, me hubiese gustado ser de más ayuda y salvaros a todas, pero con mi capacidad, esto es lo máximo a lo que podía aspirar." dijo el joven con cara de preocupación.

"Pero si hubieras actuado antes, o sino al menos haber salvado a alguna de las otras." dijo Pétalo entre sollozos.

"El enemigo me impidió llegar antes, salvar a Cristal con el escudo puesto no entraba en mis posibilidades y tus otras hermanas no había forma de que yo pudiera alcanzarlas, por otro lado, en teoría nos quieren vivos, todo y eso casi acaba contigo y si, por suerte, hubieras sobrevivido al impacto, con esa herida no se por cuanto tiempo habría sido. Por si no te has dado cuenta, aun estas perdiendo mucha sangre, así que por favor, trata de no moverte mucho hasta que te lleve a algún lugar seguro y te trate esa herida." dijo seriamente el joven. "No todo esta perdido, aun hay esperanzas mientras al menos quedemos nosotros dos." le dijo sonriendo.

Pétalo se calmó mientras prestaba atención a las palabras que le dijo aquel joven, su razonamiento, salvo quizás por la ultima esperanzadora parte, era totalmente lógico, era algo que ella misma hubiese visto si no fuera por la situación de peligro para su familia. "¿Quien eres?" preguntó la joven confundida por la situación en la que estaban.

"Oh, perdón, que grosero por mi parte no presentarme, aunque pensé que una parte ya la habrías imaginado porque hablaste conmigo antes." dijo el joven.

"¿Hablé contigo? No recuer... espera, ¿eres el piloto del robot?" preguntó sorprendida.

"Sí, me llamo Dexter, el chico genio, y soy científico, por ese mismo motivo mi asistencia en el campo de batalla no era tan eficiente como la de otros." respondió.

"¿Científico? ¡¿Pero eso es imposible cuantos años tienes?!" preguntó confundida.

"Tengo 13 años, y aunque te sorprenda que haya construido un robot o incluso las botas a reacción que estoy usando, como ya he expresado, soy un genio, un superdotado." dijo Dexter con total seriedad.

Pétalo se dio cuenta de que le había ofendido, "Perdón."

"No pasa nada, suele ser la reacción natural y más después de haber visto a mi robot, Robo-Dexo 2000." dijo tristemente el científico, lo cual sorprendió a la superheroína.

"El robot debía importarle mucho" pensó ella. "¿Cual es el plan entonces?" preguntó.

"Ir a mi casa en Genius Grove, entrar con discreción en mi laboratorio secreto, curar tu herida, prepararnos y usar mi puerta dimensional para viajar a otra dimensión y buscar refuerzos." dijo con total naturalidad el joven.

"¡¿Espera, qué?! ¡¿Ir a otra dimensión?!" dijo confusa la superheroína.

"Me explicare, yo solo estaba en el campo de batalla porque detecte la obertura de una fisura dimensional, de la cual salió el enemigo, de lo que se deduce que esta fuerza invasora viene de otra dimensión y puesto que necesitamos refuerzos para vencerlos y todos los héroes conocidos han sido derrotados, eso nos deja dos opciones, buscar aliados desconocidos en un mundo en plena invasión o arriesgarnos, suponiendo que como en este mundo, en otros haya también héroes capaces e intentar convencerlos de que nos ayuden, con un poco de suerte incluso gente con experiencia ante esta amenaza y dada la situación esta segunda parece la línea de acción con más probabilidades de éxito." dijo Dexter.

Pétalo se tomó su tiempo para analizar el plan, tras unos segundos le dijo "Parece que es nuestra mejor opción. ¿La puerta funcionara?".

"Digamos que es funcional," dijo el joven poniendo cara de duda, "pero también es cierto que nunca la he atravesado. Pero no te preocupes, lo que pasa es que la primera vez que la abrí surgió un monstruo de ella y desde entonces solo he enviado drones exploradores y no he encontrado ningún mundo habitado por seres inteligentes, pero todo y eso funcionar, funciona." terminó con total seguridad.

"¿Entonces, me estas diciendo que no estas seguro de si servirá y aunque podamos viajar iríamos a ciegas?" preguntó con incredulidad.

"Se como suena, pero todo y eso sigue siendo nuestra mejor opción." le aseguró él.

Cuando Pétalo iba a responder-le se escucharon unos pitidos y en las gafas de Dexter parpadeaba una luz roja.

"Ordenador, ¿qué ocurre?" preguntó al aire Dexter mientras Pétalo le miraba preguntándose que pasaba.

Desde las gafas se escuchaba una voz gritando histérica, "¡Dexter, soy yo Dee Dee, unos robots han entrado en casa diciendo que venían a robar la tecnología de casa y han capturado a papá y mamá y yo he venido al laboratorio corriendo para avisarte! ¡¿Qué hago?!".

"Dee Dee, tranquila, escóndete donde puedas, yo ya estoy en camino. Ordenador, activa la seguridad del laboratorio y procura que no la encuentren, también mantén la comunicación activada." dijo el joven con cara de preocupación.

"¿Qué ocurre?" preguntó preocupada Pétalo.

"Están en mi casa intentando saquear mi laboratorio, han capturado a mis padres y mi hermana mayor se ha encerrado en el laboratorio." respondió con un ligero tono de rabia.

"¡¿Qué?! ¿Entonces qué hacemos ahora?" preguntó todavía más preocupada.

"Si queremos salvar a nuestras familias y al resto del mundo solo nos queda una opción, llegar antes de que roben el portal y cruzar-lo." dijo él con total seriedad.

Ella afirmó con la cabeza y Dexter aceleró todavía más. Pero al cabo de unos minutos, desde sus gafas, se oyó una explosión seguida de disparos y a Dee Dee gritando.

"Dexter, se llevan a Dee Dee." dijo la voz electrónica de Ordenador.

"Maldita sea. Bien Ordenador, activa la puerta dimensional a un destino al azar que no hayamos probado todavía, prepara el kit de huida de emergencia cerca de esta y activa la autodestrucción del laboratorio, tras eso descarga-té en mis gafas y borra todo antes de que puedan obtener algún dato, no pueden conseguir ningún invento ni estudio nuestro." dijo el joven enfadado con la situación.

"De acuerdo." respondió Ordenador.

"¿Auto-destruirlo?" preguntó Pétalo claramente sorprendida.

"Puede ser exagerado, pero si consiguen mi tecnología podrán saber como hacerme frente y podrían seguirnos. De esta forma tardaremos más en volver pero hacer otra puerta dimensional será sencillo para mi." respondió Dexter.

Al cabo de un rato llegaron a casa de Dexter, la cual estaba rodeada por robots con una nave enfrente, al mirar podía verse que en casa de Mandark, el rival de Dexter, pasaba lo mismo. Sin mucho tiempo y en vista de la situación, solo podían hacer una cosa.

"Pétalo, necesitare tu ayuda, entraremos por la ventana de mi cuarto y tendremos que abrirnos paso hasta la puerta, ¿podrás atacar de alguna manera?" preguntó pensativamente el joven.

"No puedo moverme mucho, pero si cargas conmigo podre cubrirte." afirmó la Supernena.

Entonces, en la misma posición que iban todo el rato, Dexter rompió su ventana con una D dorada y entraron volando a gran velocidad. Como la puerta al laboratorio estaba abierta, entraron directamente, los robots al verlos empezaron a disparar-les, pero Pétalo los destruía disparando su visión láser, mientras Dexter los esquivaba. En aquel momento, Pétalo quedo asombrada al ver el increíble laboratorio en el que se hallaba, pero tuvo que concentrarse de nuevo en los robots.

"Coge esa mochila de ahí por favor." le pidió Dexter al pasar cerca de una mochila morada y así lo hizo ella.

Entonces siguieron adelante hasta tener a la vista el portal azul abierto en el laboratorio, cuando unos robots llegaron tras ellos, pero antes de que pudieran atacarles les cortaron el paso los Dexbots de seguridad. Entonces Dexter estiró el brazo y cogió una bolsa de deportes morada a los pies del portal y entraron por el portal sin frenar ni pararse a pensar.