Nota de la Traductora: ¡Hasta que por fin publico esto! Les traigo la traducción del maravilloso fic "Welcome to Hogwarts" de admiller, a quien, obviamente, pedí permiso antes de empezar. Solo puedo decirles de que la historia me encantó y creo que es justo compartirla con ustedes.
AVISO: NI GLEE, NI EL MUNDO DE HARRY POTTER ME PERTENCEN, SI ASÍ FUERA, TENDRÍA MUCHO MÁS DINERO PARA GASTAR.
Nota de la autora: ¡Bienvenids a la locura! Las historias relacionadas se pueden encontrar en "Anthology of Insanity", pero algunas son parte de la secuela de esta historia "Welcome to Hogwarts" Síganme en Tumblr, sí es que quieren (admiller), ¡ y disfruten queridos!
No había querido dejar su antigua escuela.
El colegio McKinley de Magia era el lugar donde sus amigos se encontraban. Ahí había sido capaz de convivir con su familia, pues necesitaba sólo usar la Red Flu. Pero lo habían forzado, uno de los mates homofóbicos que se sentía atraído por él en secreto. De solo pensar en eso se le revolvía el estómago.
Le tuvo que rogar a su padre que lo sacara de ahí, que lo mandara muy lejos de todas las burlas, los abusos y el miedo.
Hogwarts, ahora estaba en Hogwarts.
Claro que había escuchado sobre la afamada escuela, sus pasillos encantados y las antiguas tradiciones que eran demasiado diferentes de McKinley, su Quodpot- en vez del Quidditch- y la modernización- la tecnología muggle es parte del diario vivir- y la sola idea de usar un uniforme haría estallar una verdadera revolución por parte de los alumnos.
Kurt no podía negar que se encontraba nervioso mientras esperaba en la oficina de la Directora, tirando concienzudamente de su nuevo uniforme- que mostraba sólo los colores blanco y negro, porque aún no había sido sorteado para ninguna Casa (una idea aún extraña para él).
Habían los retratos alineados en la pared. Sus ocupantes adormilados, roncaban disfrutando del suave sol del mediodía.
Obviamente extrañaría a su padre, por no mencionar a sus amigos, más que a nada en el mundo; pero necesitaba seguridad, algo que McKinley no le proporcionaba. En cambio Hogwarts… Hogwarts era seguro. Además su padre le había comprado una lechuza en el Callejón Diagon para que pudiera mantenerse el contacto con su gente en Estados Unidos.
La idea de usar un pájaro para comunicarse le causaba gracia ¿por qué simplemente no se llaman o mandan un mensaje? Luego se había enterado que la magia alrededor de Hogwarts era tan fuerte que los adelantos Muggle, como los teléfonos móviles, no funcionaban. Esto casi lo hizo cambiar de idea porque en Lima se la pasaba con el celular pegado a la mano. Sabía que le iba a costar acostumbrarse a mandar cartas vía lechuza- tan sólo pensarlo le hacía arrugar la nariz de disgusto- en vez de sacar el teléfono y mandarle un mensaje a Mercedes, Tina o Finn.
Este último, su hermanastro, se había mostrado reacio a la idea de que Kurt se fuera, pero entendía porque debía hacerlo. Sabía que siendo él Muggle no podía proteger a Kurt más de lo que él se podía proteger. Porque claro, un par de puños no sirven de nada cuando tu oponente tiene una varita.
La puerta del despacho se abrió y Kurt se volteó y vio entrar una mujer alta y de edad, vestida con una túnica azul marino. Ella lo miró a través de sus lentes con una mirada dura, evaluadora, antes de pasar detrás de su escritorio y sentarse, invitando al joven a imitarla.
"Bueno señor Hummel" dijo con voz severa, aunque un poco temblorosa por la edad "He hablado recién con el último profesor y parece que todo lo relacionado con su transferencia está listo, excepto por su Selección. Las notas de su ¿cómo lo llaman en USA? ¿cuarto año?" dejó de hablar por un segundo, esperando el asentimiento de Kurt "Son excelentes. Ha sido aceptado en todas las clases a las que postuló. El profesor Slughorn está muy ansioso por conocerlo. Sus calificaciones se traducen como un Extraordinario en nuestro sistema de evaluación, por lo que no debería tener problemas mantenerse al día con sus clases."
Kurt asintió con firmeza, tratando de no parecer demasiado nervioso. "Gracias Profesora McGonagall." Musitó, evitando la mirada severa de la bruja.
La expresión de la anciana se suavizó, y alargó su arrugada mano sobre la mesa con dirección a él. "Querido," le dijo suavemente "sé lo que sucedió en tu antigua escuela. Pero no debes preocuparte, Hogwarts es muy tolerante y acepta a todo tipo de personas. Nadie te juzgará aquí."
Kurt pestañeó rápidamente, intentando de reprmir las lágrimas que intentaban salir de sus ojos, y le dirigió a la mujer una débil sonrisa "Gracias" pronunció mientras ella le acariciaba la mano con delicadeza.
"Ahora, con el asunto de tu Selección" dijo McGonagall mientras se paraba y se frotaba las manos. Sacó un sombrero extremadamente viejo y remendado de encima de una repisa, para luego situarse al lado del chico.
Kurt se paralizó ¿No esperaba él que se pusiera esa cosa horrorosa, cierto? Pero cuando la directora se lo entregó quedó claro de que su intención era exactamente esa. "Er" musitó el chico, inclinándose un poco hacia atrás con la silla tratando de alejarse del sombrero.
McGonagall lo observó severamente a través de sus lentes "No va a morderte. El Sombrero Seleccionador simplemente decidirá en cual casa quedarás."
Kurt le dirigió otra mirada escéptica al sombrero antes de suspirar y agarrarlo con cuidado entre su dedo pulgar y el índice. Tratando desesperadamente de no pensar por cuantas cabezas había pasado, el chico se encasquetó rápidamente el sombrero en la cabeza y esperó.
Aaah… un alumno de intercambio, una voz resonó en los oídos de Kurt, y casi lo hizo caerse de la silla.
El sombrero profirió una risa ahogada ¿Estás nervioso eh chico? No es necesario, no. Seré muy rápido. Eres inteligente, muy inteligente. Pero inseguro de ti mismo. No dejas a nadie acercarse mucho, porque tienes miedo a salir lastimado, ¿me equivoco?
Kurt se paralizó, no le agradaba mucho ser psicoanalizado por un sombrero. Un sombrero asqueroso y …. Del todo.
Tu mente es como un rompecabezas muy complicado, dijo, y Kurt se rió. Había sonado como una de esas horribles galletas de la fortuna que deban en la comida china en Ohio.
Eres rápido para juzgar a los demás, pero te demoras más tiempo juzgándote a ti mismo.
Con eso Kurt quedó pasmado. Está bien, quizás el sombrero si sabía algo. Pero lo que más deseaba era que la esa cosa se apurara y lo escogiera luego para una casa, porque estaba seguro de que su cabello iba a quedar cubierto del sudor y la grasa de generaciones acumulados en la tela.
Pienso entonces que debes ser de "RAVENCLAW!"
La última palabra la gritó y Kurt quitó el sombrero de su cabeza como si el objeto estuviera cubierto en llamas, arreglándose el cabello con la otra mano.
McGonagall devolvió el sombrero a su estante y se volteó hacia Kurt "Bueno Señor Hummel," le dijo al mismo tiempo que sacaba su varita " arreglaré su túnica y luego podrá retirarse. El Jefe de su casa es el Profesor Flitwick, el maestro de Encantamientos." Sacudió su varita y Kurt observó como el engro de su corbata se transformaba en rayas de color azul intenso y bronce. Una insignia apareció en su túnica, en la cual se apreciaba un águila de color bronce bordada encima de una R azul.
Kurt sonrió aliviado. Gracias a Dios de que los colores combinaban con sus ojos, porque había visto a un par de retratos vistiendo el color negro y un amarillo brillante que casi lo habían hecho vomitar. Lucir como una abeja definitivamente no estaba dentro de sus planes.
"Gracias profesora" dijo Kurt tomando su bolso. Se mantuvo parado balanceándose un poco en su lugar preguntándose que se suponía que debía hacer.
McGonagall se dirigió hacia la puerta y la dejó abierta. "Baje las escaleras, doble hacia la izquierda y luego baje hacia el segundo piso; ahí diríjase a la tercera puerta a su izquierda." Le dijo sonriendo. "Advertiré al Profesor de su llegada."
Kurt le asintió en agradecimiento y salió de la oficina hacia la escalera de caracol móvil.
Cuando llego al pasillo no pudo evitar pararse a mirar. Era impresionante. Con cada paso que daba, se encontraba con algo nuevo, por lo que casi chocó con varios otros estudiantes que, o lo ignoraban, o simplemente le sonreían. Nadie lo observaba con malicia o intentaba tirarlo de la escalera. Eso era suficiente para que le dieran ganas de ponerse a cantar, pero se aguantó, tampoco quería tantear su suerte.
Siguió las instrucciones de la Profesora McGonagall y se asomó en un aula con curiosidad. Parecía vacía, pero se adentró un par de pasos y luego se detuvo.
"¿El Señor Hummel correcto?" dijo una voz aguda.
El joven se volteó para encontrarse con un hombre diminuto caminando hacia él con una gran sonrisa en la cara.
Kurt asintió y extendió su mano para saludarlo.
"Yo soy el Profesor Flitwick" señaló el hombre "y desde ahora en adelante seré el Jefe de su Casa y su Profesor de Encantamientos mientras permanezca en el Castillo."
"Un placer conocerlo señor" dijo Kurt sonriendo, aún en shock "¿Supongo que usted no puede mostrarme ahora en dónde queda mi dormitorio? Quisiera desempacar mis cosas y comenzar a acomodarme. El cambio de horario me está empezando a hacer efecto y quiero asegurarme de estar descansado mañana. No me gustaría perderme mi primera clase."
Flitwick ser rió entre dientes. "Será mejor que no lo haga," dijo. " Déjeme entregarle su horario y luego llamaré a uno de lso Prefectos para que le enseñe el castillo." Con un movimiento de varita, hizo aparecer un pedazo de pergamino en el aire y luego se lo pasó a Kurt que comenzó a examinarlo.
Tenía Encantamientos y doble hora de Pociones al día siguiente, eso era todo. Trató de recordarse a si mismo de que las clases en Hogwarts serían mucho más difíciles que en Lima, pero no pudo dejar de sentirse aliviado al saber de que en su primer día tendría suficiente tiempo libre para poder explorar el Castillo.
"Gracias" dijo Kurt sonriéndole al profesor.
"No hay de que chico" le contestó Flitwick dadote palmaditas en el codo " Ahora permítame… Tengo que encontrar un p- ah, ahí hay uno. Anderson. ANDERSON!"
Kurt se dio la vuelta para poder saber a quién llamaba el profesor, y vio como un estudiante se paraba en el pasillo justo afuera de la puerta. Flitwick le hizo para que entrara al salón, el chico le dijo algo a sus amigos, se rió, y entró a la habitación.
Kurt casi se quedó sin aliento cuando el chico dirigió una sonrisa deslumbrante en su dirección. Tenía abundante pelo negro, engominado hacia atrás con lo que, en opinión de Kurt, era demasiado gel, pero en él funcionaba de las mil maravillas. Y sus ojos… Kurt pensó en que podría quedarse mirando esos ojos por horas, observando la manera en que la luz dejaba entrever pequeñas motas de color miel entremedio del avellana.
Rápidamente, Kurt bajó la mirada y comenzó a observar sus zapatos, intentando evitar que sus mejillas se sonrojaran.
"¿Qué sucede profesor?" preguntó el chico.
"Anderson, este es Kurt Hummel," dijo Flitwick. Kurt levantó la mirada cuando fue presentado " Kurt, este es Blaine Anderson. Es uno de los prefectos de Ravenclaw y está en tu mismo año"
"Un placer" dijo Blaine, extendiendo una mano hacia Kurt, quien la aceptó murmurando "igualmente"
"El señor Hummel se ha transferido recién desde McKinley de Estados Unidos hasta aquí," Flitwick explicó y Kurt pudo ver como la curiosidad recorría los rasgos de Blaine al mismo tiempo que este le miraba. "¿Tendría la amabilidad de guiar a Kurt, Blaine? ¿Ayudarlo a encontrar sus clases y ordenar sus cosas mientras que se instala en el castillo?"
"Claro," contestó Blaine asintiendo y encogiéndose de hombros." No hay problema."
"¡Excelente!" dijo Fltiwick sonriéndole a los dos. "Bueno muchachos, debo retirarme, tengo ensayos que corregir ¡Los veo mañana muy temprano!"
"Adiós profesor" dijo Blaine despidiéndose del diminuto hombre que salía de la sala. Se dio la vuelta hacia dijo a Kurt "Veamos tu horario entonces..." dijo y extendió su mano.
Kurt le entregó el pergamino, evitando mirarlo a los ojos para no quedarse prendando de ellos nuevamente ¿Qué diablos se le había metido en la cabeza? ¿Cómo podía empezar a gustarle alguien que apenas había conocido? Y bueno, tampoco conocía su preferencia. Con la suerte que tenía, el chico sería hétero con letras mayúsculas.
"¡Genial!," dijo Blaine con entusiasmo "Tenemos casi las mismas clases, menos Aritmancia y Herbología ¿Supongo que no son de tu agrado?" preguntó levantando al mirada hacia Kurt, quien se encogió de hombros. No le iba a decir a Blaine que la razón por la que odiaba Herbología era que no soportaba llenarse las uñas de polvo. Y McKinley ni siquiera impartía Aritmancia. "Bueno, está bien" dijo Blaine devolviéndole el horario a Kurt "No soy fanático de Transformación. Pero tendremos Encantamientos, Pociones, Estudios Muggles y Defensa juntos, lo que debería ser divertido"
Kurt asintió mirándose los pies, por lo que Blaine se rió.
"¿No hablas mucho cierto? No te preocupes, no hago daño. Lo prometo" dijo. Como Kurt no le respondió, su sonrisa se apagó un poco. "¿Dije algo malo?"
Kurt sacudió la cabeza.
Blaine frunció el ceño. "¿Todo bien compañero? En verdad, puedo ir a buscar otro Prefecto para que te ayude si es que te molesta."
Ahora era Kurt el que fruncía el ceño cuando levantó la mirada para enfocar a Blaine. "¿si me molesta qué?" preguntó con suavidad.
"Que yo sea gay" respondió Blaine con lentitud, diciéndolo como si fuera obvio.
"¿Qué?" Casi gritó Kurt, quien luego se sonrojó e intentó bajar la voz a un nivel más adecuado " Qué, no, o sea- yo ¡no! Eso es..." se rió ante lo estúpido de la situación " .. No es eso. De hecho, es todo lo contrario."
Blaine alzó las cejas.
Kurt agitó su cabeza sonriendo. "También soy gay," dijo observando la sorprendida mirada de Blaine. "Creí que era obvio"
"Yo no juzgo" le respondió el chico.
"Bueno, serías el primero," murmuró Kurt. Tosió y devolvió su atención hacia Blaine, quien lo observaba de cerca. "Vine acá porque era acosado en mi antigua escuela. Mucho. No me encontraba seguro ahí, asi que le pedí a mi padre que me transfiriera y me dejará venir acá"
Blaine profirió un suave "oh" de sorpresa y se puso muy serio.
"Por favor no me trates como si fuera una víctima," le pidió Kurt" Quiero que me traten como a todos los demás, en todo sentido. Solo trátame como… como Kurt"
Blaine emitió una suave risita. "Supongo que entonces tendré que conocer quién es Kurt entonces para poder hacerlo." Dijo inclinando su cabeza en dirección al pasillo" Vamos, tengo un periodo libre ahora. Te daré un tour y luego podemos ir a cenar antes de que subas al dormitorio. Seguramente estás muerto de cansancio."
Kurt le asintió agradecido.
"Genial" dijo Blaine con una sonrisa deslumbrante "Siguéme entonces Kurt" dio un par de pasos en dirección a la puerta, pero paró y se dio la vuelta dirigiéndose hacia Kurt. "A proposíto… Bienvenido a Hogwarts"
Kurt sintió su corazón latir un poco más rápido de lo normal e intentó no sonreírle demasiado entusiastamente de vuelta a Blaine antes de seguirlo hacia el pasillo vacío.
Seguro que aprendería a amar este lugar.
Nota de la Traductora: ¿Les gustó? A mi me encanta *-*, de hecho creo que ya me leí este fic completo casi dos veces. Si quieren encontrar la historia original vayan a mi perfil y busquen en mis autores favoritos a admiller.
Creo que la traducción no le hace justicia a la historia, para mi es más mágico el inglés jaja.
