Prólogo.
Era una tarde normal en el Imperio de Cristal, la Princesa Cadance se encontraba jugando con su pequeña hija cuando en eso vio pasar por la puerta a un desmotivado y aburrido Shining Armor.
-Cariño, ¿Te ocurre algo?
-No, estoy bien- Le responde de manera cortante.
-Espérame aquí pequeña- La princesa del amor deja a su bebé jugando con su caracol y sale de la habitación en busca de su esposo, no le tomó mucho alcanzarlo.
-Me estas preocupando, por favor dime que pasa.
-Es que ni yo se que tengo. No siento ganas de absolutamente nada: salir, convivir con Flurry, hablar con alguien, leer, lo que sea.
-Entiendo, ¿Y como podría ayudarte?
-No se.
-Tengo una idea, que tal si invito a Twilight. Estoy segura de que ella estará encantada de venir. -Sugirió Cadance muy alegre.
-¿Pero no ella estaba dirigiendo una escuela o algo así?
-No creo que haya problema, ya la conoces, seguro encontrara un hueco para venir a vernos.
-Bueno.
-¿Acaso no estas emocionado?
-Si, ahora si me disculpas tengo que ir a… donde sea- Shining se retira a trote lento dejando atrás a su esposa.
Pasada una semana el comportamiento del semental se tornaba muy desmotivado: no quería levantarse de la cama, no le apetecía estar con su hija, casi no comía y estaba muy bajo de alegría. Finalmente Twilight pudo ir al Imperio de Cristal y lo primero que hizo fue ir a ver a Cadance.
-¡Finalmente llegas!
-Perdón por la tardanza, pero la escuela de la amistad me está quitando todo mi tiempo.
-No te preocupes.
-¿Dónde esta mi hermano?
-Ahí- Cadance señala una puerta por la cual estaba pasando un unicornio con la mirada en el suelo.
-¡Shining, como me alegra volverte a ver!
-Hola Twilight.
-¿Qué ocurre, no te alegra mi visita?
-Claro que si.
Después de ese primer encuentra ambas yeguas deciden platicar a solas sobre el estado de Shining.
-¿Cuál crees que sea el problema?
-Lo estoy pensando... Dime Cadance, ¿Qué solía hacer mi hermano en sus tiempos libres?
-No mucho, a veces paseaba por el Imperio o convivía con Flurry.
-¿No hace nada más? ¿Tocar un instrumento o hacer algún deporte? ¿No sale con amigos?
-Es que él no puede hacer nada de eso, sus responsabilidades como príncipe y padre le quitan todo su tiempo.
-Entonces ahí está el problema: necesita relajarse, olvidar un momento sus deberes…
-¿Te refieres a vacaciones?
-¡Exacto! Pero sobre todo él necesita amigos. Ponis de confianza con quien pueda platicar y compartir experiencias. Se de primer casco lo que es no tener amigos, puedes sentirte muy solo incluso con si estas con tu familia.
-Si tenemos que hacer eso estoy de acuerdo, pero ¿A dónde lo mandamos de vacaciones?
-Yo creo que no hay que forzarlo -Piensa durante un momento Twilight- ¡Ya se! Hay que darle espacio, dejar que recorra Equestria a sus anchas y se sienta libre de todo el peso que lleva cargando desde que empezó a gobernar.
-Pero ¿Y si le pasa algo?
-No creo, Equestria y los demás reinos son muy seguros. Pero si eso te preocupa tanto que te parece si le decimos a Shining que nos escriba cuando visité un lugar nuevo o si aprende algo, al igual que yo le escribía a Celestia cuando era su estudiante.
-¡Me parece una idea genial!
-Entonces vamos a buscarlo para comentarle nuestra idea.
Las dos ponis salieron a su búsqueda encontrándolo después de un tiempo sentado en un banco sin hacer nada. Luego de comentarle la idea este reaccionó muy neutro.
-¿Vacaciones? ¿Pero que pasará con Flurry? ¿Y con el imperio?
-No te preocupes, yo me haré cargo de todo.
-¿Segura, no será mucha carga para ti?
-Claro que no, me preocupa más tu estado emocional cariño.
-Además necesitas amigos- Le explicó su hermana- No puedo creer que el hermano de la princesa de la amistad no tenga amistad en su vida.
-Vaya ironía ¿No lo crees hermanita?
-Insisto, vete de excursión por toda Equestria- Le dijo feliz Twilight- Podrás sacar bits en cualquier banco para comprar comida y boletos de algún transporte cuando lo necesites.
-Esta bien, empezaré a acomodar mi maleta.
-¡No, maleta no!- Le detuvo su esposa- Llévate unas mochilas ya que no vas a ir de misión diplomática, vas a relajarte.
-Está bien.
Al siguiente día, en el atardecer, estaban todos en la estación de tren, incluso la bebé alicornio, para despedir al príncipe.
-Adiós pequeña, papá se va de vacaciones.
-Diviértete mucho, pero no tanto- Bromeo Cadance giñando un ojo.
-Adiós hermano.
-Prometo escribirte Twily.
-No te sientas obligado, solo hazlo cuando aprendas algo o visites algún lugar interesante.
-¡Prometido!
-¡El tren está a punto de salir!
Al escuchar eso Shining se despide una última vez de su familia, aborda el tren y al instante este arranca. Al ver el ocaso a través de la ventana un gran ímpetu invadió su cuerpo; era la primera vez en mucho tempo que era libre de ir a donde quisiera, que no estaba atado a hacer lo mismo todos los días y que finalmente podría tener amigos genuinos tal y como los tenía su hermana. Antes de dormirse una última pregunta rondó por su mente.
-¿Qué aventuras viviré mañana?
Primer capítulo, que bien se siente estar de vuelta en este mundo.Si te gustó el prólogo recuerda darle a seguir, a favoritos, compartir y sobre todo comentar; me gustaría conocer tú opinión.
