Este one-shot participa en el reto "La flecha de cupido" del foro "El escorpión que coleccionaba rosas". El reto es acerca de primeras veces, a mi me ha tocado: Primer novio. Espero que les guste.
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece. Cualquier contenido reconocible da Harry Potter es propiedad de J.K. Rowling.
Formalidades
Aun cuando sus respiraciones habían vuelto a tener un ritmo normal, él seguía acariciando la curva de su cintura, deslizando lentamente su mano por la tersa piel de la pelirroja. Ella mantenía los ojos cerrados, disfrutando de su toque y la forma en que ambas respiraciones se mezclaban con cada inspiración que daba. Momentos así eran casi anormales en ellos, y no se refería a momentos como el que acababan de pasar, sino que a momentos en los que estaban en silencio, sin estar buscándose para mosquear al otro por cualquier cosa sin sentido.
Cuando la mano de Scorpius se detuvo en su cadera, Rose supo que se había quedado dormido, alzó la mano que reposaba plácidamente en el torso del chico y una maldición casi sale de su boca. ¡Eran las seis de la mañana¡ Apenas iba a tener tiempo de darse una ducha antes de encontrarse con Lorcan para un repaso antes del examen de runas.
Tratando de levantase sin despertarlo, rodó suavemente a un lado de la cama que él había hecho aparecer en la torre de astronomía, cuando ya estaba sentada comenzó a buscar su ropa. Parecía como si una manada de centauros hubiera pasado por ahí. Todas las ropas estaban en distintas direcciones y debido a la poca luz era muy difícil saber qué prenda le pertenecía. Sin pensar en las consecuencias, Rose apoyó los pies desnudos en el piso de piedra.
—¡Merlín! —gritó, mientras subía los pies de vuelta a la cama.
Ese grito despertó a Scorpius, el cual saltó de la cama con la varita en mano, solo para tener que volver a la cama por el mismo motivo que ella.
—¡Y la puta madre! —exclamó, mirándola enojado —. ¿Es que no puedes estar quieta más de diez minutos, Weasley? ¿Por qué mierda has gritado?
En un principio le había parecido gracioso ver cómo el chico saltaba como si una banshee hubiera estado debajo de la cama, pero el amago de risa murió en sus labios al escuchar cómo le estaba hablando. Sin contestarle, tiró la sábana donde él estaba apoyado y conjuró su ropa para empezar a vestirse en silencio.
Le bastó una sola mirada para saber qué había hecho mal esta vez. Dando un suspiro resignado se acercó por detrás y pasó los brazos por su cintura, arrastrándola al centro de la cama para luego acostarla de espaldas y posicionarse sobre ella.
—Lo siento —dijo en un tono bajo, acariciando su cara —, gritaste y no estabas en la cama. ¿Por qué te estas levando ahora? Aún falta media hora.
Y así como si nada, Rose sentía que su enojo se desvanecía totalmente. Estaba tan pérdida
—No quería despertarte, pero tengo que repasar para runas con Lorcan y tengo que ir a la sala común toda…
Sin dejarla terminar, se levantó más rápido que una snitch e imitó sus acciones conjurando la ropa. Se puso los pantalones bruscamente.
—¿Qué pasa? —preguntó sorprendida.
Se puso los zapatos y se levantó, abrochándose el cinturón, luego se giró dándole una mirada furibunda.
—Pasa, que mi novia —dijo haciendo énfasis en la parte del mi —, se levanta sin decirme nada, para ir a enseñarle a un retardado mental, que en su vida va a tener mejores calificaciones que un troll. Eso es lo que pasa, Weasley.
No habían pasado ni cinco minutos y ya estaban peleando otra vez. Merlín, este chico era imposible. ¿Había dicho que era su novia?
—¿Qué dijiste?
—Qué estoy cansado del juego de Scamander, no vas a ir —dijo cruzándose de brazos sobre su torso desnudo. La mirada en sus ojos decía que iba a ver una pelea de aquellas si lo contradecía.
—No estoy hablando de eso, Malfoy —dijo con las mejillas rojas de rabia.
La miró, esperando a que continuara sin que él tuviera que decir algo más. Sentía que si volvía a abrir la boca eso empeoraría. Rose se puso de pie ocupando la sábana a modo de cubierta.
—¿Entonces de qué diablos estás hablando?
—¡Acabas de decir que soy tu novia! —dijo en tono de incredulidad.
—No veo cuál es el problema —dijo encogiéndose de hombros, mirando la cama y moviendo los ojos, haciendo alusión a lo que había pasado la noche anterior.
Rose chilló de rabia y le tiró una cabecera, la cual voló a más de medio metro de su objetivo. Enojada aún más, logró ponerse la ropa interior y la blusa mientras hablaba.
—El problema, imbécil, es que nunca he dicho que sí y tú nunca me has preguntado.
Scorpius la miró como si estuviera loca. A veces, cuando peleaba con él, parecía que lo estaba.
—Pensé que eso era obvio, Weasley, para todo el mundo lo es—dijo con desdén, recogiendo la camisa. A la mierda con dormir una hora más.
—Lo único obvio en esta relación —dijo casi escupiendo la última palabra —, es tu estupidez, Malfoy.
Dejó de abotonarse la camisa y la miró enojado.
—Al parecer, anoche y todas las noches desde hace tres meses, parecía gustarte bastante mi estupidez.
Ella lo miró ofendida y terminó de ponerse la ropa.
—Pues ahora me he cansado de ella —dijo encaminándose a la puerta.
¿Tanto problema por no haberlo hecho "oficial"? Definitivamente no la entendía, todos en el castillo sabían que estaban juntos. Merlín, Morgana y todos los grandes magos sabían lo mucho trataba de ser racional y paciente, pero siempre lo arruinaba.
—¿Puedes esperar un momento?
Ella se giró con las manos en la cintura y lo miró desafiante, esperando otro comentario ofensivo de su parte. Scorpius se pasó una mano por la cara frustrado.
—Terminemos con esto —dijo refiriéndose a la pelea en tono cansado —, ¿quieres hacerlo oficial o no?
Ella lo miró con incredulidad, creyendo que él lo decía como para sacarse algo de encima, no porque realmente lo quisiese.
—¿Estás hablando en serio? —él asintió más relajado, pensado que lo estaba haciendo bien —¿Crees que así se le pide a alguien que sea tu novia? —dijo empezando a alzar la voz.
Al no tener nada que tirarle se acercó a él y empezó a golpearlo en el pecho con un dedo.
—¡Eres un imbécil! —dijo remarcando cada palabra con un golpe. Cuando ya no le pareció suficiente lo empujo con ambas palmas.
Scorpius la dejó empujarlo dos veces antes de atraparle los brazos entre los suyos y acercarla a él.
—¡Quédate quieta, maldición! —dijo apretando los brazos sin llegar a hacerle daño. Ella siguió luchando hasta que se cansó y la soltó sobre la cama, se subió sobre ella y le levantó las manos sobre la cabeza, inmovilizándola también con sus caderas.
Ambos respiraban agitadamente, la posición en la que estaban no tenía nada de sensual.
—¿Tengo que tomar esto como un no? —preguntó enojado, refiriendo a la forma en que lo había atacado.
—Puedes tomarlo como un no absoluto —dijo girando se cabeza para no tener que mirarlo directamente.
Suspiró, dejando salir el enojo y sin permitir que la incertidumbre lo llenara. Uno de los dos tenía que mantener la calma. Aunque a muchas personas les sorprendiera, generalmente él era el más calmado.
Sujetándole las manos con una sola, mientras la otra volteaba su cara, dijo —, ¿te lo pregunte o no?
Rose lo miró como si quisiera matarlo ahí mismo.
—¡Me lo preguntaste de una forma de mierda, pedazo de imbécil! —dijo mientras se removía furiosa bajo él.
A la mierda la calma, se dijo Scorpius. Separo ambas manos y acerco su cara a la de ella.
—¡No sé hacerlo de otra forma! —le gritó de vuelta.
Se quedaron mirando fijamente, sus respiraciones igualándose poco a poco, la calma apareciendo en cada una de sus facciones mientras los músculos se relajaban. Inhalaban y exhalaban al mismo ritmo, sin quitarse los ojos de encima.
A veces tendía a olvidar que todo esto era nuevo para ella y Scorpius. No había sido fácil, sólo tenía que recordar su primera cita, pero tampoco había sido una catástrofe, de hecho, funcionaban bien como pareja, si bien quiere decir que tenían muchas cosas en comunes, cómo lo apasionados que eran en cada uno de los aspectos de su vida, pero también muchas diferencias. Pero, ¿cuál es el sentido de estar con alguien igual a ti?
—Está bien —dijo Rose en un tono bajo.
—Bien —dijo Scorpius, todavía un poco molesto.
Se levantó y ayudó a Rose a levantarse. Scorpius caminó a la salida y al llegar a la puerta se volteó, caminó hacia ella rápidamente, la tomó de la cintura, pegando su cuerpo al de ella y la besó, tomando su cabeza con ambas manos la giró en el ángulo correcto y aprovechó la exclamación de sorpresa de ella para introducir su lengua.
La soltó suavemente, mirando complacido como su pecho subía y bajaba en una errática respiración, sus pupilas completamente dilatadas.
—Ahora sí está bien.
Y se fue, dejándola con una sonrisa en su cara.
Espero que les haya gustado y pueden pasarse por el foro cuando quieran.
Saludos
Irish
