A una de las gemelas Kurosaki había ciertas preguntas que la atormentaban desde ya hace seis meses, no es como si los demás se diesen cuenta de ello, si no mas bien dicho, empezaba a relucir cada vez que entraba cierto hombre de descendencia mexicana, no es como si desconfiasen de el, claramente, le tenia un gran aprecio personal a parte de ser uno de sus mejores amigos de su hermano mayor, pero, últimamente había algo sobre ese hombre de gran tamaño que no la dejaba dormir, era la atención especial que le dedicaba a una de sus amigas y no sabia cuales eran sus intenciones al respecto.

Ya habían pasado mas de tres años, desde que una joven de Chile, con raíces alemanas se paseaba por aquella casa como si fuese la suya propia, pero no era ningún problema para los dueños de la casa, Ichigo al principio se mostró desconfiado de la presencia de la Peliblanca pero pronto vio como la joven un año mayor que las gemelas le dio una lección que nunca olvidaría con facilidad. Según Isshin solo cumplía con una deuda que le había echo a un amigo, después de que ese amigo muriese en su trabajo, pero nadie lo había olvidado, un militar con honor, Karin pensaba que, debió ejercer mucha influencia al verlo llorar cuando la nueva joven cruzaba la puerta con las maletas.

Se parece tanto a el, es como ver su viva imagen de joven. —

Claro esta, que nadie se tragaba aquel comentario, ¿Ella, parecerse a un hombre? ¡Por favor! Tenia unas impresionantes curvas y pechos, que no se asemejaban a los suyos que eran tan pequeños pero tampoco eran tan grandes como los que había visto en las mujeres que formaban parte de la amistad de su hermano mayor, ¿Cómo era que se llamaba una? ¿Matsumoto Rangiku? ¡Esa tenia melones de delantera! Bueno, sigamos concentrando en la muchacha de raíces alemanas, sus ojos eran de un color celeste, tan claro pero tan profundo que te daba la idea que podía mirar a través de uno mismo, no pudo reprimir un escalofrío a penas tomo contactos con ellos.

Su altura era enorme, claro esta, era mas grande que cualquier mujer de su edad que había visto, pero tampoco como el mismo Chad, oh, ¿Qué tenia aquel hombre que volvió a ocupar el rincón en su mente?, a si, ahora parecía vivir en su casa, según Ichigo era solo era para un proyecto de su instituto, ¡Pero parecía que traba con el todos los días! Ya era considerado raro que su hermano no volviese con el gigante a cenar a casa, pero lo importante aquí, era que al parecer o Karin era la única que lo notaba, aprovechaba cualquier oportunidad para acercarse a la Peliblanca.

Una vez, lo había pillado tal vez demasiado cerca del uno al otro, habían dejado a solas a las gemelas y a Leah (La alemana) con aquel gigante para que le ayudase a estudiar. Por suerte era sábado, así que nadie le daría mucha importancia que se quedara despierta hasta tan tarde por temas de estudio, Yuzu dormía plácidamente en el sofá con ella, por unos minutos juro, ver a Leah, sentada entre las piernas del grande, mientras preguntaba sobre la materia en concreto pero este parecía estar mas maravillado viendo el cuello de la joven al descubierto. Pero pronto cerro los ojos para volver a dormirse, si no fuese por eso, le parecía divertido ahora, en la hora del almuerzo en el Instituto de Karakura, como Yuzu la miraba atónita y Leah casi se atraganta con el pedazo de almuerzo, dejando caer los palillos al suelo de la azotea visiblemente roja al escuchar aquella pregunta.

¿Qué relación tienes con Chad? —

Tenia que agregar que el grupo de amistad de su hermano y el también estaban almorzando allí por mera costumbre, pero divididos en dos grupos, las gemelas con la Peliblanca de ojos azules en una esquina y los mayores en la otra esquina, el grupo rebelde, según Yuzu parecía estar entretenido por la charla o pelea entre Uryu y Renji.

— Solo somos amigos. — Fue su respuesta mientras respiraba con normalidad intentando recuperarse del susto, parecía tabú haberle preguntado eso a ella. Yuzu al notar el cambio de atmósfera de agradable a tensión, tuvo que cambiar rápidamente de tema, de algún modo, se sentía obligado a ello y Karin, no pudo evitar agradecérselo mentalmente. — ¡N-ne! Karin. Según lo que me entere, estas intentando abrir un grupo de fútbol femenino. — Sin poder evitarlo, apunto con los palillos al rostro a la mujer de su misma edad. — ¡Si!, ¡Leah y yo tenemos planeado abrirlo!, esta vez el director no podrá quejarse. —

Ahora fue el turno de Leah comentar, cosa que hizo que las Kurosaki estallasen en una risa potente, que no paso desapercibido para los mayores. Con los palillos en los dedos, simulando ser un jugador de fútbol pegando a una pelota imaginaria, mientras frunce el ceño de manera chistosa sin poder evitar soltar su acento alemán. — ¡Oj Mädchen! ¡Ya me esta dando pena ese director! Si no acepta, ya le pegaré yo una pelota en el culo. ¡Ya me gustaría ver su reacción! —

Por el otro lado, Rukia, juro haber escuchado al Sado susurrar;

Pero que boca mas santa. —

Unos momentos después Leah estornudo.

¿Te has resfriado Leah? —

La mencionada negó la cabeza, mirando a la mas sensible de las gemelas. — No cre ... — No pudo terminar la frase, escuchando su nombre siendo llamado, un joven de cabellos negros, bastante atractivo, se acercaba a las jóvenes, Yuzu y Karin sonrieron con aquella sonrisa traviesa típica de ellas, Leah no pudo evitar sonrojarse y sospechar, ¿Qué estaba pasando?

— Leah. ... Quería preguntarte. — Leah que en aquellos momentos no era alguien que tenia paciencia, tuvo que sentir como Yuzu le enterraba las uñas en el brazo por si se atrevía a rechazarlo. ¡Quien lo haría! ¡Era todo un bombón! Pero Leah, parecía que la musa de los amores nunca le lanzaría una flecha amorosa, pero quien sabe, quizás ya lo había echo.

Soltando una maldición mentalmente, mientras se mordía los labios para no soltar un quejido doloroso. — Quería preguntarse, si querías venir ... digo, si quieres irnos juntos a tu casa, ¡N-no digo nada pervertido! —

Crack

Los mayores parecieron atragantarse con la comida, mientras miraban confundidos a un Chad que había partido a la mitad su bento y a un Ichigo que parecía haber quebrado sus palillos, este ultimo, no fue una gran sorpresa, ya que la extranjera parecía formar ahora parte de la familia Kurosaki, pero por parte de Chad ...

— ¡Oh, ella aceptara gustosa! ¿Verdad Leah? — Para Leah no paso desapercibido la mirada amenazante de Yuzu, asintiendo con la cabeza, dando así a entender que iría, el joven se retiro con una sonrisa en el rostro, pero parecía que las menores no se daban cuenta de algo, estupefactos los mayores vieron como Ichigo se sentaba al lado de Chad, el cual parecía que sus manos temblaban ante una mala noticia. — ¿Que? — Al recibir el tono amenazante de Ichigo, volvieron rápidamente a sus tareas anteriores, no estaban seguro de lo que paso ahora, pero si de algo estaban seguros, Ichigo, haría puré al joven inocente que se atrevió a invitar a una de la personas que consideraba como una hermana. Tarde o temprano.

En fin, lo siento por hacerlo tan corto, pero quería saber si les gusto, para poder continuarla. 3

¡LeaAlizee fuera!