ADVERTENCIA: Los personajes aquí integrados no son de mi propiedad, sino del gran escritor Reki Kawahara. El relato presentado a continuación ha sido escrito por una aficionada, sin fin lucrativo, con el único propósito de dar entretenimiento a los fanáticos de esta maravillosa historia.

¡Espero lo desfruten!


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Motivación

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Sus piernas temblaban cada vez más con cada paso que daba y los calambres se volvían más penetrantes; sin embargo, ella continuaba avanzando, aferrada de manos a las barras de apoyo, resuelta a mostrar que el vigor en su ejercicio abogaba la entereza de su esencia. Ya estaba a muy pocos pasos de terminar el recorrido de veinte metros.

—¡Eso es, muy bien! —la animaba Kirito, que avanzaba lentamente al lado de su cuerpo y de su espíritu.

Asuna no pudo evitar reír por la emoción, pero ello le robó la energía a sus piernas y cayó estando a sólo cuatro pasos de la meta. Kirito la ayudó de inmediato a ponerse de pie, conmovido por la expresión berrinchuda de su novia.

—¡Rayos, estaba tan cerca!

—Lo has hecho muy bien, Asuna.

—No es verdad. No pude terminarlo.

—Hace unos cuantos días tan sólo podías avanzar quince metros, ¿recuerdas? No dejas de impresionarme. Tu progreso ha sido sorprendente —respondió él con una amable sonrisa y felicitación honesta en la mirada, al tiempo que hundía los pies de ella en un recipiente lleno de legumbres.

Asuna sonrió con una resignación más dulce que grave, porque era cierto. Hacía una semana, su límite eran quince metros; antes de ello, lograba sólo llegar a los diez e, incluso previo a eso, no avanzaba más de cinco: aumentaba cinco metros cada tres días, cuando los demás pacientes sólo lograban aumentar dos. Y, en cada reto que Asuna se proponía a superar, Kirito siempre había estado con ella para animarla. Él había estado a su lado en cada fase de su recuperación, en cada terapia y tratamientos médicos a los que debía someterse. Al estar con ella, Kirito había transformado la pesadilla de SAO en su utopía soñada y, aun contra los pronósticos funestos de la desesperanza, ese amor suyo la había rescatado de los demás, de sí misma incluso, para que estar juntos se volviera una realidad más rosácea que el sueño. Era gracias a ese amor que su determinación superaba a la de cualquiera.

—Gracias, Kirito. Te prometo que muy pronto caminaré sin problemas.

—Estoy seguro que así será. Prometo llevarte al parque cuando lo logres.

—Entonces también prometo correr cuando estemos ahí.

—¿Ah, sí? Pues prometo ganarte en una competencia de carreras.

—¿Disculpa? ¿Acaso olvidas que estás hablando con 'Destello Veloz*?

Esos retos inocentes culminaron en risas, en anhelos.

—Bien, ya es hora de ir a tu terapia de articulaciones —respiró Kirito, para ayudarla a sentarse en la silla de ruedas.

—Ah, aún estoy algo abatida. Necesito motivación… —suspiró Asuna coquetamente, preludio de arrebatar el rostro de Kirito en sus manos para besarlo—. Mucho mejor. Andando.

Kirito tuvo que conformarse con una reacción de tímida sonrisa, pues no le dio ni tiempo de corresponder la maña pícara. Mientras él empujaba la silla para salir de la habitación, Asuna no dejó de burlarse del rostro ruborizado de Kirito.

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Fin.

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*Destello Veloz: Apodo con que conocían a Asuna en Aincrad, debido a ser la esgrimista más rápida y ágil de las hermandades. También puede traducirse como ''Flash''.


¡Hey, preciosuras!

Hace tiempo que quería hacer un drabble, y para ello escogí a la adorable pareja de SAO. Aquí lo tienen, corazones, espero haya sido de su agrado :33 No he publicado, pero sí he escrito, así que les invito a concederme el honor de seguir mis fics ;w;

¡Mucho cariño: Abrazos asfixiantes y beshos llenos de baba everywhere!

PD: Sus reviews son la coca cola de mi sed… TTwTT