CAPITULO 1
JACKKNIFE
Desde lo alto de un edificio en construcción durante una noche despejada, podían oírse los gritos de auxilio de un hombre que corría desesperadamente buscando una salida. Corría puerta tras puerta para encontrar un lugar donde esconderse de aquella persona extraña que lo estaba persiguiendo. Todo resultaba inútil porque a fin de cuentas siempre sabía en qué lugar trataba de ocultarse.
Detrás de la octava puerta del décimo piso, se oían los golpes de la misteriosa silueta que intentaba entrar en la habitación donde creyó estaría a salvo hasta que acudieran a su rescate.
- ¿Puedo entrar? –Repetía en cada ocasión con una risa algo intimidante.
El hombre, en su estado crítico de desesperación comienza a gritar desaforadamente que se vaya y lo dejara ir. Los golpes cesaron y le hicieron creer que se había dado por vencido pero en su momento pese a la ceguera en sus ojos por el miedo que sentía no había notado que dentro de la misma habitación hacia el costado derecho había una enorme ventana que apuntaba hacia el vacio. Aun creyendo que había logrado escapar de la situación comienza a oír unos ligeros golpes en los vidrios de aquella ventana, su mirada no estaba puesta en ella pero al oírlos se volvió desgarradora y lentamente comenzó a girar su cabeza hasta notar que esa persona estaba del otro lado, observándolo de forma intimidante.
- ¿No me vas a dejar entrar? –Insistía.
De un golpe y con una de sus manos logra derribar el ventanal, permitiéndole poner un pie en esa habitación. El hombre rápidamente se dirigió hacia la puerta para escapar una vez más, pero al intentarlo se dio cuenta que la misma estaba cerrada, esa persona antes de ingresar la había cerrado a propósito para que así ya no huyera.
- ¿Qué quieres de mi? –Gritaba desesperado- Déjame ir, por favor.
No hubo respuesta, solamente se quedo parado en frente suyo y aunque no llegara a ver su rostro sabía que lo estaba mirando fijamente.
- No te acerques, te daré lo que quieras pero déjame ir –Ante la desesperación comienza a llorar suplicando por su vida.
- El llanto no compadece –Dijo fríamente- Nadie vendrá a ayudarte, porque así son los humanos.
Aun si suplicaba por su vida, se abalanzó sobre él arrojándolo al suelo. No hubo un momento en el que esa persona sintiera algo de compasión por aquel hombre, había sacado una navaja que llevaba escondida en sus piernas y comenzó a apuñalarlo reiteradas veces.
- Lo siento… Lo siento… Lo siento… Lo siento… -Repetía una y otra vez con cada puñalada- ¡Lo siento!
El joven ya había muerto, pero ella no se quitaba de encima de él. Solo se quedo un rato largo observándolo.
"Lo siento, no tenía otra opción…"
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Al día siguiente, en el mismo edificio, se reunieron un grupo de detectives de la base de investigación IPT tras recibir una llamada de los trabajadores al encontrar el cadáver de un compañero.
- Por su forma de asesinar, estoy seguro que se trata del mismo asesino serial que mató a esa anciana hace un par de días –Dijo el investigador Zafiro observando detenidamente el cuerpo.
- La víctima es un albañil de 35 años de edad, Tomoe, la causa de muerte posiblemente fueron las perforaciones sufridas por las puñaladas en su estómago, aunque no lo sabremos hasta la autopsia –Analizo su compañero, Diamante- Por el momento, reportaremos estos datos al jefe.
- Que desastre- Suspiro Andrew, investigador superior- En verdad ese tipo no siente compasión por sus víctimas, siento un poco de pena por esos albañiles que encontraron a su amigo en este estado.
Mientras Zafiro terminaba de escribir el reporte ignorando las falacias de Andrew, el grupo forense se llevó el cuerpo de Tomoe hacia la morgue para iniciarle una autopsia que permita tener la causa exacta de su muerte y le ordenaba a sus subordinados que intentaran calmar a los demás albañiles los cuales estaban en estado de shock.
- Andrew, Ojo de Águila, investiguen la escena del crimen, debe haber alguna pista que nos lleve hacia este sujeto –Ordeno el superior Diamante.
- ¿Pistas? ¿De qué hablas? Ese sujeto otra vez ataco sin dejar rastros, lo único que tenemos es esta ventana rota –Protesto Andrew- Pareciera como si le hubieran arrojado un yunque para romperla de este modo.
- Supongo que la víctima estaba desesperada por escapar así que no vio otra alternativa que intentar huir por la ventana -Respondió su mano derecha, Ojo de Águila.
- Eso no tiene sentido, la víctima no tenía ningún tipo de herramienta para romperla y sus manos no tenían ningún corte como para deducir que la haya roto él.
- ¿Qué tratas de decir? –Pregunto curioso Zafiro, quien estaba escuchando su conversación.
Andrew se dirigió hacia Zafiro, buscando que él le diera alguna respuesta a sus supuestos.
- Señor Zafiro, ¿Quién cree que rompió esta ventana? –Pregunto Andrew- El difunto con seguridad puedo descartarlo, no hay objeto con la que pudo haberla roto y si usamos más el sentido común estamos en el décimo piso, sería imposible que pudiera escapar por una ventana que da hacia el exterior.
Zafiro lo oía con suma atención, Andrew era el investigador con el nivel más alto cuando se trataba de análisis, si bien pudiera ser que estaba en lo cierto, no había nadie más que el albañil y el asesino esa noche en el edificio, si no fue la víctima entonces fue el victimario.
- ¿Puede que lo haya hecho el asesino? –Dedujo Ojo de Águila.
- Tengo mis ligeras sospechas de que fue él –Dijo Andrew llevando una de sus manos hacia su mentón- Pero en el caso de que haya sido él, ¿Con que propósito rompería la ventana?
- Oigan –Grito Diamante interrumpiendo su análisis- Llamo el jefe, nos está esperando en su oficina, ya terminamos nuestro trabajo aquí así que volvamos.
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En la sede central del IPT ubicada al oeste de Tokio, se reunieron el equipo de investigación AA al frente de Andrew y Ojo de Águila y el equipo de investigación BB liderado por Diamante y Zafiro con el jefe Seiya Kou.
- ¿Aun no tienen ninguna pista de su paradero? –Pregunto decepcionado el jefe Seiya.
- Lo sentimos pero otra vez ataco sin dejar rastros –Respondió apenado Diamante.
El jefe llevo sus manos hacia su rostro ocultando su boca, tratando de pensar la seria situación en la que se encontraban.
- Estamos en una situación crítica, las estadísticas de los ataques están subiendo y aun no tenemos nada que pueda guiarnos hacia el autor de los hechos –Dijo algo preocupado- Veamos, repasemos la información que hemos reunido hasta el momento- Ordeno Seiya.
"Nuestro asesino serial se trata de un sujeto de sexo, apariencia y paradero desconocidos, su habito es atacar a sus víctimas luego de las 21 hs, preferentemente aquellas personas que se encuentran solas en un lugar en donde no puedan escapar ni nadie pueda oír sus llamados de auxilio. Hasta el momento, se sabe que asesina a sus víctimas con armas blancas, las apuñala hasta la muerte sin ningún tipo de compasión. Luego de asegurarse que esté completamente muerta se retira de la escena sin dejar rastro alguno. Se excluye intenciones de robar o saldar cuentas pendientes, puesto que hasta el momento elige a sus víctimas al azar y cualquiera está expuesto…"
- Eso es lo único que hemos reunido hasta el momento –Respondió Diamante leyendo los archivos.
Ambos grupos esperando obtener alguna respuesta de su jefe, puesto que su silencio en ocasiones resultaba incomodo, podía resultar un regaño o un descenso como en tiempos pasados le sucedió a sus anteriores compañeros. El rostro pensativo de Seiya generaba inquietud en los cuatro jóvenes, pero sus miedos se verían reducidos al enterarse que era lo que realmente estaba pensando.
- Debemos ponerle un Nick –Dijo directamente Seiya, dejando anonadados a sus subordinados, por la sorpresa de que no esperaban recibir ese tipo de respuesta.
- ¿U-Un Nick? ¿A qué se refiere? –Pregunto tartamudeando Zafiro.
Seiya fijo su mirada hacia Andrew, dispuesto a ir a por él para obtener un ideal.
- Andrew, a ti te gustan los videojuegos, series y esas cosas, ¿Cierto? –Pregunto con un tono serio.
Andrew asintió con la cabeza, sin pronunciar una palabra.
- Entonces, ¿Qué sugieres? Debes ser muy creativo para ponerles un nombre a tus personajes de videojuegos.
Andrew era un investigador destacado, sus habilidades de deducción superaban a sus compañeros, había sido participe de solucionar diez crímenes en sus principios como investigador los cuales a la fecha contaba con más de 60 casos resueltos, lo que le permitieron ascender al rango de investigador superior, el nivel más alto, en tan solo cuatro años. Pero, era un aficionado de las series y videojuegos, un joven juguetón que por encima de su profesión no dejaba a un lado ese niño interior que siempre llevaba consigo y siempre sorprendía a sus compañeros con sus salidas.
- Batman –Respondió con suma seguridad y con una postura firme.
Sus compañeros, ante tal respuesta, se quedaron sorprendidos de lo chiquilín que podría llegar a ser. Aunque era de esperarse que alguien como él saliera con algo así.
- ¿Batman? ¿Eres idiota o te haces? –Grito Zafiro.
- ¿Qué? Me gusta Batman, además el sujeto es escurridizo al igual que él, le queda perfecto –Respondió Andrew con una enorme sonrisa infantil.
- No puede ser –Murmuro Ojo de Águila cubriendo su rostro con sus manos, avergonzado de su compañero.
Seiya no había dicho ni una palabra, si en algo destacaba, además de ser sumamente inteligente, era un ignorar las estupideces que a veces decía Andrew. No lo sorprendían, puesto que él lo conoció así, al menos le daba algo de alegría a esta situación.
- Bien, pueden retirarse, les voy a pedir que por el momento no divulguen información a demasiadas personas, no quiero hacer público este ascenso en las estadísticas al menos por un tiempo para no alarmar a la sociedad –Ordeno Seiya- Cuando tengan un Nick decente, pueden volver –Al decir eso ultimo miro fijamente a Andrew, sonriendo de forma picara.
Ambos equipos se retiraron de la oficina hacia la sala principal, donde interceptaron a Andrew por la idiotez que había dicho.
- ¿En serio? ¿Batman? Me sorprende hasta que punto puedes llegar a ser tan idiota –Dijo Zafiro, burlándose de Andrew.
- Apuesto a que a ti nunca se te hubiera ocurrido –Lo desafío.
- Yo nunca hubiera dicho una burrada así delante del jefe, tienes suerte que te tenga afecto sino hace rato habrías sido despedido por esos chistes de mal gusto.
- ¿Chiste? ¿Y yo cuando dije que estaba bromeando? –Refunfuño- Lo decía en serio.
Ojo de Águila, al ver a dos de sus mejores amigos discutiendo otra vez, interrumpe.
- ¿Podrían dejar de actuar como dos niñitos?
- Pero él empezó –Protesto Andrew.
Diamante suspiro, al verlos actuar como dos nenes de cinco años peleando por quien se quedaría con la paleta, pero era algo usual entre ellos, después de todo han sido compañeros por más de diez años y habían enlazado una gran amistad, aunque debían lidiar con los problemáticos de Zafiro y Andrew.
- ¿Qué van a hacer luego del trabajo? –Pregunto Diamante poniendo punto final a esa discusión absurda.
- Yo iré a ver a un amigo a la cafetería que esta sobre la avenida principal –Respondió Andrew, alegremente como si hubiera olvidado que estaba discutiendo con Zafiro.
- ¿Y ustedes? –Pregunto dirigiéndose a Ojo de Águila y Zafiro.
- Nada –Respondieron ambos al mismo tiempo.
Fue así como a la salida del trabajo, Diamante, Zafiro y Ojo de águila habían quedado en ir a por unos tragos en un bar de media cuadra, mientras Andrew se dirigía hacia su encuentro con un amigo.
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A las 17 hs, horario de salida del trabajo, en una pequeña pero elegante cafetería había un joven pelinegro vestido formalmente bebiendo un licuado de frutilla mientras leía la obra de "La dama de las camelias", hasta que es interrumpido por alguien que comienza a gritar su nombre.
- ¡DARIEN! –Gritaba Andrew mientras corría por la vereda hacia él.
- Llegas tarde –Dijo Darien con una sonrisa.
- Lo siento –Respondió mientras tomaba asiento- El jefe no me dejaba ir, no sé qué bicho le pico ahora con querer ponerle un Nick a nuestro asesino así que nos retuvo un largo rato.
- ¿Un Nick? –Pregunto curioso.
- Un nombre de fantasía para poder identificarlo, a pesar de ser un aficionado a los videojuegos no se me ocurre ninguno –Suspiro y observo que había otra copa de licuado sobre la mesa- ¿Esa es para mí? –Pregunto con una sonrisa ya que sabía cual era la respuesta.
- Así es, pensé que llegarías tarde otra vez así que tome tu orden.
- ¿Es de banana? –Pregunto entusiasmado- Que delicia, tú sí que sabes mis gustos.
- Pareces un niño –Sonrió al ver las actitudes infantiles de Andrew al toparse con algo que le gusta- ¿Qué tal tu investigación?
- Psime… -Respondió mientras bebía placenteramente su licuado, aunque el líquido en su boca le impedía hablar claramente.
- ¿Podrías tragar primero y después hablar? –Suspiro resignado de que Andrew siempre sería de esa manera tan infantil, aunque le gustaba que fuera así.
- Dije que voy pésimo –Repitió luego de tragar abruptamente el licuado en su boca- No tenemos ninguna pista de esa cosa y ya me estoy aburriendo, tengo más víctimas que pistas –Respondió algo decepcionado -¿Y tú? ¿Qué paso con el tema que me comentaste la otra vez?
- ¿Yo qué? –Se sobresalto.
- No te hagas el desentendido, sabes a que me refiero –Sonrió de forma picara.
Cuando Andrew lo miro con esos ojos pervertidos no pudo evitar sonrojarse, puesto que sabía que se estaba refiriendo a "eso".
- Aun no he hablado con ella –Respondió de forma tímida mientras trataba de disimularlo tomando rápidamente de su licuado.
- Al menos sabe de tu existencia –Se burlo haciendo que Darien escupiera el líquido que tenía en su boca de la vergüenza -¿Cuándo piensas hablarle? Solo tienes que decirle hola y ya está, no hace falta que de un topetón le digas que te gusta.
- No es tan fácil como parece, ella es madre soltera y lo sabes, ni siquiera sé si está interesada en tener un hombre al lado.
- Tú también –Suspiro- Habiendo tantas mujeres te fuiste a fijar en alguien con hijos.
- ¡HIJA! –Remarco Darien- Tiene una hija, no hijos.
- Es la misma porquería, si quieres ganarte a la madre primero tienes que ganarte a la hija, te gusta complicártela –Seguía burlándose.
- Es que ella es especial, además de ser una mujer hermosa, lástima que siempre este enfocada en su trabajo –Dijo resignado y algo triste.
Andrew al ver el rostro preocupado de Darien quería proponerle su ayuda, ya que le gustaba tanto esa chica. Mientras pensaba en alguna posibilidad para ayudar a su amigo a que le hable o a que la invite a tomar un inocente café, sin ninguna intención, voltea su mirada por impulso y ve a esa mujer caminando por la vereda de enfrente.
- Allí está tu chica –Grito entusiasmado Andrew e inocentemente la señala.
Darien se asusto cuando Andrew le dijo eso, tanto que por accidente dejo caer el poco licuado que quedaba en la copa sobre la mesa.
- No la señales, imbécil, podría verte –Dijo por lo bajo para que nadie pudiera oírlo.
- ¿Tan nervioso te vas a poner? –Dijo Andrew sin poder evitar reírse de lo torpe que podría llegar a ser Darien cuando ve a la chica que le gusta.
Darien, aun nervioso, voltea disimuladamente a verla, y ella estaba ahí, caminando rápido pero con tanta elegancia como a él le gustaba verla.
Su nombre es Serena Tsukino, tiene 28 años de edad; es madre soltera y trabaja en una agencia de viajes como administradora, rubia de pelo largo recogido en dos coletas. Es poco usual verla acompañada mientras camina, normalmente siempre lo hace sola y con su mirada siempre atenta. Es muy eficiente en cuanto a su trabajo y una excelente madre, aparentemente perdió a su esposo en un accidente que poco se conoce sobre el asunto.
- Si que es hermosa, con razón te gusta tanto –Murmuro Andrew, aunque Darien parecía no prestarle atención ya que siempre se embobaba al verla y olvidaba que había un mundo alrededor suyo.
Ella siempre parecía estar en apuros por llegar tarde al trabajo, por lo que Darien debía abstenerse a correr hacia ella para saludarla, pero de todas formas se conformaba con tan solo verla.
A los pocos minutos ella se perdió entre la multitud y Darien retomo a seguir bebiendo de su licuado.
- Oye Darien –Interrumpió Andrew- Tu copa está vacía, acabas de derramar tu trago.
Darien no se había dado cuenta de que estaba bebiendo aire, puesto que solo estaba pensando en Serena y en alguna forma de acercarse a ella, tanto que hasta incuso podía llegar a ignorar las burlas de su amigo.
Una vez que ella desapareció, Darien volvió en sí, era un ciclo extraño que siempre le sucedía: la ve, no le quita la mirada de encima, se pierde en sus pensamientos, desaparece y vuelve a pensar en lo que dejo atrás antes de verla que en este volvería al Nick del asesino.
- ¿Qué te parece Jackknife? –Dijo Darien repentinamente, captando la atención de Andrew.
- ¿Jackknife? ¿A qué te refieres? –Pregunto confundido.
- El Nick –Respondió- Me habías dicho que suele asesinar a sus víctimas con cuchillos de una forma despiadada, casi como Jack el destripador. Si unes el nombre Jack con knife que es cuchillo en ingles queda un buen Nick, a su vez también es otra forma de decir navaja en ingles –Sonrió.
- ¡INCREIBLE! –Afirmo Andrew alegremente- Jamás pensé que luego de ver a tu chica retomarías el tema del Nick, si que eres especial –Dijo entre risas.
"Jackknife… me gusta"
Bueno, retome el fandom de Sailor Moon, espero les haya gustado la introducción a mi nuevo fic, espero sus reviews aquí abajo *u*/ y pronto estaré subiendo el capitulo 2.
