Capítulo 1
Secuestro
N/a- Disclaimer - nada de esto es mío
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Nunca pensé que ella se derritiría de ésa manera, pero sus finos dedos blancos se deslizan entre los míos como si se tratara de arena. Su mirada que siempre había sido clara como un espejo de agua, ahora se nubla por las lágrimas; incluso puedo sentir su aroma fresco como una cascada alejándose de mí, las gotas que caen de sus ojos aterrizan sobre mi rostro y cada poro de mi piel grita su nombre.
Con la voz desgarré el cielo, igual que lo había hecho el día en que murió mi hermano; al tiempo que el agarre de aquel hombre se volvía demasiado fuerte para mi único brazo, y la sujetaba tanto que le sacó el aire dejándola momentáneamente sin respiración, ni siquiera para sollozar.
¿Cuántas veces había visto llorar a Sakura?
Qué irónico, ella misma me había dicho lo gracioso que resultaba que aquel que te puede proporcionar la felicidad sea también el causante de tu peor dolor.
Y resultaba más estúpido que nunca, el cómo la vida me estaba devolviendo lo que le hice justo al perderla sin quererlo, sin quererlo… ni un ápice; porque el yo que soy ahora nunca, ni en mil años, la dejaría de nuevo; simplemente porque ya no podía. Pero ni siquiera en ésa situación pude consolarla, sintiéndome inútil al ver a Indra mirándome con expresión territorial acunando a Sakura, que seguía debatiéndose, con aquella ternura salvaje que me dejó sin palabras. Los ojos de ella eran tan radiantes como siempre: dos esmeraldas ardiendo entre terror y furia.
Nadie mejor que yo sabía lo encandilante que podía llegar a ser aquella mujer al manifestar sus emociones, pero ahora eso me llenaba de pánico; pues supe que Indra también se había dado cuenta de ello. Y Sakura estaba en su poder.
Después de años de viajar solo con un brazo, jamás me había maldecido tanto por la terquedad de no querer aceptar uno nuevo, pues ello me estaba costando lo más precioso que tenía. Me estaba costando a Sakura. Aunque habría ardido vivo antes de decírselo, mis escrúpulos para con ella ahora se veían reducidos a un patético montón de cenizas en el fuego de los ojos de Indra.
Porque era él ¿no? Yo mismo, en una retorcida versión de antaño que se alejaba en un remolino de color. Quise gritar más, pero no pude; todo esto se habría evitado de haber sido más cauto. Si hubiera hecho las cosas que no hice y ninguna de las acciones que cometí, tal vez podría haber aspirado a volver a asentarme en la aldea que alguna vez odié. Todo, de nuevo, era culpa mía.
Mi razón para volver, mi razón para seguir adelante, todo lo que ahora englobaba con el concepto de "hogar" estaba siéndome arrebatado una vez más. Sentí mi corazón, ése corazón que enterré bajo capas de hielo por años, estrujarse contra mis costillas y mientras miraba sus cabellos arremolinarse bajo la barbilla de un hombre desconocido, que se parecía a mí de una manera pavorosa, me juré que no podía perderla.
La sensación que me produjo darme cuenta de que en ése momento no podía hacer nada era increíblemente insoportable, semejante a la ocasión en que Itachi volvió a la aldea la primera vez y supe que iba tras Naruto, el ansia que me invadió mientras le buscaba sin descanso, rogando, esperando poder llegar a tiempo. De la misma manera ahora, admitía, por lo menos en mi interior, que Sakura era ya demasiado importante para permitirme perderla en medio de la noche, dolorosamente parecida a la manera en que perdí al clan.
Y entonces me di cuenta, como un ciego que ve el sol por primera vez; que ella había penetrado bajo mi piel, bajo mis sentidos puestos en guardia desde hacía tanto y que por eso había sido incómodo al comienzo, pero ahora la sensación me llenaba de calidez y deseando que me viera, volví a gritar su nombre.
Había caído ante ella, me había perdido en su mirada esmerilada, llena de la ternura de una madre, de la fraternidad de una amiga y de la pasión de una amante. Sakura estaba llena de tantas cosas de las que yo estaba vacío que beber de su abundante cántaro se me antojaba grotescamente egoísta después de todo lo que le había hecho. Sin embargo, ella me aseguró que su fuente siempre había tenido mi nombre grabado a fuego sobre ella.
Al oírme chasquear el aire, se volvió para verme y yo me quedé arrobado. A pesar de sin duda hallarse bastante asustada, se sobreponía de una forma tan combativa y peligrosa que agradecía a los cielos no ser su enemigo; su nívea piel estaba arrebolada y odié que Indra la viera así; Sakura se arrebolaba sólo en mi presencia.
-Te recuperaré- le dije sin murmurar nada, comunicándome sólo con ella en nuestro particular modo de hablar sin palabras, desarrollado en esos largos años en que intercambiábamos correspondencia. ¡Cuántas cosas se habían quedado sin decir! Impresas en el papel con invisibles deseos de ser clamadas por las azoteas, -A cualquier costo, vendré a por ti.
Indra se la llevaba, pero Sakura con aquel modo tan suyo que tenía de mirarme, me prometió que su virginal corazón se quedaba conmigo. La pureza de su mudo juramento envolvió mi alma como la primera vez que me abrazó, en el bosque apestando a sangre y a muerte.
-Espérame- supliqué.
Ella me sonrió, sus manos colgaron inermes a los costados y se sumergió en aquel torbellino de color de los brazos de un hombre que no era yo.
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Primer cap, fiu! ;)
Q os parece? Háganmelo saber en un lindo review, ya sábeis lo complicado que es escribir desde el punto de vista de Sasuke así que espero q no este demasiado OoC hehe
