Hola a todos:

Bueno, pues despues de meditarlo por un tiempo he decidido subir esta historia, la he estado escribiendo, y no pensaba subirla hasta tenerla terminada, y hacerlo solo si me parecía que valia la pena. Pero ya que la estoy escribiendo...

En realidad se trata de una historia ligerita para desempalagarme de la otra historia... un harry/hermione escrito por mi, que encontrareis si quereis leerlo con mi otro nick... quimera (como veis aprovecho para hacerme propaganda jajajaja)

Nada mas. espero que os guste y como ya dice el resumen, es una precuela, o sea que es anterior a la hija del traidor a los sagnre pura.. más bien es la historia de como nace Cat y en segundo lugar pero no menos importante Harry.

Sin más dilación os dejo con ella.


CAPITULO 1: El fin de una era... la era Black

Cuenta la leyenda que en algún lugar de la isla de Inglaterra existe un enorme castillo, junto a un lago enorme, oscuro y tenebroso, donde habita en calamar gigante... nadie lo ha visto, y los pocos que lo han hecho, no han vivido para contarlo, todos ellos han desaparecido en el enorme bosque que colinda con el castillo, dicen que el mal habita allí dentro, no están muy equivocados, aquel lugar es guarida de hombres lobo, centauros, arañas gigantes, unicornios... y no es para menos, porque el enorme castillo es en realidad un colegio que guarda grandes secretos en su interior, los grandes secretos de la magia, aquel enorme castillo es el colegio Hogwarts de magia y hechicería.

Nuestra historia, transcurre tras los muros del castillo, donde sus jóvenes habitantes toman sus clases bajo la atenta mirada de su director Albus Dumbledore y sus profesores... encantamientos, transformaciones, pociones... son algunas de sus extrañas y apasionantes asignaturas.

Pero creo que será mejor presentar a los protagonistas de nuestra historia, supongo que querréis conocerlos, se trata de 6 jóvenes que cursan su sexto curso en el colegio... no nos adelantemos, empecemos por el principio... empecemos con Sirius Black...

Cuando Sirius Black se propone algo, no hay nada que le pueda detener. Es alguien seguro de si mismo, con un sentido de la lealtad y la amistad muy arraigado, valiente por naturaleza y gamberro como hay pocos... De oscuros cabellos negros y brillantes ligeramente largos, ojos azules, alto y atlético, jugador del equipo de quidditch de Gryffindor, inteligente como pocos, locura de los profesores que le ven hacer de todo en clase, menos atender pero que es capaz de realizar las tareas que le mandan sin despeinarse lo más mínimo..., todo un conquistador con las mujeres, ninguna resiste a sus encantos, palabras bonitas... todas caen a sus pies, el chico malo del colegio Hogwarts de magia y Hechicería y como dirían Lily Evans y Janne Addams un engreído, creído, cabeza hueca, gamberro e insufrible adolescente que a pesar de tener 16 años se comporta como un niño de 3.

Rara vez se le ve sin la compañía inseparable de sus tres amigos. El primero de ellos James Potter, su camarada, su hermano, su otra mitad, otro gamberro descerebrado que si aprovechara su cabeza para algo más que para llevar el pelo revuelto e indomable sería un genio. Pero no, el se sienta con Sirius en clase y se dedican a tramar alguna broma pesada. Buscador del equipo de quidditch, uno de los mejores que ha pisado Hogwarts en años... "¡lo que le faltaba para su ego!", pensaba Lily a menudo, "es un gran jugador" solía pensar Jane que se llevaba bastante bien con él. De oscuros ojos marrones ocultos tras unas gafas redondas y cabello negro revuelto, otro de los solteros más cotizados del colegio.

El tercer amigo es Remus Lupin, de dulces ojos miel y cabellos castaños, delgado y tan alto que parece desgarbado y a pesar de todo la ropa siempre le queda grande. La voz de la conciencia del grupo, racional.. demasiado, siempre es el que ve los puntos débiles a la hora de hacer una gamberrada, y sin embargo su carita inocente le convierte en el preferido de los profesores. Buen estudiante en general, gran amigo de Lily y Jane, pero con un pequeño problema...

El último miembro del cuarteto es un joven bajito y regordete, con unos dientes que recuerdan a los de una rata, de cabellos marrones oscuros, Peter Petigrew, algo miedoso y no tan brillante como sus tres amigos, lo que no impide que sea en ocasiones tan gamberro como ellos aunque a Jane y Lily siempre les ha parecido el perrito faldero de Potter y Black.

Los cuatro juntos se hacen llamar los merodeadores, existen leyendas sobre ellos, son los alborotadores del colegio, pero hasta la recta profesora McGonagall cae rendida a sus pies cuando Sirius o Potter le sonríen con carita de niños buenos. Los cuatro chicos formaban parte de la casa de los leones, la honrosa Gryffindor y estaban en su sexto año de estudios. Y aquí es donde empieza nuestra historia, un día cualquiera de ese curso a mediados del abril, uno de los más lluviosos que se recuerdan en años.

Lily Potter bajaba por las escaleras rumbo a la sala común acompañada de su mejor amiga Jane Addams. Lily es pelirroja con una melena hasta la mitad de la espalda, tiene unos increíbles ojos verdes esmeralda dulces capaces de convertirse en fríos cuando algo no le gusta, idealista y valiente, no se detiene ante nada. Su amiga Jane es más bajita que ella, muy delgada, de cabellos castaño claro, o quizá rubios, nadie sabe como son, porque nunca se le han visto sueltos, nunca se ha dado el caso porque siempre los lleva recogidos en una trenza apretada recogida hacia atrás. Es tímida e introvertida hasta que Sirius Black aparece en escena, lo odia a muerte, no lo ha soportado nunca, se llevan mal desde cuarto curso, nade sabe porque. Él aparece, y entonces su lengua se vuelve viperina, no le aguanta ni una, y él a ella tampoco. No es guapa, nunca lo ha sido, de echo eligió no serlo. A diferencia de Lily que es muy bonita y despierta pasiones entre el público masculino en general y en cierto merodeador en específico, pero ella no hace caso de esas cosas, no esta para tales tonterías como los chicos. Lo único que resalta en Jane son sus ojos, es lo único que le gusta de si misma. Tiene los ojos verdes, tan claros que casi son amarillos, ligeramente rasgados hacía arriba, casi brillan en la oscuridad... casi recuerdan a los de un gato.

Al llegar a la sala común la primera persona a la que ven es a Remus recogiendo unos libros que se ha dejado sobre la mesa la noche anterior, para ir a clase:

-Buenos días- saludan las dos con una sonrisa

-Hola chicas¿cómo habéis amanecido?- Lupin toma su mochila y se dirige con ellas hacia el retrato de la dama gorda rumbo al gran comedor.

-Espero que los chicos no lleguen tarde a pociones- murmura por lo bajo- los he despertado hace un rato

-Seguro que lo hacen, son tan irresponsables- añade Lily haciendo una mueca.

Jane se limita a asentir, parece cansada y Lily la mira con preocupación, esta más pálida de lo normal, y eso es mucho decir porque su piel esta bronceada hasta en invierno. Pero parece algo enferma..., bueno, seamos sinceros, en realidad esta enferma, padece una extraña enfermedad crónica muy rara en el mundo mágico y muy común en el mundo muggle. Pero Lily es la única que lo sabe, y aunque esta controlada, no puede evitar preocuparse cuando tiene crisis como la de la noche anterior, sobrevenida tras una dura pelea dialéctica con Black.

-¿te encuentras bien Jan?- pregunta Lupin mirándola preocupado- estas muy pálida- ella le mira mientras una sonrisa aparece en sus labios

-Si, no pasa nada, es solo que estoy cansada- pero Lily nota que su respiración es algo agitada

-¿quieres descansar un momento?

-Estoy bien Lily

La llegada al gran comedor es como todas la mañanas. Varios chicos mirando a Lily, algunas chicas mirando a Lupin entre suspiros y Jane tratando de pasar desapercibida, y lográndolo. En toda su vida solo ha destacado en contados momentos, jugando al quidditch, es la mejor, juega en la posición de cazadora, es genial... tan ágil sobre la escoba, tan ligera... tan rápida.

Los tres se sientan a almorzar tranquilos, hablando de sus cosas, de las clases. Peter se les une unos momentos mas tarde, algo nervioso porque se le ha hecho tarde y no le da tiempo a desayunar. En diez minutos los suspiros llenan el Gran Comedor subiendo hacia los cielos... James y Sirius hacen su aparición. El primero se atusa el revuelto pelo al entrar, va jugando con una snitch... Lily no puede evitar bufar molesta. Sirius parece que viene de la guerra, la camisa por fuera medio desabrochada, la corbata sin nudo, el cabello lacio cayendo sobre su frente cubriéndole los ojos, los suspiros aumentan cuando lo retira con una de sus manos... Jane pone los ojos en blanco... "¿cómo pueden haber chicas tan estúpidas?", Caminan hacia ellos. James es el primero en llegar, Sirius se queda rezagado besando a su adquisición de la semana, una bonita chica de Hupleffuf que no sabe lo que le espera.

-Buenos días- saluda James en general- ¿cómo esta hoy mi pelirroja favorita?- pregunta sentándose a su lado

-Bien hasta que tu has llegado- responde Lily sin mirarle

-Cada día esta más loca por mi- añade mirando a Remus por delante de Lily que niega con la cabeza. Ella bufa molesta- Jan¿te encuentras bien, estas muy pálida.

-Estoy bien James, no te preocupes

-Cuídate, no creo que Sirius quiera perder a su mejor cazadora a dos días del partido

-No creo que se diera cuenta si no aparezco ese día- Jane no puede evitar un deje de amargura en su rostro

-Si que lo haría, tendría que sustituirte- Jane baja la mirada, parece algo triste

-Si, y además perdería uno de sus deportes favoritos después de molestar a Snape, molestarte a ti- añade Peter

-Que suerte la mía- susurra ella.

Un grito hace que todos se vuelvan para ver a la chica de Hupleffuf siendo sostenida por Sirius. Ha intentado abofetearle... lo que suele pasar siempre cuando Sirius consigue lo que quiere de las chicas y rompe con ellas. La chica de Hupleffuf sale corriendo llorando del comedor y Sirius se dirige a la mesa sonriendo a un grupo de Ravenclaw que le mira con tontas sonrisas.

-Ya le has roto el corazón a otra chica- James esta sonriendo

-Pse!- añade Sirius sin darle la mas mínima importancia empezando a comer.

Al alargar la mano coincide con Jane al coger la jarra de zumo de calabaza. Ella la retira inmediatamente, y solo entonces Sirius percibe que esta allí. Parece algo cohibida, tan pequeñita y frágil, tan salvaje otras veces, Sirius aun recuerda la pelea de la noche anterior, parecía enferma cuando Lily la acompaño a su cuarto y hoy no tiene mejor aspecto... "no tiene buen aspecto nunca" piensa Sirius, pero en un arranque de humanidad raro en él toma la jarra y le pone un poco en la copa. Ella no responde, Sirius se molesta, y mucho

-Podrías al menos darme las gracias- le susurra de manera peligrosa. Jane mira hacia otro lado

-Yo no te he pedido nada Black- su voz es ácida, peligrosa. El resto se retira ligeramente, sienten el inminente peligro

-Nunca encontraras un chico que quiera algo contigo si eres tan desagradable

-Si un chico solo quiere algo conmigo no creo que me interese

-Pues si sucede ese milagro no deberías desaprovechar la oportunidad- Sirius se ha inclinado ligeramente hacía ella con una sonrisa en sus labios

-¿y por que no si puede saberse?- responde ella girándose a mirarle, sus ojos se han vuelto peligrosos, tal y como le gustan a Sirius, como los de un gato rabioso. Sus caras en esos momentos están a escasos centímetros, la tensión se puede cortar con cuchillo, Sirius parece meditarlo unos momentos antes de responder

-Porque ningún hombre se enamoraría de una marimacho como tu, cuya única cualidad es jugar al quidditch. No eres guapa, no tienes buen cuerpo...

Sirius no ha podido terminar, ni tan solo se ha dado cuenta de lo que ha pasado, solo sabe que Jane esta en pie camino a la salida del gran comedor y el esta empapado de los pies a la cabeza de zumo de calabaza, no ha visto a Jane coger la copa y tirarsela a la cara. Lily la sigue a lo largo del comedor. Remus parece contrariado, James y Peter tienen que cogerse la tripa de tanta risa.

-¡esa estúpida!- bramó Sirius limpiándose la cara con una servilleta

-No deberías decirle esas cosas- le regaña Lupin- te lo has buscado tu solito

-¿Te pones de su parte Lunático?- Sirius le mira con el entrecejo fruncido

-Vamos Lunático- empieza James- tampoco era para ponerse así, a veces reacciona de manera desmesurada

-¿cómo quieres que reaccione si siempre la estas fastidiando?- Sirius fue a abrir la boca para contestar, Peter se le adelantó

-¿La habéis visto coger la copa y tirarsela?

-¿y eso que más da?- preguntó James

-Es que no... bueno, ha sido raro, la copa estaba encima de la mesa y de pronto encima de Sirius- susurró Peter

-Ahora por culpa de esa idota tendré que cambiarme de ropa... me las va a pagar.

Sirius se levantó echo una furia, recorriendo todo el comedor, pensando en la manera de hacerle pagar a Addams, la humillación que le había echo pasar. Los de Slythering le señalaban de manera grosera burlándose de él. Vio a Lucius Malfoy y a su prima Bellatrix riéndose con ganas.


Lily llegó al pasillo que llevaba a las mazmorras detrás de Jane, era increíble lo que corría esa chica cuando quería. Siguió avanzando rumbo a las mazmorras, los pasillos cada vez eran más oscuros y fríos, pero después de 6 años Lily ya estaba acostumbrada a todo aquello. El aula estaba cerrada todavía, Jane estaba dando vueltas alrededor murmurando para ella... siempre pasaba lo mismo, se peleaban, se insultaban... era la rutina de cada día y sin embargo... Lily pensaba que había algo más profundo.

-No deberías hacerle caso- Jane se volvió a mirarla, sacó una especie de botella, que al abrir soltó un vapor azulado, se la llevó a la boca e inhaló con fuerza

-No lo soporto- murmuró ella andando hasta recostarse en la pared

-Se mete contigo porque le respondes, si no le hicieras caso, dejaría de hacerlo

-Es superior a mi

-Lo se... lo cual me lleva a pensar...- Lily dudó unos momentos-... si no, ... estarás enamorada de él

-¡Que!- Jane se levantó de un saltó, antes de contestar sacó la botella y volvió a inhalar de ella- Eso no lo digas ni en broma... escúchame bien Lilian Evans.. si algún día caigo en la desgracia de enamorarme de un creído, engreído, y cabeza hueca como Black, llévame al manicomio- Lily rió con ganas, pero no pudo dejar de notar que Jane se había sonrojado.

Las mazmorras empezaron a llenarse, los alumnos fueron llegando y empezaron a ocupar sus pupitres, no era la clase que más gustaba a los Gryffindors porque la daban con los Slythering, y además el profesor Poison era el jefe de esa casa y siempre los favorecía. Lily se sentó junto a Jane en las últimas filas. Peter y James lo hicieron en el pupitre de delante y Remus en el de al lado, dejando un sitio para Sirius. James inmediatamente se giró hacia las chicas:

-Dime Lily... ¿cuándo vas a aceptar salir conmigo?- ella le miró con profunda indiferencia antes de responder

-Nunca

-Nunca es mucho tiempo- añadió James con una sonrisa seductora en sus labios- pero por ti puedo esperar- su voz sonó ronca. Lily se sintió enrojecer, pero pudo contestar

-Pues espera sentado Potter- logró escupir justo en el momento en que el Profesor Poison entraba en clase. Todos callaron inmediatamente

-Silencio- gritó, aunque no era necesario- hoy vamos a preparar un antídoto que les puede servir para la mayoría de venenos, les dará el tiempo suficiente para buscar un remedio más efectivo. Las instrucciones están en la pizarra. Empiecen

Era una de las pociones más complicadas que habían visto en su vida. Lily y Jane empezaron inmediatamente totalmente concentradas en la tarea. Se les daba bien, aunque nunca conseguían puntos para su casa, pero si a alguien se le daban bien eran a Jane, siempre le salían perfectas, tenía la capacidad de cortar los ingredientes con gran precisión, ponerlos en el momento justo, remover con una cadencia perfecta, era un don...

Un fuerte portazo sonó a los 10 minutos de clase, sobresaltando a todos los presentes, Sirius Black hizo una entrada triunfal en la clase ya limpio, pero igual de desaliñado que siempre:

-Lo siento profesor- empezó a disculparse- he tenido un incidente en el desayuno, una loca me ha tirado el almuerzo encima- añadió con malicia. Lily notó como Jane golpeaba con más fuerza los escarabajos azules que estaba triturando en el mortero "tranquila" le susurró

-¿Y cree señor Black que esa es una excusa para llegar tarde a mi clase?- susurró el profesor con ojos peligrosos- diez puntos menos para Gryffindor y esta tarde esta castigado

-Si...- susurró Sirius dirigiéndose a su mesa al lado de Lupin

-Ah, no señor Black, no se va a sentar con su compañero. Por favor siéntese al lado de la señorita Addams

Una cara se horrorizó al final de la clase... Jane había soltado el mortero encima de la mesa como si no pudiese creerse lo que estaba oyendo. Sirius por su parte sonrió satisfecho y Poison se frotó las manos, conocido era por todos que Black y Addams juntos eran una combinación letal, sobre todo a la hora de quitar puntos.

Con pesar Lily cogió sus cosas y fue a sentarse al lado de Remus. Sirius llegó hasta el pupitre con una sonrisa triunfal. Jane vertió el contenido del mortero en la poción que lanzó un humo azul antes de volverse roja...

-me alegro de estar aquí contigo... Jan- la pronunciación de su nombre la hizo estremecerse- me vas a pagar lo de esta mañana

-No me das miedo Black- susurró la chica

-Pues deberías saber que con un merodeador no se juega

Jan no respondió, se limitó a seguir con su tarea, vio como James se giraba para comentarle a Sirius algo sobre una broma que estaban tramando, Jan los ignoró, no quería saber nada, y menos con ese engreído.

Estaba añadiendo polvo de crin de unicornio cuando sintió como Sirius se acercaba a ella más de lo que era recomendable para su salud. Notó como se le aceleraban las pulsaciones, como empezaba a sudar... no le gustaba tener a Sirius tan cerca, pero nada... NADA

-Dime Jan¿por qué me odias tanto?- estaba sonriendo, de esa manera que solo él sabía hacer, y Jan estaba traspuesta

-Yo... no.. si... no- estaba maldiciéndose interiormente por perder el control de es manera, cuando notó que algo no marchaba bien en su poción.

Sirius hizo lanzó un silbido y saltó bajo la mesa... inmediatamente James y Peter le imitaron, Remus cogió a Lily para esconderla. Jane abrió mucho los ojos, la poción se hizo negra antes de explotar salpicándolos a todos... sintió como un jugo negro y pegajoso corría por su rostro, por su cuerpo, estaba caliente, demasiado... sus respiraciones se aceleraron, sus ojos se bañaron en lágrimas... oía a sus compañeros de clase gritar, asustados, en si la poción no les hizo nada, pero cundía el pánico.

-CHICA ESTÚPIDAAAAA- gritó el profesor Posion agitando la varita limpiando la clase y a sus compañeros- ¿SE PUEDE SABER QUE LE HAS HECHO A LA POCIÓN!

Jane no contestó, permanecía con los ojos cerrados, apretándolos fuertemente evitando que se saltaran las lágrimas, tratando de controlar su descontrolada respiración.

-MIREME A LOS OJOS CUANDO LE HABLEEEEE- Jane le obedeció de pronto, lo primero con lo que se encontró fue con la sonrisa de superioridad de Sirius, su sonrisa de suficiencia. Lily y Remus la miraban con pena, los de Slytering la miraban divertidos haciendo muecas grotescas, solo un Slytering la miraba con cierta pena, Severus Snape parecía enfadado, pero sus ojos negros estaban fijos en Sirius Black. La sustancia negra le tapaba parte de la cara resbalándole por el cuello- 50 PUNTOS MENOS PARA SU CASA Y ESTA CASTIGADA TODA LA SEMANA. Venga esta tarde a mi despacho, estas muestras de insubordinación no se pueden tolerar... Márchese de mi clase... no quiero verla aquí por el resto de la lección.

Jane cogió sus cosas rápidamente, sentía que no podía aguantar más, las ganas de llorar eran superiores a ella, se sentía humillada, dolida... odiaba a Sirius Black... le odiaba con todas sus fuerzas. Le terminó de destrozar el comentario de una chica de Slytering:

-Debería ir así siempre... esta mucho más guapa, no se le ve la cara- todos empezaron a reír con ganas- mientras las lágrimas azotaban sus ojos, Jane cruzó la puerta de la clase.

-Márchense todos- exclamó Poison- no podemos seguir con la clase

Todos los alumnos salieron de clase. Sirius se volvió furioso hacía los Slytering¿cómo se atrevían a insultarla, él era él único que tenía ese privilegio, se las iban a pagar.. y muy caras, quizá no en ese momento, pero se las iban a pagar. Cuando se volvió vio a Lily mirándole furiosa con los brazos sobre la cadera:

-Te has pasado Black..., eres un insensible.. un... un...- estaba tan furiosa que no le salían las palabras

-A ver Evans, ella me ha tirado encima el desayuno y yo la poción... ahora estamos en paz

-¿es que no te das cuenta de que para ella esta clase es importante?

-También lo es para mi el desayuno- añadió Sirius tratando de justificarse, lo cierto es que al principio le había parecido divertido

-Sirius por favor...- exclamó Lupin- se ha marchado llorando, esta vez se te ha ido la mano

-¿llorando?- susurró Sirius, empezaba a sentirse rastrero- bueno, ya se le pasará

-Eres idiota- bramó Lily desapareciendo por las escaleras

Sirius se encogió de hombros mirando a James, que estaba con los brazos cruzados sin decir nada

-Pues a mi me ha parecido muy divertido- empezó Peter- ha sido genial ver a todos esos sucios de poción.

-Gracias Peter- susurró Sirius

-La verdad es que no entiendo el odio que os tenéis, antes os llevabais bien- empezó James- todo esto viene desde el baile de 4º curso si no recuerdo mal... ibas a ir con ella, pero nunca llegó, tu viniste con otra chica- Sirius pareció incómodo

-No me acuerdo- dijo de manera poco convincente

-Quizá ha llegado el momento de hacer las paces- comentó Lupin- enterrar el hacha de guerra...

-¿estas loco?- salto Sirius- ¿perder la mayor de mis diversiones?... nunca- James asintió con una sonrisa. Remus negó con la cabeza y Peter lo miró con admiración.


Jane salió del castillo llorando a lágrima viva, necesitaba esconderse, relajarse, aliviar su ira.. tomar una determinación, toda aquella situación había llegado demasiado lejos...

Llegó hasta el campo de quidditch y entró a los vestuarios de las chicas caminó hacia las duchas, abriendo una de ellas totalmente vestida, el agua caliente cayó sobre su pelo, llevándose la suciedad de la poción, mezclándose con sus lágrimas, fue resbalando hasta el suelo y enterró su cabeza entre las rodillas, las palabras de Lily llegaron a su cabeza "creo que estas enamorada de él", claro que lo estaba, lo estaba desde el primer día que lo vio en el anden, tan seguro y confiado, su forma de andar imponente, sus maneras aristocráticas...le había encantado. Y ella era tan sencilla, tan vulgar... no la había visto hasta que entró en cuarto al equipo de quidditch, ese mismo año la invitó al baile y se había sentido la mujer más feliz del mundo... y luego... aquello, habían quedado junto a una estatua que hay en el segundo piso. Ella llegó feliz y confiada, Sirius nunca llegó, en su lugar le cayeron cientos de huevos y harina que mancharon su túnica de gala, que deshicieron su peinado... lloró con amargura, oh si, sintió como su corazón se rompía y desde ese día habían empezado las peleas.

Al principio ella lo había tomado como un halago, el gran Sirius Black perdía el tiempo metiendose con ella, y ella sentía que por primera vez la veía... pero después de dos años de peleas, insultos, bromas pesadas... estaba tan cansada, le dolía tanto cada vez...

Suspiró levemente, el llanto había cesado... se levantó deshizo la trenza para lavarse bien el pelo, se quitó la ropa... el vapor lo llenó todo. Salió de la ducha... uno de los espejos no se había empañado, pudo ver su reflejo en él. Su cabello rubio como el oro cayendo hasta la cintura estaba empezando a ondularse, miró su cuerpo, tenía unas piernas largas y bien moldeadas, una cintura estrecha, algo de caderas y poco pecho... era tan desproporcionada, un hombre como Sirius Black nunca se fijaría en un renacuajo como ella, no podía seguir con todo aquello, la estaba destrozando lentamente. Se puso el uniforme de Quiditch, tomó su escoba y salió al campo. Por primera vez no se recogió el pelo.


Sirius llegó a clase de transformaciones esperando ver a Jane, ella no fue, ni a encantamientos, ni runas, ni apareció a la hora de comida, ni a clase de defensa contra las artes oscuras... Lily cada hora estaba más preocupada, se le notaba en la cara... ¿y si le había pasado algo?...


Jane llevaba horas volando en la escoba, a gran velocidad, campo arriba, campo abajo, lanzándose e picado, haciendo volteretas, no había nada para tranquilizarse mejor que la velocidad... se detuvo en el aire, notaba una presencia en el suelo.. vestido de negro la estaba contemplando desde el suelo. Descendió suavemente junto a él mirándole con semblante serio:

-¿No deberías estar en clase Severus?- le preguntó poniendo un mechón de pelo detrás de la oreja

Severus Snape era de los que pensaba que la belleza era algo poco importante, que las chicas que solo se preocupaban de su físico carecían de atractivo alguno, y sin embargo nunca había visto a Jane como la estaba viendo ahora, no tenía ni idea de que su cabello tuviera aquel aspecto... era rizado, muy rizado, rubio y brillante, el sol del mediodía le arrancaba destellos cobrizos, estaba desordenado a causa del viento que la había acompañado en su vuelo, pero Snape tenía la sensación de que aunque el viento no se lo hubiera echo, tendría ese mismo aspecto. Sus mejillas estaban sonrosadas por la excitación producida por la velocidad... ¡Merlín santísimo! Esa chica era preciosa... y el no podía hablar, podía considerarse honrado de haber tenido esa visión divina que nadie más había tenido, y ahora era solo suya.

-Severus...- dijo ella en tono suave- ¿cómo es que no estas en clase?

-No pasa nada por que me pierda Historia de la Magia un día¿no crees?

-La verdad es que no- respondió ella con una encantadora sonrisa... ¿por qué nunca se había fijado?- ¿por qué has venido?

-He visto que no habías venido a comer y suponiendo que estabas aquí, te he traído algo

-Gracias

Ella contenta tomó el plato que le tendía y se dirigieron hacia los banquitos que había al borde del campo. Era una situación extraña, un Slytering y una Gryffindor llevándose bien, y más si se trataba de un Slytering como Snape que no tenía amigos. Sin embargo, ellos tenían una cosa en común, la pasión por las pociones, lo descubrieron un día en la biblioteca cuando los dos fueron a por el mismo libro para un trabajo. Al principio se pelearon, pero Madam Pince les obligó a compartirlo, hablaron un poco y al final de la tarde eran grandes amigos... increíble.

-¿cómo te encuentras?- susurró Snape mirándola mientras comía. Justo antes de empezar se había recogido el pelo en una trenza nuevamente, pero la imagen de ella al bajar de la escoba no se le iba a olvidar fácilmente.

-Bien- respondió ella con una sonrisa amable

-Ese estúpido Black- musito cerrando los puños- tu poción era perfecta, y el la ha estropeado

-Ya, estoy acostumbrada, no te preocupes

-Déjame que le lance alguna maldición para convertirlo de por vida en un sapo verrugoso

-Es muy tentador Severus, pero... he tomado una decisión

-¡cual, devolvérsela?

-No, eso no trae el efecto que quiero. He decidido ignorarle como me dijo Lily, al final se cansará

-Es una buena opción, pero no creo que de resultado con una cabeza de sapo como ese- respondió Snape haciendo reír a Jane

-Entonces tomaré en cuenta tu proposición y lo convertiré en un sapo cornudo


Sirius estaba realmente preocupado, no dejaba de andar por la sala común preguntando a todos si habían visto a Jane, nadie lo había echo, Lily había ido a la lechucería, al aula de astronomía, a la enfermería... ella no estaba.

-No estaba en el lago- añadió Lily entrando con Remus por el retrato

-Ni en la cabaña de Hagrid- dijo James que había ido con Peter.

-¿dónde se puede haber metido?- preguntó Sirius se le veía preocupado, muy preocupado

-Ay Va!- exclamó James golpeándose la cabeza con una mano- el mapa!

Sirius abrió mucho los ojos y subió corriendo detrás de su amigo rumbo a su cuarto, Los demás también lo hicieron. Cuando llegó James ya había desdoblado el mapa y lo estaba escudriñando con ojos frenéticos:

-¿ese mapa es de Hogwarts?- preguntó Lily mirando por encima del hombro de Peter

-Si, lo hicimos en tercero, además muestra donde se encuentra cada persona del castillo en todo momento

-Asombroso- susurró Lily muy asombrada

-¿la ves?- preguntó Sirius

-espera... ¡aquí esta!- exclamó- rumbo a las mazmorras

-¡el castigo!- gritó Sirius saliendo por la puerta del cuarto corriendo.

Cualquiera que lo hubiera visto, pensaría que un enorme perro negro corría por los pasillos, nada más lejos de la realidad. Sirius corría como nunca en su vida, necesitaba verla, tenía la imperiosa necesidad sw saber que estaba bien... cruzó la puerta del despacho del profesor Poison que ya lo estaba esperando y cogió aire. Ella estaba de pie de espaldas a la puerta, no se volvió a mirarlo...

-Ahora que el señor Black se ha dignado a acompañarnos con su presencia podemos empezar el castigo- susurró el maestro con su tono característico haciendo que los siguiera. Sirius observó a Jane, parecía bien, estaba tan normal como siempre, excepto porque no lo había mirado en todo el tiempo.

Llegaron a una de las mazmorras, era oscura y sucia, el profesor los puso a limpiar y ordenar los estantes con ingredientes que había allí. Cuando salió Sirius bufó molesto:

-A veces me gustaría que nos pusieran castigos mas originales- por primera vez Jane le miró, el sintió un cosquilleo correr por su espalda, y sin embargo ella no le respondió. Se limitó a ir hacia el final de la clase para coger un trapo y el abrillantador. Sirius empezaba a estar molesto- Lily estaba muy preocupada por ti- le dijo, ella siguió ignorándole- ¿qué es esto una huelga de silencio¿no vas a hablarme, porque permíteme decirte que tu esta mañana me has tirado el zumo encima

-Y tu a mi la poción, así que ya estamos en paz- habló ella por primera vez- así que olvídalo ¿quieres?

-¿dónde estabas?

-En el campo de quiddictch, volando

Sirius se sintió estúpido, claro, el único sitio donde podía estar y el único donde no habían mirado. Ella siguió limpiando en silencio. Estuvieron varias horas allí, Sirius estaba empezando a aburrirse y cuando un Black se aburre puede ser peligroso, enseguida empieza a echar mano de la diversión que tiene más a mano, y si esa es Jane Addams, es mejor que ninguna, le encantaban sus ojos chispeantes cuando la hacía enfadar, esa mirada de profundo desprecio que solo le lanzaba a él:

-Supongo que habrás oído la recomendación de los Slytering cuando has salido de clase- Jane cerró el puño con fuerza... no iba a enfadarse, no iba a responder, se lo había propuesto.

-Si, quizá me la tome enserio

-Harías bien, la verdad es que el jugo negro te quedaba bien... no se veía la cara esa de mono malcarado que tienes- ella no respondió- si quieres puedo decirte que sustancia añadí para que puedas prepararla

-Te lo agradecería mucho- añadió ella. Sirius la miró desilusionado, no era esa la respuesta que esperaba, quería gritos, mirada de odio... sus ojos gatunos

-Claro- siguió tratando de hacerla enfadar- supondría un gran alivio para todos no tener que ver tu desagradable cara

-Black, si no te gusta mi cara- Jane dejó el trapo y el abrillantador en su sitio y se volvió hacia él, sus ojos eran tranquilos- la solución es simple... no me mires y ya esta- Sirius se desilusiono con aquella contestación, esa no era la Jane que el conocía

-¿Te pasa algo?- le preguntó atónito- ¿te encuentras bien?

-¿y porque había de encontrarme mal?

-No te enfadas- añadió el

-Si, no tiene sentido enfadarme contigo... he llegado a un punto en que nada de lo que tu me digas me afecta... no voy a discutir más, no mas peleas, ni gritos, ni bromas de mal gusto... se acabó- dicho esto Jane se dirigió hacia la puerta del aula sin mirar atrás

-¿No mas peleas?- preguntó Sirius- no puedes hacer eso

-Claro que puedo- respondió ella desde la puerta para mirarle con una sonrisa condescendiente- hay dicho que dice que cuando uno no quiere dos no se pelean, y yo ya no quiero pelear contigo

-¿y que quieres?- preguntó Sirius molesto, aquello le estaba haciendo enfadar más

-Que desaparezcas de mi vida de una vez por todas

Jane se marcho dejando a Sirius plantado en mitad de la clase, no podía ser, ella no podía dejar de meterse con él, de gastarle bromas, sino se iba a aburrir mucho, además ella era especial por eso, su humor era genial, su genio de mil demonios... era una gamberra vestida con piel de cordero, y eso le encantaba... ¿por qué?... No se lo iba a permitir, la iba a convertir en el blanco de todas sus bromas... y al final todo volvería a ser como al principio... ellos peleándose, como debía ser para mantener el equilibrio de las cosas. Y es que Sirius Black siempre conseguía lo que se proponía.


Bueno, no es gran cosa... en realidad este capi y el segundo son más inroductorios que nada, la verdadera historia empieza en el tercero. de todas formas espero que os haya gustado... y si de paso me dejais algun review para decirmelo mejor que mejor...

Bueno, y si no os ha gustado, tambien me podeis dejar un revew para decirmelo jajajajajajaja

Nos vemos