De ninguna forma me pertenece Naruto, sino hubiese terminado mucho más yaoi.
Aviso: Sip este es el capítulo uno de nuevo pero con algunas correcciones de ortografía y gramática, prácticamente no he tocado el contenido pero al momento de releerlo para escribir el segundo me di cuenta de algunos errores horribles que había hecho y simplemente no lo quería dejar así, igual estoy ya escribiendo el segundo por lo que no tardo mucho en actualizar otra vez.
Mi última obsesión han sido los fanfics self insert pero me he dado cuenta de que casi no hay en español y he tenido que leerlos en ingles así que me dije "Shiori debes ayudar a que la comunidad sioc en español crezca", además de que gracias a una amiga me di cuenta que sería muy divertido regresar a escribir fanfics y pues aquí estoy tratando de hacer mi parte. Ya hace mucho tiempo que no he escrito nada así que tengan paciencia si tengo algunos errores y debo aclarar que esto no es totalmente un sioc es más un semi sioc ya que el personaje si tiene mucho en común conmigo pero para bien de la historia he cambado varias cosas.
En fin ojala disfruten esta historia, vamos a ello:
Edad 0:
¿Qué demonios pasó?
¿Dónde mierda estoy?
¿Por qué no veo nada?
¿¡Maldita sea porque siento algo dentro de mí!?
El latido de mi corazón aumentaba peligrosamente, podía sentir mi cabeza palpitar y el dolor en mis sienes no me dejaba pensar con claridad, algo está sujetándome en un abrazo cálido pero no puedo concentrarme con la abrumadora sensación que me invade, me siento desvanecer y no logro dar significado a la humedad que hay de pronto sobre mí ni a los sollozos masculinos que inundan el lugar. Siento lentamente como mi conciencia se apaga y me dejo arrastrar a la oscuridad deseando simplemente que se detenga todo y pueda pensar.
Despierto de nuevo pero la sensación se ha desvanecido en su mayoría y solo puedo sentir un leve dolor de cabeza, ahora que estoy más calmada puedo analizar mi precaria situación, mi vista sigue un poco nublada y no tengo mucha sensación en el cuerpo; es como si hubiese sido anestesiada, cuyo pensamiento me lleva de inmediato a creer que tuve un accidente o algo similar y ahora me encuentro en una especie de cuarto de hospital lo cual no es un alivio, al contrario siento como comienzo a hiperventilar un poco y me obligo a calmarme tomando respiraciones más largas.
El cansancio empieza a apoderarse de mí y poco a poco me voy quedando dormida hasta que algo me sujeta y levanta sin ningún tipo de cuidado, mierda mierda mierda ¡¿Qué es esto?!. Lo que sea que me está levantando me envuelve y rudamente trata de meterme algo a la boca, estoy en shock así que no opongo ninguna resistencia y término bebiendo del líquido extraño que sale de ahí.
Sigo bebiendo enfocándome en tratar de darle una explicación a la situación, hasta que se extrae la cosa de mi boca y algo grande se acerca a mi cara, en el momento en que mis ojos son capaces de enfocar la cosa en cuestión todo el aire abandona mis pulmones, lo que estoy viendo es la gigantesca cara de un hombre frente a mí y no soy capaz de terminar ningún otro pensamiento cuando de nuevo la oscuridad me arrastra a la inconsciencia.
Desde que puedo recordar yo siempre me he enorgullecido de ser una persona racional que evalúa los hechos y respecto a eso actúa, pero que se supone que diga ahora cuando al pasar de los días toda la evidencia que encuentro apunta a que soy un bebé, un indefenso bebé al cuidado de un padre del que lo único que puedo decir es que es un incompetente.
Si no fuese por los niños y adolescentes que vienen constantemente a alimentarme y cuidarme ya estaría muerta. Ha pasado mucho tiempo desde la primera vez que desperté y con forme avanzaban los días fui recuperando mis sentidos y analizando el entorno, es innegable la verdad que expone la condición en la que me encuentro; increíblemente no me volví loca con el descubrimiento más bien fue un pánico silencioso que pronto paso a ser sustituido con la insaciable curiosidad que durante tanto tiempo guió mi vida, de modo que seguí absorbiendo toda la información que me fuese posible.
Al ser yo este bebé habían dos posibilidades, había muerto y reencarnado lo cual sinceramente me daba de alguna forma más alivio que la otra opción, la otra opción en realidad era algo a lo que había temido durante mucho tiempo, encontrarme en una situación en la que había perdido lo más importante en mi, mi mente. Podría ser un estado de coma o podría estar en este momento encerrada en un psiquiátrico, habían muchas posibilidades pero todas igual de aterradoras; personalmente nunca había tenido miedo a la muerte pero la perdida de mi libertad, de mi misma, ese había sido mi mortal enemigo y lo peor del caso es que era la respuesta que podría explicar con más certeza la realidad de mi condición actual; así que en lugar de sufrir más por esto opto por ignorar todo y sea lo que sea ahora esta es mi realidad así que tengo que seguir con ella.
Conozco perfectamente las consecuencias de un pensamiento así pero debo evitar entrar en pánico y alejar cualquier sentimiento que pudiese nublar mi juicio, no sirve de nada que me vuelva loca con esto si no ayuda en nada a sacarme de aquí, por ahora solo tengo que esperar.
De nuevo he dejado pasar el tiempo desde la última vez que deje que mi mente tratase de darle sentido a mi nueva vida, como me gusta llamarla, pero debo dejar de huir de lo que he visto y vivido; respiro hondamente para enlistar los hechos dentro de mi cabeza, tal vez si me desplazo parte por parte sea capaz de procesar mejor esto. El ruido de la puerta de la habitación me saca de mis pensamientos, afortunadamente ahora que puedo moverme un poco más soy capaz de rodar y sentarme sujetándome de los barrotes de lo que hasta hace poco me di cuenta era mi cuna.
No fue particularmente difícil darme cuenta que incluso siendo un recién nacido ya tenía mi propia habitación la cual es debo decir bastante impersonal; las paredes están pintadas en un tono blanco descolorido y los únicos muebles dentro son la cuna, una pequeña mesita de noche y un viejo armario, por lo demás está completamente vacía; esto no es lo que imaginaba debería ser la habitación de un bebe pero para mí como un adulto era perfectamente aceptable, por lo menos no tengo que soportar los colores chirriantes que algunos padres escogen para adornar la habitación de sus hijos.
-Haru-chan jshrbyr skrubusb extrañar- entrando por la puerta era uno de los niños que venían a cuidar de mi en lugar de mi padre. Me levanta en brazos y procede a llevarme a la sala de la casa, dudo que sea para alimentarme ya que no ha pasado mucho tiempo desde la última vez, así que probablemente querrá que juegue o algo así.
Casi no tengo juguetes, los únicos pocos que poseo han sido regalo de algunos de mis cuidadores, supongo que es triste que un bebé no tenga nada para jugar pero nuevamente yo estoy perfectamente bien con eso, en realidad prefiero pasar el tiempo hojeando los libros que mi padre actual tiene en una pequeña cómoda ubicada en la sala. Durante el tiempo que ha pasado he podido recorrer más de la que ahora es mi casa, se trata de un lugar viejo inspirado totalmente en el estilo oriental y solo cuenta con dos habitaciones, un baño, una pequeña cocina con espacio para una mesa pequeña, la sala, lo que presumo es una bodega y un decente patio trasero.
Es muy escaso de muebles y muchos de ellos tienen una fina capa de polvo encima igual que mi habitación, pero no es tan descuidado como pensé la primera vez que lo vi, es simplemente austero y carente de personalidad pero funciona perfectamente mejor que el caos que he visto en otras casas durante mi antigua vida.
¡Ahhh! Me siento cada vez más desesperada cuando las palabras "antigua vida" cruzan por mi mente, necesito tranquilidad para poder pensar así que miro al niño que aun me sostiene y apunto a los almohadones esparcidos en el polvoriento sofá e inmediatamente entiende que deseo ser colocada allí. En cuanto me suelta procedo a recostarme abrazando un cojín mientras él se sienta junto a mí simplemente acariciando mi cabeza entendiendo que quiero dormir un poco más, solo que eso es falso lo que necesito es que deje de hablar para poder seguir pensando, por mucho que disfrute su compañía ya él es uno de mis cuidadores más amables y gentiles, es de los pocos de los cuales me gustaría conocer su nombre. Bien debo dejar de distraerme y concentrarme en lo importante.
Ahora enlistando hechos,
1.- Soy un bebé, esto es en verdad molesto, si bien no puedo recordar muchas cosas y casi siempre estoy cayendo en la inconsciencia mi mente no me deja ignorar el hecho de que conozco perfectamente las humillaciones implícitas que vienen con el cambio de pañales, alimentación e higiene de un bebe. Por lo menos al no tener una madre presente no tengo que pasar por otro suceso horrible, la lactancia materna, aunque prefiero tampoco pensar en lugar de procedencia de la leche que bebo, eww.
2.- No soy más una mujer, y me refiero en el sentido biológico de la palabra aunque si lo pienso a fondo en el sentido de género tampoco, aunque no es como si me hubiese identificado con el género masculino en su lugar; como sea ese fue un hecho que descubrí mientras una de mis muchas cuidadoras cambiaba mi pañal, oh la cara de sorpresa que he de haber tenido al ver una pequeña extensión de mi que nunca antes había estado allí, bueno refiriéndome a mi antiguo cuerpo, de igual forma esto no me perturbo mucho como ya dije.
En mi anterior vida nunca me había importado mucho la clasificación o los prejuicios que envolvían todo el tema del género y la sexualidad; en un mundo tan lleno de odio e intolerancia como ese, cualquier forma y expresión de amor tanto propio como hacia los demás siempre me resulto profundamente hermosa, en comparación a los otros hechos este seria particularmente fácil de tratar, solo tendría que acostumbrarme a ser él y no ella al hablar y asunto resuelto.
3.-Mi padre actual me detesta y nunca he visto a mi madre actual, aunque al principio pensé que una de las cuidadoras lo era pero en cuanto estuve frente a un espejo me di cuenta que era falso, no había forma que con su hermosa piel oscura y cabello color ébano pudiese ser mi madre, por mucho que eso me hubiese gustado; tampoco es que hubiese tenido mucho problema con no tener madre, ya que para mi mis padres originales son los únicos padres reales que tendría. El hecho que me resulta particularmente curioso de recalcar es lo poco que veo a mi padre actual y su extraña frialdad hacia mí, siempre que estamos en la misma habitación me lanza una serie de extrañas miradas cuyo sentimiento están destinadas a transmitir soy completamente incapaz de comprender, ¿está acaso decepcionado de mi?, no lo sé pero prefiero suponer que se tratará de una extraña combinación entre su perpetua seriedad y el hecho de que no le agrado mucho.
4.-Soy hermoso, ok tal vez exagero pero es lo único bueno que me ha pasado desde que desperté como un puto bebé; gracias a una de mis más jóvenes cuidadoras la cual se empecinaba en peinar mi cabello pude estar frente a un espejo y debo decir que soy adorable, tengo una piel clara sin llegar a ser pálida, mejillas rosadas y rechonchas, brillantes ojos azules y un hermoso cabello cuyo color solo podría describir como arena mojada, un castaño claro precioso cuya longitud ahora iba por debajo del lóbulo de mis orejas, lo cual me hace ver más femenino y me lleva a entender porque la niña se empecinaba tanto en querer peinarme.
5.-Me encuentro en un lugar cuyo idioma no entiendo, puedo deducir fácilmente que se trata de japonés ya que al ser un ávido fan de su cultura me acostumbre a escuchar el idioma y conocer el significado de algunas palabras pero eso es muy diferente a poder entender completamente el idioma; gracias a mis cuidadores he avanzado un poco más en ese asunto y por lo menos he descubierto que mi nuevo nombre es Haru, es un buen avance considerando mi casi nula habilidad en aprender otros idiomas, por esa razón siempre preferí las matemáticas y las ciencias exactas.
Siento como mis miembros se tensan al estar tan cerca del último punto y realmente desearía no pensar en ello pero se trata de una situación que debe ser manejada con urgencia.
6.-¡Estoy en el puto Naruto!... inhala, exhala, inhala, exhala….
¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh! Estoy loca… o estoy jodida y no sé que es peor. Levanto mi cabeza del sofá para poder mirar por la ventana la única porción del monumento Hokage que se puede ver desde mi casa y seguidamente volteo a ver la frente de mi cuidador cuyo protector brillaba como si se burlase de mí.
No necesito ser un genio para poder explicar entonces la sensación que me abrumó la primera vez que desperté aquí y que ahora se mantenía como un zumbido en la parte posterior de mi cabeza y una sensación de hormigueo en el centro de mi estomago.
Existiendo tantas y tantos fans que morirían por estar en mi lugar, me toca a mí quien realmente preferiría regresar a su mundo; debería estar triste en realidad pero supongo que es simplemente porque estoy ignorando todo lo que he perdido… ¡detenlo! ¡detenlo!… debo dejar de pensar… Trato de guardar todo de nuevo dentro pero es imposible, siempre corte mi hilo de pensamiento antes de que llegara allí, pero no puedo evitarlo más, en realidad he perdido todo.
Lloro, en mi cabeza aparecen las caras de mis personas preciosas, los brillantes recuerdos que compartí con ellos me desgarran y la realización de que nunca más volverán me hace perder la compostura que me queda, lloro aun más y dejo de sentir el mundo a mi alrededor, solo existo yo y mi dolor. Me estoy perdiendo, escucho sus voces, su risa, sus lágrimas. Para mi cada momento siempre fue precioso incluso aquellos más tristes, porque fue donde creamos los lazos más fuertes, los que nos unirían por siempre…
Las lágrimas no me dejan ver, mi garganta quema y ya no puedo respirar, pero ya no me importa porque sé que me fue quitado lo que más amo, porque necesito que este dolor me diga que todo fue real, que me marque y no me permita olvidarlos, porque sin eso no soy yo, porque sin ellos estoy sola. El negro comienza a devorar los bordes de mi visión y simplemente me entrego a los brazos de la nada, necesito volver a cerrar todo.
Edad 1:
Han pasado ya varios meses desde mi ruptura, creo que me encuentro mejor ahora pero sigo evitando pensar en eso y estoy seguro que mis cuidadores lo agradecerían infinitamente tomando en cuenta que desde ese día el amable genin nunca volvió a aparecer.
Curiosamente desde el incidente la vida aquí ha mejorado mucho, aunque por el momento no haya podido salir nunca de la casa. He progresado rápidamente en mi desarrollo tanto físico y verbal, soy capaz de caminar alrededor de la casa sin caer y además comprendo bastante más el japonés aunque mi vocabulario no sea tan amplio como antes y aun no haya dicho mi primera palabra en público pero me las apaño perfectamente bien a señas, lo cual está bien para la edad que debo de tener, aunque no estoy muy seguro cual es pero no debería estar muy lejos del año y medio, que en realidad nunca hubiese sabido que era mi cumpleaños si no fuese por el pequeño pastel que me regalo un equipo genin hace algunos meses, al parecer en esta realidad el 4 de diciembre es mi cumpleaños.
También he mejorado en la adaptación a mis propios cambios dentro de esta vida, siendo Haru y siendo un niño, lo cual como pensé no resulto muy difícil considerando que todos se dirigen a mí de esa manera, además de la gran ayuda que es el hecho de que extrañamente disfruto mucho el ser varón. Sigo sin ver mucho a mi padre, de él lo único que puedo decir es que es un hombre de complexión bastante grande y bien mantenido considerando los 50 años que le calculo, de cabello y ojos de un rico color chocolate, de expresión seria y un aura un poco opresiva, su nombre es Makoto Okuda de rango chunin, lo cual podría explicaría su constante ausencia.
Salgo de mi habitación hacia la sala un poco tambaleante vestido únicamente con una camiseta sin mangas blanca y pantalones cortos beige; hoy nuevamente estoy solo, es extraño pero últimamente han dejado de venir los genin a cuidarme, no es que me queje ya que me ha permitido jugar con la mejor cosa de este mundo y que me haya demorado tanto en recordarlo me dan ganas de estrellar mi cabeza en el piso. El chakra es lo que hace a este lugar tan sorprendente, ¡es la magia hecha realidad! hahaha, llevo jugando con el poco pero ahora que estoy solo puedo aprovechar más el tiempo y aprender a controlarlo mejor, por lo que me dispongo a buscar un trozo de papel en la sala pero como solo soy capaz de encontrar uno en la basura tendré que conformarme con eso.
Tomo un cojín del sofá y lo coloco en el suelo para sentarme sobre él y empezar a entrenar, me he dado cuenta que no me es muy difícil mantener las cosas pegadas a mi por medio del control del chakra pero supongo que es más fácil teniendo una mente con lo equivalente a un poco más de 22 años de aprendizaje; si es correcto mi conocimiento sobre este mundo y el funcionamiento del chakra debo tener una enorme ventaja sobre todo en chakra espiritual.
Coloco el papel en mi frente y no toma mucho esfuerzo de mi parte para que este se quede pegado allí así que procedo a cerrar mis ojos; normalmente en esto consiste mi "entrenamiento", tener algo pegado en mi mientras pienso en otras cosas sin tener que concentrarme completamente en el papel, así será mucho más intuitivo y fácil mi uso posterior del chakra, lo cual debo decir está funcionando correctamente porque solo necesito muy poca concentración para mantener el papel allí.
Pero basta de auto alabanzas, hoy me he decidido a ocupar este tiempo en pensar en mi plan a futuro en este mundo, lo cual promete ser bastante complicado en vista de los obstáculos que hay. Primero que nada mi conocimiento sobre este mundo y los eventos futuros serán una invaluable ventaja y moneda de cambio, pero al mismo tiempo puede ser lo que se convierta en mi perdición; debo manejarlo con la mayor cautela posible sobre todo si tomo en cuenta mi desconocimiento de en qué lugar de la línea temporal nací y cuáles de los locos de Konoha se encuentran aún aquí, entiéndase Orochimaru y Danzo, gracias al monumento Hokage puedo deducir que me encuentro en algún punto después de que Minato se volviese el cuarto Hokage pero antes de que Tsunade tome el manto, que tan antes no puedo decirlo ya que desde la única ventana de mi casa que da directamente al pueblo solo he podido ver los restos de lo que presumo fue un ataque contra la aldea, aunque no puedo decir si se trató del ataque del Kyuuby, la invasión del sonido o alguno del que desconozca.
No puedo hacer ningún plan sin tener más información, todo dependerá de en que generación me encuentro y con qué personas puedo construir una red de seguridad; antes de que pueda seguir pensando en cómo obtener más información me detengo por la sensación de tener a alguien mirándome, debe ser padre, demonios quería sorprenderlo con mi control de chakra una vez que lo hubiese perfeccionado más, negando ese pensamiento abro los ojos lentamente esperando ver su mirada de sorpresa o tal vez orgullo pero lo que veo está muy lejos de eso.
Está de pie justo frente a mi mirándome fijamente y un escalofrió me recorre completamente cuando nuestros ojos se encuentran, los suyos están enrojecidos y al ver más a detalle su rostro se de inmediato que está furioso. Tengo miedo, estoy completamente aterrado y no tengo idea de que está pasando pero no soy capaz de mover ni un solo musculo; necesito hacer algo, lo que sea, ¡cualquier cosa que lo distraiga!; entonces la idea viene a mí, algo que había estado guardando para un mejor momento.
-To-tou-san- digo por primera vez con mi infantil voz, sin poder evitar el tartamudeo, sonrío lo mejor que puedo cuidando de abrir más mis ojos azules para resaltar mi aspecto adorable de niño pequeño, pero antes de que incluso pueda registrar el hecho mi padre patea con fuerza mi cabeza tirándome al suelo.
Sigo en shock por el dolor cuando se acerca a mí y lanza su mano directamente a mi pequeño cuello apretando con fuerza tratando de asfixiarme, ¿¡que está sucediendo?!, me aprieta cada vez más fuerte y el dolor se intensifica pero aún puedo sentir como un líquido caliente se desliza por mi rostro, ¿¡estoy sangrando!?.
-¿Así que me lo restriegas en mi cara maldito monstruo?- grita mientras me empuja contra la pared sin aflojar su agarre –No te basto con arrebatarme a mi amada Minami ahora también te burlas de que por culpa tuya perdí lo último que me quedaba –solloza un poco- ¡MI CARRERA SHINOBI!-
-To-ou…- intento de nuevo tratando de que vuelva en sí, no tengo ni idea de lo que está hablando pero estoy horrorizado porque puedo ver en su mirada que si no lo detengo ahora es capaz de hacerme muchísimo más daño.
-¡CALLATE! Si no estás muerto es porque eres lo único que me queda de ella pero no tientes tu suerte porque en este momento no me importaría tanto acabar contigo- aprieta mas mi garganta antes de arrojarme del otro lado de la sala.
-Desde ahora te dirigirás a mí únicamente como Makoto-sama y te convertirás en mi herramienta, esa será la única forma en la que podrás expiar tus pecados, sirviendo al pueblo y sirviéndome a mí- habla con seriedad sin expresión en su rostro y no me atrevo ni siquiera a respirar.
-Yo llevaré personalmente tu entrenamiento, responderás exclusivamente mis órdenes y cualquier desobediencia será castiga severamente- camina hacia su habitación –Mañana comenzare contigo, levántate y limpia este desastre- cierra la puerta de su habitación dejándome solo.
Tengo tanto miedo, ira y dolor que lo único que soy capaz de hacer es acurrucarme en posición fetal y llorar en silencio, ¡EL UNICO MONSTRUO AQUÍ ES ÉL! ¡Como se atreve a lastimarme de esta forma, solo soy un jodido niño pequeño! Dejo que la rabia me llene completamente mientras sigo tirado en el piso, puede que no sea totalmente cierto eso último pero para lo que ese maldito sabe es cierto, y aun así pensando que soy únicamente su pequeño hijo se atrevió a golpearme; de pronto una oleada de pánico ahoga lo demás completamente. ¿¡Que voy a hacer!? Necesito pedir ayuda, tengo que salir de aquí, voy a terminar muerto si no me alejo de aquí.
Es increíblemente doloroso pero soy capaz de ponerme en pie y trato de dirigirme hacia la puerta, justo cuando estoy por tomar el pomo de la puerta la realización me golpea como un balde de agua fría. ¿Soy realmente capaz de salir de aquí? Mientras que él es un chunin yo no soy siquiera capaz de correr, es imposible que escape de aquí y él también lo sabe, es por eso que ni siquiera se molesto en encerrarme, sin los genin aquí me doy cuenta que realmente no tengo ningún contacto con el exterior, podría simplemente desaparecer y todo estaría bien.
No puedo ni siquiera engañarme a mí mismo pensando que Konoha me ayudará, ellos desaparecieron a uno de los clanes más poderosos de la historia shinobi en una sola noche y nada se hizo al respecto, los anbu pudieron haber tenido órdenes de no intervenir pero todos los demás no movieron ni un solo dedo en su ayuda, ¿esperan que crea que en una aldea llena de shinobis ni uno solo de ellos se dio cuenta que algo malo pasaba?, que no solo otros shinobis sino civiles y niños inocentes eran masacrados, bullshit.
Ante mi fui capaz de ver como mi vida bifurcaba en dos caminos, podía elegir quedarme, sacrificar mi libertad e integridad por poder, por la promesa de que en algún punto en el futuro podría ser lo suficientemente fuerte para largarme de aquí, para no tener que temer así otra vez, para poder levantarme en por mis propios pies o podría escoger intentar escapar lo cual incluso si pudiera no sabría a donde ir o en quien confiar, no puedo saber si hay alguien como Naruto allí afuera dispuesto a ayudarme por sobre todo y todos; me detuve abruptamente en ese pensamiento, un momento eso no es quién soy, pudo haberme afectado mentalmente volver a ser un niño en este mundo pero jamás podre cambiar quien soy en verdad, yo quien nunca fui de rodillas a suplicarle ayuda a nadie, yo quien nunca me incline ante nadie y sobre todo, yo quien nunca fui pisoteado por nadie.
Siempre había odiado a Sasuke desde el momento en que apareció por primera vez, ese egocéntrico niño que sacrifico todo por poder; pero hoy por primera vez soy capaz de entenderlo, el sentimiento de impotencia y el odio en mi interior devoraban todo a su paso, ni siquiera mi brillante mente ni la racionalidad de la que tanto me enorgullecía podían detenerlos, devoraron todo dejándome simplemente con anisas de destruir algo, de destruirlo todo solo para probar que podía.
Fui a la cocina y tome un paño mojándolo completamente, para después proceder a limpiar tal y como lo había ordenado ese imbécil; mi elección ya estaba hecha y eso calmo a la parte más oscura de mi, el haber sido tratado como un niño pequeño había hecho que me olvidase de una de las partes mas esenciales de mi personalidad; yo era una perra manipuladora, siempre lo había sido y no podía perder eso, tal vez eso sería lo único que me pudiese mantener viva.
Toda mi anterior vida había vivido a base de halagos y cumplidos, no había persona que no elogiase por lo menos una vez mi inteligencia, esa era la principal razón por la que había escondido tantas de mis capacidades en esta vida, simplemente para mostrarlas en el momento más oportuno y ganarme la admiración de mi padre actual; era debido a esto que anteriormente había crecido hasta convertirme en el ser manipulador que había sido, había encontrado la forma de obtener todo lo que quería y aun así ser admirada. Yo sabía perfectamente como este retorcido complejo de inferioridad había arruinado mucho de mi vida anterior y había buscado tratar de eliminarlo, pero era imposible, eso es lo que era yo.
Pero esa no era mi única motivación para quedarme, sabía lo que venía, por más que desconociese en donde me encontraba en la línea del tiempo sabia que lo peor aún estaba por venir, la invasión de Pain y la cuarta guerra mundial shinobi, sin la preparación adecuada cualquiera de esos eventos terminaría con mi vida, si no es que cualquiera de los demás peligros existentes en este mundo lo hacía primero.
Porque si era completamente sincero conmigo mismo sabia lo peligroso que era este mundo desde que vislumbre por primera vez la montaña Hokage, ni el anime o el manga retrataron la cruda realidad de un mundo en donde niños eran entrenados como asesinos y enviados al a guerra, solo para sufrir una muerte horrible si no eran capaces de mantenerse en el frente de batalla, y esto era considerado como el más alto honor, mientras que si un shinobi escogía la vida de sus compañeros, de sus personas preciosas por sobre la misión era juzgado como la peor clase de escoria.
Termine de limpiar y acomodar lo que había caído al suelo para dirigirme a la regadera y eliminar la sangre que aún tenia encima, por lo menos solo había sido un corte insignificante cerca del nacimiento del cabello por lo que ya había dejado de sangrar y estaba en proceso de cicatrizar. Cuando termine me asegure de dejar limpio el baño y entre arrastrándome ya sin energía en mi habitación desechando la ropa manchada de sangre en una de las esquinas de esta; busque en el pequeño armario algo limpio y con dificultad me vestí, incapaz de subir a mi cuna lo único que pude hacer fue extraer una de las mantas a través de los barrotes y acurrucarme en el suelo cayendo dormido casi al instante.
La mañana había llegado más rápido de lo que hubiera deseado, no quería ver a ese monstruo otra vez, pero esto había sido mi elección y ahora tendría que mantenerme firme en ella.
-Tienes 10 minutos para vestirte y presentarte en la cocina- me despertó fríamente padre de pie en el marco de la puerta, había vuelto a llamarlo padre en mi cabeza por temor a equivocarme en presencia de alguien más y delatarnos, además por alguna razón sonaba perfecto como insulto, que hay peor para él que llamarlo padre. Por lo poco que entendí anoche él me culpa por la muerte de Minami quien seguramente fue mi madre de este mundo, además del hecho de que ya no puede ser más un shinobi, cosa con la cual no puedo explicar porque tengo algo que ver.
-Como ordene Makoto-sama- conteste lo más sumisamente posible a pesar de lo roto que sonaba mi voz por culpa del maltrato que sufrió mi garganta y laringe la noche anterior; si quería seguir con este juego tendría que actuar perfectamente mi papel como un niño temeroso deseoso de complacer a su padre.
Pude ver en su mirada una extraña combinación entre complacencia y disgusto antes de retirarse hacia la cocina, además del daño provocado por la asfixia podía sentir una leve palpitación en el lado izquierdo de mi cabeza justo donde su pierna había impactado, sin querer perder valioso tiempo revisando mis lesiones me vestí lo más rápido que me fue posible y procedí a encontrar a padre en la cocina.
Me resultaba bastante impresionante lo mucho que el miedo me había hecho avanzar en una sola noche, había podido entender todo el discurso que había sido arrojado anoche contra mí y ahora en ningún momento me había tambaleado al encontrarme de pie caminando constantemente hacia la cocina, el miedo a caer no era ni siquiera una fracción del que tenia por la posibilidad de haber sobrepasado los 10 minutos que me fueron ordenados.
-Su desayuno consistirá desde ahora en dos barras de racionamiento, su comida en una y su cena dependerá únicamente de su desempeño en el día- declaró padre con dos de las barras en su mano inmediatamente puse un pie dentro de la cocina –Y el castigo por no completar sus ejercicios diarios será la perdida de estas, ¿fui lo suficientemente claro?- lanzo las dos barras justo a mis pies.
-Si Makoto-sama- ¿Piensa acaso matarme de hambre este pedazo de basura? Me estoy replanteando severamente mi decisión mientras miro las barras descansando cerca de mis pies. Se lo que está pensando padre, solo busca una excusa para mostrarme su superioridad, que él es capaz de matarme de hambre si quisiera, un movimiento en falso y no podre comer absolutamente nada hoy; por lo que me quedo completamente quieto mirando las barras, esperando.
-Coma- ordena simplemente y procedo a recoger las barras cuando algo cruza por mi mente, me enderezo ya con las barras en mi poder y elevo lentamente la mano derecha en señal de pregunta.
-¿Qué fue lo que no entendiste mocoso?- pregunta exasperado.
-¿Dónde debo comer Makoto-sama?- de nuevo en el tono más sumiso que puedo reunir, conozco perfectamente su juego porque yo he estado de ese lado más veces de las que puedo contar por lo que se perfectamente las que fueron mis debilidades y ahora son suyas, si quiero ganar un poco más de su favor debo alimentar su sentido de superioridad y sé que ha funcionado perfectamente cuando una cruel sonrisa estalla en su cara.
-Mocoso estúpido, obviamente los animales comen en el suelo- yo y mi estúpida boca, ¿Por qué no vi venir esto? Me pregunto mientras me siento en el suelo y procedo a comer las barras, esto sabe increíblemente repugnante, tiene un sabor parecido al cartón; sigo tratando de comer esta porquería mientras observo como padre se desplaza a tomar un cuenco y llenarlo de agua.
-Bebe- me ofrece el cuenco, lo tomo rápidamente y sin pensar más bebo todo su contenido antes de que pueda exigir que lo haga sin utilizar las manos o algo similar.
Pero simplemente se queda allí de pie y continua observándome mientras termino ambas barras, cuando finalmente he terminado por medio de un cabeceo me indica seguirlo hacia la entrada de la casa. Vamos hacia la puerta pero antes de que pueda reaccionar me carga como a un costal de papas y corre en dirección contraria a donde se encuentra el monumento Hokage; observo cómo lo poco que puedo identificar del paisaje cambia conforme nos internamos profundamente en lo que pienso se trata de un bosque compuesto por inmensos arboles, me aventuraría a decir sin temor a equivocarme que estos se tratan de los famosos arboles Hashirama.
Nos detenemos en lo que parece ser un claro con espacio suficiente para ser una cancha de futbol y los arboles a su alrededor cumplen la función de paredes y techo, son solo unos pocos los rayos de sol que se filtran a través del follaje pero es suficiente para mantenerlo suficientemente iluminado. Mientras me encuentro observando distraídamente el claro padre me arroja contra el suelo, con un poco de esfuerzo sofoco mi indignación y frustración antes de que pueda darse cuenta de mi actitud y me pongo de pie.
-Aquí vamos a comenzar tu entrenamiento mocoso- tenia la misma sonrisa cruel que había visto anteriormente en el rostro mientras lo decía, y simplemente supe que mi decisión iba a costarme muy caro.
Nota:
Ya que he decidido escribir esta historia en primera persona debo aclarar algunas cosas muy importantes sobre este capítulo. Algunos de ustedes podrán no entender las razones de Haru para hacer una elección como esa y está completamente bien, eso y varias de la otras escenas fueron escritas específicamente con la finalidad de dar a entender lo roto y emocionalmente inestable que es Haru y como esto proviene principalmente de su vida pasada pero ha ayudado mucho el trauma de lo que le ha pasado hasta ahora.
El trata muy difícilmente de aferrarse a lo que siente que lo mantiene seguro que en este caso es ese tipo de actitud manipuladora y egoísta, pero realmente es solo un escudo para los sentimientos que ha estado conteniendo y cree que lo hacen más vulnerable.
En fin esa es toda la aclaración, cualquier otra pregunta estoy completamente dispuesta a contestarla, espero con ansias que lo disfruten tanto como yo al escribirla y agradecería si pudieran darme alguna de sus opiniones.
