Todos los personajes mencionados en este One-Shot, son de la propiedad de Joanne K. Rowling y no es mi intención lucrar con ellos. La historia tampoco es algo oficial, simplemente surgió de mi cabecita loca :P ;-). Ahora sii... ¡a leer!

Gritos en la noche.

Esa noche no era una cualquiera. Había estado presintiendo durante todo el día que al fin podría salir del cuartel general. Y sí, se había cumplido su mayor deseo en esos días de vagabundeo profundo en todos los rincones de esa casa que tanto había odiado durante toda su vida.

Empuñó su varita con más fuerza y logró derribar un nuevo contrincante. El simple recuerdo que esa era su primera salida desde hacía días le daba más fuerzas para continuar con la tarea que lo ajetreaba ese día.

El único problema era saber que su sobrino se encontraba en peligro. Presentir, aunque solo fuera en lo más recóndito de su alma, que algo fallaría esa noche y saber que él mismo estaría involucrado en aquello.

Su pasión por las batallas de chico no había cambiado en absoluto y sus manos sudaban por la excitación de saber que revivía momentos inolvidables. Momentos que había compartido con sus mejores amigos.

-Reducto! -Bramó con rudeza y bajó su única arma con el fin de encontrar a su sobrino.

Observó a su alrededor sin éxito, pasmado por la poca ventaja que les llevaban los mortífagos en esa pelea. Nymphadora Tonks, su prima, aquella a la que tanto había querido. Pobre mujer... ¿quién sabía que le deparaba en un futuro? Su despiste y la torpeza vivían apoderándose de sus creencia, pero el sabía que algún día eso debería cambiar. Solo que... ¿cómo saber cuándo? Ojoloco Moody, pobre viejo... tanto había batallado en su vida... Era una vergüenza verlo indefenso, tirado en el suelo sin más fuertes esperanzas, como esperando que la muerte le llegara en un suspiro. Y sin embargo... parecía no querer llegar aún.

Tantas personas en esa sala, tantas irreconocibles como más que familiares... tantas luchando, peleando y todo por un único culpable. Todo por Lord Voldemort. ¡Merlín quisiera enfrentarlo a él! Y ahí sí se vengaría y conseguiría la gloria sin dudarlo. Tantas muertes inocentes...

Divisó a su ahijado y los pensamientos tan impuros como desconocidos con realidad, desaparecieron de su mente, dejándole cada rincón en blanco. Sin hechizos, sin palabras, sin más manos para defenderse.

Una delgada y majestuosa mujer se le acercó de repente. Interrumpiendo esa paz, ese momento de anhelo infinito que había conseguido con una sola visión. Harry Potter. Luchó contra ella sin ganas verdaderas. Solo quería destrozarla. Acabar con ella y así poder pasar más tiempo con Harry. Había algo que siempre le había funcionado en sus batallas y era esa sensación de superioridad que sin saberlo le brindaban los demás al decir las siguientes palabras:

-¿Eso es lo único que sabes hacer? ¡Vamos, Bella! Esperaba más de ti... -rió socarronamente, esperando confundir a su atacante y así... ¡Baf!

El cuerpo inmóvil, los oídos sordos, ojos ciegos que le mostraban la nada... la infinita nada. No podía librarse de esa sensación. Pestañeó intentando recuperar los sentidos. Y aunque intentó lo contrario, solo un grito más escuchó...

Aquel que tanto le costaba asemejar. Su sobrino, Harry Potter pidiendo por él.