En la edad del futuro


Prologo:

De corazón fuerte


Hubiera sido mejor que en las afueras se escuchasen los gritos de la humanidad, pero todo era un desierto de edificios derrumbados. De las pocas personas que vivían en la ciudad, nadie se acercaba a las ventanas, por qué el paisaje era igual de triste que sus propias vidas. Otros preferían vivir en los subterráneos, esperando una nueva oportunidad para recuperar el exterior. Pero en conjunto, todos eran unos entes que aparecían entre el polvo que se alzaba con el viento, ocultándose de la extinción de su especie, queriendo vivir más que nadie. Sino fuera por el mal que azotaba a su supervivencia.

Quedaban unos cuantos valientes en la defensa de la humanidad, dividiéndose las responsabilidades para terminar con el enemigo. Una mujer de cabellera turquesa, antes reconocida por su estilo y buen vestir, todo aquel glamour pasaba a un segundo plano, prefería pasarse horas encerrada en su laboratorio, analizando los factores del tiempo, y poniendo en funcionamiento un modo para que el pasado no tuviera que encontrarse con su futuro: Bulma, de inteligencia proporcional a la fuerza de un sayajin. También se encontraba su hijo, un muchacho de rostro mal encarado, firma de su padre que murió hace mucho tiempo; Trunks, con la unión de inteligencia y fuerza pero de un carácter más afable, como si la explosión de sus padres se hubiera vuelto neutral en su interior. Y Mai, la líder de la resistencia, mujer de decisiones sensatas y valor para enfrentarse a un enemigo que la supera en poder, por qué tiene fe de recuperar un futuro más digno para todos.

Antes, entre los restos de la humanidad, quedaban varios guerreros de corazón fuerte. Usaban de su gran poder para enfrentarse a cualquier tipo de mal; salían triunfantes, sin importar que su vida estuviera en juego. Ya no se encuentran entre nosotros, se han vuelto parte del polvo y sus huesos han desaparecido por completo, mas su recuerdo sigue latente, es un memorándum para recordar que todo tipo de esfuerzo es recompensado y que en la fortaleza del alma se encuentra la verdadera victoria.

—Mai— Trunks no permitió que se levantase de su lado, aún faltaban un par de horas para el amanecer y eran de esas noche donde el mundo parecía estar en paz.

—No hay tiempo que perder— Mai respondió al levantarse de la colcha sucia que usaban como futón. Se alisó el cabello con los dedos y se puso la boina.

Trunks se sintió culpable por su intento de ser egoísta por una vez, de querer algo más normal y desear una vida sin contratiempos al lado de Mai. No se dejó llevar por esos pensamientos. Se puso de pie y tomó su espada, aún sostenía un recuerdo de una de las tantas personas que tanto amó en la vida, pero no se atrevió en recitar su nombre; aún le torturaba esa muerte.

Era la vida que le tocó vivir y le tranquilizaba saber, que el único futuro lleno de dolor sería el suyo y que en otra vertiente de tiempo, su familia se mantendría feliz.

—El tiempo es lo único que no regresa— dijo Trunks apretando el mango de la espada.


Autor:

Ha nacido una nueva OTP en mi corazón~.

Hablando de otra cosa, pienso abarcar la relación de Trunks y Mai en plena pelea contra Black Gokú, denotando el sufrir de su relación como las preocupaciones diarias por no poder sastifacer sus necesidades: la falta de alimento, de sueño, de felicidad.

Gracias por leer.