PNocturno
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Los sonidos de tu cuerpo son como percusiones
Yo estoy organizando el coro de tus fantasías
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Se encontraba sentada,alejada del bullicio de las personas, con su fina Yukata en color crema con bordados de pequeñas flores de cerezo, y su obi rojo, haciendo un perfecto contraste de colores cálidos para esa tarde de verano.
La guerra ninja había terminado un año atrás, y este era el primer festival de verano de Konoha, después de la catastrófica guerra.
Aún había mucho por hacer, pero hoy se daban el lujo de recibir el verano y hacer un gran festival. Las calles de Konoha estaban exquisitamente adornadas y los puestos ofrecían apetecibles comidas o dulces. Había tanto por explorar pero ella sólo estaba sentada, con la vista perdida.
Se sintió tan tonta, bajo la vista encontrándose con los bordados de su Yukata.
-Menudo golpe bajo- Susurró, y es que aquellas florecitas le recordaban a cierta chica de cabellos rosados que había conquistado el corazón de su amado Naruto. La culpable de su sufrimiento.
¿A quién engañaba? La culpa era únicamente de ella, sólo se había ilusionado con el Rubio. Había pasado más de un año desde su confesión de amor y él la había ignorado olímpicamente.
-¿Te encuentras bien, Hinata?- Una cálida voz la llamo, observo a la chica. Tenía su cabello castaño atado en sus dos habituales chongos, pero iban adornados con listones de cálidos colores, vestía una Yukata sencilla pero hermosa, de color melocotón.
-Se van a casar, Tenten- Desvío la mirada y observo el firmamento, su voz sonaba quebrada y triste.
-Vamos, no te pongas así... Veras que encontrarás a tu media naranja- Hinata parpadeo, intentó sonreír con las palabras de su amiga- Pero ahora hay que volver, todos están preocupados por ti.
Hinata se levantó delicadamente, como se lo habían enseñado durante años en la mansión Hyüga.
-Tienes razón- Dejaría de decir que le dolía saber que su amor por Naruto no era correspondido. Es decir, ¡Carajo, es una Hyüga! Y también tenía su orgullo, aunque quisiera encerrarlo en lo recóndito de su ser, bajo diez mil llaves y un millón de candados, simplemente no podía, estaba en sus genes.
Caminaron hasta la barbacoa, en donde se encontraban sus amigos.
-¿Todo bien, Hinata?- Pregunto con preocupación Kiba.
-Todo bien, Kiba-kun- El castaño sabía perfectamente Los sentimientos que tenía Hinata hacia el imperativo Rubio. La Hyüga podía resistir el saber que eran Novios, ¡Por favor, ella había sobrevivido a la guerra! Pero saber que ese par de tórtolos se casarían era como clavarle mil kunais al corazón, o como entrar al genjutsu en dónde era torturada. No, dolía más que todas las calamidades juntas.
Sonrió, quería que nadie le tuviera lástima. Ya no sería la misma chica tímida, tonta y débil. ¡No señor! Se renovaría, desde ese día nacería una nueva Hinata Hyüga. Alguien fuerte, inteligente.
Se sento a lado de Kiba, junto a Tenten.
-Hinata-Chan ¿Qué sucede?- La voz del jovial Uzumaki se escucho, era a la persona con la que menos quería hablar, pero el destino confabulaba en su contra.
-Nada, Naruto... Sólo me acorde de Neji-Nissan- Mintió, era lo primero que se le ocurrió decir. Neji la estaría maldiciendo desde donde estuviera, ¿Cómo sé atrevía a usarlo de esa manera?
-Yo, de verdad lo lamento- Dijo en voz baja, recordando el suceso en el que el gran Neji Hyüga perdió la vida para proteger a sus seres queridos.
-Nada fue tu culpa, Naruto- Pero por supuesto que era su culpa... Hinata apretó los puños, desvió la mirada hacia la ventana viendo los últimos rayos del atardecer, abriendo paso a la cálida noche de verano.
-¿Es mi imaginación o aquí hace mucho calor?- Intento bromear Ino, tratando de romper el incómodo silencio que de había creado.
-Estamos en verano, Ino-Cerda, ¿Qué esperabas?
-Callare, ¡frente de marquesina!
Todos comenzaron a hablar y platicar sobre misiones, o comida ( Por parte de Chouji), Nuevas alianzas con las otras aldeas, o comida, Como la aldea estaba mejorando desde la última guerra, o comida...
-Ten, Hinata-Chan- Ino le sirvió un poco de Sake a la peliazul- Bebe, esto te animara.
-Ino-Chan, no creo que sea buena idea... Mi padre no- Dejo de hablar ante la mirada amenazadora de la Yamanaka- Está bien.
Tomo la copa, dudando un poco, pero se la tomo de un sólo trago. Sintió la bebida bajar por su esófago, dejando un rastro ardiente tras el. Hinata no estaba acostumbrada a tomar nada de alcohol, las únicas ocasiones fueron en reuniones de el clan, usando Vino de buena marca. Los Hyüga eran "Sofisticados".
-¡Eso!- Susurro Ino mientras le servía más. Hinata quiso negarse pero nuevamente la rubia de salió con la suya.
-No deberías obligarla a beber, Ino- Dijo una molesta Tenten, pero la rubia la ignoro. La castaña sabía que si Ino seguía, la Hyüga terminaría muy mal.
La chica de mirada lunar se fijó en la pareja que se abrazaba y susurraba cosas al oído. Sonrió con amargura, no podía soportarlo más. Tenía que salir de ahí, todavía le quedaba un poco de dignidad, se levantó delicadamente de su asiento y comenzó a retirarse de la mesa.
-¿A dónde vas, Hinata?- Cuestiono la Yamanaka.
-Necesito airé fresco, El alcohol comienza a marearme- Susurro la joven Kunoichi.
-¡¿PERO QUÉ DICES?! Si sales al aire libre el alcohol te afectadas más y... Mmmmmek jskskskskak- Tenten posó las manos en la boca de la rubia, tratando de callarla. La castaña sabía que Hinata quería estar sola.
Sin Más la Hyüga salió de ahí, Seguida de la cataña.
-¿Hinata?- Susurro Tenten, haciendo que Hinata de detuviera un momento.
-Estaré bien, sólo necesito un poco de aire fresco- Susurró tratando de convencerla.
-Está bien, te esperamos adentro- Tenten comenzó caminar hacia la puerta del local.
-Vuelvo en un momento- ¡Mentira! Apenas Tenten cruzo el umbral de la puerta se echó a correr en dirección al bosque, comenzó a sentir calor, y aunque la Yucatán era especial para el verano, quería arrancarse la ropa.
Comenzó a caminar y se perdió en la espesura del bosque.
Las sandalias de madera no la dejaban caminar muy bien, decidió quitárselas y las dejo tiradas por alguna parte del gran bosque.
Siguió caminando en silencio, escuchando el sonido de algunas aves nocturnas y de los grillos o el croar de las ranas, que estaban cerca de algún estanque.
Escucho a lo lejos el sonido del agua caer, y supo que estaba cerca de su lugar especial. Llego a un precioso claro, iluminado por la luz de la luna, haciendo un paisaje sumamente hermoso, a unos metros se encontraba una pequeña cascada, que reflejaba los rallos de la brillante luna, haciendo un lugar sublime. Comenzó a caminar sintiendo una brisa fresca, reconfortandola de la calurosa noche de verano, pero algo detuvo su andar.
Observo su Kimono, se había atorado con la rama de un tronco, intentó jalarlo pero sólo lo rasgo, suspiro con pesares. Comenzó a quitarse el Obi rojo y posteriormente se liberó de la Yukata. Sería todo un desperdicio si la jalaba otra vez, además estaba cerca de la cascada, se lo quitaría de todos modos para meterse a nadar en las frescas aguas.
Comenzó a caminar sólo con una pequeña bata de algodón, parecida a un baby doll blanco, sentía la corriente cálida, así que no tenía frío.
Se detuvo abruptamente al sentir una precensia, observo a todos lados y vio, escondido entre las sombras, una silueta masculina. No se movía, simplemente estaba ahí, recargado sobre el tronco de un árbol con los ojos cerrados, tal vez no se había inmutado de que ella estaba ahí, así que poco a poco comenzó a caminar para alejarse de ahí.
-¿A dónde vas?- La chica paro en seco al escuchar esa masculina voz, sabía que la había escuchado... Pero, ¿En dónde?
En su mente comenzó a plantear una explicación, después de todo estaba acostumbrada a dar explicaciones aunque no se las pidieran, lentamente se giró quedando frente a frente...
-Es algo que no es de su incumbencia- Sentenció, como decía, estaba en su naturaleza dar explicaciones pero al parecer el alcohol le había dado valor de responder. Una risa resonó por todo el lugar.
-No es algo que me incumba, es sólo que una chica como tú sería presa fácil para cualquier Ninja.
Algo ofendida la chica camino acercándose a él, hasta quedar a pocos centímetros.
-Sé defenderme sola- La pausada respiración del joven fue lo único que escucho, la luz de la luna reflejaban sobre algunos mechones azabaches que podían observarse desde las penumbras. Poco a poco el chico comenzó a abrir los ojos, lentamente... Dejando ver su Sharingan y Rinnegan activos- ¿Uchiha...?
Se sorprendió, estaba frente a Uchiha Sasuke, el último sobreviviente del clan Uchiha y uno de los Héroes del mundo shinobi.
-Podría matarte ahora mismo-Salió de entré las sombras, la chica dio un paso hacia atrás, pero en un rápido movimiento la tomo de la cintura y la apego a él- Aunque podría tomarte aquí... Después de todo, hace tiempo que no estoy con ninguna mujer
La examino de manera morbosa, sonrió de medio lado.
-Si N-No me suelta... ¡Gritare!- Amenazo la chica.
-Estamos muy lejos de la aldea, ¿Crees que alguien vendrá a ayudarte?- La chica palideció, El azabache sonrió de medio lado- ¿A dónde fue todo el valor que parecías demostrar, Hyüga? ¿A caso Huyo con Enfado?!
-Sueltanme...
-No lo creo- En un movimiento algo brusco llevo a Hinata y la estampo contra el tronco del árbol en el cual minutos antes estaba recargado.
Subió su manó hasta la aterciopelada mejilla que era cubierto por un lindo sonrojo, la acarició lentamente, la chica cerró los ojos mientras sentía como su dedo índice trazaba un camino desde su cuellos hasta el pequeño escote de la bata. La chica suspiro y de dejo hacer. Se sentía tremendamente bien.
El azabache sonrió, dirigió su rostro hasta el cuello de la Hyüga, aspiro el aroma a lavanda que desprendía y depósito beso.
Hinata suspiro, sentía que quemaba, comenzó a sentir más calor de lo que tenía. Poco a poco el chico comenzó a alejarse. Debía detenerse antes de hacer algo estúpido, sentía que su miembro comenzaba a sentirse duro, y es que desde que la vio con ese corto camisón que le llegaba a medio muslo, dejando ver sus torneadas y apetecibles piernas, se le hizo apetecible. Siento la necesidad de probar esa piel lechosa y verla en su esplendor.
Hinata al sentir lejos la tibieza que desprendía el cuerpo de Sasuke abrió los ojos.
-Aunque no tengo tiempo- Susurro el Uchiha mientras se daba la vuelta pera alejarse, Hinata al ver lo que intentaba el azabache, lo tomo del brazo. No se escaparía y la dejaría ahí. No lo pensó mucho cuando se paró de puntitas y presiono sus labios contra los del Uchiha.
El azabache abrió a más no poder los ónix ojos, no sabía que la Hyüga tuviera esas mañas y es que hasta donde recordaba la chica era muy tímida y le costaba hablar, no es que ellos alguna vez hubieran hablado pero la recordaba por no ser unas de sus fangirls. No lo dudo mucho, tomo la cintura de la chica y la acorralo contra el tronco.
-Te lo estas buscando, Hyüga- Sentenció, pero la chica no dijo más- Está bien... Puedo hacer un excepción.
Presiono el frágil cuerpo de la chica contra el suyo, devoro sus labios... Sabían a gloria, suaves, dulces, dándole exquisitos besos mojados. Bajo una de las manos que sostenían su cintura hasta su muslo y tomo la orilla de su camisón, comenzó a levantarlo lentamente, viendo la ropa interior blanca de finó encaje.
Cuando por fin puedo sacarle el camisón se Alejo un poco de ella para apreciarla, la luz de la luna iluminaban su lechosa piel, dándole una vista demasiado buena. Se relamió los labios de forma cínica, haciendo sonrojar a la Hyüga.
Se acercó, dando un pequeño beso a sus labios, dirijo su boca al lóbulo de su oreja, lo mordió y lamió haciendo suspirar a la chica que tenía entre brazos.
-Eres realmente hermosa- Susurró con voz ronca y sensual, haciéndola temblar. Sus labios devoraron el níveo cuello de la chica, recorriendo con besos y mordiscos que la hacían gemir y retorcerse de placer.
Comenzó a descender dando besos hasta llegar a la orilla de su sostén, lamiendo a su paso. Dirigió su mano a uno sé sus pechos, eran grandes y su mano no llegaba a cubrirlo en su totalidad. Su boca mordió su pezón aún sobre la tela mientras que con su mano comenzaba a dar pequeños masajes en círculos.
-Sasuke... - Dijo entre suspiros la peliazul.
- ¿Te gusta?- Cuestiono mientras dirigía su mirada ónix hacia los perlados ojos. Ella asintió con la cabeza, sus mejillas estaban realmente rojas- Aún no viene lo mejor...
Llevo sus masculinas manos hacia el broche delantero de su sostén y con maestría lo desabrocho, liberando sus grandes y redondos pechos, sin dudar mucho y evitando de que la Hyüga se cubriera con las manos, llevo su boca a uno de sus rosados pezones, comenzó a succionar mientras con su mano pellizcaba al otro, la chica se retorcía de placer y aún más cuando una de las manos del chico se dirigió a su intimidad.
-Sasuke, ¡Para... Por favor!- No podía hablar, el placer comenzaba a nublar su mente. El chico coló sus dedos entre las bragas de la chica y metió su dedo en su ya húmeda cavidad. Hinata lo sintió dentro y gimió.
-¿Realmente quieres que pare?- comenzó a hacer círculos en su interior mientras su dedo pulgar estimulaba su clítoris.
-... ¡Ah!... ¡Sasuke!- Grito la chica, el azabache saco los dedos del interior de Hinata y lamió sus fluidos.
- Delicioso- se arrodilló, repartiendo besos en el plano abdomen de la chica. Poco a poco fue bajando sus bragas, dejándola completamente desnuda. Mordió su costado, debajo de su vientre. Tomo la pierna de la chica y la levanto un poco, dejando ver su mojada intimidad. Hinata se recargó y aferró sus manos al tronco, tratando de buscar soporte.
El azabache lamió la intimidad de la chica, quien gemía ante tal acto, tomo los cabellos de el chico, era la imagen más erótica que jamás se había esperado encontrar, a Uchiha Sasuke, con la cabeza entre sus piernas mientras su lengua recorría su sensible intimidad.
Sasuke probaba los dulces fluidos de la chica y la penetraba con la lengua haciéndola gemir, su humedad era un dulce néctar, se estaba volviendo adicto y lo quería probar por el resto de su vida. Presiono su lengua contra el delicado clítoris de la chica, haciendo gemir aún más fuerte, sabía que pronto la chica se vendría, así que aceleró los movimientos. Hinata no pudo más y se vino sobre la boca del Uchiha, llegando a un escandaloso orgasmo, sintió sus paredes contraerse y una sensación eléctrica recorriendo por toda su columna vertebral. El Uchiha se puso de pie sosteniendo a la Kunohichi que temblaba y sin ninguna sutileza beso los labios de la chica, metiendo su lengua y lamiendo sus suaves labios.
Hinata llevo las manos hasta la playera del azabache e intentó torpemente sacarla, pero no tuvo éxito, el chico sonrió al darse cuenta de lo que la Hyüga intentaba y se quitó la negra playera, dejando ver su bien trabajado torso, Hinata mordió sus labios, sus ojos brillaban con Lujuria, y eso que no había visto todo. El azabache la apego a ella, Hinata sintió el duro y erecto miembro del Uchiha restregandose sobre su entrada. Sasuke no podía esperar más, quería estar dentro de la Húmeda Hinata, la Peliazul llevo sus manos intentando quitarle los pantalones, Sasuke gustoso la ayudo. La chica vio el erecto miembro de Sasuke, realmente era grande, ¿Eso Realmente iba a entrar en ella?
Sasuke la tomo entre brazos y la levantó, apoyando su espalda contra el tronco de madera, Hinata por ende enredó sus piernas a la cintura de Sasuke.
Sin pensarlo mucho la penetro de una sola estocada, sintiendo como una barrera se rompía en el interior de la chica. Hinata enterró las unas en la espalda de Sasuke, mientras varias lágrimas salían de sus perlados ojos.
-Lo lamento... No sabía que...
-Shhh... Pasara pronto- Susurro Hinata, Sasuke se mantuvo quiero por un momento pero la estreches y Humedad de Hinata lo estaban volviendo loco y comenzó a moverse lentamente, Hinata cerró los ojos disfrutando, el dolor había pasado y pronto todo era placer- Sasuke... ¡Más! ¡Más!
Sasuke comenzó a penetrarla con más fuerza, obedeciendo a la Hyüga. Sentía su miembro creer en el interior de la chica mientras la envestía cada vez con más velocidad y fuerza.
Hinata nunca se había sentido tan completa, definitivamente Sasuke la hacía sentirse demasiado bien.
-Sasuke/Hinata- Gimieron al unísono, mientras ambos llegaban al clímax. Que bien sonaban sus nombres salido de los labios del otro.
Hinata tras su segundo orgasmo comenzó a ver nubloso, mientras cerraba los ojos...
Abrió los ojos abruptamente, ¿Qué había sido todo eso? Se observo. Estaba parada en medio de el bosque, tenía su camisón puesto aún.
¿Qué fue eso? ¿ Alguna clase de Genjustsu, se estaba volviendo loca? Tal vez el alcohol.
¿Había tenido alguna especie de sueño húmedo con Sasuke Uchiha?
Sintió algo húmedo bajarle por la entrepierna, ¡Lo que le faltaba! Comenzó a correr en dirección a la cascada, se daría un bien merecido baño ahí, calmando sus alocadas hormonas, observo el bosque y se detuvo. No sintió ninguna presencia, decidió no activar su Byakugan, no desperdiciaría Chakra, después de darse un baño ahí, entrenaría un poco mejorando sus técnica, comenzó a correr mientras se perdía entre los árboles.
A lo lejos unos ojos ónix la observaban, había vuelto después de una año de entrenamiento, no quería volver a Konohagakure, pero... Tal vez había encontrado una razón para quedarse, una razón llamada Hinata Hyüga...
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este es mi primer Lemon One-Shot espero que les guste.
