Disclaimer applied.
Se dice por ahí.
Los rumores dicen que Green por fin se animó a salir con Blue en plan romántico. O quizá fue Blue la que le pidió una cita y de alguna forma lo atrapó. La gente hablaba de ellos cuando los veían pasear juntos por Viridian City, cuando se les encontraba en algún café o simplemente cuando la chica se despedía con una coqueta sonrisa. De una semana a otra el supuesto noviazgo se había convertido en tema obligado, y no era para menos, pues todo el mundo creía que el líder del gimnasio —con todo el respeto que merecía— jamás iba a fijarse en alguien, sea chico o chica. Pero ahí estaban, caminando uno al lado del otro, ella hablándole y él avanzando con las manos en los bolsillos. Y nadie podía negar que se veían felices y enamorados.
La noticia pronto llegó a los oídos de Yellow, quién se ruborizó al saber sobre aquello. Días después se enteraron Sapphire y Ruby; a ellos le siguieron Gold, Crystal, Silver y el resto. Cuando casi todos supieron, no pudieron evitar una sonrisa pícara— excepto Silver, a él no le hizo gracia. Un "se lo tenían bien guardado" era recurrente entre las conversaciones de los amigos que se encontraban por las casualidades del destino. Sin embargo, el último en saberlo fue Red. Estaba de paso por Sinnoh cuando escuchó a una señora en el centro comercial de Veilstone City hablar con el vendedor de aquella noticia y que incluso se iban a casar.
La mueca del campeón de la Liga no tuvo precio.
Y mientras tanto, Blue disfrutaba de la compañía de Green. Estaban sentados uno frente al otro en las graderías del gimnasio. No era como si se hubiesen perdido en la mirada del otro; más bien los ojos verdes contemplaban los azules con cierto hastío. De hecho, se respiraba cierta tensión que notó el alma que había entrado al gimnasio pero que se fue rápidamente "para no interrumpir nada". Se miraban tan atentamente que no pestañeaban. Blue le guiñó un ojo, hecho que desconcertó al Líder del Gimnasio, e inmediatamente después sopló suave, haciéndole pestañear.
—Te gané— rio ladina.
Él pudo percibir cierto doble sentido.
—Me pregunto a dónde me llevarás mañana, Green— provocó jugando con un mechón de pelo—. Hace tiempo quiero ir a un restaurante cinco estrellas que llegó a Celadon City.
—Aún no termina la apuesta— dijo con suficiencia—. Quiero mi libro de regreso y mi premio por ser tan paciente.
Ella se disgustó un poco con las palabras del nieto del Profesor Oak.
—Soy yo la que ha puesto más de su parte— dijo agridulce.
Y de repente, las puertas del Gimnasio de Viridian se abrieron. Un segundo atrás el líder y su amiga estaban teniendo encuentros banales y al siguiente, Red estaba enfrente de ellos, mirándolos con el ceño fruncido. El de rojo apuntó con el dedo a su compañero; Green enarcó una ceja.
—¡¿Te vas a casar con Blue?!
Ambos la miraron. Ella sonrió.
