¡¿PORQUÉ YO! ¡¿PORQUÉ A MI!

CAPÍTULO 1: El primer día de clase.

Rin estaba confusa con el traslado que había hecho junto a su hermana gemela Kagome a la universidad de Sendai. Con la diferencia de que su hermana no parecía haberse perdido.

-¡Genial!– exclamó en voz alta la joven-. Tengo que agradecerle a mi sentido de la orien...

-¿Te has perdido? –preguntó un joven amablemente.

Rin observó unos instantes al joven. Era un chico bastante atractivo con el pelo negro azabache. Pero a la joven morena no le gustaban mucho las citas, puesto que muchos de ellos les daban igual salir con ella o con su hermana. Aún así, ella siempre se mostraba dulce y tierna con todos. Y con él no iba a ser menos.

-La verdad…- dijo sonrojándose- es que sí.

-No te preocupes. Debes ser una de esas…

-¡Kohaku!- lo llamó una chica mayor que ella.

-¡Ahora voy Sango! Lo siento me tengo que ir. Puedes preguntarle a cualquiera de aquí. Gustoso te acompañaría, pero tengo prisa.

Dicho esto el chico se volteó y se fue. La universitaria observó pensativa como el muchacho se dirigía hacia la chica hasta que una voz la sacó de su aturdimiento:

-¡Rin!- su gemela corría hacia ella-. ¿Dónde te habías metido? Estaba intentando encontrar nuestra clase cuando de pronto desapareciste. ¿No te puedo dejar sola ni un minuto?

-Perdona- se disculpó sacándole la lengua.

Kagome suspiró. A simple vista eran exactamente iguales y para evitar confusiones Rin se hacía una coleta a un costado como cuando era pequeña, que le daba un toque tierno y muy personal. Mientras que Kagome llevaba el pelo completamente suelto.

Llegaron a ese acuerdo por sus temperamentos. Si Rin se hacía el pequeño pirri, parecía tierna, cariñosa, comprensiva, mimosa… y si Kagome lleva el pelo suelto parece como más liberal, salvaje, animada, viva…

Aunque sus más allegados las reconocían por el fulgor de sus ojos que, aún siendo marrones los dos, las descubrían.

-¡Ven! –su hermana la cogió de la mano y la arrastró consigo-. He descubierto donde se ubica la clase.

Se detuvieron en una amplia sala llena de gente. Parecía como si todos las estuvieran esperando. Aparentemente el profesor aun no había llegado. Pero el problema ahora era encontrar un sitio donde sentarse. Por fin visualizaron dos en primera fila, al lado de un joven estudiante con el pelo largo y blanco, y unos ojos ámbar preciosos. Aunque las gemelas parecieron dudar unos segundos cuando se dieron cuenta de que el semblante de su compañero era frío y distante.

-Venga, Rin- le susurró su hermana.

-¿Por qué yo? –preguntó con el mismo timbre.

-¡Porque naciste media hora más tarde! Además tú eres más agradable con la gente y sabes romper el hielo.

¡Romper el hielo! Ese hombre no tenía una pared de hielo. Por lo menos un tanque de materia ultra resistente con varias cercas eléctricas, cubierto por tropecientas capas de cemento, ocultado en el más profundo de los océanos y vigilado por un par de monstruos marinos gigantes y tal vez unas cuantas docenas de perros.

Él volteó la cara para mirarla. Tal vez con de eso de unas cuantas debería haber dicho muchas. Rin tragó saliva.

-¡Vamos hermanita! No te asustes, debe tener esa cara porque es un hanyou. Lo he deducido por su compañero.

La joven observó al chico el cual había señalado su hermana. Se parecían bastante en el pelo y en el color de los ojos, pero éste parecía más joven y tenía orejas de perro. Se suponía que eran hermanos.

Y aunque en su cara se reflejaba descontento, asco y tal vez, un poco de vergüenza; obviamente no llevaba pintado en la frente: "Prohibida la entrada a seres vivos".

Al final Rin se resignó y decidió sentarse a su lado.

-¡Maldita media hora de retraso!

Silencio.

El profesor no aparecía y ningún estudiante osaba levantarse. No había ni un solo murmullo. Rin lo intentó:

-¡Oye! ¿El profesor suele retrasarse siempre?- le preguntó a su nuevo compañero.

Error. No debería haberlo preguntado. Rin se sintió incómoda. Ni siquiera la había mirado. Y cuando ya había perdido la esperanza…

-Sí –fue su respuesta cortante-. Siempre hace lo mismo.

-¡Oh, vaya! –Rin se sentía más relajada, y cuando se sentía a gusto solía hablar por los codos-. ¡Eso no lo deberían permitir! Qué un maestro tenga esa falta de responsabilidad…

Paró al ver como el chico de hielo la miraba con cara de pocos amigos. Bajó la cabeza avergonzada y se atrevió a preguntar tímidamente.

-¿Y como es?

Otro paréntesis antes de contestar.

-Es el peor profesor que puedas encontrar. De todos los que vas a tener aquí es el más odiado –decía estas palabras sin sentimiento-. Te va a obligar a hacer trabajos imposibles. En los exámenes te pondrá preguntas que desconoces totalmente. Créeme. Has cometido un grave error viniendo aquí.

Rin estaba aterrorizada. Ella siempre había sido buena en los estudios y los profesores la valoraban mucho por su esfuerzo, pero esto era otra cosa.

Otro frío silencio incómodo y el licenciado sin aparecer. Encima era la clase de…

Cuando la joven universitaria ya lo daba por perdido. Su nuevo compañero se levanto de la silla y se dirigió al estrado, caminando parsimoniosamente. Cundo llegó, se volteó para mirarlos a todos de frente, pero su mirada estaba clavada en Rin. A la muchacha se le erizó el pelo. (N/A: ¡Vale sí! ¡Lo reconozco, está basado en un trozo de una serie llamada One tree hill!)

-Buenos días- proclamó con voz profunda-, viejos y nuevos alumnos. Para los que no me conocéis soy el señor Sesshomaru, y para los que me conocéis también. Nada de profesor, profe o Seshomaru, sino señor Sesshomaru. Bien, como sabréis soy vuestro profesor de matemáticas. Y vosotros preguntaréis: " ¿Cómo un hanyou como tú se mete en las matemáticas." Obviamente porque los licenciados de matemáticas son los más capullos del mundo, y está comprobado científicamente.

Rin estaba demasiado consternada para hablar. Le había tomado el pelo, pero… a la vez… sonaba tan estúpidamente serio…

-Debo advertir- prosiguió-, que voy a hacer que todos y cada uno de vosotros suspendáis mi asignatura. Porque mi trabajo no es enseñar a una pandilla de inútiles como vosotros –se oyeron unos cuantos murmullos en la sala-, sino encontrar trabajo para los loqueros, que últimamente van faltos de trabajo, y me pagan por ello –unas cuantas risas que callaron al ver su rostro severo-. Porque vais a repetir tantas veces el curso y os voy a machacar tanto que acabaréis en el manicomio.

-¡Dios mío!- susurró Rin. Kagome no se atrevía a abrir la boca-. No hablará en serio, ¿verdad?

-De mi hermano nunca sabes –dijo el chico de las orejas de perro, bastante avergonzado y enfadado-. Siempre hace lo mismo con los nuevos.

-¡Y! –se escuchó oír a Seshomaru más fuerte que antes-. Sobretodo, no me gusta que me interrumpan.

Rin posó sus ojos en los del hanyou. ¡Oh, oh! Problemas.

-¿No, señorita del pirri?

-Perdone prof…

-SEÑOR –corrigió él.

-Señor Sesshomaru.

-Nombre –espetó secamente.

-¿Nombre?

-Sí –normalmente en las universidades pasaban de conocerte.

-¿Mi nombre?

-¡NO! Qué nombres los teoremas de Pitágoras. Claro que quiero su nombre.

-Higurashi… Rin Higurashi.

-Me gusta más chica del pirri.

¿Qué clase de ser era éste, que le tomaba el pelo tan descaradamente pero que aún así, no hacia broma? Su rostro era totalmente indescifrable. Pensó que tal vez nadie conocería sus verdaderos sentimientos.

-Puede decirme –prosiguió igual de impasible que las anteriores veces-, por qué ha escogido esta asignatura.

-Bueno… en verdad… no la escogí.

-Lamentable. He escuchado de "pelotas" mejores.

La joven comenzaba a impacientarse. No entendía porqué la había tomado con ella. Su hermana continuaba encogida hacia atrás con los ojos abiertos como platos. Tranquila. La que estaba en apuros era ella, no su hermana gemela.

Por suerte, la bocina de qué la clase de matemáticas había terminado sonó. Rin suspiró.

-¡Perfecto!- le dijo a su hermana cuando salían a almorzar-. ¡Es la primera vez que alguien me coge manía… y resulta ser un profesor de la universidad!

Continuará…

Notas de Autora: A lo mejor parece extraño lo de Kagome y Rin pero es que tenía que buscar un apellido a Rin y como son tan parecidas pos mira, decidí hacerlas gemelas. También tenía el problema de que si tienen la misma edad… por fuera eran demasiado parecidas (pelo largo y negro y ojos marrones) y se me ocurrió. Por lo demás es un UA e intentaré poner un poco de todo. Espero que me dejen reviews porfi.