Legolas y Tauriel

Capítulo 1

Él se decía a si mismo que era la mejor decisión que había tomado, era mejor dejar su futuro reino, dejar el bosque, dejar su vida, todo lo que le recordará a ella. Legolas solo recordaba el momento en que tomo la decisión de irse. El día de la batalla de los cinco ejércitos, cuando término su pelea con la bestia Bolg, solo tenía una cosa en su cabeza Tauriel.

-¡TAURIEL!

-¡TAURIEL!

Gritaba desesperado, buscando a todos lados, pensando lo peor, cuando en la cima de las torres de Ravenhill, a lo lejos vio una cabellera de fuego, fue el momento que su corazón tomo alivio al saber que ella estaba bien, subió dispuesto a declarar por fin su amor y decirle que jamás dejaría que algo la lastimara, decirle que cuando la vio caer de la colina herida e indefensa siento que todo se derrumbaba dentro él, pero cuando llego a la cima de la colina, vio algo que le provocó un dolor en el corazón, tan fuerte, como si hubiera recibido una flecha directa al pecho, Tauriel estaba llorando sentada junto al cuerpo del enano que tanto la había cautivado, Legolas solo observaba que Tauriel acariciaba una extraña piedra.

-¡Tauriel!, ¿estas bien? ¿No te duele nada? ¿No estas herida?- lo dijo con preocupación y tristeza.

-No, solo que no se que es lo que pasa en mi interior, siento como si mi fuerza se hubiera ido...

-Tauriel -la interrumpió abruptamente. -Tenemos que irnos, los demás enanos vendrán por él.

-¡No!, no lo puedo dejar aquí. -su tono era triste y se percibía lagrimas apunto de salir.

En el momento que la vio tan herida y vulnerable supo que el amor de su vida se había enamorado de un enano, de un miserable enano, Legolas solo se fue, sin hacer ningún ruido y sin decir ni una palabra, para dejarla llorar tranquila.

Cuando salió vio a su padre acercarse al lugar donde se encontraba Tauriel y el cuerpo del enano, lo miro fijamente.

-Yo... no puedo regresar.

-¿A donde irás?

-Todavía no lo se.

-Ve al Norte. Encuentra a los Dunedain, entre ellos hay un joven explorador, deberías conocerlo. Su padre Arathorn era un buen hombre, su hijo... podría a llegar ser uno grandioso.

-¿Como se llama?

-En tierras salvajes le dicen Trancos. Su nombre verdadero lo tienes que descubrir por tu cuenta.

Legolas se alejaba y antes de que se fuera su padre le dijo.

-Legolas, tu madre te amaba, más que a nadie, más que a la vida.

Legolas solo asintió y antes de partir le pidió a Thranduil que aceptara de nuevo a Tauriel en el reino, y que nunca la dejara sin protección. Se fue para poder olvidar todo lo que paso el día de la batalla, y principalmente olvidarla a ella.