.-Sam-.
El tiempo luego de Apocalipsis había pasado muy diferente para ambos, por ejemplo Dean siguio el consejo de Sam y hizo una vida nueva -No con Lisa como le había pedido- y Sam...el salió del infierno y fue lo peor que le pudo haber pasado, no tuvo alma por mucho tiempo -Al menos un par de meses-Y cuando la logró recuperar -por un gigantesco favor con muchos demonios-todo fue de mal en peor, nadie le colocó una pared, un alto a todo lo que estaba pasando en su cabeza, a todos esos recuerdos del infierno, a todos esos malos momentos donde escuchaba como si fuera un repetición por parte de Lucifer "Fuiste mi perra en todas las maneras posibles" algo que había comprobado; en ese tiempo no supo nada de Dean hasta ahora, vaya que el mundo es pequeño, le llamo y fue todo el contacto que tuvieron, esas pequeñas palabras que compartieron y no de muy buena manera.
Podía recordar claramente como le había preguntado si podían juntarse, lo necesitaba, necesitaba desahogarse un momento; Lucifer estaba cada vez mas loco, cada vez eran más palabrotas, más dolor, había empezado con lo peor que jamás en su vida pensó hacer, comenzó a cortar sus brazos, primero partió con pequeños cortes que hacían desaparecer la silueta de Lucifer y con eso se calmaba, además de que la marca no era permanente, pero ahora...Podía ver sus brazos y adivinar que bajo cada marca habían unas antiguas y Dean no estuvo allí para él, cuando deliro de fiebre o cuando lo internaron luego de un accidente automovilístico que tuvo tampoco estuvo y se pregunto realmente si su hermano lo necesitaba, si quedaba algo del hermano que alguna vez cambió su alma por la vida de su hermanito, si queda algo del hermano que alguna vez de nego completamente a decirle "Si" a Michael, a ser su recipiente, que se sintió como el peor hermano cuando él dijo que si.
Ahora podía ver lo que alguna vez fue su hermano y su heroe recostado en la cama con lágrimas secas marcando sus mejillas aferrado a esa estúpida gabardina porque si, su hermano le cambió por Castiel, cada vez que le necesito estaba con Castiel, cada vez que le llamó desesperado, con la navaja en sus brazos, con la interrogante de que si esa vez podría ayudarle, si podría intentar ser fuerte por él, alguna palabra de aliento pero no, jamás las tuvo, siempre fue un "No es momento Sammy", "Estoy ocupado Sammy", "Necesito hacer cosas Sammy"; ahora ya no lo necesitaba, no necesitaba esas palabras y mucho menos la presencia de su hermano en SU casa pero no lo iba a dejar tirado, no iba a dejar que algo malo le pasara, no iba a dejar que cayera en el alcohol nuevamente.
Cuando lo encontró en aquel bar fue pura casualidad, había entrado luego de una caza y se sorprendió al reconocer con facilidad al rubio que apenas y se sostenía pero le sorprendió más el saber que Castiel había muerto, ya no podía revivirse como aquella vez luego de la batalla final, ahora era diferente pero había muerto protegiendo a lo que más quería y a pesar de que estaba completmente enfadado con él -Por alejarle de su hermano- estaría eternamente agradecido por salvar lo único que le quedaba -Aunque ya no sabía que tanto- De familia; esto nos lleva a la situación actual.
...
Sam entró en el cuarto con cuidado de no hacer ruido y se acercó a su hermano sentandose a su lado, de a poco limpió las lágrimas y tuvo cuidado de pasar sus dedos despacio para no despertarle, luego tuvo cuidado de acariciar su cabello y por último lo arropo, no podía culpar al hombre que le crió, que dio su vida por la suya y del cual se enamoro, del cual aprendió lo que eran las cosas más importantes y mas insignificantes de la vida y a pesar de que tuvo a Jess -Su "Gran" amor de universidad- fue solo para esconder e intentar no pensar en su hermano, claro que todo cambió cuando le fue a buscar y su historia volvió a entrelazarse, cuando volvió a subirse a la Impala.
-Dean...-le miró detenidamente pero no dijo más. Simplemente se levanto y acarició una vez más su cabello y se retiró del cuarto casi por completo-Descansa-Cerro la puerta y se dejo caer por esta hasta tocar el piso. Esto es como si diera un paso hacía adelante y dos para atrás; las lágrimas comenzaron a salir sin su consentimiento y apoyo su cabeza en sus rodillas rodeandola con sus brazos, no podía permitirse caer tan bajo, no podía permitirse sentir, no podía permitirse nada de esto-No es tu vida-Se repitió -El se irá cuando se sienta mejor y volver a estar solo en esta gran casa, solo-
Con el tiempo aprendió que no era necesario ni indispensable para nadie como pensó, mantenía contacto con Bobby pero era el mínimo, con Dean ahora ni siquiera había hablado, solo lo cargo al Impala y lo llevo a casa... ¿Esto era Casa? ¿Su hogar?, claro que no, su hogar era el Impala, en el habían recorrido gran parte del país, en el había pasado desde su primer día, en el tenía sus primeros recuerdos, los más felices y los mas tristes, en el había vuelto, en el había perdido a su padre, en el había entendido que estaba enamorado de su hermano; esto no era un hogar, era solo su casa, era solo el lugar donde habitaba y que había comprado honradamente, el lugar que le recordaba en todo momento que no podía hacer más, que su vida ya había cambiado, que su momento como uno de los mejores cazadores de la historia ahora era solo pasado, que ya nada volvería a ser como antes, que no importaba nada de lo que siguiera pasando su vida no volvería a ser la misma, que no importaba nada de lo que hiciera su hermano seguiría llorando la muerte de ese plumifero con alas que le salvo la vida y él...bueno él podía seguir escondido en su trabajo y en su casa cuando no tuviera nada que hacer.
Con un suspiro se levanto del piso y entro directo a su cuarto cerrandolo con llave, no le apetecía el hecho de que Dean le encontrara, no en esos momentos donde ni siquiera el mismo se toleraba, donde dejaba que toda la basura que sentía se manifestara de diversas maneras pero esta iba a ser diferente, no pensaba hacer de sus brazos una nueva historia simplemente se iría a la cama con ayuda de un par de pastillas, no apetecía despertar mañana como un zombie pero era eso o darle vueltas al asunto un par de muchas horas más. Despacio dejo caer sus pantalones al suelo junto a su camisa, sin ganas tomo su pantalón de pijama y se lo coloco para sentarse en la cama con el bote de pastillas a su lado al igual que su vaso con agua, debía dormir si mañana quería estar presentable para su hermano, al menos un momento. Con ese pensamiento se tomo dos pastillas que ayudo a tragar con un poco de agua y se arropo en la cama haciendose bolita, lo que menos quería era pensar.
.-
El primer pensamiento desente que tuvo Dean es que su cabeza le estaba matando, había bebido demasido, lo reconocía, después de todo lo que vivió con Castiel el beber en su honor era lo de menos, mucho menos era tener este tipo de resacas, incluso había pensado que esta vez al fin se iba a ahogar en su propia miseria y vomito para morir y ver si lograba llegar con él. No era justo, no debió haberse sacrificado por él, debió haberle dejado morir, debió haberle hecho caso cuando le dijo que no se metiera, que no era necesario, que podía solo, que no eran más que unos cuantos demonios y hombres lobos trabajando juntos, que nada malo iba a pasar siempre y cuando trabajara solo pero no, Castiel jamás le hizo caso, simplemente se gano en medio cuando el daño que iba a recibir era demasiado fuerte y pudo apreciar cuando el cuerpo sin vida que alguna vez pertenecio a Jimmy caía al suelo dejando en este una gran mancha por cada lado que dio a entender que fueron sus Alas y si, su hombre estaba muerto y el había muerto con él en ese mismo instante; lugo de eso ya nada fue lo mismo, al funeral solo estuvo él y a pesar de que quiso que estuviera Sam no le vio el caso, su hermano no se prensetó jamás ante él más que para llamadas telefonicas esporadicas, no iba a llamarle para esto -aunque le mando un mensaje- luego las llamadas se cortaron por completo hace al menos un mes.
El sonido de la puerta le hizo salir de sus pensamientos y con un suspiro resigando se levantó a abrir, no sabía en donde estaba pero lo que si sabía es que no iba a dejar que nadie le viera en esas fachas -solo en ropa interior y una camiseta de dormir que le quedaba algo grande de mangas- asique debía asegurarse primero de que fuera alguien que conocía o una mujer para poder presentarse libremente.
-¿Quién es?-se aventuró a preguntar aunque se golpeo mentalemente de inmediato, la casa era de la otra persona, ¿Cómo se le ocurría tomar aquellas atrivusiones?
-Soy yo, Sam-habló en tono bajo desde el otro lado de puerta-¿Puedo pasar?-
El nombre de su hermano le dejo congelado en el sitio, no espero volver a encontrarse con él, no después de todo ese tiempo solo, no después de como estuvieron estos últimos tres años, cuando al final se separon y el se fue de lado con Cass dejando a Sam a la deriva y lo sabía o al menos lo sospechaba cada que su hermano llamaba pero prefería hacer oídos sordos a todo eso o terminaría por consumirse con la culpa y en esos momentos -aunque le doliera reconocerlo-prefería estar teniendo sexo que ver que le pasaba a su hermano, ya luego se daría cuenta que fue el peor error.
-¿Dean?-volvió a escuchar desde afuera-¿Estás bien?-
Con eso simplemente salió de sus pensamientos y tuvo que sentarse en la cama para no caer directo al suelo, aunque no pudiera debería darle la cara, era lo mejor, así luego se iría de donde fuera que estuvieran, dejaría a su hermano en el camino para que pudiera seguir con su vida y el volvería a las carreteras para seguir cazando a los que mataron a Castiel, debería seguir con su venganza y en esta oportunidad Sam no estaba incluido.
-Claro, puedes pasar-
Lo que vio le dejo helado, era su hermano claro esta pero estaba más delgado -demasiado para su gusto- con ojeras algo marcadas y lo que parecian algunas marcas rojas sobresalientes de sus muñecas -suspuso que por alguna cacería reciente, sabía de sobre que su hermano era un especialista para ponerse en aprietos- Sin esperar se acercó a él abrazandole con fuerza, era lo que necesitaba, saber que su hermano estaba allí para él, que después de esos tres años volverían a ser solo ellos por al menos unos días y luego cada uno con su vida.
-Sam...-comenzó a hablar.
-Tomate esto-le tendió una pastilla y un vaso con agua apenas se separaron-te ayudara con el dolor de cabeza, el desayuno esta servido pero quería asegurarme de que estabas en todos tus sentidos primero para que bajaras o si debía subirtelo-le miró.
Dean tomó la pastilla y el vaso murmurando un escualido gracias y negó levemente, ¿Desayunarían en ese lugar?, debía ser enorme -lo sabía por el solo hecho de que el cuarto donde estaba era enorme- debería Sam haber pagado demasiado por una noche y más por el desayuno.
-¿Dónde estamos?-
-En mi casa-le miró sentandose en la silla que había en frente.
-¿Tu casa?-Alzó una ceja y se sentó en la cama-¿Tienes una casa?-Se golpeo mentalmente, era obvio que lo había preguntado ya.
-Si, después de un tiempo tuvo que establecerme en algún lugar, ya no podía seguir vagando de aqui a allá sin tener un punto centro-No lo miró -Supe lo de Cass-Suspiró -Lo siento mucho-
Para Dean fue como una bofeta directo en la cara, había por un momento olvidado a Castiel pero la pena era grande y nuevamente le embargo, más no iba a llorar frente a su hermano, ya luego podría hacerlo cuando se quedara solo. Con un suspiro levanto la mano y la movió negandose a seguir hablando de aquello.
-No fuiste a su funeral-Le miró -¿Que hacías tan importante?, te llame un par de veces-
-Se que me llamaste-Sobo sus brazos un momento-Tenía cosas que hacer-Miró a otro lado-y había una caza asique...-
-¿Me dejaste solo por una caza?-Le miró -¿Qué era tan importante como para dejar a tu hermano solo?-
-Dean no vayas por ese camino-
-¡Dime que fue más importante que apoyarme cuando más te necesite!-le gritó levantandose de la cama.
-Nada, nada fue importante-Le miró.
-¡Deja de mentir y dime la maldita verdad!, ¿Fue por un hombre lobo?, ¿Algún cambia formas?, ¿Algo de aquello o solo fuiste tu evadiendome?-
-¿Quieres la verdad? -Le miró -Estuve solo tres años Dean antes de vover a juntarme contigo, cuando mas te necesite ¿Dónde estabas?-rio cinicamente-follando con Castiel, no hiciste nada, te llame cuando mas te necesite, me sacrifique por ti al decirle que Si a Lucifer y ¿qué obtuve a cambio? Nada; nada obtuve, tu no estabas, Bobby apenas y me dirige la palabra que decir de Castiel, jamás me respondió, mucho menos tú, siempre que te llamaba me salias con alguna excusa-Se levantó y froto su cabello-Pase un infierno antes de ser quien soy ahora Dean no puedes culparme por no estar para ti una vez cuando tu no estuviste para mi por tres años-Se acercó a la puerta sin esperar a que le siguiera-El desayuno se enfría-Iba a cerrar la puerta cuando recordo algo imñietante-no podrás irte aún, el auto sufrió una fuga desde antes de que te trajera asique lo lleve al mecánico, me lo devuelven en dos semanas, luego de eso eres libre de irte si quieres-
-Sam...-
-Mi cuarto es el de al frente, estare allí por si me necesitas-cerró la puerta.
Dean se dejo caer a la cama y enterró sus dedos en su cabello, ¿Qué tan mal la pudo pasar Sam en ese timpo?
.-Sam-.
Sam se dejó caer en el piso de su cuarto afirmando su cabeza, no sabía de a donde había sacado tanta fuerza para poder decirle todo eso a su hermano sin desmoronarse; sabía que no había sido tarea fácil -sobre todo si tienes ganas de hacer sentir a tu hermano tan culpable como debería- pero no pudo, no pudo luego de ver el dolor que transmitían sus ojos, no pudo luego de ver que con la mera mención de aquel Ángel a Dean casi se le hubiera caído el alma y pudo ver nuevamente el dolor y desesperación que tenía ayer cuando lo encontro, que tenía en todo momento cuando lo estuvo observando dormir esos escasos minutos y sobre todo eso fue un recordatorio de que le había perdido.
Es gracioso pensar que todo nunca lo tuvo pero le dolió mucho el hecho de saber que jamás sería suyo, que esos tres años que estuvo intentando buscar cualquier tipo de ayuda -incluso Bobby le había ayudado en su momento- su hermano había estado disfrutando la vida que él mismo le había pedido, podía recordar que le hizo prometer que volvería por aquello que quiso con Lisa, que debia pelear por todo lo que quiso pero no pensó que fuera de esta forma, no pensó que después de todo a la primera le diera vuelta la espalda. Es verdad que no pensó jamás en volver, no pensó que luego de haber caído directo a la Jaula podía podría salir de allí y tener una vida normal, que luego de todo lo malo que había vivido allí -hablando de las torutras entre otras cosas- iba a poder salir adelante, iba a poder volver a mirar el mundo desde donde estaba, volvería a cazar, volvería a tener a su hermano con él -aunque este último no sabía que tanto-
Subió un poco sus mangas y dejo su vista fija en las marcas que reposaban sobre sus brazos -al menos hasta casi el codo en ambos brazos- la primera que hizo y fue profunda fue como una droga, el mejor de los alivios vino junto a ella y a pesar de que podía ver la sangre caer por sus brazos no evito que sintiera que era eso lo que necesitaba, aún recordaba como aquella vez había llevado un poco de sangre directo a su boca y el gemido que dejo escapar después fue de satisfacción pura, fue como si volviera a tomar sangre de Demonio, como la de Ruby, aquella que le habia hecho llegar hasta el mismo infierno y sentir a Lucifer como si fuera un juego de niños; con algo de desesperación busco la pequeña navaja que portaba simpre y la enterro de a poco sobre su brazo para dejar que la sangre saliera de allí, que se moviera de a poco y la vio hacer un pequeño camino, la vio salir con cada pulsación que su cuerpo hacía, la vio caer en forma de gotas al suelo y se apresuro a llevarla directo a sus labios, bebiendo con fuerza lo que caía.
Sino fuera por ello, posiblemente se hubiera dejado desangrar pero ahora no podía, ahora no podía ser tan descuidado como siempre, ahora no podía dejar que la sangre goteara de su mano con tranquilidad por toda la casa ya que Dean estaba en ella, no podía siquiera manchar su cuarto porque conocía a su hermano un poco mejor de lo que se conocía a si mismo -o eso pensaba hasta hace al menos tres años- y era capaz de llegar y entrar sin importarle que estuviera despierto o no. Con pesadez se levantó y camino directo al baño, necesitaba una ducha y vendarse ambas muñecas sino quería que sospechara -tampoco es que creía que su hermano se anduviera fijando en cosas pero el clima no estaba tan helado para andar bien abrigado-
Apenas sintió el contacto con el agua dejo escapar un suspiro lastimero, no podía hacer mucho pero esto era lo mejor, podía sentir como el agua se llevaba con ella todo lo malo que había pasado, podía sentir como se sentía una persona completamente nueva, como si todo lo malo que sintió en la noche y todo lo malo que estuvo pasandole durante el tiempo en el que encontro a Dean nuevamente en el bar hasta ahora en la mañana y todos los sentimientos encontrados que tuvo desde ese momento hasta ahora, pero no podía siquiera pensar que cosas como esas podían volver a pasarle, se supone que lo tenía todo controlado, se suponía que todos sus sentimientos los tenía bajo llave pero solo basto que encontrara a su hermano borracho en ese bar y le diera de esas hermosas sonrisas Made in Dean Winchester que le enamoraron hace tanto tiempo y todo se desmorono, todos los muros que se había hecho se cayeron con rapidez y le llevaba al problema de ahora, que estaba más que convencido que si Dean era capaz de preguntarle por todo lo que había pasado el no dudaría nada en decirle la verdad.
A paso lento cortó el agua y salió de la ducha dandose un respiro antes de comenzar a secarse las muñecas con la toalla y luego envolverla en su cintura, no era justo hacerle eso a su cuerpo pero necesitaba hacerlo, necitaba tener un respiro con todo lo que estaba pasando; sin cuidado alguno se vendó ambas muñecas y terminando de vestirse se miró frente al espejo, estaba lo más presentable que había estado en meses.
...
Demoró un poco menos de lo que hubiera querido en bajar a la cocina a tomar algo de café, posiblemente hubiera sido todo más fácil y hubiera corrido a refugiarse en su cuarto sino hubiera encontrado a su hermano dandole la cara con un pedazo de Pie justo frente suyo.
-Bonita casa-
Se dio la vuelta con un café en la mano y se sentó frente suyo en la cocina, sino era ahora no podría tener ningún tipo de conversación con él y lo que menos quería era que ese tiempo que tuvieran que estar ambos de forma obligada fuera peor que las torturas de Lucifer. Sin apuro asintió a lo que su hermano le había dicho llevandose la taza llena de café cerca de la boca para soplarla y luego beberla, era ese el firme recordatorio de todo lo que habían vivido juntos y todo lo que tuvo que enfrentar solo en esos tres años.
-Era más pequeña cuando la compre-miró un momento por la venta-pero creo que e tenido demasiado tiempo libre e ideas sueltas como para dejarla así-
Dean sonrió ante el comentario de Sam, sabía que su hermano era un genio pero el llegar a tener una casa así de bonita, no era como la suya -posiblemente porque la suya la había escogido junto a Cass- era más pequeña y daba un poco más de ese aire "Hogareño" que el que desprendía la casa de su hermano, aunque tampoco podía juzgarlo por cosas tan simples como esas, no sabía lo que había pasado y por ende no podía juzgarlo, al menos no de esa forma.
-¿La compraste?-le miró-pensé que la habías...ya sabes...-no sabía como explicarle que de una forma no legal.
-Deje ese tema hace un tiempo-volvió la vista a su café-ocupo todo lo falso cuando me voy de caza pero para esto tengo una vida normal, con un trabajo normal y con un horario que me dan ganas de que mi jefe sea un cambia formas y darle con alguna bala directo en el corazón-se rio un poco, ¿Hace cuanto que no se reía de esa forma?, por cosas tan simples como que odiaba a su jefe.
-Vaya Samantha, me voy por un tiempo y te has vuelto una chica responsable, no me digas que también aprendiste a cocinar-se burlo-serás la esposa del año-
Con ese pequeño comentario las cosas se relajaron completamente entre ambos, el hecho de que pudieran bromear nuevamente de esa forma era lo mejor que les podía pasar, era como si la brecha que existía entre ellos en momentos como esos no lo hiciera.
-Mi nombre es Sam-le corrió como siempre que le decía de algún apodo-y si, se cocinar-le miró-por ejemplo ese Pie que comes lo hice yo-le dijo divertido.
-¿Tú?-le miró con la cuchara aún en la boca-joder, yo sabía que en algún momento ibas a crear un arma contra mi, ¿Pero esto?-le miró-es lo más rico que e probado, me conces tan bien-
Sam negó simplemente, no había hecho el Pie pensando en Dean -bueno, si lo había hecho- pero no para darselo, sino como un simple recordatorio de que a su hermano le gustaba lo dulce y si aprendía a hacerlos bien quizás algún día lo ocupara como pretexto para ir a verle al fin y poder enfrentar todos los miedos que le daba el solo hecho de tener que mirarle a la cara luego de todo lo que habían sufrido ambos -dolores completamente diferentes- pero a su manera.
-Gracias-respondió levemente sonrojado, no todos los días recibías un alago por parte de Dean.
El resto del desayuno lo pasaron conversando cosas triviales, nada que les recordara el hecho de que Sam tenía una casa y que Dean se quedaría allí las siguientes dos semanas porque era muy cobarde para pedirlea su hermano que le dejara en la casa y porque no era capaz de volver allí y reencontrarse con todo el dolor que le probocaba el solo hecho de saber que allí estaban todos los mejores recuerdos que tuvo en algún momento con Castiel.
