Mi situación romántica no está mal... y no es como la esperaba.

Disclaimer:

Yahari Ore no Seishun Love Come wa Machigatteiru. (やはり俺の青春ラブコメはまちがっている。 lit. Mi comedia romántica juvenil está mal, como lo esperaba.) También conocido como Hamachi (はまち) u OreGairu (俺ガイル), es una novela ligera japonesa escrita por Wataru Watari e ilustrada por Ponkan8.

Fuente: Wikipedia.

Advertencia:

Esta historia puede contener OOC debido a que la mente de los personajes es en ocasiones tan compleja que incluso hoy en día muchos del fandom no pueden entender que pasaba por la cabeza de Wataru-sensei a la hora de crear personajes con ese tipo de personalidades. Y sobre todo mi desconocimiento en cuanto a las mentalidades de los mismos.

Fuente: Yo y mi análisis después de leer tantos fics de esta franquicia.

Capitulo Piloto

Simplemente algo aquí está mal.

Si alguien me preguntara que ha pasado con mi vida después del Instituto la única respuesta que encontraría seria…

He aprobado el examen para ingresar a la Universidad de Tokio.

Algo increíble para mis padres, amigos (Sí, tengo amigos) y sobre todo, para mí, alguien que aspiraba a algo sencillo y sin mayores complicaciones en su vida.

Nunca espere mucho realmente, después de una vida en el instituto no muy placentera con más conflictos que beneficios me encuentro en una increíble situación, al parecer los dioses han conspirado contra mí, un simple chico que comenzara sus estudios universitarios.

Simplemente accedí a tomar el examen de la Universidad de Tokio porque mis padres pensaron que sería el momento perfecto para demostrar mis conocimientos, habilidades y convertirme en una persona más responsable lejos de casa, traduciendo sus perversas intenciones a; ¨Solo buscamos una excusa para que dejes tu amado hogar y entiendas un poco la vida de mierda que se lleva viviendo por si mismo¨.

Gracias mamá. Gracias papá.

Todo esto al darse cuenta de que era mejor estudiante de lo que esperaban al haber sido reconocido como el segundo mejor alumno de nuestra generación en el Instituto (Aun me pregunto cómo es que logre esto, y sí, Yukinoshita obtuvo el primer lugar. Era más que obvio.) y decidieron poner algo de sus esperanzas en su primogénito. Supongo que se dieron cuenta de que su inversión en mi persona esta valiendo la pena.

De no haber sido presionado por mis padres ahora estaría en mi amado hogar con Komachi, estudiaría en la Universidad de Chiba y no tendría que preocuparme por cosas como el que preparar para desayunar, despertar por mi mismo para dirigirme a clases, cómo administrar el dinero que me envían mis padres, entre muchas otras cosas, pero ahora cambio eso, ¿Por qué? Porque desde hace un par de semanas he empezado a vivir solo.

Al final todo resulto en aplicar y aprobar el examen de ingreso, ser felicitado por mis padres, familiares y conocidos, y al final como regalo por haberlo logrado mis padres decidieron regalarme un pequeño departamento en el corazón de Tokio para asistir a la universidad. Supongo que pensaron que eso sería lo mejor para alguien que tiene que aprender a no depender de los demás como hasta ahora lo he hecho y debo aceptar que tienen razón. Así como soy consciente de que al final tendré que pagar por todo esto. Odio este tipo de regalos.

Preferiría el dinero a tener que aceptar algo así.

Tokio tiene fama de ser una de las ciudades más caras del mundo. En teoría todo lo que tenga que ver con bienes inmuebles, comida, servicios y todo lo que se requiere para la vida plena de una persona vale un ojo de la cara y apuesto a que tendré que pagarle eso a mis padres en el futuro.

Habría sido la vida más sencilla si me permitían quedarme en Chiba, pero optaron por alejarme de sus vidas ahora que estoy en una universidad lejos de casa; si, podía negarme. Debí negarme. Pero al conocer las expectativas que tenían sobre mí y la cara de Komachi al felicitarme después de haber aprobado el examen fue más que suficiente para aceptar quedarme en la universidad de Tokio. No puedo decepcionar a Komachi.

El departamento en que vivo es un lugar sencillo y moderno, una recamara de tres metros de ancho por cuatro metros de largo que da hacia un pequeño balcón, una cama Queen size, un escritorio para realizar mis deberes escolares, una pequeña televisión LCD de 14" y la bendita conexión a internet. Tiene áreas independientes para el baño y la cocina, así como mismo cuenta con los electrodomésticos comunes, una pequeña estufa, microondas, lavadora y secadora, y un minibar para hacer de mi estadía la más placentera. (Nota mental: Comprar CAFFEE MAX)

El lugar se encuentra a diez minutos de la estación JR Shinbashi, lo cual es conveniente ya que es una de las dos estaciones que debo tomar para llegar a la universidad, todo esto tomando la línea Yamanote y sufrir un viaje de 3 minutos en el cual debo transbordar y para transbordar debo caminar a la estación de Tokio otros tres minutos para abordar la línea Marunouchi otros siete minutos y de la estación Hongo-sanchome caminar otros seis minutos para llegar a la universidad…

Sí, me estoy quejando de ese simple trayecto por el hecho de que no estoy conforme con la vida que he empezado a llevar. Han roto mis sueños y esperanzas de vivir una vida universitaria un poco más tranquila de lo que esperaba… La vida es una perra. Debí haber reprobado ese examen, debí haberlo reprobado.

Aunque pensándolo mejor no todo está mal como esperaba, gracias a esto podre empezar nuevamente desde cero…

Eso no quiere decir que me olvidare de los grandes momentos que pase en el Instituto Sobu, después de todo es difícil olvidar todo lo que sucedió en el club de servicio, desde mis tontas e incorregibles amigas, mi molesta kouhai, la increíble sensei que tanto me golpeo con la excusa de corregir mi actitud, mi ángel Totsuka; e inclusive el molesto grupo con el que me vi involucrado durante mi estancia en esa escuela. (Si me olvido de alguien espero me disculpe no soy muy bueno recordando a las personas.)

Y ahora me encuentro en mi camino para otro frustrante día en la universidad, teniendo que soportar a mis nuevos compañeros de clase que son completamente diferentes a los que me acostumbre y que han empezado a crear sus vínculos sociales.

Pero como he dicho, me acostumbrare a esto, ahora es tiempo de ir a clases y tener que soportar esas horas de dicha en clases. (Si, es sarcasmo.)

Doy un paso por la gran entrada de la universidad y un escalofrió recorre mi cuerpo. Oh, no. Algo peligroso se avecina, Hachiman debes retroceder. Alguien te observa a lo lejos. Sí, estoy seguro de eso, es hora de la retirada.

¿Por qué?

Porque es simple.

En estos momentos me encuentro en la entrada de la escuela y a unos metros se encuentra Miura Yumiko, la reina de fuego del Instituto Sobu observándome con esos hermosos ojos verde oliva con una cara de pocos amigos, ataviada con una blusa blanca con volante en el escote, jeans azules ajustados algo desgastados (Supongo que será la moda) y un par de tenis vans rojos. He cruzado miradas con ella, es hora de escapar, huir con la rapidez de una gacela… Cambio el rumbo hacia donde me dirijo, sé que no es un buen día para venir a clases, después de todo encontrarse a Miura a las primeras horas del día es bastante problemático…

Error.

Al momento en que me volteo y emprendo mi camino de regreso a mi departamento escucho los pasos de Miura dirigiéndose hacia mí mientras yo trato de caminar lo más rápido que puedo escapando de ella.

Esto sería el sueño de cualquier chico.

Ser perseguido por una hermosa chica mientras tú continuas huyendo porque sabes que sería un error su relación, ella trata de arreglar las cosas y simplemente la ignoras porque no quieres sentir más dolor… El sueño de cualquier chico.

Excepto el mío, porque sé que lo único que puedo recibir de parte de esa chica seria insultos, órdenes y miradas amenazantes. Sí, seria tratado como un bicho raro.

Continuo mi andar sin voltear hasta que me llama por un molesto apodo. Oh, aquí viene.

"¡Hikio!" Lanza un grito hacia mí, nuevamente un escalofrió recorre mi cuerpo. Estoy seguro que si no volteo saltara sobre mí y será mi fin. Lentamente regreso mi cuerpo en dirección hacia la entrada de la escuela y la veo frente a mí a unos pocos metros, algo agitada y con el cabello rubio un poco alborotado.

Realmente odio la interacción con las personas… sobre todo personas que he conocido de las cuales no guardo recuerdos especialmente afectivos y los odio más cuando me llaman por apodos extraños. Esas personas deberían morir.

Miura Yumiko recupera la compostura, trata de acomodar un poco su cabello y vuelve a observarme fijamente. ¿Acaso tengo un bicho en la cara o baba de la noche anterior? No, espera. Está dando a entender implícitamente que soy un bicho. Maldita mujer.

"¡Que maleducado! ¿Acaso tus padres no te enseñaron a saludar a las personas por la mañana? Inclusive estabas huyendo de mí. ¿Tienes algún problema conmigo?" Miura Yumiko se dirige hacia mi persona, esa mirada amenazante que tanto la caracteriza y esas "agradables" frases matutinas con las que trata de que me una a su conversación. Al parecer alguien debería tomar clases de modales.

Exhalo un largo suspiro, supongo que no puedo escapar tan fácil de esto.

"No soy maleducado. Conozco muy bien sobre las normas de etiqueta y protocolo. Solamente no tenía la intención de encontrarme contigo al iniciar la mañana. Así que al verte en la entrada algo me decía que sería una mala idea entrar a clases el día de hoy. Y no tengo problemas contigo, por ahora. Así que si me disculpas me debo retirar." Respondo lo más estoico posible que puedo, mientras ella forma una extraña expresión en su rostro y pregunta inmediatamente.

"¿Crees que soy un mal augurio o algo así?" Vaya, al parecer si entendió mi mensaje oculto, ahora vamos a ser directos con esto.

"No lo creo. Estoy casi seguro. Adiós" Respondo a su pregunta y rápidamente me despido. Sé que si no me voy ahora tendré dolor de cabeza más tarde.

He esperado por unos segundos, si tiene algo más que decirme es ahora o nunca y ella no desperdicia ninguna oportunidad con tal de conseguir algo.

Han pasado varios segundos.

Vaya, esperaba más de ella…

"Bien. Me retiro. Nos vemos Miura." Giro mi cuerpo con dirección a casa y trato de emprender mi camino nuevamente, mientras sigo escuchando un débil murmullo por parte de ella; parece que ha perdido las agallas que tenía en la escuela preparatoria.

"¡Espera!" Miura trata de gritar pero su tono de voz se ha debilitado y esto llama un poco mi atención. Inesperadamente toma la manga de mi sudadera y me detiene súbitamente, me doy cuenta de que su pequeña mano tiembla un poco. ¿Qué es lo que le pasa a esta chica?

"¿Ahora qué pasa?" Trato de responder lo más calmado que puedo, no quiero sonar agresivo, si lo hiciera y ella lo tomara a mal sé que me arrepentiré después.

"Necesito hablar contigo… de algo importante." Miura responde y finaliza con un débil murmullo que sale de sus labios, agacha un poco la cabeza, he notado que sus mejillas se han encendido un poco. Espera, no hagas eso, podría llegar a malinterpretarlo.

"¿Así que por eso me estabas esperando en la entrada esta mañana?" Trato de ignorar su reacción anterior y me enfoco en el tema de interés.

¿De qué podría querer hablar Miura Yumiko conmigo?

No estamos en la misma facultad y solo hemos hablado una vez desde que nos encontramos en U-Tokio. No compartimos nada en común y no nos interesa la vida del otro. Entonces… ¿Qué necesita de mi la reina de fuego?

"Sí. Necesito tu ayuda." Ahora un tono suplicante en su voz. Hacía mucho que no la escuchaba así. Eleva su rostro hacia mí y puedo ver que sus ojos amenazan con el llanto. Demonios, es difícil saber cómo debo reaccionar en estas situaciones.