¡Hola a todos!
Desviándome un poco de mi historia en proceso, les traigo cuatro drabbles sobre el invierno. Esto es parte de una mecánica del foro Esmeralda Madre. Me tocó invierno y Blaze como personaje. Si les soy honesta, tuve que leer mucho para poder llegar al resultado que quería.
Mi primer reto fue "humo de chimenea". Espero que les guste el resultado :)
¡Disfruten la lectura!
El invierno no era la estación favorita de Blaze. En su propia dimensión era muy raro que nevara. Pero estaba en Mobius y tenía que resistir al frío. Además, estaba en casa de Cream, no podía levantarse de la nada e irse de regreso a casa.
— Blaze, ¿estás bien? —preguntó Vanilla viendo a la gata frotar sus manos por tercera vez en cinco minutos.
— Sí, descuide-. No me adapto tan bien al frío, según veo—respondió Blaze apenada.
— Oh, entonces debería encender la chimenea. Cream, cariño, ¿podrías llevar el té a la sala?
— Sí, mami.
Las tres se desplazaron a la sala de estar, donde se encontraba la chimenea. Vanilla encendió con cuidado la chimenea. Las llamas comenzaron a iluminar suavemente el lugar. El calor también comenzó a sentirse.
— Espero que con esto te sientas mejor, Blaze—dijo la coneja con una sonrisa maternal.
— Gracias—respondió la felina disfrutando de la cálida sensación.
Cream comenzó a contarle a su madre de las emocionantes aventuras que había vivido con Blaze en la última semana. Habían estado tras la huella de Eggman. Pero, por un momento, la felina dejó de escuchar la historia y se concentró en la chimenea.
Al ser ella un ser de fuego, sentía atracción por las cosas cálidas y brillantes. Vio las llamas danzar sobre los troncos y sintió paz. Vio, además, el humo que desprendía. En lo particular, no le gustaba el humo: era molesto, hacía que los ojos ardieran y que la garganta se cerrara. Pero ese, en especial, parecía el más fino encaje. El olor era agradable y complementaba la estampa de la pequeña familia con la que estaba.
— … ¿Verdad, Blaze? —dijo Cream sonriendo. La aludida pestañeó un par de veces, como si hubiera despertado de un sueño.
— Eh… yo...
— Eres muy graciosa—remató la conejita abrazando a la gata—. ¿Te quedarás a dormir? Mami, ¿puede quedarse?
— Solo si ella quiere.
— Sí, me encantaría.
Blaze sonrió y abrazó a la conejita. A pesar del frío, Mobius era su lugar favorito.
