"La vida se me va...quién sabe a dónde
con la luz parte...
Sigilosamente de mí se aleja sin decir a dónde."
De Pär Lagerkvist
Sakura observó el bosque a su alrededor. No había ningún sonido mas que el del viento. No había nadie, ni para ayudarla ni para matarla. Estaba completamente sola. La sangre salía copiosamente de sus múltiples heridas y la dejaba con una sensación de debilidad que la obligaba a quedarse quieta.
Ya había intentado levantarse unas tres veces, pero no podía ni mantenerse de pie sin que se mareara. Maldijo mil veces su estupidez, su debilidad.
Iba a morir, lo sentía, iba a morir a causa de su debilidad.
La peor parte de morir, no es la parte de dejar de existir en el plano material, sino el proceso de muerte. Sakura se dio cuenta de esto mientras yacía en el suelo perdiendo sangre por cada una de sus heridas. Mientras sentía como la vida se le iba de las manos sus pensamientos rondaron por sus recuerdos, y más que nunca se arrepintió de no decir los suficientes gracias. No pudo agradecer a Tsunade por haberla tomado como su pupila y haberla hecho más fuerte, no le agradeció a Shizune su constante ayuda con los textos que la Godaime le daba para estudiar, no le agradeció al encargado de su edificio que siempre le sostuvo la puerta de salida cuando ella llegaba cansada despues del entrenamiento y por sobre todo, nunca le agradeció a Naruto por siempre arriesgar su vida intentar cumplir una estúpida promesa que ella le hizo hacer.
Sintiendo como iba perdiendo la conciencia de apoco maldijo a Sasuke y a sí misma por ser tan tonta y agradeció en silencio a Kami por su gran familia y por sus amigos.
Todo se volvió negro y pronto perdió la conciencia.
"Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise.
Pero a veces me quisieron.
También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín."
de Juan Gelmán
