Ninguno de los personajes me pertenecen, todos ellos son creación y propiedad de Sunrise.
Sólo faltaban unos cuantos pasos, su mano temblaba sobre la manilla de la puerta, los dedos entumecidos, toda su razón gritándole lo contrario, debía correr, escapar. Podrían hacerlo, abandonar silenciosamente el lugar que había sido su hogar para seguirla. Pero eso no era lo apropiado, ni siquiera era lo que Natsuki quería. Un ligero sonrojo le cubrió el rostro cuando se dio cuenta de ello. La morena había sido quién le sugirió la idea, enfrentar a sus padres, ayudarla y servirle de apoyo. "No huyas, no tengas miedo. Yo no tuve una familia con la que crecer y, por mucho tiempo, la extrañé. No pierdas tu familia sin pelear también, Shizuru". Sí, esa morena que la volvía loca. Por su culpa ahora estaba ahí, frente a esa puerta, que más parecía la entrada a su juicio final que a la sala donde sus padres bebían té luego de la cena. Por supuesto, todo podía salir mal. Para ello ya tenía un plan de escape. Ya era mayor de edad y, si bien perdería muchos privilegios, nadie podría confinarla a esa casa, nadie podría encerrarla ni cuartear su libertad… Aunque también podía oír el ligero ronronear de la moto de su novia cerca de los límites de la propiedad. "Si algo sale mal, iré a buscarte". Su voz había sido firme, y ella confiaba totalmente en su mujer, la buscaría y se alejarían. A un futuro incierto, pero uno en el que estaban juntas.
¿Cómo llegué a esto?, se preguntó, por undécima vez. No era propio de ella dejar que las situaciones la tomaran por sorpresa. Pero la petición llegó tan rápido como una marejada, la sobrepasó y la dejo abandonada en la playa, confundida, desorientada y asustada. "Sólo díselos, no lo pienses, hazlo". Suspiró levemente, aún asustada de emitir el más leve ruido que delatara su presencia. ¿Desde cuándo seguía los consejos de Natsuki?, era ella la que aconsejaba, planeaba urdía y confeccionaba situaciones a su favor. No al contrario. La motociclista la había encontrado con la guardia baja. Luego de uno de sus paseos en que la morena olvidaba lo que era el freno o la seguridad, el viento a su alrededor zumbando por la velocidad, su rostro escondido tras esa espalda cubierta por la piel del traje, perdido en mundos distintos su cuerpo, su mente y su espíritu. "Sólo díselos, no lo pienses" no hubo una introducción. La mujer lo soltó mientras estaban recargadas contra la barandilla del pequeño mirador, observando el sonriente sol de verano. El día tibio mantenía su cuerpo caliente y sus mejillas sonrosadas. Pero Shizuru sintió como su sangre se enfrió en cuanto las palabras abandonaron su boca. No necesitaba saber de qué estaba hablando, la mujer la conocía, lo suficiente como para, sin decir palabra, supiera que el tema le había estado rondando durante las últimas semanas, molestándola, hiriéndola, exasperándola. Claro, nunca lo comentó, ni siquiera lo demostró, pero debía aceptar que Natsuki tenía un olfato especial cuando de sus cosas se trataba. "Es sólo que paso la mayor parte de mi tiempo contigo, he aprendido a conocerte un poco mejor que el resto."
Las piernas le temblaban.
Ni siquiera pudo contener el aire dentro de ella.
Sólo unas gotas de sudor bajando por el costado de su rostro fue todo lo que se movió en el momento.
Natsuki la abrazó por detrás, confortándola, apoyando la barbilla en su hombro. Estás asustada, creo que yo también lo estaría dada la situación, pero si no haces esto te arrepentirás, lo harás, y, en algún momento, incluso quizás me culparás. Eso fue lo que su cuerpo pareció decirle con sus acciones, o tal vez simplemente fue lo que ella misma se permitió decirse en palabras de alguien más. Pero, lo único que abandonó la boca de su mujer fue un escueto "Te amo" y un beso en su cuello. Luego mantuvieron el silencio, un silencio que cobijaba las inseguridades de ambas. Shizuru tuvo la loca idea de subir a la moto y exigirle a Natsuki que manejara muy lejos, muy muy lejos, lejos de todo lo que las podía dañar, apeló mentalmente incluso a uno de las frases favoritas de la morena con respecto a las motos "Me obligan a viajar ligera", era lo idea, sólo ellas dos y nada más. Acarició la idea un momento más antes de soltarla definitivamente y descartarla como absurda. Sabía perfectamente que aquello que las dañaba estaba sólo dentro de ellas mismas. Pero los brazos firmes de la morena la detuvieron. Respiró profundamente un tiempo, uno que le pareció cortísimo a pesar de extenderse por largos minutos, antes de asentir levemente.
Y todavía sentía los brazos cálidos y firmes rodeándola. Apretó un poco más la manilla de la puerta. No sabía cuánto tiempo llevaba ahí, de pie, sin más razón que el miedo deteniéndola. Después de todo, no era tan malo. "Sólo tengo que decir, mamá, papá, tengo novia" sí, no era como si fuera una drogadicta ni mucho menos. Entonces, ¿Por qué le temblaban las piernas y le bailaban las rodillas como si estuviera temblando?, estaba segura que no tenía voz, su garganta estaba seca y la lengua le quemaba dentro de su boca. No, no estaba para nada bien. Pero había pasado situaciones más difíciles que esta, estaba segura, sólo tenía que revestirse de su seguridad para afrontarla.
"Vamos, Shizuru, mataste a unas cuantas personas por Natsuki, seguro que puedes decir un par de palabras por ella también" Se animó, no lo haría por nadie más, sólo la peliazul gruñona sacaría lo mejor y lo peor de ella en cada situación. Y esperaba que esto fuera lo mejor. Dio vuelta el picaporte, aspirando todo el aire que le cabía en los pulmones y con la mirada baja. Cuando la subió vió a sus padres, tal como los esperaba, sorbiendo una taza de té verde y amargo mientras discutían asuntos más bien triviales.
-Mamá, Papá…- Aventuró, titubeante, a medida que caminaba hacia el centro de la habitación, escuchó nuevamente el ronronear de la moto y sintió los brazos tibios alrededor de ella, sosteniéndose a esa sensación sacó fuerzas para hacer lo que debía hacer, sin demora, sin titubeos, sin vergüenza, pero aún así con mucho miedo. –Tengo algo que decirles…-
NdA. Delirios, no tengo una explicación mayor para este fic. Espero les haya gustado, nos leeremos en la siguiente entrega... de lo que sea...
