Hola! este es mi primer Fic, la verdad es que la historia se me ocurrió hace bastantito. Los detalles, o las dudas las iré explicando. Espero que les guste :D


1. TODA LA VERDAD.

Tai, Yuuko y Susumo eran su familia; ellos vivían muy bien, unidos, felices, como toda buena familia, Kari sin embargo, había comenzado a sentirse algo agobiada por una duda que no dejaba de dar vueltas en su cabeza. Ésta duda entró en ella después de que la historia en el digimundo hubiese terminado, sí, habían salvado ambos mundos de los planes de Malonmyotismon; todos los niños elegidos habían regresado a su mundo y habían adoptado de vuelta sus vidas normales. Ella, con el paso del tiempo, había ido notando una extraña sensación que aparecía cuando estaba en el agua o cerca de ella, como cuando nadaba, por ejemplo, era como si el agua le hablara. Era igual que cuando fue al mar oscuro cuando tenía 12 años, pero con una diferencia: no era tan aterrador. A las dos semanas de cargar con dicho sentimiento comenzó a fue sino hasta tres años después, en una pelea, que descubrió que estaba dotada con poderes mágicos: tenía control sobre el elemento que había estado inquietándola.

En ésa época, cuando tenía ella 15 años, las cosas en su mundo se habían vuelto a complicar gracias a que Piedmon había encontrado alguna manera de salirse con la suya y lograr sobrevivir por años, para reaparecer en la tierra, con la intención de dominarla. El día en que Kari descubrió sus poderes, los niños elegidos estaban sosteniendo una batalla con Piedmon, los digimons de las dos generaciones de elegidos también estaban a lado de sus amigos para impedir que el antiguo líder de los Dark Masters lograra su objetivo, pero en la batalla de ése momento la mayoría estaban exhaustos, Piedmon al lanzar uno de sus ataque hacía Angemon casi le daba a Kari, y de no haber sido porque ella creó un escudo de hielo, quizá habría muerto. De ése hecho, ella sólo recordaba haber pensado en la posibilidad de tener un escudo para protegerse y de haber sentido una especie de corriente eléctrica que recorrió su espalda y su mano; después de éso como por arte de magia el escudo apareció.

Kari no quiso quedarse con toda la información y les contó a los demás elegidos lo que le había pasado, pero para su suerte nadie más que ella lo había notado. Era cierto que ya no eran los chicos que habían viajado antaño al digimundo, habían crecido, y éso incluso se notaba al momento de hacer estrategias de combate, antes, ni siquiera las hacían y estaban todos juntos, siempre en bola; para ésta batalla, todos habían estado separados, cada uno alentando a su digimon como podía. Ella decidió no decir nada más, ya que no tenía cómo demostrar nada. Pero eso no era todo, la que tiempo atrás fue conocida como la octava niña elegida, también comenzó a dudar acerca de unos papeles que su madre siempre había guardado con mucho recelo, la duda le llegó una tarde en la que su madre abría un cajón y ella con una sonrisa se acercó a Yuuko y le preguntó lo que hacía, su madre con mucha rapidez y exaltada guardó todo en el cajón de vuelta, su madre casi nunca tenía esa actitud con Kari y además después de éso, el cajón se volvió prohibido. Un día, sin ser vista, abrió el cajón y revisó su contenido, lo primero que llamó su atención fue un acta de nacimiento con el nombre de Karina de la Corthe Real. Invadida por una inseguridad muy grande, y una sensación inexplicable en el pecho se dirigió consternada a su madre. Kari ni siquiera le dió tiempo a Yuuko para preguntar si todo estaba bien, de inmediato le preguntó acerca de lo que había encontrado. Con toda la esperanza de que su hija le creyera, ella tuvo que inventarse toda una historia de unos parientes muy lejanos de Italia, a los cuales no conocían, pero que a pesar de todo llevaban buenas relaciones; le había dicho que el acta era de su sabía que Kari no tenía la suficiente edad para saber de todo lo que ese papel conllevaba para ella, tendría que seguir mintiendo hasta que el momento adecuado llegara. Con todos los esfuerzos que hizo su madre para convencerla, Kari le dijo que le creía, pero no se quedó satisfecha.

Kari olvidó por un tiempo el tema, debido a la amenaza constante que estaba resultando ser Piedmon. Había regresado, no sabían ni cómo ni porqué pero había regresado, y ellos tenían que hacerse cargo, después de todo, eran los niños elegidos.

Un gran inconveniente para Kari es que ese no era el único problema que tenía por resolver,estaba también el pleito que sostenía con Yolei: T.K. Las dos se habían terminado enamorando del chico de ojos azules, por fortuna para Kari, T.K. también sentía algo por ella y eso, molestaba a eran lo bastante unidas hasta los trece, pero al confesarse que estaban enamoradas del mismo chico, todo se había vuelto diferente. Takeru siempre se había sentido agusto estando con Kari, así que para cuando ella se animó a decirle que le gustaba él confesó que sentía lo mismo. Yolei se había sentido traicionada, tanto que llegó a hacerse a la idea de que Kari había hechizado a T.K. para que, aunque fuera en contra de su voluntad, él estuviera con ella y por esto juró que jamás serían felices. Con los problemas que había ellos no tenían mucho tiempo para disfrutar de una relación formal de noviazgo.

Lo primordial era terminar a toda costa con Piedmon y devolver el equilibrio a Hikarigaoka; los enfrentamientos fueron varios pero ninguna de las dos partes lograba obtener el triunfo; pero además Piedmon reveló una meta diferente a la que se habían planteado al inicio: quería deshacerse de los niños para tener el control del lugar, además de poder despertar al mal por completo. Tantos conflictos comenzaron a hacer que todos entraron en desesperación, primero porque no entendían la manera en la que Piedmon había logrado regresar. El digimon sin duda había regresado más fuerte que antes, pero no por eso se darían por vencidos. Sus asuntos personales también estaban influyendo en el rumbo que tenía su batalla; cansados de los pleitos constantes y de la considerable cantidad de afrentas con el digimon, todos los elegidos llegaron a un acuerdo de dejar las riñas personales y se unieron para pelear. Hasta ahora, el acuerdo se había mantenido.

Dentro de todo el estrés de las batallas y los pleitos sin resolver, una noche Kari tuvo un sueño donde una mujer le hablaba y le pedía de una manera muy insistente que no la dejara, que la buscara; el aspecto de esa mujer dejó pensando mucho a Kari ya que le daba un aire muy familiar e incluso se atrevía a decir que era alguien a quien ella conocía. Su sueño, pronto se volvió recurrente, cada noche era casi lo mismo, en sus sueños aparecían imágenes al azar de la señora, de un castillo, de habitaciones y pasillos donde ella se sentía, como si estuviera en casa; de tanto soñar Kari no podía sacar de su mente el castillo en el que ésa mujer había decidido aparecérsele y justo en ese momento, sucedió algo que ella jamás había esperado y que superaba por mucho al episodio del escudo de hielo: después de que había pensado fuertemente en el palacio, tratando de recordar los detalles de su sueño para así poder identificar algo, apareció en el castillo de sus sueños. La impresión al no saber en el momento donde se encontraba, fue grande para ella y fue aún mayor cuando vio que de la puerta principal salía una mujer idéntica a la de las visiones, trató de convencerse incluso que seguía soñando, pero no era así. La mujer que tenía ante sus ojos era hermosa un tenía un porte autoritario, como el de una reina; ella al verla solo pudo decir:

- Gracias por acudir a mi llamado lo más rápido posible. Aunque creo, que es un poco tarde

Kari se quedó desconcertada al escuchar esas palabras, aún más de lo que ya estaba. La señora, al ver su cara de desconcierto, muy cortés la invitó a pasar al palacio, su semblante no parecía para nada extrañado, era como si la hubiera estado esperando, o como se de verdad la hubiera llamado, a pesar de todo, Kari sin pensarlo mucho se dirigió detrás de la dama al palacio. Dentro del recinto, aunque aún no sabía bien lo que estaba pasando, Kari logró mantener una plática con ella; se contaron varios aspectos de la vida de cada una. Y sí, todo era demasiado raro, pero Kari no dejaba de sentir una atmósfera completamente familiar y cálida, se sentía como si ella perteneciera ahí, al grado de confiar por completo ante la mujer de su visión. La pequeña charla que llevaban hasta el momento era de hecho, sólo la presentación. Conforme la plática se desarrolló Kari supo que ésta mujer era nada más y nada menos que la reina de Italia: Shespakhova de la Corthe.

Los minutos pasaban, hasta ése momento, Kari había logrado comprobar que la reina tenía un corazón noble. La plática y la convivencia con la reina iban, demasiado bien para las cortas expectativas que Kari se había formado en cuanto había tenido oportunidad, hasta que de nuevo sucedió algo que llamó por completo su atención, su digivise comenzó a emitir un pitido, y éso, sólo podía significar una cosa: Piedmon de nuevo aparecía. Kari de inmediato cambió el semblante, puesto que ahora no sabía como regresar a Japón en primer lugar. La reina, al observar todos los gestos de su visitante predijo que se tendría que ir y no pudo evitar sentir cómo es que una parte de ella se alejaba y se conmovió, tanto, que no pudo evitar abrazarla y preguntar qué era lo que pasaba, Kari le confesó que ni siquiera sabía cómo es que en un instante había llegado a Italia y que justo en esos momentos era indispensable regresar a Japón, no quiso mencionar los motivos y mucho menos mostrar el digivise, puesto que eso era algo que nadie más que los del grupo sabían. La reina al escuchar que Kari no sabía en realidad lo que estaba pasando cambió un poco su expresión y dijo:

-Entonces, apenas estás descubriendo los poderes que te fueron otorgados por tus padres, quienes los tienen. Por lo que noté, primero descubriste tu control sobre el agua, mi elemento; luego la tele transportación. - y casi a manera de suspiro, Shespakhova añadió- Te pareces tanto a mí...

-¿A usted? ¿Qué es usted de mi? - Kari lo dijo asustada- ¿Qué quiere?

La reina no pudo hacer más que decirle la verdad, y de manera inmediata, porque nadie mejor que la reina sabía lo que significaba el pitido que había oído. Kari era la princesa de Italia o sea su hija y además, pronto heredaría todo lo que la reina tenía. A Kari no le dió tiempo de pensarlo mucho porque el pitido del digivise no se detenía, así que, haciendo lo mismo que cuando había llegado al palacio, se marchó. Para un encuentro tan corto y tan fuera de lo común, las noticias habían sido bastantes y con un gran peso para ella.

Llegando a Hikarigaoka, de nuevo no reconoció el lugar y se encontró con que Piedmon estaba atacando su casa, y sus padres se encontraban gravemente heridos debido a eso. Sus amigos, no habían podido hacer mucho por defender el lugar, Kari de inmediato reaccionó e hizo digievolucionar a Gatomon, no permitiría que un digimon como Piedmon destruyera lo más valioso que tenía. Así comenzó de nuevo una batalla, ésta vez sería la última. Al principio no se veía quien resultaría vencedor. La batalla fue larga, además de bastante extenuante; a pesar de que Tai y Matt habían conseguido alcanzar el nivel mega con sus digimons. Conforme pasaba el tiempo, los niños perdieron un poco la esperanza y estuvieron a punto de darse por vencidos, sin embargo, entre todos los elegidos se dieron ánimos y lograron vencer a Piedmon. Ese momento para todos fue especial, habían logrado detener a su enemigo. Piedmon dejaría de ser parte de sus preocupaciones, pero para Kari, las batallas y las cosas que arreglar aún no terminaban. Aún tenía que arreglar el asunto de la Reina de Italia y éso, era un tema que no solo la involucraba a ella sino también a Tai, ella sabía que por el momento tendría que esperar, ya que después de lo que Piedmon había hecho tendrían que recuperarse.

La casa de Kari había quedado destrozada así que la familia de Sora ofreció su casa para que su familia se hospedara, mientras la casa de la familia Yagami era reconstruida. Algo de lo que Tai y ella estaban agradecidos era de no estar totalmente solos, y de la comprensión que tenían los familiares más cercanos de los elegidos. Todo parecía marchar de manera adecuada, incluso las reparaciones de la casa de Kari habían terminado más rápido de lo que se esperaban. No tardaron mucho en volver a instalarse, y éso sólo aceleró el hecho de que Kari explotara y revelara aquella visita que había hecho al palacio de Italia unas semanas antes. Un día, después de la comida, Kari, preguntó a sus padres sin ningún rodeo o anticipación:

-¿Es cierto que soy la hija de Shespakhova de la Corthe y próxima heredera al trono de Italia, mamá?

La cara de su madre primero adquirió un semblante de sorpresa porque jamás esperó que su hija adoptiva lo supiera, y mucho menos que Shespakhova no le hubiera avisado que revelaría la verdad, en unos cuantos segundos, su expresión cambió a algo similar a la tristeza, y dándose cuenta que no había manera de evadir el tema ni la verdad, no pudo más que responder:

-Parece que tu y Shespakhova tuvieron una plática ¿Eh?- su tono era de resignación- pues sí, es cierto.

Kari aún tenía la esperanza de que eso solo fuera una mentira, o quizá un sueño, pero había descubierto que no, que al final, todo lo que Shespakhova le había dicho era verdad. En el momento en que ella terminó de entender la respuesta que su madre (ahora adoptiva) le dió, salió corriendo de su casa con la cara llena de lágrimas y su interior lleno de dudas e incertidumbre. Lo único que se le ocurrió hacer, fue ir a ver a T.K., ya que era de las pocas personas que podían hacerla entrar en razón y además, formalmente, ya era su novio.

Yuuko, al ver la actitud de Kari, no pudo contener la tristeza y estalló en llanto, Tai, no supo qué hacer, además, tampoco entendía del todo la situación. Después de un breve momento el padre de Tai entró a la casa, vio a su esposa llorando y preguntó que qué era lo que había pasado. Tai, de manera rápida le explicó lo que había pasado: Kari ya sabía toda la verdad acerca de que ellos habían fungido como familia adoptiva, entonces Susumo cambió también de semblante, se sentó a lado de su hijo y decidió que era momento de que toda la verdad saliera a flote.

-Hijo mío, tu madre y yo tenemos que decirte algunas cosas que tal vez te dolerán pero ya es tiempo de que lo sepas.- dijo su padre con un tono amargo

-¿Solo a mí?, ¿Kari no esta en esto?- preguntaba Tai, ahora también completamente confundido por todo lo que estaba pasando.

-Tu hermana se enteró primero por otros medios Tai, ella fue la que nos ha hecho ver que ya es hora de decirlo.- dijo a manera de explicación -Pero mejor empecemos. El caso es que tú y tu hermana no son nuestros hijos biológicos, sino son adoptados. Ya que sus padres tuvieron una serie de problemas que no pudieron solucionarse, tuvieron que buscar una familia que pudiera hacerse cargo de ustedes. Su madre, preocupada por su suerte y su futuro, decidió dejarlos en un lugar seguro y por tanto lejano a su lugar de origen, pidiéndonos a nosotros que por favor nos hiciéramos cargo del buen desarrollo de ustedes dos.- miró la cara de confusión de Tai, y su esfuerzo por recordar alguna pista, o cualquier detalle que se le escapara y agregó -Tal vez tengas un vago recuerdo de una mujer diciéndote "no llores, no será por mucho tiempo, pronto nos volveremos a ver y sabrás toda la verdad hijo mío".

Mientras su padre pronunciaba las últimas palabras a Tai le llegaron unas imágenes a la mente, eran recuerdos donde aparecía una mujer despidiéndose de él justo cuando tenía dos años, eran sus recuerdos que por alguna razón había reprimido y que a pesar de haberlos recuperado, no eran del todo claros . Así entonces entendió la situación de su hermana, pero no terminaba de asimilar que él también estaba involucrado. En ese mismo momento pero en otro lugar Kari abrazaba fuertemente a T.K. empapada en llanto, en cuanto había llegado a la casa de él, tocó y para su suerte fue el mismo T.K. quién le abrió por lo que no se pudo contener y se lanzó a sus brazos. T.K. quedó sorprendido por la reacción de Kari y no pudo evitar preguntar:

- ¿Por qué lloras? ¿Qué pasa? ¡Por favor dime algo!

- Me... me mintieron...yo no soy su hija...- fue lo único que pudo mencionar Kari en ésos momentos

Aunque no entendió nada, T.K. sabía que había sucedido algo demasiado grave y tampoco pudo evitar el preguntarle a su novia que había pasado con exactitud, Kari después de un rato y aún con las lágrimas en los ojos le contó la historia de que ella era la futura reina de Italia, que había descubierto que tenía poderes que había heredado de sus verdaderos padres y todo lo demás que la reina Shespakhova le había dicho. T.K. entonces le dijo de manera muy valiente que ella tenía que ser fuerte, que él sabía que noticias como ésas eran repentinas y desconcertantes, que trataría de entender lo difícil que era para ella aceptar todo, pero que tarde o temprano tenía que suceder y por último le preguntó si podía hacer algo por ella...