Mi nuevo Trabajo y mi Nuevo Jefe
Y ahí estaba yo; Evangeline, una simple chica de 19 años que había empezado a trabajar en una lujosa empresa apenas haber logrado graduarme el año anterior. Vivo en Francia, soy hija de unos padres con buena economía, demasiado buena quizás. Mi madre es dueña de un hospital y ella trabaja en el muy fuertemente como doctora de tiempo completo mientras también se hace cargo del plantel, mi padre es un gran abogado con grandes influencias. Tengo dos grandes hermanos de los cuales estoy muy orgullosa, el mayor llamado Farlan con 24 de edad, y el menor con solo 10 años llamado Ben . Digamos que soy la del medio y la única hija hembra, por lo cual soy sobreprotegida por mis padres y hasta mis hermanos. Tuve una grandiosa educación, se 5 idiomas y en ellos se encuentra el Español, Francés, Japonés, Alemán y Portugués.
Tengo dos grandes amigas que soy muy distinta entre ellas, son como agua y aceite, lo cual hace que se entiendan perfectamente junto conmigo. La primera Se llama Daniela, es una hermosa chica de comprensión delgada y piel tan blanca como la nieve, ojos azules y un lindo y corto cabello ondulado que le llega hasta los hombros de un hermoso color amarillento con pequeñas mechas color dorado. La segunda se llama Yunni, una chica con grandes atributos (lo cual aveces estar junto a ella me deprime un poco) piel un poco menos blanca que la de Daniela, Cabello largo y negro como el cielo, unos ojos grises que desprenden mucho cariño. A diferencias de ellas no soy tan hermosa.
Como ya había comentado anteriormente, empezó a trabajar hace medio año en una Gran empresa de cosméticos "Jolie Fleur". Y ahí fue donde comenzó todos mis problemas emocionales, en esa estúpida y lujosa empresa.
La primera vez que entre y lo vi, era demasiado perfecto. Un hombre de tamaño no más de unos 1,60 cm de alto, piel blanca como la porcelana, Ojos grises como la oscuridad y tan fríos como ella, un cabello negros con un corte que parecía militar. Me quede embobada cuando lo vi que me quede inmóvil en el la puerta de entrada hasta que me encontré con su mirada y me estremecí al ver que se había percatado de mi presencia.
-Oi mocosa, que se supone que haces parada aquí sin hacer nada, solo estorbas.
¿Había escuchado bien? ¿Me acababa de llamar mocosa? Pero si no pareciera ser mucho más adulto que yo.
-L-lo siento- baje un poco la cabeza en modo respetuoso- soy la nueva.
-¿Nueva?
-Si, soy la nueva secretaria de un señor llamado Levi Ackerman. ¿Podría por favor decirme donde se encuentra el?
-ehh.. así que eres tu mi nueva secretaria?- vi cómo me miraba de arriba abajo antes de continuar con lo que decía- Esperaba a alguien mejor.
¡EHHH! ¡Le he escuchado decir que esperaba a alguien mejor! ¿Qué hay de malo conmigo? Se que no estoy realmente tan "buena" como dicen los amigos de mi hermano Farlan, pero tampoco para que dijera tal cosa.
-¿D-disculpe?
-Eres Evangeline Rose, ¿cierto?- Afirme en silencio con mi cabeza- Bien, sígueme que te mostrare tu oficina.
Lo seguí de manera silenciosa, mientras caminaba me topaba con las miradas de las chicas que trabajaban en ese lugar, algunas me sonreían y otras me ignoraban completamente. Mientras que la persona que al parecer seria mi Jefe, se inmutaba en mantener una conversación conmigo y solo seguía dirigiéndome hacia mi futura cueva llama oficina. Seguimos de aquí para allá en diferentes pasillos hasta que nos topamos con una puerta marrón con un pomo Dorado. El Abrió la puerta y se hizo a un lado para que yo pasara.
-Pasa y toma asiento.
Y así entre a una gran oficina con paredes de color oliva y blanco, con un pulcro escritorio negro con algunos que otros artefactos en él, al lado un librero con muchos libros y cerca de la puerta por donde había entrado, había una pecera medio grande llena de hermoso peces y algas que bailaban conforme a las ondas del agua.
Me senté en una silla al frente de su escritorio y el tomo asiento con una cara que a mi parecer, me veía con cierto fastidio.
-Así que… ¿Eres amiga de Mikasa no? Por lo que me ha dicho ella y tu currículo, al parecer eres muy buena en sea lo que sea que haces y que te lograste graduar con honores en la Universidad- Afirme levemente y el continuo hablando- Lo que me llama la atención es que sabes hablar cinco idiomas, ¿es eso cierto?
-Si.
-Bien, supongo que puedes empezar hoy mismo, tu oficina esta justo al lado de la mía- señalo una puerta marrón justo en el ala derecha de la sala- Ahí trabajaras para mí, aunque primero tengo que informarte de ciertas reglas.
-¿Reglas?
-Así es. La primera es que debes tratarme con debido respeto mocosa, nada de Levi, me llamaras señor Rivaille. Segunda: Nadie más que yo puede darte órdenes, así que espero que no estés haciendo nada que yo no te haya dicho que hagas. Tercero: tienes solo una hora para ir a desayunar y una hora y media para ir a almorzar, la cual empieza a las 11:30 y termina a la una, así que no te quiero ver llegando después de la 1 al trabajo porque odio la impuntualidad, al igual que tu hora de llegada aquí es a las 8 am y tu trabajo terminara depende de cuánto papeleo tengamos. Lo más probable es a la de la noche.
Afirme levemente cada vez que dictaba cada regla.
-Cuarta: puede que sea tu oficina pero NO soporto la suciedad, odio las cochinadas así que trata de mantener tu oficina limpia y pulcra. Quinta y la más importante: no permito relaciones amorosas en el trabajo, si quieres ligar hazlo en otra parte, en mi empresa no. Si me llego a enterar de alguna situación rara con alguno de los que trabajan aquí. Serás despedida ¿comprendes?
-S-si Señor Rivaille.
-Bien mocosa, puedes ir a instalarte a tu oficina, te llamare cuando tenga trabajo para ti.
-Okey…
Entre en mi cueva, estaba un poco oscuro así que decidí abrir un poco las cortinas que impedían el paso de la brillante luz solar, me senté y coloque todas mis cosas en su debido lugar y empeze a analizar mi nueva oficina. Estaba realmente nerviosa y era la primera vez que trabajaría, gracias a su amia Mikasa logre encontrar un trabajo que satisfaga mis necesidades. No me gusta trabajar en cualquier cosa, al parecer ella es la hermana de ese enano con cara de pocos amigos y aun así no puedo creer que el vaya a ser mi jefe es decir… ¡ES HERMOSO! Y es joven, diría que tiene unos 26 o 25 años, no creo que este casado.
Decidí salir de ahí para ir a conocer el lugar y a sus empleados, cuando me aproximaba a abrir la puerta de mi oficina, me encontré en una escena un poco…
El señor Rivaille estaba comiéndose la boca de una chica de cabello color durazno y ojos color miel. ¡Por dios! Como podían hacer tal cosa en un lugar así. Me sentía realmente incomoda y no sabía si debía interrumpir sus besos apasionados o no, pero decidí que no me quedaría ahí parada viendo la escenita. Tenía que conocer el lugar donde ahora trabajaba.
-Ejem..- Tosí con tono molesto.
Los dos separaron sus labios para verme, El señor Rivaille solo me miro con una expresión neutra como si no le importara que lo viera en esa situación y la chica solo se apartó del sudodicho para dirigirme una sonrisa y acercarse a mi.
-Hola, mucho gusto. Mi nombre es Petra Ral.
-Hola, me llamo Evagenline Rose- Le ofrecí mi mano con una sonrisa y ella la tomo para estrecharla- El gusto es mío.
Luego de presentarse, voltio hacia El Sr. Rivaille y le dijo que era hora de que ella se fuera a su debido trabajo, porque si no un tal Auruo se pondría tedioso. Así se se despidió de mí y se marchó.
Hubo unos minutos de silencio demasiado incomodo entre los dos cuando nos quedamos solos así que decidí dar el primer paso y hablar con mi jefe.
-Señor, disculpe si interrumpí algo que no debía pero quería dirigirme a la cafetería ya que casi es la hora del desayuno.
-Ah si, vuelve cuando termines que tenemos trabajo.
Asentí y me dirigí salida de su oficina hacia la cafetería. Estaba tan distraída recordando a ese par comiéndose las bocas que no me di cuenta que había alguien delante de mí y termine por tropezar y caerle encima.
-L-lo siento mucho ¡No fue mi intención!- dije con cara de preocupación la cual no paso desapercibida por el chico que tenía al frente.
-Jeje… no te preocupes, solo fue un pequeño tropiezo.
-No pero de verdad lo lamento, soy una torpe, dios si me hermano me viera ahora mismo- dije eso último en un pequeño murmullo que el chico no logro escuchar.
-Y yo ya le he dicho señorita que solo fue un tropiezo, pero de verdad me gustaría que se levantara de encima.
Eh? ¿De encima? ¡PERO SI ESTOY ENCIMA DEL POBRE CHICO! Dios soy tan torpe… odio mi torpeza. Me levanto lentamente del chico y le pido nuevamente disculpa.
-Bueno, no te había visto por aquí, ¿eres nueva?
-Oh si. Soy la nueva secretaria del señor Rivaille.
El chico delante de mi se sorprende y yo no entendía el porqué.
-¿Acabas de decir que eres la nueva asistente de Rivaille? Eso es… jeje no importa. Mucho Gusto mi nombre es Eren Yeager y soy uno de los socios de Rivaille. Es un placer conocerte.
Me tomo la mano y la llevo a sus labios para besarla con dulzura. Lo cual hizo que me sonrojara de sobremanera y quedara helada.
-M-mucho Gg-gusto- estaba nerviosa con ese antiguo gesto- me llamo Evangeline Rose, pero puedes llamarme Eva si así te apetece- Le dije con una de mis mejores sonrisas.
-Wow que sonrisa más linda, tengo envidia de Levi por tenerte como su secretaria jajaja. Bueno señorita debo irme, espero que seamos amigos a partir de ahora.
Yo asentí y me fije en esos lindos ojos verdes-aguamarinas que lograban ponerme nerviosa.
Después de esa despedida fui a la cafetería y compre una galleta y un jugo para desayunar. Luego de desayunar tranquilamente volví a la oficina del señor Rivaille que parecía no tener buena cara. Bueno…desde que llegue se podría decir que esa es su expresión normal, a mi parecer.
-Oi mocosa has tardado demasiado, ¿que cojones estabas haciendo?
-Lo siento señor, pero había mucha cola, realmente esta empresa tiene muchos trabajadores y es muy grande.
-Es grande porque es la mejor empresa de cosméticos del país y Europa, no puede ser una simple empresucha. Muévete de ahí y ve a trabajar con los informes que he dejado en la oficina, revísalos y fírmalo por mi.
-Está bien.
Fue todo lo que dije y me aventure a mi cueva. Una vez allí dentro me senté en mi silla y me puse a revisar todos los documentos. Me distraje demasiado que cuando mire el reloj hacían ya las 6:45 pm. ¡PERO COMO! Había estado tan adentrada en esos papeles que me he pasado la hora del almuerzo. Bueno, al menos ya había terminado el papeleo y podía descansar y tomar un poco de aire afuera, me frote los ojos y estaba a punto de salir de mi oficina cuando oigo mi puerta abrirse. Era Rivaille, con una cara que no emitía emoción alguna y con un dejo de fastidio. Se dirigió a mí y se muy cerca, lo cual quedamos a un metro de distancia.
Mi cuerpo tembló un poco y se sintió intimidada por esos bellos ojos negros que me miraban, lo cual hizo que un frio recorriera mi columna vertebral.
-¿Si señor?
El seguía viéndome en silencio, sin responder a mi pregunta. Luego de mirarme como si quisiera ver algo en mi, decidió hablar.
-Solo pasaba a ver por qué no haz salido a almorzar, ¿que acaso no comes mocosa?
-Bueno, en realidad me quede concentrada con el papeleo que no me di cuenta de la hora hasta este momento, por cierto, ya he terminado con lo que me ha mandado hacer.
-Bueno puedes irte temprano, es tu primer día así que no te pondré demasiado trabajo, al menos no aun.
¿No aun, es que pensaba martillarme con trabajo? Que miedo…
-Pero primero me gustaría invitarte a un café, así que te vienes conmigo quieras o no. Es una orden.
¿Primero me dice que me quiere invitar y luego que es una orden? ¿Qué rayos le pasa?. Lo seguí hasta la cafetería y se sentó en un haciendo en la mesa delante de mi. Me pregunto qué tipo de café tomaría, no sabía que elegir pero decidí por un cappuccino con mucha espuma. Mientras esperábamos el delicioso café que me hacía falta por el cansancio, no me dirigió ni una palabra, solo me veía tenazmente lo cual logro que algo dentro de mi se sacudiera de sobremanera.
Los cafés llegaron, le dio un sorbo al suyo y comenzó a hablar.
-Bueno mocosa, como te has sentido en tu primer día en la empresa?
Cabecee un poco y le respondí.
-Bueno, estoy a gusto si es lo que quiere saber… ¿Solo vino a preguntarme eso?
-¿Es que esperabas una confesión de amor o algo así?- me miro con la ceja levantada y un tono de burla.
-No realmente…- Aunque me admito que me gustaría tener un pretendiente como el. JA! Como si eso fuera a pasar.
-Te llame por que Mikasa está interesada de sobremanera si te sentiste bien en el trabajo y esas mariqueras- Bufo- Ni por mí se pone así que soy su preciado hermano mayor, en fin. Quiero pedirte un favor con urgencia.
-¿Cuál es señor?
-Necesito que le hagas creer a mi padre que eres mi novia.
-…
-…
-…
-…
-¿Qué?- quede atónita.
