Comenzamos una nueva traducción. Esta vez de un fic italiano escrito por GiuggiolaPsicolabile93. El fic se titula Ever ever after así, en inglés, por eso lo conservaré. Tengo que advertir que es una historia larga, tiene 26 capítulos, algunos bastante largos, pero estoy segura al cien por cien que os va a atrapar. En él hay de todo, magia, y mucha, amor, dolor, arrepentimiento, malvados (entre ellos una Cora más decidida que nunca), viajes a otro mundo, y….no, ya me callo, porque quiero que la disfrutéis y sufráis por lo que viene.

Buena lectura. Ya me contareis.

Capítulo 1

Todo era normal en Storybrooke. Ok, normal quizás sea un eufemismo. Todos recuerdan quiénes eran, Rumpelstiltskin, o lo que es lo mismo Mr. Gold, y Belle han desaparecido en la nada y aquella gran nube, densa y violeta que había envuelto la ciudad había traído la magia al mundo real. Así que no creo que se pueda afirmar que todo era normal.

Regina había recuperado sus poderes, pero había renunciado casi de inmediato, solo había sido su intento demasiado triste y desesperado para recuperar su odio que por otra parte estaba disminuyendo. Lo que le quedaba era un vacío irrecuperable, un intenso abismo que poco a poco la consumía por entero.

Si no hubiese sido por Emma y Blancanieves, el pueblo entero la habría enviado a la hoguera. Regina creía verdaderamente que era la única solución para dejar de sufrir.

Está en su casa, ha huido del hospital apenas el pequeño Henry se hubo despertado del sueño provocado por la manzana envenenada. El sentimiento de culpa la despedaza como miles de espadas directas al corazón. Está ahí, paralizada sobre la cama de Henry, apretando compulsivamente entre las manos la almohada de quien hasta hace pocos meses había sido su niño. Se la lleva al rostro y llorando aspira el perfume. Pocos minutos después, distraídamente, mira por la ventana y divisa aquella extraña niebla que velozmente está cubriendo Storybrooke. Se acerca cautelosamente a la ventana y sonríe, desde allí puede sentir la potencia mágica de aquella nube. La magia ha vuelto y la única cosa que se le pasa por la mente es el odio y el deseo de venganza. Una vez más le han arrancado su final feliz. Destruiría a todos.

Corre hacia fuera y la nube la envuelve. El coraje vuelve a ella al sentir cómo el poder oscuro entraba en sus venas. Desde que había traído a todo el mundo a este mudo sin magia, Reina sufría. Sabe muy bien por qué. El poder oscuro es como una droga y sin ella estaba lentamente cayendo en una crisis. Por un momento, un solo momento, cuando la nube entra en su alma, se siente feliz y dispuesta a matar a cualquiera que se encontrase delante.

Se ha transformado en la reina malvada y llevando su largo vestido había llegado a la plaza donde Emma apretaba entre sus brazos a Henry. Su deseo era matar finalmente a aquella mujer insolente que le había quitado lo único hermosos de su vida. Emma la enfrenta con la mirada, estrechando aún más a Henry entre los brazos. En el cielo se está produciendo un eclipse solar que volvía más oscura y triste la atmosfera.

La rabia y la desesperación relampaguean velozmente en la mirada de Regina mientras alza los brazos dispuesta a arrancarle la vida. A Emma no se le escapa aquella mirada. Durante toda su estancia en Storybrooke había odiado a Regina, oh sí, la había odiado. Pero hay algo que aún no entiende, sus motivaciones. Regina sabía ser bastarda y vengativa, sin embargo, Emma se había dado cuenta de que su amor hacia Henry era verdadero. Entonces, ¿por qué era la reina malvada de Blancanieves?

Henry, al ver que su madre adoptiva está preparada para lanzar contra ellos cualquier tipo de hechizo, se estrecha más fuerte contra Emma. Es exactamente eso lo que paraliza a Regina. Henry nunca la había abrazado de esa manera. Es más, si se pone a recordar, Henry nunca la ha abrazado, por lo menos no por su propia voluntad. En un momento, todo el odio hacia esas personas desaparece dejando lugar a otro tipo de odio. Odio hacia sí misma. Se había inventado una posibilidad para ser feliz y había dejado que se le escapase entre los dedos. Ahora ya, intentar destrozar la vida de Blancanieves y de los otros se ha convertido en algo superfluo, inútil para ella.

Cierra los ojos y baja las manos, y vuelven a aparecer las ropas de la alcaldesa Mills. Mira a Henry y a Emma, para después desaparecer en una nube de humo y regresar a casa. En la habitación de Henry, Regina comienza a llorar como nunca antes lo había hecho. Es un llanto desesperado que la dejaba sin respiración a cada sollozo. Había fracasado en todo. Piensa en su padre, en Daniel y en todas las personas que por su culpa ya no estaban. Piensa en su madre y se da cuenta de que se ha convertido en ella. Mezquina, pérfida y sola. Completamente sola. Se acuesta sobre la cama de su hijo respirando el dulce perfume que cuando Henry era pequeño Regina amaba respirar a pleno pulmón de sus manitas gordezuelas mientras lo besaba. Se duerme de esa manera. Maquillaje corrido y un intenso dolor que le provocaba fuertes espasmos en el pecho.

Se despierta ante el ruido de cristales rotos. La muchedumbre enfebrecida como en los libros viene a cazar a la bruja. A la cabeza está el Dr. Whale y Red. Regina cierra los ojos y respira antes de salir y dar por acabado todo. Por un momento ha intentado asustarlos con magia negra, pero no ha funcionado. Cuando no lo quieres de verdad, cuando no es el odio el que alimenta tu poder, la magia no funciona. Explota la risa divertida de todas aquellas personas que hasta hace poco la temían. Después llagan Blancanieves y Emma, que tras un discurso ligeramente almibarado y lacrimoso, la defienden.

Ahora se encuentra en una celda, en la oficina del sheriff. Sola y sin defensa. Según Emma, está allí por su propia seguridad, pero Regina sabe que a pesar de todo es una pequeña venganza personal de la rubia. Ha extendido la chaqueta sobre el camastro y se acurruca sobre sí misma llevando sus piernas hacia el pecho.