Ningún personaje me pertenece, todos son creaciones de Sir Arthur Conan Doyle (menos Hamish, el es creación del fandom).

Este fic participa en el desafío 'Tengo que decirles algo' del Foro I'm Sherlocked.

Espero les guste, constará de cinco capítulos. La temática: Un personaje rebela su preferencia sexual a sus padres ó sólo padre ó sólo madre.


El señor Watson.

Aquella mañana el doctor Watson de despertó demasiado temprano como para tratarse de un domingo de perfecto descanso. Después de bostezar un par de veces, estirarse y comprobar que Sherlock no había ido a dormir a la cama se puso la bata y se dispuso a preparar el desayuno. Le importaba in comino si el señor "estoy muy ocupado" no estaba dispuesto por tercer domingo consecutivo a no pasar el día en familia. Torpemente abandonó el cuarto, lo que le dijo a su sentido que aún tenía mucho sueño, sin embargo tenía que comprobar que había estado haciendo Sherlock toda la noche.

Al llegar a la sala (gracias a todos los dioses que dormía en el cuarto de Sherlock y no tenía que bajar escaleras) encontró a Sherlock seguramente meditado en el sillón grande, con las manos juntas cono si rezara. Al no encontrar singular desastre en la sala apuró sus pies a la cocina y se sorprendió todavía más al encontrar la mesa limpia y desocupada. Se paró enfrente de Sherlock que tanto había hecho en la noche, ya que había escuchado ruidos en toda la noche (incluyendo al violín) y se le hacía increíble encontrar la estancia común limpia y en orden.

- ¿Sherlock? – Preguntó muy dubitativo inclinando la cabeza hacia un lado preguntándose si todo estaba en orden. El detective le contestó moviendo tan solo los músculos de la boca, sin abrir los ojos, sin mover nada más.

- Estuve trabajando toda la noche, ahora me gustaría pensar un poco en silencio – John rodó los ojos, ya no le molestaba ese tipo de respuestas por parte del detective, sin embargo no dejaba de ser frustrante – Por cierto ¿querías un domingo normal no? Así que arregle las cosas poco antes de que te levantaras y así pasar un rato en ¿cómo dices? Ah! Si, familia.

John ya no dijo nada, fue a sentarse donde estaba su computadora y se dispuso a revisar el correo electrónico. La bandeja de entrada no tenía nada interesante, correos de ex novias, correos del trabajo en la clínica, todos aburridos, todos borrados. Menos el último. Al leer el remitente John pasó saliva con dificultad se empujó levemente hacia atrás haciendo ruido de rechinido de la silla con el suelo. Al oír esos ruidos Sherlock se levantó saliendo pesadamente de su palacio mental. Normalmente no le importaba que tanto podía aquejarle a John, pero después de todo eran pareja y por lo tanto tenía que mostrar cierto interés algunas veces por "el bien de su relación" según Mycrfot. Al ponerse detrás de John comenzó a leer el correo electrónico aunque ya se daba una idea de lo que se podía tratar.

"Saludos mi estimado hijo.

Hace tiempo me enteré que te habían mandado de vuelta de tu servicio en Afganistán, me sorprendió que no llamaras para decirme que de perdida estabas con vida, esperaba que regresaras a Australia para rehacer tu vida después del fracaso que supuso ser médico militar al servicio de Su Majestad. Entonces supongo que estas bien y que todo en tu vida está en orden. Sinceramente esperé un tiempo a que hablaras, pero sin embargo te he disculpado, la información llega por donde sea y tuve la suerte de notar que la vida te sonríe hijo mío, eres el colega de un detective famoso. Me encantaría ir a verte, así que espera mi vuelo dentro de un par de semanas. Me encantaría conocer al nuevo Doctor John Watson y que tan agradable puede ser o no tu vida. Por cierto, ni se te ocurra decirle a Harriet que voy a Londres, desde que me declaró el que es una desviada no hablamos. Saludos desde Australia.

Henry Watson"

Cuando Sherlock terminó de leerla miró a John y puso una mano en su hombro para calmar la palidez del hombre. Sabía perfectamente que quería decir eso, la mención de su hermana y lo demás, el señor Watson no aceptaría la vida que su hijo había decido llevar. Hizo una mueca. Era de esos momentos en los que John en verdad necesitaba de apoyo, de un pilar, pero él no sabía hacer nada de eso y John nunca se lo reclamaba, por que no lo obligaba a ser lo que no era y eso era razonable y se lo agradecía enormemente. Sin embargo sentía que en ese momento debía de dar un apoyo.

- ¿Qué voy a hacer Sherlock? – John dijo en un hilo de voz, Sherlock no apartó su mano del hombro del doctor – Se llevará una gran decepción.

- No tienes porqué recibirlo – Para Sherlock era todo más sencillo, pero sabía que para John no era así, lo mejor que podía hacer por John era distraerlo en esos momentos – Tengo hambre, haz el desayuno.

John suspiró liberando una tensión incómoda que se le había puesto en los hombros, pero Sherlock pudo manejarlo aunque muy a su forma. Cerró la computadora y se levanto listo para preparar el desayuno.

- ¿Huevos?

- Hamish prefiere los hotcakes – John alzó una ceja. Era normal que cuando Sherlock no quería probar algo decía que Hamish prefería lo que él quería comer. John sonrió, le alegraba que Sherlock le hiciera sentir mejor, se notaba su esfuerzo.

- Bueno pero tu vas a despertarlo.

Separasion

Sentía que se lo tomaba muy serio, pero tenía que hablar de ello con su hijo y sobre todo con Sherlock.

- Tengo que decirles algo – Dijo apagando la consola de videojuegos de golpe, habían estado los tres jugando un extraño juego de carreras que a Sherlock le desesperaba, pero por el pequeño jugaba lo que fuera.

- ¡Papá! Iba ganando – Dijo el pequeño de cinco años, Sherlock sonrió y alborotó el cabello del niño. John pasó saliva, no sabía porqué eso se volvía complicado.

- Hamish, tienes abuelo – El pequeño sonrió enormemente al escuchar aquello, pero después puso cara de preocupación y volteó a ver a su padre Sherlock - ¿Y Mycroft? – Sherlock se rio de forma fluida sacando de nuevo a John de esa tensión.

- Quiera o no hijo, él siempre será tu padrino – Ante lo dicho el niño se tranquilizó y miró sonriente al ex militar.

- Quiero conocer a mi abuelo ¿cómo se llama?

- Henry y no te preocupes Hamish, vendrá en una semana.

- ¿Cuántos días falta? – El niño se volvió a Sherlock que pasó de nuevo su mano por el cabello del pequeño.

- Siete días, sí, falta mucho, pero no tanto como Navidad – El detective se ahorró un par de preguntas por responder, el niño gritó de alegría y después abrazó a John.

- Papá tiene papá.

- Decidiste decirle – Sherlock dijo sin importarle que el niño estuviera presente. John alzó los hombros.

- Tenía que hacerlo, le respondí hace un par de horas.

- ¿Y qué harás? – Preguntó Sherlock mientras apagaba la consola de videojuegos y sacaba el teléfono a ver quien sabe qué.

- Supongo que lo veré después, mientras… ¡Hey! Guarda ese teléfono, estamos en domingo y el domingo es para la familia.


Espero les vaya gustando, espero actualizar mañana o pasado. No se vayan sin dejar un review ;)