Destino

Akane y Ranma nunca se casaron, es más, cuando Ranma llegó por primera vez a la casa de los Tendo con su papá, se fueron de inmediato ya que SUPUESTAMENTE Soun Tendo ya había encontrado otro prometido. Ranma y Akane apenas si se vieron a la cara, pero de lo que ambos estaban muy seguros cuando se vieron fue que ambos sintieron una conexión, pero ninguno de los dos dijo nada.

Así que Ranma y su padre se fueron a buscar cura a su maldición, que por cierto fue gracias a Ranma, porque si no fuera por el seguirían convirtiéndose. Ya toda la familia Tendo sabia sobre la maldición de Ranma y Genma.

Paso mucho tiempo desde que Ranma y su padre salieron de Japón a buscar su cura, tanto así que Akane ya era mayor al igual que Ranma. Pero ninguno de los dos sabía lo que el destino planeaba.

Ya han pasado cuatro años de que Ranma salió de casa de los Tendo, él ya era un hombre hecho y derecho, curado de la maldición y experto en artes marciales, ahora estudiando arquitectura, QUIEN LO IMAGINARIA "Ranma arquitecto" En cuanto a Akane, una mujer hermosa y lista, estudiando psicopedagogía infantil.

Ambos por vidas distintas, felices, y satisfechos, pero no por completo… Sentían que algo les faltaba, pero no era una chaqueta nueva o zapatos nuevos, era algo más que eso, algo que sentían que de adentro les faltaba, sentían que no estaban completos hasta este punto…

Akane estudiaba en Tokyo, ya que había más universidades que elegir, y mejores obviamente. Ranma por azares del destino también estudiaba Tokyo, vivía en un departamento y Akane igual, pero era de más comodidades ya que su familia había juntado dinero para que Akane se sintiera más reconfortante, en cambio Ranma se alojaba en un departamento cualquiera, aunque no era tan malo tampoco.

Un día viernes en la mañana ambos salieron de sus viviendas, las universidades en las que iban se encontraban en dirección contraria, pero eso no evitaría que se encontraran accidentalmente.

Ambos salieron tranquilos, había mucha gente a esas horas, pero tampoco como para no caminar en paz. Akane caminaba tranquila hasta que sintió algo agradable, algo dichoso, no sabía por qué. En un momento sintió algo indescriptible, algo maravilloso, algo que hace tiempo no sentía. No pudo evitar mirar hacia atrás, y que su visión se concentrara en una sola persona "Ra-ranma" dijo sin darse cuenta de lo que había dicho, y como por instinto volvió a decirlo pero más fuerte "RANMA"