Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia pertenece a Silque. Yo solo traduzco.
¡Hey! Bueno, decidí intentar la traducción de algún fic en inglés que me gustara, y he aquí.
Espero que no haya errores. Cabe decir que la traducción no es literal y ha sido modificada para su mejor comprensión.
Quiero agradecer a Silque por permitirme traducir su fantástica historia. Significa mucho para mí/ I want to thanks to Silque for let me translate her fantastic story. It means so much for me.
¡A leer!
Nota de la autora original:
Edward Cullen tiene 105 años y es vampiro, pero aparenta ser un concertista de piano prodigio en esta historia. Él es sensacionalmente talentoso, solitario, enormemente exitoso… y está solo. ¡Mi primer fic multi-capítulo!
Estaré posteando los links de las piezas musicales y de los pianos mencionados en mi perfil para este fic.
Rated M por lenguaje y por algunos posibles y muy, MUY, leves lemmons o situaciones adultas.
Demos un paseo!
Edward's POV
Las últimas notas de la composición de Chopin, el Opus 25 No. 12 en C menor, continuaron sonando en el aire mientras la multitud de asistentes elegante y costosamente vestidos se levantaba para ovacionarme. Era una de mis melodías favoritas, porque terminaba de un modo furioso. Expresaba a mi yo interno mejor que cualquier otra cosa que pudiera tocar. Amenazante, con un toque de tristeza, sin llegar a ser emo.
El Carnegie Hall, en Nueva York. Estaba en la cúspide como concertista de piano. Y como vampiro… probablemente en ese sentido no estaba en la cúspide.
Me paré junto al piano, un Steinway & Sons de 1970 de casi tres metros modelo D que había comprado nuevo, vestido de moño negro y traje de etiqueta. El piano viajó conmigo a cada lugar a un alto precio. Qué puedo decir; soy exigente acerca del instrumento que voy a tocar. Lo pruebo yo mismo antes de cada concierto.
No puede compararse, sin embargo, al Steinway "Gran concierto victoriano" de 1869 de estilo rococó que tenía en casa. Había adornado el salón principal de la casa de mis padres en Chicago cuando aún era un humano. Era el piano en el cual mi madre me había enseñado a tocar. Mi madre lo había traído consigo cuando se casó con mi padre, diciéndome que había pertenecido a su padre, mi abuelo. Lo había enviado a mi casa en Washington y yo mismo lo había restaurado cuidadosamente. Tenía un sonido como ningún otro.
Di una corta reverencia y salí del escenario. Yo no hacía repeticiones. Nunca. Les di lo que valía su dinero la primera vez. Eso fue lo que fue.
Había cultivado la reputación de un excéntrico y solitario. No daba entrevistas, evitaba las cámaras. Era la mejor manera, así pude hundirme en la oscuridad cuando empezó a ser obvio el hecho de que no estaba envejeciendo.
Sobrealimentados y autoindulgentes esnobs. Ellos no vienen por la música. Ellos vinieron a ser vistos haciendo algo "cultural" por los otros sobrealimentados y autoindulgentes esnobs a los que tampoco les importa un carajo la música.
También era como yo lo hacía. Que se jodan.
Por alguna razón, me hizo más popular que nunca.
Entrando a mi camerino detrás del escenario, me encontré con la mirada de Alice, mi hermana y publicista. "Puedes ser un bastardo tacaño, Edward" pensó ella y sonrió con suficiencia. Yo encogí los hombros. Yo tocaba para mí, no para ellos. Era algo "adicional", si se puede llamar así, que la otra gente quisiera escucharme tocar.
Oh. ¿He olvidado mencionar que puedo escuchar los pensamientos de todos, quiera o no? Bien por mí.
Me quité mi frac y jalé el extremo de mi lazo, arrojando ambos tanto al sofá que adornaba el lado opuesto de la habitación como al tocador demasiado iluminado y al espejo. El lugar era casi idéntico a cualquier otro amueblado de cualquier otro camerino de cualquier otra ciudad en la que hubiera tocado. No era que lo necesitara tampoco. Mi cabello hacía lo que yo quería y no necesitaba maquillaje. No permitía reflectores en ningún concierto, solo candilejas rosáceas. El brillo hacía a mi piel parecer casi humana. Hicimos de esto prácticamente una ciencia.
Jasper, mi hermano y manager, entró en aquel momento. "Otra interpretación perfecta, hermano" sonrió. "Boletos agotados, por supuesto. Desearía que me dejaras cobrar más. Estás tan solicitado ahora mismo, que podríamos reunir una buena suma si me permitieras-"
Alice le interrumpió, "Cariño, no es por el dinero. ¿No es así, Edward?" Ella no se molestó en dejarme contestar. "Es sobre la música. Es terapéutica. Además, hacemos una fortuna con las ventas de CD's." Ella asintió, de acuerdo consigo misma.
Rodé los ojos. "Alice, ¿a dónde nos presentaremos después?" Pregunté, tratando de cambiar el tema. Lo último que necesitaba era otro análisis de qué carajos estaba mal conmigo. Yo sabía lo que estaba mal conmigo. Tenía 105 años y aún tenía que conocer a mi "compañera". Y estaba malditamente solo. Sí, había tenido gente a mi alrededor todo el tiempo, y cuando no estaba viajando, tenía a mi familia conmigo; Carlisle y Esme, alias "mamá y papá", Rosalie y Emmett; y en el camino, a mi lado como siempre, estaban Mary Alice y Jasper. Todos ellos también eran vampiros.
Convivir con parejas era, como siempre, una tortura. Viendo la manera en la que Jasper miraba a mi hermana hacía que mi pecho doliera de la necesidad de tener a alguien a quien mirar de esa manera también. Viéndola abrazarlo para besar sus labios me recordaba que yo nunca había besado los labios de una mujer, además de mi madre. Yo era el "virgen a los 40, multiplicado por dos y medio". Me había resignado a caminar solo por la tierra por toda la eternidad. La mayor parte del tiempo trataba de no pensar en eso, sin embargo, escuchar los pensamientos de todos ellos mientras hacían el amor lo hacía malditamente difícil.
Alice sonrió un poco nerviosa. Estaba bloqueando sus pensamientos de mí. Eso no presagiaba nada bueno.
"Alice…" gruñí. "¿Qué has hecho ahora?"
"Oh, no es nada realmente. Yo solo…hum…"
"Escúpelo, Mary Alice" siseé.
"Hubo una subasta de caridad, para niños. ¡Niños, Edward! ¡Niños enfermos!"
Gruñí y tiré de mi cabello con ambas manos. "Alice…"
"Vinieron y me preguntaron qué podíamos hacer nosotros, en qué podíamos contribuir a la subasta. Sabía que no te separarías de tu piano así que… Yo… hum… esto… te ofrecí a ti."
Las risotadas de Jasper llenaron la habitación. "¡Oh Dios, deseo que Emmett estuviera aquí! Mi esposa subastó la virginidad de Eddie al mejor postor." Se estaba riendo tan fuerte que tuvo que asirse de la silla para no caerse, lo que es decir demasiado para un vampiro con perfecto control. Hasta Alice rió un poco. Aparentemente, yo era el único al que no le resultaba divertido en lo más mínimo.
"¡Alice!" Grité. "¡Más te vale que él esté bromeando!"
Ella rió nerviosamente. "Por supuesto que lo está, Edward. ¡Sé serio! Lo que subasté fue un concierto privado. El ganador consigue dos horas contigo tocando sus favoritas. Solo tú y el ganador…y nueve de sus amigos" Se encogió ligeramente.
Colapsé en el sofá, con la cabeza en mis manos, puños en mi cabello. "¿Por qué me haces esto a mí? ¿A caso no me amas en lo absoluto?" gruñí.
Alice estaba sentada al instante junto a mí, frotando en círculos mi espalda encorvada. "¡Oh, no será tan malo! ¿Qué son dos horas? ¡El ganador pagó casi doce mil dólares para poder ganar! ¡Piensa en todos los niños enfermos a los que ayudaremos!"
Siempre tan jodidamente alegre y optimista… En ese momento yo podría haber roto su cuello optimistamente.
Por supuesto, Jasper tuvo que interrumpir, "Y si ella no gana, ¡puede tener tu virginidad gratuitamente!" Y rompió a grandes carcajadas de nuevo. Nada gracioso en realidad, nada. Él llamaría a Emmett. Estaba frente a cuatro meses de infierno. Tal vez solo podría estar de gira para siempre.
"¿Sabes quién ganó, Alice?" Gemí.
"¡De hecho, lo sé! Su nombre es Isabella Swan y vive en el Upper West Side; obviamente rica. No sé nada más sobre ella además de que es muy solitaria. Tenía a un representante en la subasta, así que no conseguí verla." Estaba bloqueando sus pensamientos de nuevo. La maldita duende sabía algo.
Pero después de reflexionar, hacer un concierto para un grupo de damas de cabello azul* no debería ser tan malo, ¿verdad? "¿Cuándo, Alice?"
"Mañana en la noche. Todo está arreglado. Ella tiene un gran piano en su salón. Te llevaremos ahí, te dejaremos, tocarás por dos horas y te traeremos de vuelta. ¿Trato hecho?" Ella sacudió sus manos.
"Bien" Dije de mala gana. "¿Ella tiene alguna preferencia musical?"
"Chopin. También le gusta Rachmaninoff, y Mendelssohn si prefieres, pero dijo que sus favoritos eran los Nocturnos. Puedes tocar cualquiera de esos con los ojos cerrados. ¿Quieres que lleve las partituras?" Dijo alegremente, feliz de que había cedido.
"No. Solo tocaré los Nocturnos de Chopin hasta que ellas se duerman en sus cozies* de té" Bufé. "Ahora salgan. Quiero colarme una playera y unos jeans e irme al carajo de aquí. Si esto va a llevarse a cabo mañana, necesitamos conducir fuera de la ciudad y cazar. ¿Te apuntas, Jazz?"
Jasper sonrió. "Si hermano. Tienes que alimentarte para que puedas tener sexo con algún puma." Dio un gruñido y fingió golpearme con sus "garras".
¿Matar a tu hermano, aunque él realmente no tenga parentesco contigo, sigue considerándose fratricidio?
*Damas de cabello azul: En inglés "blue-haired ladies", hace referencia a las mujeres de edad madura que pintan su cabello con algún tipo de tinte azul para retirar el tono amarillento de las canas y teñirlas de un brillante blanco. Muy a lo "Miranda Presley" para mayor ejemplo.
*Cozies de té: En inglés "tea cozies". No hay una traducción adecuada para "cozies" en español, por lo que se ha dejado de este modo en el texto. Los cozies son una especie de funda de materiales como lana o algodón con las cuales se cubre la tetera para mantener el contenido caliente.
¿Os gustó? A mí personalmente me encanta, y más el modo en el que es Edward.
Espero poder actualizar seguido, ya que lo único que hay que hacer es traducir (aunque ciertas expresiones resultan algo complicadas, pero nada que no pueda solucionarse o parafrasearse).
El perfil de la autora lo dejaré en mi perfil por si quieren pasarse a ver las fotos y escuchar la música.
Dejen sus reviews y alerts, cualquier duda en cuanto a traducción, etc. en el grupo de Facebook –link en mi perfil–.
Un beso.
Amy W.
Nota de la autora original: Bueno, ¿qué opinan? ¿Debería seguir? ¡Comenten y déjenme saber! Los reviews son mi "sangre de Bella" *Inserte más desvergonzados ruegos aquí*.
