- Solo una vez, solo quiero llorar un vez, déjame desahogar todo lo que siento, déjame sacar toda la mierda que cargo. Perdóname si te llame para esto, no lo volveré a hacer, pero quédate aquí que ya no puedo solo con los recuerdos.
- Está bien Dean, puedes llorar tranquilo, aquí me quedare.
Nunca olvidare la expresión llena de bondad y compasión de Castiel al decirme esas palabras y quedarse al otro lado de la mesa, mientras veía todos mis muros desplomarse producto del alcohol y el dolor que sentía.
