Desde que eran pequeños, la gente siempre había confundido a Elliott y Alexander. Rara vez nacían gemelos totalmente iguales, pero ellos lo eran. Exactos como dos gotas de agua. Elliott lo odiaba, Alexander lo amaba. Adoraba a su hermano y poder ser él por unos minutos era fascinante. Los niños tenían los mismos amigos, mismas notas, mismo comportamiento...Hasta que Alexander entró en el coro de su instituto y se coló entre los más populares. Elliott se concentró en sus estudios, empeñado en ser médico. Alexander, rebautizado como Starchild, comenzó a mandar en el instituto, mientras su hermano bajaba cada día más. Se envidiaban el uno al otro con pasión.

Y entonces conocieron a una persona que le enseñó el verdadero significado de envidia. Blaine Anderson, lider de los Warblers, un coro rival, tenía algo que ambos hermanos querían, aunque Elliott aún no lo reconociese. Blaine Anderson tenía un ángel.

Los gemelos le conocieron en una de las competiciones de coros. Elliott le vio primero, porque Starchild estaba en el vestuario preparándose para su número. Voz angelical, ojos color cielo, piel de porcelana, cabello castaño y una sonrisa de ensueño. El corazón de chico se disparó mientras veía al ángel cantar y actuar. Su hermano no lo vio hasta que estuvieron en el escenario esperando el veredicto del jurado. Ambos coros empataron. Starchild cogió la mano del chico felicitándole por ganar, y entonces lo miró. Elliott vio el instante en que su hermano se enamoró. Lo sintió en las venas. Sintió en la mano la misma electricidad que estaba sintiendo su hermano al tocarlo.

Starchild le observaba hambriento, sorprendido por la perfección del chico delante suya. Derritiéndose ante él. Y entonces Blaine rompió la fantasía de los hermanos abrazando al muchacho por detrás y dándole la vuelta para darle un beso de celebración. El sonrojo del ángel fue el culmen para ambos.

Se les rompió el corazón tan rápido como se habían enamorado. Ambos lo sintieron. Eso no impidió que se obsesionasen con él. No evitó que la semana que pasaron en NY por la competición de coros prácticamente se pegaran a él. Tampoco impidió el traslado de ambos hermanos a NY, para la universidad, porque sabían que el chico iría allí.

Elliott entró en la universidad de medicina, mientras que Starchild entró en Tish, ambos con expedientes excelentes. Ambos con el corazón roto.

La obsesión fue disminuyendo, reduciéndose a inusuales sueños por parte de Elliott y a la tendencia de Starchild a salir con ojiazules. Fotos hechas a escondidas y recuerdos de roces eran sus reliquias más preciadas. El ángel desapareció de sus vidas.

Hasta que una mañana, Elliott entró en la habitación del nuevo paciente, un joven ingresado por intento de suicidio. Según el informe, se había abierto las muñecas. Se preparó mentalmente para enfrentar a un suicida depresivo.

-Hola Kurt Hummel, soy el Doctor Elliott Gilbert, y tú eres...-alzó la mirada para ver al paciente y se quedó congelado. Dos pozos color azul cielo le devolvían la mirada, hundidos en una cara perfecta color porcelana, enmarcada por un hermoso castaño, y con unos labios de ensueño que sabía que emitían el sonido más perfecto del mundo. Su corazón se aceleró mientras sus pómulos enrojecían.-El ángel...


Hola:3

Nueva historia, para cuando termine No Tan Diferentes, que ya solo queda el epílogo...Sí, es Kelliott.

Antes de nada, soy Klainer, pero Kurtbastian es mi OTP y Kelliott es mi nuevo placer prohibido...Solo soy una Kurtsie que quiere a su niño feliz sin gente infiel C:

Espero que os guste esta locura de fic que se me ha ocurrido :3

Besitos

Nina Bane