' DEJATE QUERER '
By Rakime

CAPÍTULO 1.- 'ME HAS CAMBIADO'

El sol se oculta lentamente por detrás del horizonte, dando paso inmediato a una oscura y fría noche. Miles de pequeñas lucecillas, llamadas estrellas, acompañan a una gran blanca y deslumbrante luna, contrastando con el negro cielo, que cubre como una manta a toda la ciudad. Las calles se encuentran vacías por lo avanzado de la noche, solo alumbradas por varios faroles a ciertas distancias, no hay ningún ruido, ningún bullicio, todo es paz y tranquilidad.

Por entre la oscuridad de las sombras provocadas por la falta de luz, se puede distinguir una silueta negra avanzando rápidamente, tan rápido que es imperceptible para un ojo humano. La silueta se detiene enfrente de una casa, y segundos después desaparece, reapareciendo nuevamente sobre un árbol que daba hacia una de las ventanas de ese mismo hogar...
______________________________

(Hiei)

Aquí estoy de nuevo, no importa cuantas veces me diga que no volveré a este lugar, siempre termino regresando. "Debería dejar de mentirme a mi mismo" pienso en voz alta, solo audible para mis oídos, y acto seguido me siento sobre una de las ramas más altas y cercanas a la ventana, recargándome en el tronco y colocando mis brazos detrás de mi cabeza.

"¿Qué tiene este maldito lugar, que no puedo dejar de visitarlo?" me pregunto mentalmente, pero como las anteriores mil veces que lo he hecho, no se que responderme, no se la contestación...

... No lo sé... es... es como si aquí me sintiera más cómodo, seguro. Este sitio es en el único que he podido dormir tranquilamente, muy raras veces he tenido pesadillas, es tan sereno este lugar, tan acogedor este árbol... pero... ¿por qué?, si es como cualquier otro sitio o como cualquier otro árbol, o... ¿no?... ¿será que en realidad no son como cualquiera... o.... será porque se encuentran cerca de esta vivienda?... realmente no lo sé.

Ya me he olvidado desde hace cuanto tiempo es que vengo a descansar y a dormir aquí, no recuerdo muy bien, pero creo que fue desde que el torneo finalizó. En cierta forma me había acostumbrado a tu presencia diaria, a estar contigo; y ahora que no había necesitad de estarlo, me sentía algo raro, extraño, como... vacío... y aún no logro entender por qué, si siempre he estado solo; así que empecé a venir aquí, donde estabas más cerca; siempre que venía sentía una gran paz en mi interior, y aun la sigo sintiendo... "¡Ja! Creo que este fastidioso mundo y la convivencia con sus habitantes esta empezando a afectarme! pienso mientras sonrío sarcásticamente.

Algunas veces tú te percatabas de mi presencia, y si te encontrabas solo, con tu usual sonrisa abrías la ventana y me invitabas a pasar, yo dudaba un poco, pero al final terminaba accediendo. A veces te encontrabas haciendo tus, hn, deberes escolares, si, así me dijiste que se llamaban todas esas actividades que hacías y que consistían anotar varios símbolos extraños en, errr... ¿cómo me has dicho que se llama?... ehhh... li... litra... libe... ¡ah si!, libreta, mientras yo me acostaba sobre tu muy cómoda y suave cama para esperar a que terminaras; otras veces que no tenías que hacer ningún deber escolar, me invitabas té y alguna cosa de comer, la comida ningen puede ser muy, muy extraña, pero algunas veces vale la pena probar no importando su raro aspecto, porque alguna que otra tiene un sabor muy bueno, como esas... ehh... ga... gallas... gat... gatellas... gatalles... ¡ah!, no recuerdo su nombre, pero esas cosas junto con el té, hacen una exquisita combinación... "¡Maldición! Ya e me han antojado!; y otras veces solo nos quedamos en tu cuarto, tú sentado sobre tu cama y yo sobre el marco de la ventana mirando hacia fuera, siempre tratas de hacer conversación, me platicas cosas de tu vida, o me preguntas a mi una que otra cosa, pero yo rara vez te respondo más allá de una palabra o un "hn", por lo que ves no soy muy apto para conversar, no me gusta.

O luego, cuando llego por la noche y tú aún te encuentras despierto y afuera hay mucho frío, me ofreces dormir adentro. Algunas veces acepto, algunas veces no. Tu cuarto es más cálido y acogedor por la noche. Sacas un tipo de bolsa de tela y la colocas en el piso, no muy lejos de la cama, y yo entro en él, luego me das una de tus almohadas, la cual lleva impregnado tu eterno olor a rosas, y la abrazo, tú te acuestas sobre la cama dándome la espalda. Cuando ya casi estoy a punto de cerrar mis ojos, tu volteas y me miras, y empiezas a hablar y hablar, dices que te agarra insomnio o algo así, no se quien es ese, en esos momentos estoy tan deseoso de dormir que nunca te pregunto, pero si alguna vez lo llego a conocer, le daré una paliza por molestarte a ti, impidiéndome dormir. No se para que me invitas a dormir entonces, si no podré porque no paras de platicar en casi toda la noche. Pero aun así no digo nada, no te callo, no me disgusto, simplemente no puedo.

Cuando me encuentro contigo, la tranquilidad, la paz interna que siento al estar sobre este árbol, se incrementa. Esa sonrisa tuya y esos ojos verdes tan expresivos, me hacen sentir bien, y no logro comprender por qué; muy raras veces encontré en el Makai a youkais que me sonrieron, o también que me miraron con ojos verdes, pero no tenía la misma reacción, el mismo efecto que cuando tú me sonríes o me miras.

Que raro es esto, muy raro, estoy confundido e intrigado, contigo ya no siento la necesidad de ser grosero, malhumorado y todas aquellas cualidades y comportamientos que tengo hacia lo demás solo para... err... bueno, ahora eso no importa. Desde el principio me empecé a sentir así, yo, yo que llegue a ti decidido a matarte, y tu, ¿qué hiciste?, me cuidaste, al ver que caí inconsciente, en lugar de tomar ventaja y matarme de una buena vez, como yo hubiera echo ante aquella grandiosa oportunidad, no lo hiciste, al contrario, me curaste, y creo que aún ni sabías ni quien era ni como me llamaba. ¿Qué nunca pensaste en la posibilidad de que al despertar yo podría haberte matado por esa gran estupidez que hiciste?, no lo se, quizás si la pensaste, pero no te importo. En esos momentos pensé ¡que idiota! ¡Yo que él lo hubiera matado!, pero ahora, aunque me cueste aceptarlo, estoy agradecido, si me hubiese quitado la vida no hubiera tenido la oportunidad de encontrar a Yukina y de muchas otras cosas. Y yo, ¿por qué no lo maté después?... otra pregunta sin respuesta...

"Ahhh!" suspiro imperceptiblemente, que estupideces se han apoderado de mi mente recientemente, si alguien me hubiera dicho que yo estaría aquí hoy pensando en todo esto, después de matar a ese alguien, me hubiera puesto a reír con ganas por lo ilógico y estúpido que se oía eso.... en verdad que se pueden hacer giros muy drásticos, como ahora, que ya ni me divierte ni me es satisfactorio matar, no se si fue porque tu me metiste a la cabeza que eso era malo, o por que simplemente me dejo de llamar la atención hacerlo.... Pero lo más seguro es que haya sido lo primero.

En verdad que he cambiado desde que te conocí, y sin que yo me diera cuenta. El inicio odiaba tu maldita forma de ser, tan bondadosa, tan buena, tan feliz, ¡en verdad la detestaba!, por más que hubieras vivido como ningen no podía aceptar que un youkai, no, un youko fuera y se comportara así, pero a la larga me fui acostumbrando, y hasta ahora creo que me agradas así... si... en verdad, como he cambiado... si lo pienso de cierta forma, me llega hasta dar risa, pero también me enfado, ¿Cómo un simple y estupido kitsune-ningen logró hacerme esto?... "¡Bah! Tonterías"

Una fría ráfaga de aire choca contra mi cara y se filtras entre mis ropas, causándome escalofríos. Me abrazo con mis propios brazos para brindarme calor. Echo un ligero vistazo por la ventana, y ahí estas, durmiendo sobre tu cama pacíficamente, o al menos eso me parece, porque no dejas de dar vueltas sobre esta misma. No le doy importancia, y mientras bostezo cierro mis ojos, y sigo recordando mi vida en estos últimos tiempos, no se por qué no puedo dejar de hacerlo... Otra ráfaga de viento me golpea, provocándome un estornudo, no le tomo en cuenta, y sigo con los ojos cerrados...

______________________________

(Kurama)

Doy vueltas sobre mi cama, recorro todas las posiciones cómodas habidas y por haber para dormir, pero aún así no logró conciliar el sueño. Me ha agarrado insomnio de nuevo, últimamente es muy seguido. Me acuesto boca-arriba con las manos detrás de mi cabeza y pierdo la vista enfocando al techo, tendré que esperar hasta que Morfeo se digne a venir por mí. Puedo oír un gran viento chocando en mi ventana, pero no le doy importancia. "¿Qué podré hacer para no aburrirme mientras espero a Morfeo?" me preguntó a mi mismo. He escuchado en la televisión que lo más recomendable para hacer cuando no se puede dormir es alguna actividad que haya faltado por hacer durante el día, por alguna razón eso hace que entre el sueño enseguida, pero ¿qué puedo hacer yo?, todo lo que me correspondía hacer este día ya esta hecho, ya he terminado mis deberes escolares, mi cuarto se encuentra en perfecto orden, mis útiles escoleras ya se encuentran guardados en mi mochila para cuando vaya a la escuela mañana por la mañana, definitivamente no hay nada que hacer, solo y simplemente esperar.

Comienzo a pensar en cosas graciosas, para divertirme un rato. También pienso en los últimos acontecimientos, el torneo, mis nuevos amigos, raros pero simpáticos, y "ese pequeño demonio de fuego" dije casi en un suspiro.

Como me agrada su compañía, a pesar de que es muy callado y a veces malhumorado. Antes no lo veía mucho, pero desde que finalizó el tornero, viene aquí muy seguido, creo que le es muy cómodo el árbol que se encuentra afuera de mi casa, porque lo veo mucho ahí. Me pregunto por qué desde entonces se la pasa el mayor tiempo aquí, ¿tendrá algún problema, o por fin le a gustado permanecer en el Ningenkai?, jajajajajajaja, honestamente no lo se, pero si se me hace muy extraño.

Cuando no hay nadie en mi casa, lo invito a pasar, aunque me cuesta un poco convencerlo. A veces solo se tumba en la cama, ya que yo me encuentro haciendo mis deberes, me pregunta cosas que desconoce sobre los ningen, claro, no muchas, se que no le gusta mucho hablar, y yo siempre le explico gustosamente, tal vez pregunta para que cuando se encuentre con Yusuke o Kuwabara estos no le hagan burla por no saber algo, o tal vez lo hace por simple curiosidad; otras veces lo invito a comer, me divierte ver como olfatea cada cosa que le doy para comer, duda en comerlo siempre, pero me da gran satisfacción cuando lo veo gustoso devorarlo rápidamente una vez que su lengua probó el sabor y le agrado, como las galletas, al parecer le fascinaron, porque siempre que le pregunto que qué quiere comer me dice inocentemente que quiere gallates o gatellas, como me da risa cuando hace eso, cuando cambia el nombre de las cosas sin querer, claro que no me rió en su cara, no quiero que se enfade; o luego solo nos quedamos en mi cuarto, conversando, o más bien yo tratando de conversar, porque por más que saco temas o le pregunto cosas, no habla, tengo suerte si consigo que un "hn" salga de su boca, a veces cuando estoy bromeando yo solo me pregunto si esta sordo y es por eso que no contesta, porque no oye lo que le pregunto, pero no, él es así.

O cuando lo encuentro afuera sobre ese árbol por la noche antes de que yo me duerma, lo invito a pasar la noche aquí, aunque rara vez acepta, creo que le disgusta que no lo deje dormir, pero es que siempre que duerme él en mi cuarto me entra insomnio, no se por qué, y no dejo de hablar la mayor parte de la noche, y no lo dejo dormir al pobre, pero aun así no me calla ni se nota enfadado, así que yo sigo haciéndole platica. Yo me encuentro sobre mi cama, volteando hacia el piso para verlo, y el en un saco de dormir junto a mi cama. Ya cuando veo que sus ojos no aguantan más abiertos, ceso mi plática, y lo observo mientras lentamente se va quedando dormido y la forma tan graciosa que abraza la almohada que yo le doy. Claro, cuando me despierto por la mañana el ya se ha ido, solo encuentro un saco de dormir todo revuelto y una almohada tirada en el suelo, si que es desordenado, pero no me importa.

Aun recuerdo la primera vez que te ví, a pesar de tu aspecto de maldito, por así decirlo, no me causaste ningún temor ni nada. Tú intentabas matarme, pero no pudiste continuar ya que te desmayaste, se notaba que estabas herido. Yo sin dudarlo dos veces te lleve a mi casa y me hice cargo de tus heridas. Las posibilidades de que cuando tu despertaras intentarías matarme de nuevo pasaron por mi mente, pero no les tome atención, algo dentro de mi me decía que no me preocupara, que tú no me harías daño, lo dude, pero al final le hice caso a esa vocecilla interna. Aun no sabía ni quien eras ni nada, pero confíe en ti, y aun lo sigo haciendo. Solo hay algo que siempre me voy a preguntar, ¿por qué tú no me hiciste nada después?... creo que nunca lo sabré.

Esto es raro, digo, yo siempre me encuentro feliz, pero cuando estoy con él, aun soy más feliz. Me agrada cuando me ves con ese par de ojos grandes, a pesar de su frialdad, no me intimidan, y creo que nunca lo han hecho, y esa cara inexpresiva, también me agrada verla. Al inicio me disgustaba la total indiferencia con la que me tratabas, pero conforme pasaba el tiempo me iba acostumbrando, es más, creo que me llego a gustar. No lo se, ¿me gustaba, o habías cambiado tu forma de ser conmigo?... suena extraño, pero creo que la correcta es la segunda opción, poco a poco fui sintiendo que entre más tiempo pasaba contigo, eras más abierto y accesible, ya no me callabas cuando hablaba, como anteriormente lo hacías porque decías que te fastidiaba mi voz, o ya no te tenía que traer aquí a rastras cuando te encontraba herido y necesitabas que te curaran, es más, creo que ahora, apenas tienes una herida que no cura fácilmente y recurres a mí, eso me simpatiza, porque quiere decir que ya me voy ganando tu confianza, ah, y tantas cosas que ahora haces que antes no hacías, creo que después de todo si te he logrado cambiar un poco.

En mi cara se dibuja una sonrisa al recordar todo esto, "¡Ah!, que buenas memorias", me digo a mi mismo evidentemente feliz. Nuevamente una racha de viento golpea a mi ventana y me saca de mis pensamientos, ya que esta vez ha sido tan fuerte que la ha abierto. Me levanto rápido de la cama y me acerco a la ventana para cerrarla. Antes de que pudiera hacerlo escucho algo parecido como un estornudo proveniente de afuera. Acostumbro mi vista a la oscuridad, y busco al dueño de ese estornudo. Nuevamente una gran sonrisa adorna mi rostro al verte ahí afuera sobre el árbol, al parecer tienes frío porque te estas abrazando.

"Hiei, ¿estas despierto?" – preguntó en voz baja, no quiero despertar a mi madre "Hn" - fue su única respuesta "Ven acá adentro, estas haciendo mucho frío" "¿Me vas a dejar dormir?" – preguntó indiferentemente, yo solo reí para mi mismo. "Si Hiei, si te voy a dejar dormir"

Dudo un poco, pero al final salto hasta donde yo estaba. Asegure muy bien la ventana, mientras Hiei se despojaba de su capa negra y su katana, dejándolas sobre una silla, y yo me dirigí hacía el guardarropas para sacar el saco de dormir.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Bueno, hasta aquí llega el primer capítulo de este fic ^^u, espero que les agrade. Para los que preguntaron por si el fic "el dueño de mis pensamientos" iba a hacer de solo un capítulo, si, solo va a ser de uno, lo escribí solo por calentamiento y hacer fics más largo, perdón si l@s deje con ansias de leer más. Well, nuevamente, espero que les agrade este primer cap, y también espero tener el próximo pronto. Sayonara ^^