Apokolips. En los calabozos
Clark se encontraba vestido de Superman o casi, ya no se encontraba con su capa o la parte de arriba de su uniforme. Se encontraba con grilletes encadenado a una pared en sus brazos, piernas y una Kryptonita verde en el piso debajo de el
Se encontraba solo, lo más seguro es que lo están grabando pensó él. Había sido drogado por un gas verde en un callejón de Metrópolis, lo había golpeado sin parar dejándolo noqueado por los efecto de la Kryptonita y los últimos días aquí ha sido lo mismo. Se escuchaban unos pasos. Se abrió la puerta metálica, no podía reconocer a la persona que venía entrando, su vista estaba borrosa
Hola, Superman – dijo suavemente la mujer
Clark reconoció esa voz. Abrió los ojos y contemplo a Lashina o Duquesa una fiel de Darkseid, hermosa como siempre. Observo como la forma de su uniforme negro abrazaba estrechamente su figura curvilínea. Cerró rápidamente los ojos y giro la cabeza, no podía permitirse pensar de esa forma.
Lashina cerró la distancia entre ellos y coloco una mano en el rostro de Clark, haciendo que se vean frente a frente
Pobre de ti – dijo Lashina con simpatía – lo que te hemos hecho mis colegas y yo – le susurro. Mirándose frente a frente
Se lo que quieres, Lashina. No creas que voy a caer tan rápido, porque tu se has buena conmigo – le dijo el
Clark miró a Lashina y ella a él, a unos metros de distancia. Sus ojos fueron hacia sus pechos grandes a través de su ajustado uniforme. Esto significa que probablemente no estaba usando un sujetador. El pensamiento de fue un enorme provocativo para Clark. Lashina lo miraba a él silenciosamente y cuidadosamente, Clark se encontró fantaseando sobre eliminación del uniforme de Lashina con sus propias manos. Se revelaría sus pechos completos. Muy mal, quería devorar esos pechos. Muy mal, quería ver a Lashina totalmente desnuda y zonas de su cuerpo. Los grilletes en sus brazos y las piernas un tormento aún más a él, ahora que sentía un creciente deseo de tener relaciones sexuales con Lashina.
Clark cerró los ojos y trago saliva. Se pregunta por qué él estaba respondiendo de esta manera. Es porque probablemente nunca había estado junto a ella antes de esta manera, se dio cuenta. Con los años, Clark le había visto varias veces combatiendo, notó que era bien parecida y más ahora débil a causa de la Kryptonita. Clark fue dolorosamente consciente de ella como una mujer, ahora más que nunca antes. Pero ella es una criminal es lo que más le molestaba
Lashina le dio una sonrisa cómplice.
¿Te gusta lo que ves? – le dijo seductoramente, deshizo la parte superior de su uniforme, revelando una generosa cantidad de escote. Clark trató de darle la espalda, pero Lashina giró su rostro en su pecho. Como Clark sospecha, Lashina no llevaba un sujetador. Su pecho estaba cubierto suficiente para que él no pudiera ver sus pezones. Lamentablemente su visión de rayos x no funcionaba – ¿Deseas tocarme, con gusto, me encantaría?
Lashina llegó hacia abajo con su otra mano y sintió la entrepierna de Clark, y el indefenso superhéroe llego a tiritar. Ella sonrió en el efecto que ella estaba teniendo sobre él.
Podría hacer cosas mucho más placentera para ambos. – le susurro ella
Clark comenzó a sollozar de frustración y angustia. Sus brazos y piernas tensas contra los grilletes, quería llegar a la mujer que le había atormentado.
¿Por qué eres tan cruel? – Clark lloró.
Es frustrante. Soy una Furia, pero mi cuerpo tiene necesidades, al igual que todas las otras mujeres. Tengo mucho que ofrecer a un hombre, y no recibo ninguna atención de nadie digno de mí. Luego apareces tú, un joven hermoso. Un hombre que tiene mucho que ofrecer, un hombre que me satisfaga.
No soy tu juguete – dice Clark con su garganta seca. El deseo hacía estragos a través de su cuerpo como un incendio, a pesar de sus esfuerzos para aplastar la llama.
¿Deseas saber por qué lo hago? Te he estado viendo. Pobre, solo, alejado de tus amigos, sufrir días de tortura. Y todavía no flaqueas. He tomado lástima de ti, Superman, y admiro su integridad y coraje. Te encuentro extrañamente atractivo. Pero tú sabes, voy a matarte pronto. ¿Te dije que hay una salida?"
¿Una salida? – Repitió Clark.
Únete a nosotros – dijo Lashina. – Podemos borrar tus recuerdos de Superman, Clark Kent o Kal-El, como te hagas llamar. Tú puedes ser verdaderamente uno de nosotros. Tú y yo podríamos estar juntos.
Clark miró la Baronesa con recelo.
Sabes que no puedo hacer eso… – dijo Clark. El se cayó cuando Lashina le pone un dedo en sus labios y se acercó más a él, presionando su cuerpo contra el suyo.
No me rechaces hasta que hayas tenido tiempo para pensar en ello – susurró Lashina. – ¿Sólo piénsalo? Podría ser tan maravilloso.
Con estas palabras, Lashina volvió a salir, y Clark quedó solo. Se inclinó su cabeza y sintió como todo su cuerpo estaba listo para derrumbarse bajo un peso demasiado pesado para él tener. Este tormento de psicosexual simplemente demasiado para él, más que la tortura había previamente soportado. Clark sabía lo que quería su cuerpo. Sabía que quería ahora, Lashina. Sería tirar todo a la basura, tirar el deber y el honor, por la oportunidad de hacer realidad esta fantasía sexual potente, una fantasía que estaba tan cercana y posible para él.
No traicionare mi deber. Primero muerto antes de convertirme en uno de ellos. – dijo el
Si hay la menor esperanza, Clark sabía en su corazón que tenía que encontrar una salida de su calabozo. De alguna manera, tenía que salir de aquí.
Palacio de del poderoso Darkseid. Las furias, como Granny Goodness, Desaad, Kalibak y su amo esperaban a Lashina. En ese momento se abrió la puerta del salón del trono real
He vuelto amo – dijo la mujer arrodillándose ante Darkseid
Levántate, no vas nada mal con el Kryptoniano – le dijo la gran oscuridad
Que desea que haga ahora – pregunto ella, levantándose del suelo
Quiero que lo liberes de las cadenas, quiero que él se confié…quiero su poder con nosotros – dijo por última vez Darkseid
Durante mucho tiempo, Clark se encontraba tendido en el piso de su celda solitaria, tratando lo más posible de alejarse de la Kryptonita. Lashina había sido misericordiosa, pensaba él. Al desencadenarlo de la pared y permitiéndole libertad por la celda.
Clark no sabía qué hora era del día era. El único guardia cerca de la puerta de la celda era un Parademonio que bostezaba ruidosamente. Clark estaba esperando este momento, el momento cuando los Parademonio custodios se relajaban. Falta de disciplina. Lashina se podría mostrar en cualquier minuto ahora, como Clark sabía. Tuvo que hacer un movimiento antes que ella entrada en acción.
Lenta y sigilosamente, Clark se rastreo hacia la puerta de su celda y se puso en pie. El Guardia, con su espalda hacia él, no se había dado cuenta de que Clark estaba de pie, Clark llegó a través de las barras y agarró al guardia por el cuello.
¡Vamos, Clark puedes aguantar un poco mas – dijo Clark mientras luchaba contra el Guardia.
La lucha está causando un enorme problema. El guardia disparó su arma en el aire varias veces, vaciando sus municiones. No era bueno. Más enemigos llegarían dentro de segundos…
