No es mio, es de Nakamura
.*.*.Evidente.*.*.
Kyoko fulminó a Sho con la mirada. Odiaba estar allí, pero más valía el trabajo, la experiencia y las remuneraciones que ganaría, que las incesantes miradas retadoras que le lanzaba el rubio cada dos por tres.
Sinceramente prefería estar en otro sitio. Ser la protagonista del video musical de cualquier otro cantante, hubiese sido perfecto. Pero, las cosas habían sucedido de esa manera y aun no tenía el reconocimiento suficiente como para darse el lujo de rechazar ese tipo de oferta. Y en cuanto lo tuviese, era más que indudable que haría uso de sus privilegios con tal de ahorrarse uno que otro disgusto.
Tras colocarse su vestimenta, demasiado reveladora desde su particular punto de vista, hizo oídos sordos a los mordaces comentarios de su antiguo mejor amigo. Asimismo ignoró las miradas lascivas con que la recorría cuando creía que no le miraba. Cubriéndose con la fría máscara de la indiferencia, comenzó a interpretar su papel. Ya no era Mogami Kyoko. Ahora pasaba a ser otra persona.
Sho no paraba de sonsacarla. Estaba orgullosa de su recién adquirido autocontrol. Le permitía no estallar y hacer caso omiso a sus demonios internos que le incitaban a restregar el cuello de aquel rubio. Optaba por escupir y pisotear su orgullo a través de una actuación ejemplar, y vaya que lo estaba logrando. Hasta ahora se había mantenido serena y así seguiría por el tiempo que aquello durase.
Sentía que alguien tenía la vista clavada sobre ella. Pero no eran las energías oscuras marca Fuwa. Se giro lentamente y lo vio. Era Tsuruga-san. No sabía qué demonios le ocurría a su cuerpo cada vez que le veía. Su corazón bombeaba frenético y, si alguna parte de su cuerpo entraba en contacto con ella, ese lugar ardía y le ponía a temblar como gelatina.
Al terminar, paso de largo a Sho, sin prestar atencion a lo que sea que dijese.
Se dirigió a paso lento hacia el imponente moreno, maravillándose con la vista que le regalaba aquel elegante traje que portaba en aquel instante. Se veía aun más sexy de lo normal. La sonrisa seductora terminó por fulminarla y corrió hasta él, intercambiando una cálida sonrisa.
Sho los miró iracundo. Kyoko no le prestaba el mínimo de atención, como antaño. Sus miradas idiotizadas ya no eran para él. Maldijo a Tsuruga Ren en sus adentros. Su manager lo miró estupefacta. Pocas veces se veía a Fuwa Shotaro tan irascible.
Fin
Me fascina el Kyoko x Ren. Espero que al final queden juntos.
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