Una hermosa castaña caminaba por las calles de Tokio el cielo ya pintaba los colores rojizos del atardecer, su largo cabello hasta la cintura, su ya formado cuerpo y su uniforme la identificaban como una típica estudiante de secundaria aunque en realidad no era una chica tan típica como las demás, sí, ella guardaba muy dentro de si ese secreto que la hacía tan especial claro aparte de su encantadora forma de ser dulce con todas las personas…Empezaba a oscurecer y la chica aceleraba su caminar.
Chica: Será mejor que me apresure este lugar no parece ser muy seguro y ya es de noche X/ *suspiro* apenas llevo unas semanas en Tokio aun no conozco bien el lugar (se decía a si misma mientras miraba a los lados asustada)
Su paso rápido se fue convirtiendo en un correr, la preocupación la invadía, su cabello se movía con el viento que provocaba esta carrera y pronto su preocupación aumento al sentir la presencia de un hombre que la seguía paso rápido el cual también se convirtió en carrera. Ella empezó a desesperarse ese hombre corría muy rápido y la estaba alcanzando, ya ni miraba hacia donde giraba la cuadra hasta que llego a un callejón sin salida muy poco iluminado por una pequeña lámpara.
-no no alguien que me ayude- decía la chica mientras miraba el muro frente a ella, una risa provoco que la chica girara lentamente su cabeza hacia su espalda y ahí estaba ese espantoso hombre con ropas sucias y mal oliente a alcohol, una risa triunfante mostraba sus rotos y amarillos dientes, la castaña empezó a caminar hacia atrás hasta que su espalda toco el muro ya no había a donde correr, el horrible hombre empezó a caminar hacia ella al estar a medio metro de distancia, tomo la frágil barbilla de la chica haciéndola mirarlo a los ojos provocando la salida de una lagrima de los ojos de ella.
Hombre: oye no llores hermosa te prometo que te tratare bien (la toma fuertemente del brazo provocando dolor) después de divertirnos un rato te venderé a un alto precio
Chica: hay! no por favor suéltame *sollozo* que alguien me ayude
Hombre: ja aquí nadie te puede escuchar, debes ver porque calles caminas (la jala) vámonos a un mejor lugar
El hombre dio media vuelta y empezó a caminar jalando la chica la cual le daba golpes y pedía auxilio aunque no parecía funcionar. Solo unos pasos habían dado cuando el hombre paro de golpe, empezó soltar lentamente a la chica y de repente cayó al suelo inconsciente dejando a la chica en shock la cual cayo sentada detrás del cuerpo del hombre.
Chica: q-que paso…
¿?: (Saliendo de la oscuridad) estas bien
Chica: q-quien eres (echándose un poco hacia atrás)
De la oscuridad salió un joven rubio, en su cara se notaba la preocupación y en sus manos llevaba un tipo de cetro de rey, el joven se acerco a la chica y le extendió la mano seguido de una amable sonrisa.
¿?: No te preocupes no te are daño de hecho te acabo de salvar jjj, ven dame la mano debemos irnos pronto se va a despertar ese hombre.
Chica: eee bu-bueno (le da la mano)
El rubio tomo a la chica de la mano y salieron corriendo de ese lugar tomados de la mano, corrieron por unos minutos hasta parar en un parque donde pararon ya cansado, sus respiraciones estaban agitadas.
¿?: Ven siéntate en esta banca a descansar
Chica: pero como sé que puedo confiar en ti, ni-ni siquiera se tu nombre
¿?: Discúlpame *sonrisa amable* mi nombre es TadaseHotori es un gusto conocerte señorita?
Chica: Sakura mi nombre es Sakura Kinomoto
