Nos volveremos a ver...verdad?
El daba un paseo por la ciudad, recién llegaba a ese país, era una noche maravillosa y caminaba a través del parque lentamente - Lo siento, te ayudo con esto-choco de casualidad con alguien, era una niña, dejando caer unos paquetes que llevaba, realmente esta niña parecía un ángel, le dio la mas tierna y dulce de las sonrisas que el hubiera conocido
- no te preocupes, creo que no me fijaba en el camino- ella regresaba de casa de su mejor amiga, prefirió tomar el bus, sin dar antes un pequeño paseo sola, sin guardaespaldas, lo vio y le pareció un chico encantador y amable, además de apuesto a pesar su corta edad, pero debía seguir su camino sino llegaría tarde a casa
- ya debo irme, mi madre se preocupara- dijo mientras él le ayudaba recoger sus cosas, entonces retomo su camino
- espera, puedo acompañarte, tal vez sea peligroso- aun no quería que ese ángel desapareciera tan rápido, quizás no lo volvería a ver
- esta bien..pero solo hasta que tome mi bus- él tomo los paquetes de sus manos y empezó a caminar, al fin llegaron a la estación, el debía irse y eso la hacia sentir mal
-bueno ya llegamos, esperare que llegue el bus- dijo ella con un toque de tristeza en sus palabras
- te acompañare- solo dijo , aun tenia esa sensación al estar a su lado. Todo estaba callado y ella decidió romper aquel frió e incomodo silencio
- gracias por tu compañía- le agradeció
- talvez fue el destino- contesto él
- creo que no nos presentamos, soy Daidouji Tomoyo- hizo una reverencia, eran parte de sus costumbre
- soy Hiiragisawa Eriol- el hizo la reverencia también, aunque eso no es lo que hubiera hecho pero como decía el dicho..si en Roma estuviereis has lo que viereis, y debía seguir las costumbre de aquel país, al fin llego el bus
- creo que ya debo irme..y nuevamente gracias..fue un gusto conocerte- se despidió, nuevamente una reverencia
- el placer fue todo mío- se despidió con una de sus encantadoras sonrisas, el también la imito antes de que ella subiera al objeto que la alejaría de el
- talvez nos veamos mañana- no sabia como, pero sabia que era parte de su destino, la vería de nuevo
- si- dijo muy extrañada, y en tono alto para que la escuchara a través de el vidrio del bus, pero sabían que todo era posible, el carro se alejo mientras él solo lo miraba, había sido algo inusual, sabia que las coincidencia no existían, la volvería a ver mas pronto de lo que pensaba.
El daba un paseo por la ciudad, recién llegaba a ese país, era una noche maravillosa y caminaba a través del parque lentamente - Lo siento, te ayudo con esto-choco de casualidad con alguien, era una niña, dejando caer unos paquetes que llevaba, realmente esta niña parecía un ángel, le dio la mas tierna y dulce de las sonrisas que el hubiera conocido
- no te preocupes, creo que no me fijaba en el camino- ella regresaba de casa de su mejor amiga, prefirió tomar el bus, sin dar antes un pequeño paseo sola, sin guardaespaldas, lo vio y le pareció un chico encantador y amable, además de apuesto a pesar su corta edad, pero debía seguir su camino sino llegaría tarde a casa
- ya debo irme, mi madre se preocupara- dijo mientras él le ayudaba recoger sus cosas, entonces retomo su camino
- espera, puedo acompañarte, tal vez sea peligroso- aun no quería que ese ángel desapareciera tan rápido, quizás no lo volvería a ver
- esta bien..pero solo hasta que tome mi bus- él tomo los paquetes de sus manos y empezó a caminar, al fin llegaron a la estación, el debía irse y eso la hacia sentir mal
-bueno ya llegamos, esperare que llegue el bus- dijo ella con un toque de tristeza en sus palabras
- te acompañare- solo dijo , aun tenia esa sensación al estar a su lado. Todo estaba callado y ella decidió romper aquel frió e incomodo silencio
- gracias por tu compañía- le agradeció
- talvez fue el destino- contesto él
- creo que no nos presentamos, soy Daidouji Tomoyo- hizo una reverencia, eran parte de sus costumbre
- soy Hiiragisawa Eriol- el hizo la reverencia también, aunque eso no es lo que hubiera hecho pero como decía el dicho..si en Roma estuviereis has lo que viereis, y debía seguir las costumbre de aquel país, al fin llego el bus
- creo que ya debo irme..y nuevamente gracias..fue un gusto conocerte- se despidió, nuevamente una reverencia
- el placer fue todo mío- se despidió con una de sus encantadoras sonrisas, el también la imito antes de que ella subiera al objeto que la alejaría de el
- talvez nos veamos mañana- no sabia como, pero sabia que era parte de su destino, la vería de nuevo
- si- dijo muy extrañada, y en tono alto para que la escuchara a través de el vidrio del bus, pero sabían que todo era posible, el carro se alejo mientras él solo lo miraba, había sido algo inusual, sabia que las coincidencia no existían, la volvería a ver mas pronto de lo que pensaba.
