! XD Tardé mucho en decidir cómo saludaría y salió eso, ustedes disculparan, jeje.
Seep, soy yo de nuevo, y este no es el Remus/Tonks que prometí pero ése está algo trillado, al igual que Sangre Mágica, pero así es la vida.
Entonces vengo aquí con mi primer Rose/James, esta pareja sinceramente me fascina. Aunque mi corazón siempre estará del lado del Scorpius/Rose :3
Será un mini-fic, de no más de seis capítulos, pero juro que les gustará.
Bueno, antes de empezar quiero hacer una que otra aclaración.
Disclaimer: todo lo que reconozcan es propiedad de J.K Rowling, yo sólo utilizo sus lugares y personajes para mi entretenimiento y no gano ni un centavo por ello.
Advertencias: este fic contiene relaciones incestuosas (primo/prima) y slash (relación sentimental entre dos hombres), también posible contenido lime, lenguaje vulgar y subido de tono— lamento si no lo hice bien XD—.
Además el fic está vasado en la canción Victims Of Love de Good Charlotte.
Espero que disfruten de este primer capítulo.
Nos vemos abajo ñ.ñ
Victims of Love.
In the beginning, I tried to warn you
You play with fire, it's gonna burn you…
Dejó escapar un sollozo, y otro más, y otro más hasta que perdió la cuenta. Las lágrimas bajaban implacablemente por sus enrojecidas mejillas y sentía que su pecho iba a explotar.
Se sentía estúpida, dolida y sobre todo utilizada.
Utilizada por él, el chico de quien estaba enamorada, aquel que había robado su corazón.
Y no, el problema de Rose Weasley no era estar enamorada en sí— todos nos enamoramos en alguna ocasión, ¿no?—, sino de quién lo estaba. Estaba enamorada de uno de los chicos más populares de todo Hogwarts, de un mujeriego empedernido, de un arrogante y creído idiota… de su primo, James Potter.
No sabía desde cuándo sentía aquello por el primogénito del salvador del Mundo Mágico— aunque sospechase que desde ya hace un tiempo—, pero hasta ese momento el sentimiento se había quedado oculto en su interior, durmiendo, y ella no había permitido que aflorase. Y así habría permanecido de no ser porque algo— o mejor dicho alguien— lo hizo despertar con una simple acción.
Todo comenzó hace exactamente dos días, en el comienzo de las vacaciones Navideñas, dentro de un compartimento vacio de El Expreso de Hogwarts:
— ¡James, dame esas cosas de una buena vez!— gritó una furibunda pelirroja mientras un muchacho de anteojos y desordenado cabello azabache soltaba una sonora carcajada.
— Vamos, Rosie, no seas exagerada— le dijo el muchacho con la sombra de una sonrisa aún en los labios, sosteniendo una pequeña bolsita de papel burlonamente frente a la chica.
— ¿Exagerada?— se indignó ella—. Joder, James, ¿sabes lo peligrosas que son esas cosas?
— Esas cosas se llaman explosivos, y sí, sé perfectamente cómo funcionan— le retó James, altanero.
— Lo que sean, no puedes subirlas al tren— respondió Rose perdiendo la paciencia.
— ¿Y quién demonios se supone que eres tú para decirme qué puedo o qué no puedo subir al tren?— el muchacho frunció el seño y se cruzó de brazos. No sedería ante ella, claro que no.
— Soy la prefecta de Gryffindor, nada más ni nada menos— Rose tampoco daría su brazo a torcer—. Pero creo que eso ya lo sabes.
— ¿Saberlo? ¿Cómo no saberlo? Tú te encargas de recordármelo a cada instante cuando me jodes mis momentos con Nathalie— James utilizó un tono casi cruel para dirigirse a su prima, pero es que francamente ya estaba harto de tener que aguantar a Rose reprendiéndole cada vez que estaba con su novia, y reprendiéndole a cada instante en general.
— Lo siento, James, pero las reglas del colegio no permiten que dos personas se fajen en medio de los pasillos— la muchacha tenia las mejillas enrojecidas y apretaba los puños con rabia—. Así que tendrás que aguantar tu calentura y respetar las reglas, y la moral de paso.
En algún punto, la pequeña bolsa llena de explosivos había dejado de ser el centro del conflicto.
— Oh, claro, olvidaba que al ser tú la señorita perfecta serías incapaz de infringir una puta regla, mucho menos si va contra la moral— siseó James, completamente fura de sí—. O tal vez sea el hecho de que hasta ahora nadie ha tenido el interés de involucrarse contigo— agregó sínicamente.
Ya estaba, lo había dicho, ya no podía arrepentirse ni aunque quisiese; y valla que lo hacía, más aun al ver la mueca de dolor que cruzó el rostro de Rose al escuchar aquellas palabras y la tristeza que se instaló en sus ojos.
— ¡Suficiente, idiota, dame esa maldita bolsa!— el dolor de Rose se convirtió en ira en menos de un segundo y se abalanzó sobre su primo como una fiera. James no tuvo tiempo de reaccionar y trastabillo hacia atrás, cayendo irremediablemente sobre uno de los asientos con Rose encima de él. Recibió golpes, rasguños y tirones en el pecho por parte de la muchacha quien murmuraba rabiosa una sarta de cosas inentendibles pero que él suponía eran insultos hacia su persona.
No sabía cómo, pero tenía que calmar a la joven Weasley pero ya.
Por su parte, Rose estaba hecha una furia. Sí, ella sabía que no era la más linda, ni la más atractiva ni mucho menos la más deseable; lo aceptaba y podía vivir con ello. Pero eso no significaba que nadie quisiese tener algo con ella, claro que había tenido uno que otro pretendiente a lo largo de estos años, aunque siempre habían sido rechazados porque ella no tenía tiempo para mantener una relación, sus estudios eran lo más importante para ella. Punto final.
Pero por algún motivo que no llegaba entender, que James Potter viniesen y le dijese todas aquellas estupideces le dolía, y a la vez le hacía enfurecerse de sobremanera porque eso significaba que le importaba lo que ese cabrón pensase de ella, que le importaba si la encontraba atractiva o no, lo cual estaba mal, muy mal.
Pero simplemente no podía evitarlo, y se enfurecía más aún ante aquellos pensamientos. En aquellos instantes, Rose Weasley sólo deseaba matar a su primo de la manera más dolorosa posible.
Y lo habría hecho, vaya que sí. De no ser porque una acción interfirió con sus planes.
James Potter colocó una de sus manos en su barbilla y la otra en su cuello, le hizo levantar el rostro y selló sus labios en un beso…
La muchacha dejó escapar un sollozo aun más fuerte, más lleno de dolor.
Le odiaba. Odiaba con toda su alma a James Sirius Potter.
No, claro que no, eso era una vil mentira. Lo que sentía por él no era odio, estaba muy alejado de serlo: era amor.
Entonces a quien realmente debería odiar es a sí misma, por sentir todas aquellas cosas por su propio primo. Eso estaba mal en muchos sentidos. Era inmoral, indebido, repugnante. Estaba prohibido.
Pero, si analizaba todo detenidamente, aquello no era su culpa, sino de James. Después de todo él la besó, y con ese puñetero beso había despertado un montón de sentimientos que hasta ahora habían estado enterrados en lo más profundo de su ser y que allí debieron de haberse quedado para siempre.
Y Rose regresaba a lo mismo: odiaba a James Potter, pero al mismo tiempo le amaba y eso le llevaba a odiarse a sí misma por sentir aquello por su primo, aunque supiese nada de eso hubiese pasado si él no la hubiese besado, ¿o sí?
Otro sollozo rompió el silencio que reinaba en su habitación, hundiéndola aún más en la oscuridad y el dolor.
— ¡Rose!— le llamó una voz ahogada por detrás de la puerta. Era su hermano menor, Hugo.
— ¿Qué quieres?— contestó la muchacha, intentando ocultar los sollozos de su voz algo ronca.
— Dice mamá que te apures y te arregles porque en una hora tenemos que estar en casa de los abuelos Weasley.
Se escucharon los pasos de su hermano alejarse lentamente de la habitación. Rose maldijo por lo bajo. Ir a casa de sus abuelos paternos significaba tener que ver a cada uno de los miembros de su numerosa familia.
James Potter incluido.
¿Qué tal? ¿Les gustó?
Este es un fic de parejas algo crack (y con eso me refiero a Scorpius/Albus) pero parejas que me encantan. Sé que no son parejas muy comunes pero digamos que tenía ganas de experimentar con algo nuevo.
Sólo les pido que le den una oportunidad y me dejen un review, les juro que eso me daría muchos ánimos para seguir con el proyecto porque sus comentarios y opiniones son lo que me dan inspiración.
Así que tú, sí, tú, que estas planeando simplemente enviar esta historia a favoritos y alerts… ¡NO LO HAGAS! En vez de eso pícale a ese botoncito azul de allí abajo y cuéntame si te gustó o no y por qué.
Y tú, que no tienes cuenta en fanfiction, ¡no pasa nada! Aun así puedes comentar y yo te lo agradeceré eternamente. Gracias.
Juro que si recibo review hoy subo cap antes del viernes.
Un beso y nos leemos pronto ñ.ñ
Atte,
Pam.
