Antes que nada daros la bienvenida a mi primer fanfic en esta página. Éste tratará sobre el mudno creado por Robert Kirkman, pero los hechos irán algo diferentes a lo ocurrido en la segunda mitad de episodios de la cuarta temporada.

Sinfonía de Sueños Olvidados comienza en medio de la batalla emitida en el episodio 4x08, donde dará el punto de perspectiva de otros personajes que no dio la serie en su momento. A partir de aquí, el fic seguirá su camino, con algunos de los personajes de la serie, al escapar de la prisión. ¿Pero eso significa que no volveremos a ver a los demás personajes? No. El destino del fic es acabar reeencontrando a todos nuestros queridos personajes(al menos a los que sobrevivan.) pero el cuando será la gran pregunta que tendreis. La trama no se separará del todo de la del cómic, por lo que si no lo habeis leido(¿a que esperais?) aconsejo no leer a partir de cierto punto que ya avisaré.

Recordar que estoy aquí para y por las críticas. Sin ellas, este fic no puede sobrevivir. Vuestro apoyo, dudas, enfados y opiniones es lo que hará seguir con vida Sinfonía de Sueños Olvidados.

Y a continuación el primer episodio del FF:

-¡Quédate aquí! Volveré enseguida.- Fueron las últimas palabras que escuchó antes de volver a desmayarse. Había intentado ir con Maggie a buscar a Beth, pero las fuerzas no le habían respondido y se había vuelto a desmayar. Todo había sucedido tan rápido que aún le costaba creer todo lo que había pasado; había vuelto el Gobernador, con un nuevo ejercito, dispuesto a capturar la prisión para él y sus nuevos acompañantes, y todo el patio se había vuelto en el campo de una batalla campal, entre los pocos hombres sanos que tenían y el grupo de militares del Gobernador. El viaje de la celda hasta el autobús se había hecho eterno, y durante el camino se había desplomado un par de veces, pero eso no había detenido a su mujer para llevarlo hasta el autobús.

-No te dejaré aquí, Gleen, llegaremos juntos al autobús y nos marcharemos. Iremos a la granja y empezaremos una nueva vida allí, tu y yo.-Le había prometido Maggie, y aquellas fueron las palabras que le habían hecho tener las fuerzas para seguir el camino hasta el bus, sin importarle lo que le doliera la barriga y la cabeza, dejando a un lado su deseo de abandonar ese mundo.

-¿Están todos bien?-Había preguntado antes de entrar en el automóvil.-Hershell, Rick, Beth, los niños…¿todos?

-Sí-Dijo ella, dejando caer una lágrima que se paseo por toda su mejilla-todos están donde tienen que estar.-Sonrió y siguió caminando.

Cuando Gleen volvió a despertar, levantó la cabeza, alterado.

-¡Maggie, Maggie!-Empezó a gritar.

-Calma Gleen, tranquilo.-Dijo una mujer de pelo negro y rizado, durante unos instantes no reconoció a la mujer, pero finalmente supo de quien se trataba.-¡Jeanette!-Grito.-¿Dónde esta Magguie?¿Y el Gobernador?

Las palabras se le atragantaban en la garganta, eran tantas las preguntas…

-Tienes que dormir Gleen, te has vuelto a desmayar.

-Pero..-Tosió.-Maggui…e

-Ha ido a buscar a Beth, estará con nosotros en unos minutos. Solo han pasado unos minutos desde que salió del bus, relájate y duerme.

Y hizo caso omiso a lo dicho por Jeannette. Antes de volver a dormirse, miro todas las caras de la gente del Bus.

Estaban Eileen y su hijo, Rowan, la señora Coleman y McLeod, hasta la Doctora Stevens; pero no vio el rostro de ninguno de sus amigos, todos estaban luchando en el campo de batalla.

Todos excepto él.

Intentó levantarse del asiento pero al instante se desplomo, y se durmió. O desmayo, hacía tanto tiempo que le ocurrían los desmayos, que ya no sabía la diferencia entre un término y otro.

Y una bala atravesó el cristal.


Los disparos comenzaron ha surgir efecto, y poco a poco, hombres de cada bando fueron cayendo, provocando la llegada de más caminantes, en búsqueda de carne fresca que saborear.

Tara agarró su fusil y salió corriendo de detrás de una camioneta hacía el campo de batalla; entró en este sin llamar la atención y buscó con la mirada a Alisha, pero no tuvo suerte. Tampoco veía a Lily, pese haber creído escuchar su voz entre el sonido de las balas y la carne al chocar. Esta sola.

El estado en el que se encontraba era de total espanto, y durante largos minutos estuvo quieta, junto a su fusil, detrás de un coche marrón, esperando que su momento llegara. Y tardó poco en llegar. Un par de caminantes se dieron cuenta de su presencia y se abalanzaron a por ella, que no hizo nada para detenerles.

-Es mi hora.-Comprendió.-Sin Lily ni Alisha no soy nada ni nadie. Siempre he querido hacerme la fuerte, pero hasta Meghan ha luchado más en este mundo que yo. Algún día tenia que llegar este momento.

Uno de los caminantes cayó sobre ella, y luego le siguió el segundo, pero para su sorpresa, no hacían amago de morderla.

-Levántate chica.-Dijo una voz ronca y segura a su lado.

-Gracias.

El chico que le había salvado era alto y flaco, pero musculoso, de pelo rubio y extremadamente corto, de ojos verdes y de orejas amplias. Tara le dio algo más de 20 años, pero no más. Vestía una camiseta de tirantes negra, pese el frió otoñal que cubría el estado de Georgia, y llevaba un reloj de marca y de correa de cuero.

-¿Sabes que esta pasando aquí? Un hombre me dijo que viniera aquí para refugiarme. Me hablaron de comida, celdas…y de una enfermedad. ¿Y me encuentro con esto?-Dijo el joven preocupado.

-Eso era antes…Hasta que ese hombre que se hace llamar Gobernador cogió las armas e intentó sacar a la gente de aquí a balazos. Debes de huir, si no quieres verte rodeado en unos minutos de caminantes.-Porque realmente era eso lo que pasaría, antes de que el ganador pudiera encerrarse en la cárcel, los caminantes ya les abrían devorado.

-¿Debes? ¿No vienes? ¿O es que eres uno de esos que se están matando por la prisión?-El rostro le cambió por completo ante tal idea, pero volvió a la normalidad cuando Tara negó con la cabeza.

-¿Para que luchar por este mundo, cuando son los hombres los que se matan por el ataúd más grande, en el que esperar sus últimas horas?

Un disparo atravesó el cristal del coche ne el que se estaban escondiendo.

-¡Salid de detrás del coche.-Dijo la voz de un hombre.

-¡Mierda!-Susurró el hombre.-Tendremos que encargarnos de él.-Dijo mientras sacaba la pistola de la funda y preparaba para disparar.

-Espera tengo una idea.-Dijo Tara, que se metió debajo del coche. El hombre siguió sus pasos y en pocos segundos se encontraron debajo del coche marrón.

-¿Qué haremos si nos descubren?-Pregunto.

-Morir.-Dijo ella.


El pelo se le metió en la boca, pero se lo apartó con la mano, con la misma que se había secado las lágrimas segundos antes. Volvió ha acercarse a la cabeza agujereada de su hija y la beso donde la bala había perforado el cráneo. Lily dejo el cuerpo de Meghan en el suelo y comenzó a correr por el campo de batalla, desprotegida, sin armas para defenderse ni escudo para protegerse. Sin sueños por los que luchar.

-Tara.-Dijo en voz baja.-Aún me queda ella.

Buscó a su hermana, pero solo encontró a Alisha.

-¿Has visto a Tara?-Dijo Alisha nerviosa.-Le juré que nos encontraríamos, pero no podré cumplir mi palabra.-Dijo señalando su tobillo, donde se podía ver la carne roja causada por un mordisco.

-O dios mío.- Dijo Lily, atónita.-¿Qué te ha pasado?

-¿Has visto a Tara? Para mi es demasiado tarde, pero no para tu hermana, tu hija y tu. Os cubriré.

-No he visto a Tara, y mi hija…-Las lagrimas empezaron a caer por su rostro, pero no se detuvo.-Meghan ha muerto, pero tengo que encontrar a mi hermana.

Un disparo rozó la mejilla de Lily y ella se agachó detrás de una mesa blanca de picnic. La siguió Alisha.

-Nos están acorralando por esta zona, no saldremos con vida de aquí. Al menos yo.-Dijo la militar, poniéndole en la mano un revólver.-Yo no necesitaré esto, pero tu si. Ves ese autobús.-Dijo señalando hacía su izquierda.-Tienes que correr y llegar hasta allí. Tóma también esta bengala, le dije a tu hermana que la lanzaría para reencontrarnos, cuando la vea en los cielos, ira hacía donde este tu.

-¿Y que harás tu?

-Nos tiene acorralado un negro, con un poco de suerte conseguiré que gaste unas cuantas balas. Pero no te detengas. Tu corre hasta el bus y metete dentro, no mires nunca atrás.

Y eso hizo.

Cuando Alisha le dio la señal, Lily comenzó a correr con todas sus fuerzas hacía el bus. Giró la cabeza para ver a su amiga, que corría alrededor del hombre negro para que no consiguiera acertar el disparo, lo que le dio tiempo suficiente para llegar a ver las puertas del bus. Volvió a girar la cabeza para buscar a su amiga pero su cuerpo ya estaba en el suelo, muerto.

Volvió a correr y correr-No mires nunca atrás.-recordó, y siguió corriendo, pero una bala le golpeó la pierna y cayó al suelo. Miró a los lados, en búsqueda de algún enemigo, pero todo parecía indicar que la bala que le había atravesado la pierna derecha era una bala perdida. Intentó levantarse, pero era inútil. Empezó a arrastrarse por el suelo, con todas sus fuerzas, para llegar al autobús.

Estaba tan cerca.