Disclaimer: Ninguno de los personajes es mío, todos pertenecen a J. K. Rowling y a Warnerbros, sólo el personaje de Marie me pertenece.
Una chica subió las escaleras en dirección la sala común de Gryffindor, apresurada, mientras su cabellera castaña, llena de rizos, se mecía sobre sus hombros a su ritmo frenético al igual que su respiración. Le dio la contraseña a la señora gorda, que protegía el acceso, para poder entrar, con el aliento entrecortado y en cuanto el cuadro se apartó para dejarle paso, divisó a su mejor amiga. Allí estaba. Donde la había dejado hacía media hora. Mirando por la ventana, como caían los copos fríos y blancos de nieve, que cubrían todo el castillo anunciando la llegada de las vacaciones navideñas. Vio como volvía a suspirar. ¿cuál era este ya¿el ciento vigésimo séptimo suspiro en una sola mañana? Se acercó a ella. Tenía los brazos cruzados encima del alfeizar de la ventana y su cabeza entre ellos.
- ¿Se han ido ya?
La chica no se sorprendió de que su amiga hubiese notado su presencia antes de que la llamara. Apoyó la espalda en la pared, y miró a su amiga, esperando que esta la mirara con sus característicos ojos, pero estos estaban tapados por su cabellera pelirroja.
Respiró hondo.
- Sabes de sobras que no se van hasta el medio día. — contestó pausadamente
-Si ... lo sé, Marie
Su voz sonó distante, ausente ... el mismo estado en el que se encontraba su propietaria.
- ¿Por qué no se lo dices y ya, Lils? — preguntó la castaña mirando a su amiga que sonrió amargamente
- Ya no le intereso ...
- Si no hubieses estado jugando y se lo hubieses dicho antes no se hubiese cansado de esperar. — le reprochó.
En los labios de Lily, la sonrisa amarga se acentuó. No hacía falta que su amiga se encargara de recordárselo, de esa faena ya se encargaban su cabeza y su corazón, que después de siete años se habían puesto de acuerdo para torturarla al ver como el chico que siempre había rechazado, y en el fondo amado, ahora había perdido todo el interés por ella.
El recuerdo de las Navidades pasadas en Hogwarts se evocaron en su pensamiento haciéndola retroceder hasta recordar una escena muy familiar y que había vivido durante seis años, pero que, extrañamente, este año no era así. Los ojos de la pelirroja se llenaron de una expresión de nostalgia al acordarse como un chico de pelo alborotado se había despedido de ella antes de irse a casa, a pasar las navidades con su familia, cada año de una manera diferente y especial. Pero ese año no era así. Y ese simple hecho hacía añicos su corazón y desgarraba su pecho.
- me resulta extraño que Potter no se haya despedido de ti — dijo Marie.
Lily levantó sus ojos verdes esmeralda y los clavó en su amiga, que parecía haberle leído el pensamiento.
- si ... parece inverosímil ... — susurró bajando la vista hacía sus pies y luego clavarla en el paisaje blanco y frío que se distinguía desde la ventana de la sala común de Gryffindor, haciendo un contraste extraño por los colores rojos y dorados más el calor que desprendía la chimenea en la sala. Un suspiro se escapó de sus labios, sintiendo un extraño vació en su cuerpo.
- díselo.
Lily miró de reojo a su amiga. ¿Decir el qué¿A quién?
- ¿Te encuentras bien, Marie? — preguntó encarando a su amiga para después ponerle una mano en la frente tomándole la temperatura al entender esa simple palabra.
La chica meneo su cabeza efusivamente haciendo bailar sus rizos castaños de un lado a otro para afirmar.
- te estoy hablando enserio, Lils. No me gusta verte así, y que más da ... ¿qué puedes perderte en arriesgar? El "no" ya lo tienes.
- Pero ...
- Venga Lily ... — insistió Marie
La chica clavó sus ojos castaños en Lily que desvió la mirada. Le frustraba esa situación. Le resultaba imposible pensar que después de tantos años, James Potter hubiese perdido todo el interés en su mejor amiga. Y ella ... ahora que había admitido lo que sentía por él, que estaba dispuesta a salir con él si se lo pedía al ver que había madurado ...Y resultaba que él ya no quería nada con ella, y Lily en vez de luchar por ello, se encerraba en sus recuerdos y sentimientos.
- voy a dar una vuelta — sentenció Lily, sacando de sus pensamientos a Marie.
-Te acompaño.
- Eh ... ah, no, no, prefiero ir sola ... — dijo nerviosamente la pelirroja.
Marie ladeó la cabeza. Eso no le cuadraba para nada.
- solo ... es que ... quiero pensar un rato tranquilamente — se excusó Lily al ver la expresión de desconcierto en su amiga que sonrió con complicidad al oír el pretexto.
Lily salió por el retrato de la señora gorda andando con un paso lento, desanimado. Levantó su mano hasta tocar la fría piedra de la pared. Siempre solía hacerlo. Le gustaba pasar sus dedos, mientras andaba, por esas piedras viejas y llenas de historia. Una leyenda que narraban cada día con su voz muda, inaudible para personas como ella y a la vez tan viva y real que podías llegar a percibirla ... a palparla ... Y ella quería hacerlo. Quería conocer y escuchar esos miles de cuentos que esperaban ansiosos un oyente capaz de percibir su inaudible voz. Era lo que había deseado siempre ... pero ahora había algo que deseaba mucho más ...
Se detuvo en seco, sin dejar de tocar la piedra de la pared que la mantenía atada a la realidad inconscientemente. Bajó sus ojos silenciosamente hasta clavarlos a sus pies, dejando así que su cabello rojo cubriese su rostro por completo como un velo escarlata. Cerró sus ojos fuertemente y se mordió el labio inferior. ¿por qué? Ahora que ella había aceptado lo que sentía ¿por qué él tenia que olvidarse de ella precisamente ahora?
- ¡Mierda! — murmuró inaudiblemente.
Lily recargó su espalda contra la pared sintiendo la fría piedra sobre su piel.
Un nudo se formó en la garganta de la pelirroja que intentaba contener las lagrimas y entender esa laguna que sentía. Se sentía vacía ... muy vacía ... ¿por qué?
Un simple nombre alteró sus pensamientos. Abrió los ojos y los clavo en el suelo, también de piedra, mientras una lágrima se escapaba de sus ojos verdes esmeralda hasta llegar al suelo donde se rompió con la misma facilidad que se había quebrado ella al ver la frialdad de la persona que ... ¿Amaba?
Algo en su estomago se removió, era una sensación extraña y nueva para ella ... Muchas veces había querido preguntarle a Marie, pero era incapaz de expresar lo que provocaba esa sacudida en ella ... era algo más que vació, pero algo menos que soledad ...
Respiró fuertemente, y volvió a cerrar los ojos húmedos por las lágrimas que pedían permiso para poder ser libradas y poder recorrer sus mejillas hasta la liberación. Lentamente volvió a levantar la cabeza y se limpió los ojos con el dorso de la mano, reprimiendo sus ganas de sollozar como hacía tiempo que no lo realizaba cuando el sol la observaba ... como hacía tiempo que lo realizaba cada noche bajo los ojos inexistentes de la luna muda que guardaba en su afonía ese secreto que Lily escondía, encubriendo las lágrimas que ella derramaba sobre su almohada empapándola en silencio para que nadie supiera de su anhelo ... para acabar siendo prisionera de ese sentimiento que la atormentaba y esas palabras que quería confesar ...
Se separó de la pared con vigor. Los pequeños pies de Lily empezaron a danzar con determinación, con pequeños pasos ágiles que seguían una línea imaginaria pero existente que la guiaban hasta su destino.
El corazón de la joven Gryffindor palpitaba con rapidez, nerviosismo y ansiedad. Había tomado una decisión ¿Acertada o errónea? Por primera vez, ella no era capaz de contestar a una pregunta tan sencilla ... Podía sufrir por culpa de esa decisión, lo sabía y lo tenía presente ... pero también sufría y se desangraba acallándolo todo. Además ... el amor es sinónimo de sufrimiento y ella, no podía negar la evidencia, estaba enamorada de la persona que más odiaba.
No podía seguir así ... ¿o si?
Lily estuvo a punto de detener sus pasos, pero ... No. Debía hacerlo, ya no era poder ahora era deber.
Un frío helado la traspasó al acercarse cada vez más a la salida del castillo donde las puertas estaban abiertas, dejando pasar esa brisa gélida y ver ese paisaje blanco, que Lily adoraba. Se abrazó a si misma intentando darse un poco de calor a si, sin mucho éxito. Sintió que ese viento enfriaba un poco más sus pensamientos. Estaba decidida a hacerlo.
Se paró al comienzo de la escalinata y miró a su alrededor observando y a la vez, sin ver nada. Sus ojos solo buscaban un objetivo, pero este parecía escondido demasiado bien para que ella pudiera encontrarle. Su corazón se encogió ¿podía ser que ya se hubiese ido? No ... Lily suplicó mentalmente y rezó todo lo que sabía para que él siguiera allí.
- Por merlín ... que no se haya ido ... — repitió una vez más, saliendo fuera del castillo.
El frío se caló más adentro suyo y empezó a temblar sintiendo la nieve caer sobre su melena roja y sus mejillas. Extendió una mano dejando que algunos copos cayeran sobre su palma y los observó unos segundos, para después seguir con la búsqueda, sintiendo su pecho oprimiéndose por la ansia y el nerviosismo.
Por un momento, sintió como si su corazón quisiera salir por su pecho y su estomago subir hacia su boca mientras se formaba un nudo en su garganta al divisar al chico que le había quitado el sueño tantas incontables noches.
Antes de que se diera cuenta, sus pies ya habían empezado a andar hacia esa dirección, donde cuatro amigos hablaban animadamente, bromeaban y reían juntos, pero solo uno había captado todos los sentidos de la premio anual.
Lily detuvo sus pasos a escasos metros de él, observándolo en silencio. Su cabello negro azabache totalmente alborotado estaba cubierto por un gorro de lana que dejaba escapar algunos de esos rebeldes mechones de pelo, sus gafas escondían unos ojos castaños claros, iba cubierto con una capa y una bufanda con rallas rojas y amarillas, típica de Gryffindor. Lily soltó un imperceptible suspiro y avanzó un paso más antes de que pudiera arrepentirse.
- Potter ... — lo llamó sintiendo que volvía a aparecer ese nudo en su garganta cuando el se giró para mirarla, con el desconcierto dibujado en su cara — ¿podemos hablar?
Continuará ...
N/A: Bueno ... ¿opiniones Quiero saber si os a gustado o no Acepto todo tipo de reviews y críticas siempre que no sean ofensivas ùú).
Besos de chocolate
Sarah Black
