¡Hoy les traigo un fic re-contra meloso, romanticón y utópico!, rayos, eso no habla bien de él… bueno, desde mi punto de vista es demasiado… tiene demasiada miel que desborda mi imaginación…
Bleach es propiedad de Tite Kubo. Esto es un universo alterno, algunos personajes pueden quedar fuera de sus personalidades (cosa que siempre he tratado de evitar) y además esto tiene dos POV (de Rukia e Ichigo), así que tendré que verme en la obligación de anunciarlos ¬¬
A través de las letras
1: Cartas
Rukia POV
… Y entonces, tomó su rostro delicadamente entre sus manos sin apartar la vista de sus ojos… "te amo", dijo. Lesdy se sentía hechizada. Sus rostros se acercaron lentamente, alargando el…
-¡Rukia!, ¡se te hace tarde!
-Rayos –cerré el libro y lo escondí en el cajón de mi ropa interior.
Bueno, no es como que alguien fuera a revisar, pero la verdad no quería que se enteraran de ese lado de mí. Prefiero mil veces que me vean como una chica fría, fuerte y muy seria a que como una común y corriente chica romanticona. Además, eso no iba con la imagen que mi familia tenía de mí.
Hisana me quiso dar un beso antes de partir, como pude logré esquivarla y ella solo sonrió. Teníamos nuestro clásico duelo de "la que se despide primero, gana", ella con un beso y yo con la mano… nunca me ha gustado recibir estúpidos besos en la mejilla.
Les voy a confiar un secreto… tengo uno de los mejores trabajos del mundo. Soy bibliotecaria.
Bueno, por el momento no soy la bibliotecaria principal de la biblioteca municipal, pero podría decirse que soy la segunda al mando después de Urahara. Kisuke Urahara es mi jefe directo, sobre él están los políticos que ni idea tienen de libros.
Es un trabajo genial, muy genial. Me encargo de ordenar y registrar los libros que ingresan, verificar los domicilios de los que tienen credencial para préstamos y verificar los estados de devoluciones y multas. Bueno, no es como si fuera tan fácil a veces y por supuesto hago muchas otras cosas… pero tiene de ventaja el que puedo pasarme todos los ratos libres leyendo, mientras no lleguen a solicitar algún libro.
Me he leído varios… son demasiados como para leerlos todos. Y claro, muchos ni siquiera me interesan.
Las colecciones de Agatha Cristie, E. A. Poe, Jeffery Deaver, Stephen King y tantos otros, han logrado mantener vivo mi amor por el mundo literario… aunque reconozco que he leído también a Bécquer, Neruda, Paulo Coelho, Goethe y claro, a Shakespeare… Por cierto, del último perdí un libro la semana pasada. Ese libro me lo regaló mi padre en mi último cumpleaños antes de fallecer, comprenderán lo triste que me he sentido últimamente.
Por más que lo he buscado no ha aparecido. Se me rompió el corazón el mismo día, pero Urahara tampoco lo ha visto. Lo único que espero es que si alguien lo ha encontrado tenga el buen corazón de devolverlo a la biblioteca…
·
Ichigo POV
He buscado por todas partes y no he podido encontrar lo que busco. En las librerías suelen tener de todo menos ése libro. "Otelo"… no es como que no pudiera encontrarlo en bibliotecas ni nada, pero siempre que llego está pedido, agotado o sencillamente no lo conocen.
¿Cómo mierda no conocen Otelo, de Shakespeare?, rayos, seguro se dejan engatusar por "Romeo y Julieta" y a la mierda el resto de su obra…
Qué más da… me pregunto si en la biblioteca de esta ciudad lo tendrán.
No soy de aquí, he venido en viaje de negocios mientras mi padre anda de vacaciones. Ahora estoy a cargo de las empresas Kurosaki y la verdad es un tedio enorme.
Al principio me fascinaba el mundo empresarial, estudié economía y hasta obtuve mi magíster, pero poco a poco he notado que hay algo que me anda faltando. Hirako insiste e insiste en que lo acompañe en sus locas salidas, Ishida en que me dedique a la pesca… que estupidez. Papá dice "un hombre necesita una mujer", pero pese a todo, comprende que no puede ser cualquier chica… tiene que ser una especial.
¡Ja!, yo hablando de chicas especiales. Parezco el típico gruñón de media pinta que es incapaz de pensar más de veinte minutos de corrido cuando tiene una chica al frente, cuando en realidad he conocido tantas chicas demasiado guapas pero sin cerebro que me he curado de toda estupidez semejante.
Quizá solo necesite alguien que piense parecido… supongo que la profundidad es una de las cosas que escasea hoy en día.
-Así que aquí es… -la biblioteca municipal de esta ciudad es bastante grande, en una de esas y logro encontrar el libro aquí.
-Bienvenido –me recibe un tipo raro con un sombrero aún más raro.
-Eh, vengo de paso, quisiera saber si tiene el libro Otelo. –Miro receloso al encargado, en una de esas y ni idea tenga de quién lo escribió… ¡por dios, es un libro famoso! –es de Shakespeare.
-Claro, claro… hasta un bebé lo sabe –comenta sin prestar atención mientras revisa su base de datos.
Mirando bien, esta biblioteca maneja bastante bien su espacio…
-Lo siento señor, están todos prestados. –meto mis manos en los bolsillos y me dispongo a salir. –Oh, espere… hay uno que fue devuelto esta mañana –comenta mientras abre su abanico
-¿Dónde?
-Mmm… la sección de este autor está en el segundo piso, pero puede ser que el libro aún no se haya repuesto al estante.
-Revisaré –Paseo entre los estantes y descubro rápidamente la fina escalera que conduce al segundo piso.
Todo está muy bien ordenado, cada libro que observo tiene una definición simple para ubicarlo: Inicial de autor, tipo de libro, tema, cantidad de copia, editorial y finalmente piso de ubicación. Lo mejor es que veo un par de computadores con la base de datos. Ni siquiera era necesario ir a preguntarle al rarito, bastaba con que diera unos pasos dentro y revisara en los equipos…
En el segundo piso hay una enorme sección de lectura tranquila. Es un buen lugar para quedarse leyendo dentro… Tiene mesas en distintos lugares, pero en este piso hay almohadones ubicados bajo un tragaluz, es bastante agradable.
-Veamos… -llego frente a una estantería que tiene los trabajos de Shakespeare. –O, o, o… -recorro con mis dedos los libros y no aparece. Aún no lo han repuesto según veo. –Qué rayos… -miro mi reloj. Aún me quedan tres horas antes de mi reunión y yo sin nada que hacer.
Supongo que tomaré algún otro mientras aguardo a que repongan. Vaya, tienen Timón de Atenas. No será una de sus mejores, pero igual tiene lo suyo.
El lugar está en silencio y se escuchan leves murmullos provenientes de la primera planta. Los almohadones están vacíos y yo con un libro sentado ahí dispuesto a disfrutar mientras aguardo. Escucho un golpe seco mientras leo, al levantar la vista veo a una pequeña chica que ha dejado caer uno de los libros que está ordenando en los estantes, ¿qué edad tendrá?... bah, ni que importara.
Curiosamente al haber despegado mi vista de ella, y en el camino de vuelta a mi lectura, observo lo que parece un empastado saliendo de entre los cojines. Al retirar uno puedo apreciar que lo que hay es un libro… y no cualquier libro, es una edición cuidadosamente empastada de Otelo.
Me devuelvo a la estantería para depositar en su lugar a Timón, después de todo venía por Otelo.
-¿Qué haces? –pregunta autoritariamente la chica, tiene una voz algo ruda.
-Devuelvo el libro, ¿por qué? –arqueo una ceja mientras la observo. No me había fijado… tiene unos ojos extraños, ¿azul o violeta?
-No lo debes dejar ahí, cuando saques un libro y lo quieras devolver debes dejarlo en las mesas, los carros o en el mostrador –dice mientras frunce el ceño.
-Pero éste lo saqué de aquí, ¿para qué darte más trabajo? –tiene una expresión irritada, como si quisiera insultarme pero se lo aguanta. Me arrebata el libro de las manos y pasa a mi lado –Oye ¿no crees que te costaría depositarlo ahí?, estás algo enana –Sonrío burlonamente, en realidad pese a ser bastante linda es una chica muy pequeña y el libro se ubica en la parte superior del estante… pobre, seguro que le cuesta su trabajo.
-Eso es problema mío –acaba de poner una cara de indiferencia mientras se pone de puntas y alarga el brazo.
¿Qué me queda?, me devuelvo a mi posición y recojo el libro, que obviamente oculté nuevamente… no vaya a ser que alguien lo piense coger. Antes de abrirlo noto algo extraño, no tiene ningún marcador de la biblioteca.
"A mi querida hija…"
Rayos, no es de la biblioteca. Supongo que tendré que ir al mostrador a devolverlo… mañana. Si no es de aquí me lo puedo llevar y hacer como si nada, mañana a primera hora le digo al encargado que me lo encontré entre los almohadones y listo.
·
Rukia POV
Ha pasado ya otra semana y el libro aún no aparece, esto es un asco…
Hisana al fin se fue, nii-sama acabó con su viaje de negocios y pasó por ella. Creo que ya la echo un poco de menos, es bastante aburrido quedarse sola sin perro que ladre. Las mascotas son muy costosas.
Tocan el timbre y veo que es el cartero. Le cancelo y veo que son cuentas, cuentas y… ¿una carta?
-¿De quién será? –veo el remitente, dice algo como "Karakura", ni idea de dónde queda eso… ¿Nii-sama habrá ido de vacaciones con Hisana-nee-san a ese lugar? –No, el sobre sería… más elegante –lo que tengo en mis manos es una carta común y corriente, en un sobre común y corriente.
"Señora Rukia Kuchiki"
Bien, queda claro que no me conoce…
"Escribo a usted para primeramente informarle que he encontrado su libro..."
Oh, por Dios, ¡mi libro acabó en otra ciudad!, gracias al cielo me lo devolverán… espera… ¿dónde está mi libro?, no dejaron ningún paquete.
"Me han parecido muy interesantes sus comentarios al margen, de ser posible me gustaría poder intercambiar correspondencia con usted, no es muy común encontrar personas con amplia cultura o profundidad literaria, si entiende lo que quiero decir…
Atte
Ichigo K.
Ps: Primero necesito verificar que esta dirección sea la correcta para luego enviar su libro"
Sí, tiene lógica. Después de todo, ese libro es de hace unos ocho años, creo… mi padre me lo regaló al año de estar en la universidad.
Si no fuera tan curiosa… no haría lo que estoy a punto de hacer
·
Ichigo POV
Dejo las llaves sobre la mesa y paso a retirarme los zapatos. Hoy fue cansado, pero no tanto. Recojo la correspondencia que tiraron bajo la puerta sin verla, no tengo ganas de revisar el gasto común de este mes.
Giro la cabeza y veo sobre el mueble del televisor el libro de Otelo. Si mi padre no hubiera tenido una emergencia no hubiera regresado antes de tiempo y ese libro estaría con su dueño… dueña, mejor dicho.
¿Quién será?, ¿cómo será?... a buen seguro ha de tener ya su edad, su escritura y notas parecían muy apreciativas y la mayoría de la gente se remite a lo obvio en estas cosas. Aunque… bueno, tiene cierto aire juvenil.
¿Habrá recibido mi carta? No es como si no hubiera intentado localizarle por otros medios… por favor, existe internet y hay un montón de páginas sociales. Pero por más que buscaba encontraba cada cosa… la única "Rukia Kuchiki" que aparecía en face era una metalera con más piercings de los que había visto juntos en mi vida. Bueno, bien dicen que no se debe juzgar a un libro por su portada.
Sonó mi celular.
-¡Ichigo! –gritó el tarado de mi padre, casi dejándome sordo.
-¿Qué pasa? –pregunto con molestia.
-¡Tienes que ver la nueva colección de Yuzu! –gritaba alegre. Mi hermana se volvió una diseñadora famosa y hasta tenía una revista propia, me enviaba seguido sus publicaciones para que viera los grandes avances que hacía. –Avísame cuando la hayas visto –seguro quería liarme con una de las modelos de mi hermana…
Me levanto del sofá en el que reposaba y vuelvo a revisar la correspondencia… ah, aquí está la revista. Hojeo rápidamente por si algo me llama la atención, pero la verdad aparte de bonitas no tienen nada más… aunque ni las conozco. Quizá sean buenas personas o algo más interesantes, pero no tienen nada en la mirada a parte de una sensación algo provocativa o coqueta. Incluso la chica de la biblioteca de Tokio estaba mejor… rayos, otra vez con eso. Tengo que admitir que sus ojos eran muy cautivantes y su carácter fuerte pese a su aparente fragilidad la hace algo interesante… en fin, no la volveré a ver, así que nada.
-¿Y esto? –bajo la revista había un pequeño sobre. –Tokio… -Arqueo una ceja -¿Quién?…, ¡vaya! –acabo de recordar que envié una carta a la dueña del libro, parece que aún es su dirección.
·
Rukia POV
Ha pasado más de un mes desde que comencé a escribirme con un completo desconocido llamado "Ichigo K.", el muy idiota nunca puso su apellido completo. Lo cierto es que ha sido bastante divertido y emocionante aguardar a la carta que traiga el cartero, por lo mismo quedamos en que nada de mails, solo cartas.
Acabo de llegar a casa y lo primero que he hecho es mirar bien el suelo. ¡Ja!, el correo llegó mientras no estaba y el idiota siguió escribiendo, aún no respondo su carta anterior, y es que llegó recién ayer. Es algo tonto, pero muy inteligente… cómo decirlo… es un tipo con quien es muy agradable y fácil hablar, aunque algo terco, molestoso y engreído. A ver qué tema tratamos ahora… ya pasamos por toda la obra de Shakespeare y Bécquer, él adora al primero y yo al último.
"Rukia:
Oye, se me olvidaba… te mando una foto en que salgo con mis amigos… adivina cuál soy"
Será idiota…
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Ichigo POV
Mierda… estoy algo nervioso. Hirako no paraba de decirme que estaba jugando muy tonto al ni siquiera saber cómo era ella, que mucho esfuerzo y gasto por correspondencia merecía alguna recompensa.
Nos hizo sacar una foto junto con él, Ishida y Renji. Por más que lo pensé no pude evitar la curiosidad y acepté dar el paso… ahora no dejo de esperar la respuesta a mi carta. Estoy ansioso y han pasado ya seis días… ¿cuánto más tardará?
-Buenas tardes –dice el conserje en portería al verme llegar.
-¿Llegó correspondencia para mí? –le pregunto como si nada.
-Pues… oh, ahí viene el cartero –estaba algo nervioso, acababan de darme ganas de salir corriendo y esconderme, ¿qué tal si no sabía cuál era yo?, o peor, ¿qué tal si decidía no responderme?, normalmente sus cartas no tardaban más de dos días en llegar.
Me mantengo firme y aguardo a que me entregue mi correspondencia. Entre todo el conjunto de basura encuentro uno de sus sobres con su delicada caligrafía… a penas termino de despedirme, huyo a la soledad de mi departamento y me preparo para lo que venga.
"Fresita"
Últimamente le ha dado por decirme así. Al principio me irritaba bastante, pero ahora me hace gracia. Leo sus líneas rápidamente, dice que tenía problemas en el trabajo y no había podido escribir por eso… habla de un tal Byakuya y yo ni idea de quién es.
"… oh, y claro… sobre la foto, está claro que eres el de lentes.
No es por ser, pero te gastas unos amigos de lo más raros, ninguno parece un buen tipo. En especial el de cabellos naranjas."
Rayos… supuse que me confundiría con Ishida, de todos parece el más intelectual.
"Ese tipo parece un gruñón, ¿seguro que no te forzaron a unírteles?, yo que tú cuido mejor mis amistades… Seguro que el cabeza de zanahoria no conoce las peinetas ni mucho menos conoce de libros, ahora entiendo eso que dijiste de que no tenías con quién comentar.
Bueno, eso… nos vemos, tengo mucho que hacer"
Maldita sea, ¿podía insultarme más?, definitivo, no volveré a responderle ni aunque me lo ruegue.
"ps: es broma ;) Obviamente eres tú el cabeza de naranja… ¿no te duele fruncir tanto el ceño?"
-Es una… -aprieto uno de mis puños con verdadera ira en mi interior, sí que sabe sacarme de quicio esta chica –Espera, ¿no hay foto?
"ps2: Si esperabas recibir una foto, pues te jodes… jajajajaja"
-¡Maldición!
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Rukia POV
Bueno, debo admitir que me sorprendió que el tipo grandote y de ceño fruncido que vi una única vez en la biblioteca tuviera mi libro. Es algo difícil de olvidar, sobre todo con ese brillante y llamativo cabello naranja.
La única persona que sabe que me mensajeo con él es mi hermana y al enterarse de que me había mandado una foto quiso tomarme una para enviársela de vuelta. Obviamente no lo hice, no me gusta que se fijen en las apariencias, además seguro que terminará escribiéndome con "enana" o alguna cosa relativa a mi altura si me relaciona con la bibliotecaria…
Y aún tiene mi libro… este fin de semana tiene que venir por asuntos del trabajo otra vez a Tokio. Ya ha pasado casi medio año y la verdad podría decir que lo conozco como a la palma de mi mano, si no fuera porque casi nunca me veo las palmas y no las recuerdo… así que diré que lo conozco mejor que bien.
Prometimos vernos para que me devolviera el libro y estoy muy nerviosa. Le hice jurar que no me reclamaría ni nada por mi apariencia y me dijo "ya aprendí hace mucho que no hay que juzgar a un libro por su portada… a las personas tampoco por su apariencia". La verdad, en el fondo es un buen chico, pese a que es bastante impulsivo y gruñón, tiene algo que lo hace una gran persona.
Como no sabe quién soy, quedamos en que yo iría con una rosa.
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Ichigo POV
Estoy nervioso… no puedo negar que este tiempo de intercambio de correspondencia con Rukia ha sido muy satisfactorio. Es realmente una chica muy especial y agradezco al cielo que mi estúpido padre me hubiera mandado a Tokio hace casi medio año, porque sí… realmente siento algo muy fuerte por ella.
Me confesaré, aún si resulta no ser una chica guapa.
Bueno, si es un adefesio me quedaré como un gran amigo, pero realmente no quiero dejar de verla y conversar con ella. Ahora, si es una mujer mayor (nunca aclaramos las edades, siempre era muy reservada con datos personales), será una amistad bastante provechosa… aunque lo dudo, es muy inmadura para molestar cuando le viene en gana.
Diablos, incluso si fuera la tipa de los piercings le pediría una cita…
Vale, la verdad ya le pedí una cita, quedamos de vernos en exactamente diez minutos en la plaza que está a tres minutos de donde estoy. Estoy muy nervioso y obviamente no es por la reunión que tendré el lunes, en mi mano izquierda llevo el libro que nos unió de manera inesperada y en mi derecha un peluche del odioso conejo que dibuja de vez en cuando para cabrearme…
Hay muchas personas. Es difícil distinguir algo.
Quedamos en la fuente principal, pero aún no la veo. Quizá todavía no ha llegado, estoy algo adelantado.
-Disculpa… -noto que me habla una chica a mi izquierda cuando ya pasaba un par de minutos, volteo el rostro y me sorprendo.
Es la chica de la biblioteca. La vuelvo a ver y mi corazón da un brinco. ¿No que no la volvería a ver?, seguro ni me reconoce. Me sonríe agradablemente y ha cambiado por completo mi percepción de ella, ya no solo es la chica guapa y con carácter, sino que agradable también mientras no ande de trabajo.
-Hace un tiempo en la biblioteca no fui muy cortés… ¿te invito a un café? –supongo que ha leído mi mirada ansiosa, noto en ella el mismo instinto que tengo, algo nos atrae como imanes pese a que solo nos hemos visto dos veces.
Soy incapaz de responder y me quedo viendo como vuelve a sonreír, va muy bien vestida y acentúa su belleza indómita. Me levanto como accionado por un resorte y deseo seguirla, pero de pronto caigo en la cuenta de que aún tengo otra cosa que hacer primero.
Tratando de no perderla de vista, sigo con la mirada sus pasos en dirección a la esquina. Suspiro con pesar al perderla entre la multitud, eso pasa por ser tan enana.
-Qué más da… si van dos, habrá una tercera –sonrió tontamente al recordar ese dicho, todo lo que pasa dos veces, pasará una tercera.
Vuelvo a buscar entre la gente a mi chica de la rosa.
De pronto, entre la multitud, del lugar en el que antes había visto a la chica de la biblioteca, asoma con duda una mujer cuarentona de cabello negro, algo rechoncha, pero con una mirada alegre. En sus manos trae una rosa y mi cara de sorpresa se deja ver al observar el anillo de oro en su dedo anular de la mano izquierda.
No creí que estuviera casada… y bueno, al verla solo pensé en que seríamos buenos amigos, pero ahora dudo un poco si su marido estaría de acuerdo en el intercambio de correspondencia conmigo… vamos, seguro si se entera se pone celoso.
Yo al menos si me pondría celoso si una mujer como Rukia, independiente de su físico, fuera mi esposa y se estuviera mandando mensajitos con un desconocido.
-Te estaba esperando –le digo mientras me acerco y le sonrío lo mejor que puedo, tratando de evitar fruncir el ceño. –Supongo que quieres de vuelta tu libro, ¿verdad? –le digo burlón, después de todo, así es como nos llevamos.
-Pues… para serle honesta no soy la dueña del libro, joven… una chica de cabellos negros y ojos violetas me pidió que tomara esta rosa. –dijo con una pícara sonrisa. Yo la miré y mi asombro era cada vez mayor, ¿ella no era Rukia?, ¿quién rayos era Rukia?... espera, ojos violeta… -Dijo que si un tipo de cabellos naranjas se acercaba a hablarme que le diera esto. –me entregó un sobre. –Le recomiendo que lo lea rápido –me dirigió una sonrisa cómplice, seguro Rukia la había instado a participar de esto.
-Muchas gracias –le dediqué una media sonrisa, ella me entregó la rosa y se marchó.
"Fresita:
¡Ja!, creí que ibas a caer en la trampa… pero bueno, la verdad era obvio que no.
Aunque igual estuvo mal que no acompañaras a una pobre y linda chica que te invita a un café, haciendo que ahora te ande esperando… no tardes en llegar, la dirección es…"
Sonreí como tonto, esa enana me la había jugado otra vez.
"Por cierto fresita, ¿me has traído un peluche?, jojo, quién lo diría… aunque definitivamente pareces muy raro cargando eso con el ceño fruncido ¿Seguro que el encargado no se cagó de miedo cuando lo compraste?
Ya, más te vale apurarte, mira que de seguro estoy aburrida"
Reí bastante fuerte y algunos transeúntes se me quedaron mirando.
Llegué al restaurante sin prisas, quería cabrearla un poco. Asomé primero mi rostro para ver cómo estaba ella. Se moría de los nervios, podía notarlo por la forma en que movía sus manos, apretujándolas en su regazo. Miraba fijamente la puerta y parecía insegura hasta que inspiró profundamente para calmarse.
Sonreí burlonamente e ingresé sin más.
-Te tardaste, Ichigo. –dice con una enorme sonrisa de medio lado, tratando de parecer segura y confiada.
-Mira quién lo dice… la que me dejó esperando y más encima se dio el tiempo de escribir una cartita… -me siento en la silla que hay dispuesta. –Toma –le ofrezco el peluche sin más.
-¿Y solo así?, que poco cortés…
-Enana del demonio… -sonrío y ella me sonríe.
Todo encaja donde debía estar y nuestra vida comienza recién a andar.
Lo siento, jeje, los gustos literarios de Rukia están basados en los míos… aunque confieso que nunca he leído a Neruda y no me interesa hacerlo (la única cosa que leí de él fue un par de poemas en clase y no me gustaron nada…) ¡amo a Bécquer!... y vivan las historias de terror, suspenso y misterio *-*.
¿Quieren continuación?, inicialmente este fic iba a quedar hasta aquí, pero mi muy querida Saku-chan me ha pedido conti. Si recibo más de 4 reviews pidiendo continuación le haré una segunda parte, de lo contrario me lo guardo… por mientras aún no cerraré este fic.
Beshooooshhhh
¿Merezco review?... vamos, leer tarda más que hacerme feliz xD
