Disclaimer: Hetalia, sucesos y marcas aquí mencionadas no me pertenecen, tampoco gano dinero haciendo esto ni es un complot del gobierno para que tomen leche, o propaganda de personas maliciosas que desean competir contra las dos alegres personas que quieren conquistar al mundo empleando sonrisas, pastelillos y yaoi. Se pide una disculpa a las personas que resulten ofendidas con el contenido aquí expuesto, de sobreaviso no hay engaño. Cualquier parecido con alguna anécdota de la vida real es méndiga coincidencia.

Pues, ¿qué les digo? Mi hermana sigue en hiatus y yo no aguantaba las ganas de traer algo fresco. Aún les debo algunas actualizaciones, pero estamos sobre la marcha. José Vicente Infante García, o sea Chente, es el más chico de nuestros OC's de México. Si desean más aventuras de estos chicos, avisen, ya saben dónde encontrarnos a mi y a mi carnala ;3

Ningún islandés fue lastimado en la producción de este oneshot, salvo por sus sentimientos, claro está. Otra disculpa por eso, ya que no se hace con mala voluntad. Dedicado a Shald120 y a FernyVA. ¡Disfruten de las ocurrencias de Chente!


Las aventuras del Chente y el Chato.

Si le hubieran dicho que ése molesto y ruidoso, además de desorganizado y perezoso, compañero iba a ser su mejor amigo de toda la escuela, le hubiera exigido a su hermano el cambiarlo de escuela en el acto.

Mas, estaba ahí, atorado en una feria de ciencias, atrapados en un proyecto improvisado, sin futuro algo.

Y es que, ¿a quién se le ocurría comerse los Mento's, antes de presentar su trabajo, para activar el volcán?

- Recuérdame por última vez, ¿porqué rayos estoy contigo en esto?-

- Ehm, pos qué yo sepa, nadie te eligió, Chato.-

Un coscorrón aterrizó en la cabeza de Chente, cortesía de su molesto compañero.

- No tienes porqué decir cosas innecesarias.- Le bufó, cruzándose de brazos, al no tener otra opción dado el lugar en el que se encontraban.- Mejor piensa cómo vamos a sacar adelante el proyecto.-

- Pues... le puedo pegar más arbolitos.-

- ¡NO CREO QUE CON MÁS ARBOLITOS VAYAMOS A GANAR ALGO!-

- Entonces déjame pintarle un conejito.- José Vicente sacó un bolígrafo de su pantalón y empezó a dibujar.- Se verá bonito.-

Intentando olvidar un poco de su vergüenza, Emil dio un vistazo rápido a las demás mesas participantes; algunos trabajaban con papas, otros con limones, y hasta había quiénes construyeron pequeños robots con piezas de juguetes y baterías.

- Es seguro, vamos a perder.- Se lamentó de con tiempo.

.~o0o~.

- ¡Asú!- Exclamó Chente al ver acercarse al juez.- Ese tipo parece un matón, Chato.- Le dio un codazo a un deprimido Emil, que se mantenía lejos de la mesa.- De esos qué salen en las películas.-

Y no era para tanto, si no fuera porqué el juez era alto, musculoso, calvo, con cicatrices en la cabeza, y una expresión de muy pocos amigos. Además de qué destrozaba algunos de los proyectos de los demás competidores, con sólo ponerles un dedo encima.

- ¡Cierra la boca, estúpido!- Emil cubrió la boca de Chente con un manotazo, que el moreno tomó a mal, muy mal.- ¿Qué no ves que si te oye, nos pueden descalificar?-

- ¡Óyeme, me das otra trompada y te rompo el hocico!-

Comenzaron a forcejear, olvidándose de donde estaban, a la vez que agitaron el volcán, en cuyo interior estaba una enorme botella casi llena de refresco, el cuál iba a usarse para simular la erupción.

- ¿En qué consiste su proyecto, jovencitos?- Preguntó de repente el juez, con una rasposa e intimidante voz gruesa, al estar frente a ellos.

Se sintieron insignificantes al voltear hacia arriba, para verlo de frente. Era como estuvieran mirando una imponente torre.

- ¡Huy, hasta la voz la tiene de malote!- Exclamó Chente, y recibió un pisotón del islandés.- ¡Auch! ¡Emilio, jijo de tu...!-

- ¿Y bien?- El juez lo interrumpió, comenzando a perder la paciencia.- ¿Van a decir en qué consiste su proyecto de ciencias?-

Emil tragó con mucha dificultad, dado que no tenía ni idea de cómo justificar el trabajo hecho por los dos, consistiendo en una bolsa de papel pintado de verde con prisa, que encontraron en el bote de la basura del salón, arbolitos hechos con cotonetes, y el estúpido conejito qué dibujó Chente de último minuto.

- Es un volcán dormido.- Habló de pronto el moreno, observando cómo el juez arqueaba una gruesa ceja.- Nomás no se le da la gana trabajar. Y por eso hay tantos arbolitos, y un conejito. Cómo no encontramos uno tan chiquito, pos lo dibujé. Me quedó bonito. :3 -

Estaban perdidos. No había necesidad de ser un genio para darse cuenta de qué todo había sido preparado de último momento. Hasta el susodicho volcán amenazaba con desbaratarse solo. Lo único qué atinó a hacer el europeo fue apoyar sus manos en la mesa, en un intento de contener el temblor que lo invadía. Lo que provocó que la botella de refresco no aguantara más presión.

*FUZZ*

Frente a sus ojos, la espuma del refresco apareció de la boca del volcán, llevándose a su paso algunos de los arbolitos improvisados hasta el suelo.

- ¡Miren!- Señaló Chente emocionado al único rincón de la bolsa que no se empapó con la bebida.- ¡El conejito está bien!-

Emil no sabía en ese momento si matarlo, o huir para salvar la poca dignidad que le quedaba.

- Je.- Soltó el juez.- Je, je, je.- Incapaz de contener la risa, el hombre estalló en carcajadas.- ¡JE, JE, JE, JE, JE, JE, JE!-

- ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja!- Se echó a reír el moreno con él.- Oiga, ¿de qué se ríe?-

.~o0o~.

Si le hubieran dicho que iba a ganar una feria de ciencias gracias a un estupidez, no lo hubiera creído jamás.

- Ese juez era muy buena onda.- Le dijo Chente.- ¿No lo crees, Chato?-

Y a modo de respuesta, le estampó la medalla de primer lugar en la cara.

- ¡No vuelvas a hablarme jamás!- Se alejó, apretando con fuerza los puños, y dando grandes zancadas.

- ¿Y ora?- Se rascó la cabeza.- ¿Pos qué te pasa, calabaza?-

Fin.


~*~¡Extra!~*~

¡Ándale Diego, no te dilates!

Y ahí estaba él, bajo la protección de las sábanas de su cama, repitiéndose una y otra vez, que la vida seguiría su curso...

- ¡Ándale, Diego!- Tocaba a la puerta José María Itzae, personificación de los Estados Unidos Mexicanos, tratando de levantarle los ánimos al argentino.- ¡Te preparé un caldito, y está bien sabroso! ¡Ven a comer un poco!-

Pero ni siquiera las buenas intenciones del mexicano lograban sacar a Diego Carrizo, personificación de la República Argentina, de su estado de auto-compasión.

- ¡Lárgate, quiero estar solo!-

- Caray... -El moreno se puso a pensar en todas las alternativas que tenía a la mano, que eran muy pocas.- Sé que no es un gran consuelo, Diego, pero si te sirve de algo, yo me quedé donde siempre.-

Y en ese momento, un tropel de centro y sudamericanos se dejaron caer, agarrando a Chema de sorpresa.

- ¿Cómo te va, Chema? -Saludó con una extraña alegría Uruguay, mirando fijamente a la puerta cerrada.- No me digas, aún está haciendo drama por la derrota.

Sin esperar respuesta alguna del mexicano, se adelantaron a la puerta, tocándola con insistencia.

- ¿No vas a salir? Argentina, sólo es un partido que ganó Alemania, como siempre.- Un gruñido se escuchó del otro lado de la puerta.- ¡Ya sé! ¿Por qué no sales a dar un paseo con Chile? Marcela se compró un BMW...

- Oigan, no sean tan gachos... -Suplicó Chema casi en un gemido.

La puerta de la habitación se abrió, mostrando a un inusualmente desaliñado Diego, quien no estaba precisamente feliz de escucharlos.

- ¿Me van a dejar en paz?-

- ¡Caramba! ¡Te vez como Fabio cuando Ludwig le metió siete goles!- Le dijo Costa Rica, sin quitar ni un segundo la sonrisa de su rostro.- ¿Por qué no te tomas una cervecita y comes algo para animarte? Trajimos salchichas y cerveza Kulmbacher.-

Argentina apretó con fuerza los puños, cerrando tras de sí la puerta con fuerza, dándoles a entender que no le buscaran tres pies al gato, como diría Chema.

- Cre-creo que será mejor que nos vayamos, ja, ja, ja...- Rió con nerviosismo Chema.- Vámonos chicos.-

- Espérate Chema.- Sarahí, la personificación de Colombia, se acercó a una distancia peligrosa de Diego, escondiendo algo dentro de una caja.- Tan siquiera vamos a tomar un cafecito para animarte. ¿Te gusta el pastel de chocolate alemán*?-

Y esa fue la gota que colmó el vaso.

- ¡Corre Chema, corre!- Gritaban los sudamericanos mientras Diego los perseguía, aventándoles con furia el pastel.

- ¡No es para tanto, Diego!- Decía en su loca carrera el moreno, seguido muy de cerca del furioso argentino.- ¡Agradece que de perdido llegaste a la final y sólo te anotaron un gol!-

-¡CÁLLATE!-

FIN.

*El pastel de chocolate alemán (German Chocolate Cake) es americano xD