Ambos estaban en la cama abrazados, tan solo disfrutando de la tranquilidad luego de una noche de pasión que los había dejado exhaustos. Se acariciaban suavemente uno al otro, cada uno en su mundo. Él le acariciaba la espalda mientras ella hacía dibujos con el dedo sobre su estómago. Mientras Kate hacía esto sintió como repentinamente, su estómago gruñó de hambre. Levantó la cabeza sonriéndole al mismo tiempo que él, haciendo que sus miradas se cruzaran.
- Creo que alguien tiene hambre. – le dijo Kate divertida manteniendo su mano sobre el estómago de él.
- Muchísima. Iré a preparar el desayuno. – le dijo mientras se sentaba.
- Bien, mientras yo iré a darme un baño.
- De acuerdo. Cuando salgas de ducharte tienes tres opciones. – le dijo. - Puedes venir a la cocina desnuda, cosa que me gustaría mucho. – la miró levantando una ceja. – Puedes ponerte mi bata de baño… o puedes revisar entre mi ropa y buscar algo ahí.
- Mmm… - dijo ella pensativa. – Me gusta mucho eso de revisar tu armario. Seguro que no hay nada raro ahí ¿no?
- ¡Por supuesto que no! – le dijo muy indignado. – Sabes bien que la pornografía está debajo de mi cama. – esbozó una gran sonrisa y le dio un beso en el cuello.
- ¡Castle! – le retó mientras trataba de apartarlo de ella.
Él no podía sacar la sonrisa de satisfacción, le encantaba hacerla enojar.
