Los personajes de Glee no me pertenecen, son propiedad de Fox y sus escritores.
Faberry. Advertencia Quinn/GirlPeen
Klaine. Advertencia Kurt/BoyPussy
Rating M por contenido Sexual. Abuso Físico, Psicológico y Sexual.
Si no te gusta este tipo de temas no leas.
Oscuridad
Capitulo 1
Él nunca pensó que estaría en un cementerio, hace unos cinco días estaba en un hospital recibiendo a sus nuevos hijos. Christian Anderson miraba fijamente hacia el ataúd de su esposa. Judy Anderson Fabray su mejor amiga, amante y esposa. Cooper su hijo de 9 años lloraba aferrado a su pierna, el llanto de su hijo se vuelva más fuerte pero, él no puede dejar de ver a su esposa su querida Judy en ese ataúd.
Su ama de llaves Nancy estaba junto a él con una carriola, en el interior estaban sus hijos, los mellizos Blaine y Quinton. El pastor dirigió unas palabras a los presentes, después de dar su respectiva petición por el alma de Judy. El ataúd fue bajado hacia el agujero donde su esposa descansaría eternamente.
Cooper se aferró más a su pierna, oculto su rostro en su padre, el pequeño no quería ver, como kilos de tierra eran tirados sobre su madre. El servició fúnebre termino, Christian se acerco hasta la lapida que apenas había sido colocada, con sus dedos paso sobre las siluetas del nombre de su esposa.
Volteo a ver la carriola donde los mellizos dormían, él no quería pensar que había sido culpa de los pequeños que su esposa muriera en el parto pero, él no podía evitar pensar que ellos tenían toda la culpa.
17 años después
Los mellizos Anderson-Fabray eran conocidos por ser perfectos en todo. Quinn y Blaine sobresalian entre todos los alumnos del instituto William McKinley, sus notas eran las mejores, practicaban piano, violin y guitarra acustica. Quinn es la capitana de las Cherrios y presidenta del club de celibato. Blaine es el presidente escolar y es presidente de muchos clubes.
Son perfectos en apariencia para toda la escuela y todo el pueblo de Lima. todos conocian a los mellizos, todos desean salir con ellos, pero nadie es lo suficiente bueno ó buena para estar con ellos.
Eran los hijos perfectos que cualquiera quisiera tener, pero no todo es lo que parece.
-Kurt ¿Cuándo aceptaras tener una cita conmigo? Te puedo enseñar tantas cosas que el aburrido de Smythe no te haría-
Kurt hizo una mueca de asco al ver otra vez a Blaine. Estaba harto de sus insinuaciones, lo odiaba tanto por qué no podía entender de una buena vez que no tenía ninguna intención de tener contacto alguno con él.
Blaine Devon Anderson un chico muy guapo de unos increíbles ojos avellana y poseedor de un cuerpo musculoso. Sería el sueño de cualquiera pero no el suyo por que Kurt está profundamente enamorado de su novio Sebastián Smythe.
-Blaine y yo cuantas veces tengo que rechazarte para que me dejes en paz- Blaine le sonrió con cinismo al chico castaño.
-Sé que me deseas Kurt- el morocho lo acorralo contra los casilleros -por qué no te olvidas de tu noviecito y me das una oportunidad a mi-
-Jamás yo amo a Sebastián y sabes una cosa él es mucho mejor que tú- Blaine revoleo los ojos con fastidio. -¿qu..eqeuee haces?- pregunto el castaño al sentir como Blaine comenzaba a acariciar su rostro. Kurt se ruborizo al instante al sentir la intensa mirada de Blaine sobre él.
-Quita tus asquerosas manos de mi cherrio Anderson- Sue Sylvester fulminaba con la mirada al chico.
Blaine se separo de Kurt quien por primera vez se sintió aliviado de ver a su entrenadora.
-¿Que estabas haciendo?- Blaine alzo una ceja
-solo hablamos verdad Kurt- unos intimidantes ojos avellana atravesaron como dagas los ojos azules del castaño.
El castaño aclaro su garganta antes de enfrentarse a su entrenadora. -es verdad coach. Solo hablamos-
Sue frunció su ceño, no muy convencida decidió zanjar el tema. -está bien lo dejare así. Pero ni crean que los dejare en paz- Blaine rio divertidamente por lo bajo. Le encantaba hacer enfadar a Sue Sylvester -Porcelana ve a mi oficina ahora. Y, ¿has visto a Quinn?- Kurt negó. Esta vez se dirigió a Blaine -¿Y tú?- también negó -si la vez dile que lleve su trasero a mi oficina-
-como usted diga-
-vámonos- le ordeno a Kurt, no sin antes darle una mirada de advertencia al morocho.
La entrenadora le dio la espalda a los chicos, comenzando a caminar. -Gracias por no delatarme- Blaine se recargo contra los casilleros, observando como el castaño seguía los pasos de Sue
.
-no lo hice por ti. Lo hice por Quinn que te quede claro- Kurt le lanzo una mirada fulminante a Blaine.
El morocho comenzó a reír observando el movimiento de cintura que hacia Kurt.
-eso es lo que tú crees querido Kurt-
Quinn cerró con llave las puertas del baño. Ser la capitana de las cherrios tenia sus ventajas. Giro su cuerpo y sus ojos avellana se encontraron con unos marrones que la miraban ardientes de deseo.
La chica se acercaba lentamente a Quinn. La rubia con la mirada recorría el cuerpo de la chica morena.
-Quinny- musito la chica cerca de los labios de la rubia.
-¿Quieres que te haga mía Rachel?- chupo el labio inferior de la morena, provocando un gemido en la chica. -Vamos rach dime lo que quieres- sus manos descendieron hasta las piernas de la chica morena, recorriéndoles bajo su vestido.
Rachel poso sus manos alrededor del cuello de la rubia, mirando esos ojos avellanas ardientes de deseo, deseo por ella. Alzo una ceja y una sonrisa ilumino su rostro -Quinny hazme tuya- susurro mordiéndose el labio inferior
Los labios de la morena se estrellaron con pasión sobre los de Quinn. Rachel se aferró con fuerza a la espalda de la rubia, apretándola más contra ella. La rubia gimió al sentir la lengua de Rachel penetrar su boca. -mmm rach no aguanto más. Quiero sentirte rach-
-ansiosa Quinny- respondía entre besos una agitada Rachel -solo tienes que hacerlo- rompió el beso mirando directamente a los ojos avellana. Quinn sonrió de lado al ver el deseo en los ojos marrones.
Rachel fue volteada y puesta de frente al espejo del baño. Pego su cuerpo a la espalda de la morena, restregándose contra ella. Mordió el lóbulo de la oreja de la chica, Rachel soltó un gemido mientras sus manos se aferraban con fuerza a un lavamanos del baño.
-mira rach. Mira como me deseas- susurro Quinn a la morena. Rachel miraba el reflejo en el espejo, mordía su labio inferior al ver como las manos de Quinn colarse bajo su vestido.
-Quinny ya no juegues conmigo- tomo la mano de la rubia y la llevo directo a su centro. -Siente lo mojada que estoy- sonrió al escuchar el gemido de la rubia.
-mmm rach. ¿Tienes prisa por sentirme no?- Quinn bajo las bragas empapadas de la morena -te deseo tanto- Rachel volteo su rostro quedando de frente con el de Quinn.
Sus labios volvieron a chocar, Quinn acariciaba el centro de Rachel quien ahogaba sus gemidos en los labios de la rubia, Quinn bajo sus bóxers especiales y libero su miembro. Levanto el vestido de la morena dejándola expuesta.
Con su mano guio su miembro hasta la entrada de Rachel. -inclínate un poco rach- la morena asintió. Quinn jugaba con el centro de la morena sintiendo los fluidos en su miembro. -¿te diviertes Quinny?- Rachel le sonreía a la rubia –te necesito ahora- gimió sensualmente.
Sus miradas se encontraron a través del espejo. Quinn comenzó a empujar su miembro dentro del centro de la morena. Cuando todo su miembro ya hacía en el interior de Rachel, comenzó a besar su espalda, una de sus manos subió hasta llegar a un pecho de la morena. Rachel apoyo sus manos contra el espejo mientras apretaba el miembro en su interior, haciendo gemir a Quinn.
-¿eres mía?- musito la rubia mirando en el reflejo hacia los ojos marrones.
-completamente tuya- contesto la morena sintiendo las caricias sobre su pecho. Y las embestidas lentas en su interior.
-ah...ah..ah.- Rachel mordió su labio con fuerza al sentir las embestidas que comenzaban a tomar fuerza y velocidad. -mmm Quinny sigue...ah...ah..-
-rach...te sientes tan bien- gruñía Quinn mientras embestía a la morena
-Quinny...mas..mas... - la rubia aumento la velocidad complaciendo a la morena. -oh..ah.. Si asi no te detengas-
-oh..dios..creo que..que..ya...terminare..dios rach..-
-aguanta..un..ah.. ...ya..casi...terminare..-
Quinn embistió con fuerza a la morena, apretó con fuerza los dientes para no gritar del enrome placer que sentía gracias a la rubia. Una dos tres penetraciones fueron suficientes para que el orgasmo tocara a la morena – ¡Quinny!- gimió agotada posando su cabeza en el lavamanos.
-oh Dios- Quinn al sentir los fluidos de Rachel en su miembro no lo soporto mas. Salió del interior de la morena. Con una de sus manos estimulaba su sexo sintiendo como expulsaba una gran cantidad de semen en el piso. -ah..ah..oh rachel- de rodillas cayó al piso sintiendo los espasmos de su orgasmo. Pasaron unos minutos donde las chicas trataban de reponerse, el baño era un completo silencio. -Rachel- Quinn se acercó a la morena y le quito su ropa interior inservible -me llevo mi premio- acaricio las piernas de la chica, antes de ponerse de pie ajustando su ropa.
-Aun no entiendo tu afición por llevarte mi ropa interior- la morena se arreglaba, observando a Quinn guardar sus bragas en su bolso de las cherrios.
-te eh dicho muchas veces que las tomo como premio- alzo una ceja mirando a la morena revolear los ojos.
-Yo también quiero un premio Quinny- Rachel puso su más inocente cara mordiendo su labio inferior.
Quinn sintió una oleada de placer pero, no podía seguirle el juego a la morena. Acababa de leer los mensajes que Santana y Kurt le habían dejado.
-Lo siento pero debo irme- Rachel se acercó hasta quedar a pocos centímetros de la chica. -además ese premio ya te lo di hace mucho. Ya no lo recuerdas- abrazo a la chica por la cintura. Rachel coloco su cabeza en el pecho de Quinn sintiendo los latidos de su corazón.
-Jamás olvidaría eso Quinny. Yo me entregue a ti y tú a mi- sintió un beso en su cabeza. Quinn la apretó más a su cuerpo -te quiero Quinny- dijo la morena acariciando el pecho de la rubia.
La rubia se separó de Rachel. Tomo el rostro de la chica entre sus manos. Se acerco hasta los labios de la morena besándolos con ternura. -te quiero Little star- beso la frente de Rachel y se alejó de ella, dejando a la morena con una hermosa sonrisa en su rostro.
-Hasta que apareces gemela del mal-
-Santana somos mellizos no gemelos- Quinn entraba a la oficina de Sue Sylvester.
Sus mejores amigos se encontraban esperándola desde hace tiempo. Brittany S. Pierce una rubia alta de ojos azules observaba con mucha determinación un cuadro de Sue. Según la rubia los ojos de la foto se movían.
Una sonrisa se formo en su rostro su amiga era muy especial.
Luego observo a su mejor amigo Kurt Hummel. Un chico muy atractivo y sobre todo agradable. Adoraba mucho al castaño, se conocían desde pequeños y era como un hermano para ella. El chico estaba concentrado en su móvil. Por su sonrisa estaba segura que hablaba con su novio ¨El Suricato¨ apodo creado por su otra mejor amiga.
Santana López una chica latina, que con su humor ácido te hacia ver la realidad de las cosas. Podían pasar discutiendo y peleando pero al final era una hermana para ella.
-obviare eso Barbie y dime ¿dónde estabas?- pregunto curiosa observando de pies a cabezas a la rubia.
-llevamos más de una hora esperándote- Kurt cuestionaba también a Quinn -ya se te está haciendo costumbre desaparecerte- imitaba la acción de la latina observando a Quinn fijamente.
-Solo andaba por ahí- se encogió de hombros. Por qué nadie podía saber de su relación con Rachel la única persona que lo sabía era su hermano y quería mantenerlo así. Kurt y Santana alzaron una ceja, claramente no muy convencidos por la respuesta de su capitana.
-¡Se movieron!- grito Brittany señalando fijamente el cuadro
-chicos empezaremos con la tarea de la semana-
Finn Hudson el entrenador de futbol y encargado del glee club. Llegaba muy animado a la sala del coro. Se estaban preparando para las nacionales. El hombro observo por todo el salón, dándose cuenta que faltaban cuatro alumnos.
-¿alguien sabe dónde están Brittany, Kurt, Quinn y santana?- todos se encogieron de hombros.
-creo que están en la oficina de Sue- Rachel de reojo observo a Blaine -me tope a Kurt cuando venía para acá. Y la entrenadora buscaba a mi hermana- Rachel sonrió divertida -y de paso se llevó a Kurt- explicaba el morocho.
-oh vaya. Espero que aparezcan pronto. Bueno les hablare de la tarea- Finn comenzó a escribir en el pizarrón. Blaine observaba la puerta esperando ver aparecer al dulce Kurt.
-Blaine así que estabas con Hummel-
Blaine revoleo los ojos -¿Tienes un problema con eso Sam?- el rubio negó y puso atención al señor Hudson.
-esta semana haremos cuartetos- todos se miraron confundidos.
-prefiero los tríos- puck alzo las cejas sugerentemente -pero si ese cuarteto me incluye a mí y tres chicas pucksaurus estará muy feliz-
El señor Hudson revoleo los ojos. -chicos basta de bromas. Las nacionales están cerca, tenemos que esforzarnos y trabajar en equipo. Por eso decidí hacer tres cuartetos, en esta hojas están formados ya los grupos y el día que les toca presentarse-
-ya los escogió- bufo molesto puck -si alguno de ustedes se acerca a mi amiguito les daré una gran paliza- advirtió a los chicos.
-Puck ya basta- el chico se cruzo de brazos. -bien el primer grupo está formado por Tina, Mercedes, Kurt y Sam- Blaine frunció el ceño. Por qué demonios no quedo con su tierno Kurt.
-Protesto. Señor Hudson en que se baso para crear los grupos- Blaine interrumpía a Finn
-Blaine me base en que el maestro aquí soy yo. Si tienes alguna queja me la dices después. Ahora seguiré con el segundo. Rachel, Quinn- los ojos de la morena se iluminaron. Perfecto quedo con su Quinny, pensaba la morena -Brittany y Puck-
-si quede con mi sexy judía. Mi querida Rachel si quieres puedo enseñarte las maravillas que se hacer- Rachel revoleo los ojos ignorando al chico.
-Puckerman tan feliz eres por quedar con Berry- las cherrios llegaban al salón del coro. -acabo de dejarte y buscas un reemplazo. Te diré algo cabeza de cepillo dental. Nadie es mejor que Santana López- la latina le lanzo una mirada asesina al chico.
Santana y Brittany se sentaron juntas mientras Quinn y Kurt hablaban con Finn. Los chicos le explicaban a su profesor el motivo de su tardanza.
Blaine observaba los movimientos de Kurt. Con descaro miraba el trasero del castaño. Una sonrisa divertida se le forma al ver como el castaño. Se daba cuenta y un sonrojo aparecía en la cara del chico de ojos azules.
Rachel enfocaba su mirada en su regazo. Podía sentir la mirada de Quinn. Estúpido Puckerman porque, tenía que decir eso. Tal vez ese comentario típico de Puck era normal. Pero ella sabía que había afectado a Quinn. Si de alguna estaba segura Rachel, era de la inseguridad de la rubia en su relación secreta.
-bien chicos pónganme atención. Seguiré con el último Santana, Artie, Jake y Blaine-
-pero que horrible suerte- se quejó la latina.
-bien chicos, recuerden verificar en las hojas el día de su presentación. Les dejare esta hora para que empiecen a proponer ideas- Finn miro con emoción a los chicos.-si alguien necesita mi ayuda no dude en pasar a mi oficina- el hombre sonrió al ver como todos buscaban sus correspondientes grupos.
-Sam cambia conmigo- Blaine detuvo al rubio quien se dirigía hacia su grupo.
Sam alzo una ceja sonriendo -está bien- Blaine frunció el ceño. Pensando que eso fue muy fácil. -solo ve a mi casa mas tarde y lo hare- sonrió de medio lado el rubio, mirando con descaro el cuerpo de Blaine.
Lo pensó por un momento. De reojo observo al castaño que hablaba animado con Mercedes -está bien- musito manteniéndole la mirada a Sam.
Sam le hizo una seña para que lo siguiera hasta la oficina de Finn. -señor Hudson- Blaine y Sam entraron a la oficina.
-¿pasa algo?- pregunto desviando la vista de unos papeles en su escritorio.
-Sam y yo cambiaremos- Finn frunció el ceño
-¿y por qué?- cuestiono a ambos
-no me llevo muy bien con Jake y Santana y pensé que hacer esta tarea juntos. Podríamos limar asperezas-
Finn asintió de acuerdo con Sam. Ademes ese era el objetivo unir a todos como equipo. -está bien pero díganle a los demás que nadie más puede cambiarse- los chicos asintieron. Abandonaron la oficina con sonrisas idénticas. Pero con motivos diferentes.
-Creí que te ibas con el imbécil de Puckerman- Quinn miraba de reojo a Rachel quien se montaba en el asiento del copiloto.
Las chicas se encontraban en el estacionamiento del McKynley.
Rachel suspiro cansada por la actitud de la rubia. Ella no tenía la culpa de los inapropiados comentarios e insinuaciones que Puck le pasó dando durante toda la hora del club.
-Quinn no empieces. Tu sabes cómo es Puck- Quinn apretó con fuerza el volante -cálmate Quinn- se preocupó la morena al ver la mirada llena de rabia que tenía la rubia. -¡Quinn!- grito asustada al ver como el agarre que ejercía en el volante era cada vez más fuerte.
-voy a matar a ese imbécil. Nadie escúchame bien Rachel nadie te va alejar de mi- Quinn comenzaba a temblar, sus ojos estaban llenos de lágrimas -tu eres mía- musito con la mirada perdida.
Sus manos se posaron en las manos pálidas, con mucho cuidado dejaba caricias, mientras le susurraba a la rubia que se calmara. Logro separar las manos de la rubia del volante y las entrelazo con las suyas. En un movimiento rápido subió al regazo de Quinn. -Quinny- besaba los nudillos de la rubia -Quinny mírame por favor. Mírame- Rachel buscaba la mirada de la rubia quien se negaba a verla -Quinny mírame-
Los ojos avellana chocaron con los marrones. -¿Rachel?- susurro la rubia, mirando fijamente a Rachel quien tenía los ojos llorosos.
-aquí estoy Quinny. Mírame aquí estoy- la morena limpio las lágrimas de Quinn, sintiendo las suyas escapar de sus ojos.
-no me dejes- musito con un hilo de voz Quinn. Y Rachel pensó que ella jamás podría dejarla, Quinn era su todo y ella era el de Quinn.
-jamás- Rachel se abalanzo a los labios de Quinn. Sus manos se aferraron a los cabellos rubios. Era un beso lleno de deseo y pasión. La morena besaba el cuello pálido haciendo gemir a Quinn. -te quiero mi amor-
Quinn detuvo el beso. Rachel se lamento por no haber pensado las cosas. Con mucho temor miro los ojos avellana. Sollozo al ver la mirada de terror que Quinn le daba.
-¡aléjate de mí!- grito Quinn empujando a Rachel fuera de ella.
En el estacionamiento, Blaine pensaba en la hora divertida que había tenido en el club glee, fue ignorado por Kurt durante toda el tiempo pero el siempre encontraba la manera de hacer sonrojar al chico. Le divertía mucho esa situación lo hacía mucho más interesante para él.
El morocho no quiso irse con su melliza. Le dijo que había recibido una llamada de Burt, avisándole que su auto estaba listo.
Y eso significaba ver un poco más a su tierno Kurt.
-hola Blaine- Finn se acercó a él. -mi padre me comento que te llevara al taller por tu auto- Blaine sonrió ampliamente mientras asentía. -solo esperamos a mi hermano no tardara en venir-
Blaine estaba tan feliz por el tiempo que compartiría con Kurt. Podría divertirse un poco más con el precioso castaño.
-Finn nos vamos ya- Kurt llegaba hasta donde su hermano sin percatarse de la presencia de Blaine -¿qué hace el aquí?- chillo indignado viendo a Blaine
-lo pasare a dejar al taller. Papá me pidió que lo llevara para entregarle su auto- comento Finn mientras se dirigía a su auto.
Kurt bufo molesto -que pasa Kurt. No quieres que el grasiento de tu noviecito me vea contigo- Kurt lo fulmino con la mirada.
-ni se te ocurra hablar mal de él. Sebastián es un gran chico- Blaine revoleo los ojos.
-chicos van a venir- Finn los llamaba desde su camioneta.
El castaño comenzó a caminar ignorando a Blaine. -lindo trasero Kurt- Blaine le susurraba en su oreja al castaño, pasando junto a él.
Kurt completamente rojo miro a Blaine quien se subía a la camioneta -idiota- musito Kurt caminando hacia la camioneta.
-Quinn cálmate. Soy tu Rachel mírame soy tu Rachel por favor Quinn- suplicaba la morena tratando de tocar a Quinn.
La rubia sollozaba sin control alguno. Tenía su cabeza entre sus rodillas. -por favor no le hagas nada- susurraba tomándose con fuerza la cabeza -deja a Blaine no le hagas nada-
-Quinny soy Rachel- con mucho cuidado acariciaba el cabello de Quinn -soy tu Little star Quinny- la rubia aflojo el agarre que ejercía sobre su cabeza.
-Little star- levanto su cabeza observando a la morena -Rachel-
-shuu no digas nada Quinny- Rachel volvió a colocarse sobre Quinn -te hare olvidar. No digas nada-
Besos y caricias repartía Rachel por todo el rostro de Quinn. Bajo el cierre de su vestido quedando con su torso desnudo -tócame Quinny. Tócame- susurro sobre sus labios.
-no...no p..uedo. Te..ngo mi..miedo- las manos de Rachel tomaron las suyas y las llevaron hasta los senos de la morena -Rachel te quiero- la rubia temblo ante el contacto de su piel con la de la morena, sus labios chocaron contra los de Rachel en un beso lleno de amor.
Rachel libero el miembro de la rubia, lo tomo con una de sus manos estimulándolo. -Quinny te hare olvidar- se levanto un poco para llevar el miembro de Quinn hasta su centro.
Quinn cerró los ojos con fuerza al sentir como su miembro se abría paso por los labios de la morena. -no me lastimes- musito Quinn quien ya tenía todo su miembro dentro de la morena.
-abre los ojos Quinny- hizo lo que le pidió. Quinn sonrió al ver el brillo en los ojos marrones. -hola Quinny- susurro Rachel juntando su frente con la de la rubia.
-hola Little star- Quinn se relajó, era Rachel su querida Rachel estaba con ella, no eran esas personas que le hicieron daño a ella y su hermano. Solo era Rachel.
-Quinny yo jamás te haría daño- la morena comenzó a subir y bajar -Déjame curar tus heridas Quinny-
Suspiros, jadeos y gemidos se escuchaban desde el interior del auto. Rachel le hacia el amor a la rubia y Quinn a ella, ambas se complementaban como una sola. Quinn miraba directamente a los ojos de la morena, trasmitiéndole todo el amor que nunca pensó en dar.
-rach..rach..ya no..me voy..- Rachel vio las intenciones de Quinn de salirse de su interior pero la detuvo. -no..no ah rach me tengo.. que..salir-
-quédate- Quinn se sorprendió -terminemos juntas Quinny- Rachel acaricio su rostro con adoración. La rubia asintió sintiéndose amada una vez mas y todo gracias a su Little star.
Sus cuerpos se movían en perfecta sincronía. Rachel sentía cada vez más grande el miembro de Quinn -Quinny- gimió Rachel -Quinny terminemos juntas-
-rach- gimió Quinn viniéndose dentro de la morena, al mismo tiempo el orgasmo de Rachel llegaba. se dejó caer sobre el cuerpo de Quinn totalmente agotada. Las respiraciones de las chicas eran agitadas.
-te quiero Rachel- la morena se aferro al cuerpo de Quinn.
-te quiero- Quinn sonrió, abrazando a la morena
-nos tenemos que ir mi Little star- Rachel soltó un gruñido. Quinn sonrió ante la actitud de la morena -rach debo llevarte a tu casa y luego ir a la mía. No puedo llegar tarde-
-no quiero separarme de ti- Quinn ayudaba a Rachel a arreglarse el vestido -porque todo tiene que ser tan difícil- Quinn le sonrió.
-un año rach solo esperemos un año- Rachel beso los labios de Quinn.
Rachel esperaba con ansias el día del cumpleaños de Quinn. Tendría 18 años y podría largarse junto a Blaine de esa maldita casa.
-¿rach te pasa algo?-
-no Quinn. Solo estoy un poco cansada. Quiero un helado- se aferró al cuerpo de Quinn escondiendo su rostro en el cuello pálido.
-mmm tienes suerte. Todavía tengo tiempo- beso los labios de Rachel -y será mejor que salgas de mi- Rachel se ruborizo –porque si sigues ahí, nunca nos iremos del estacionamiento-
-es tu culpa- golpeo el hombro de Quinn, sacando el miembro de la rubia. Los fluidos mezclados de ambas mojaran a Quinn, quien sonrió alzando una ceja -empezare a traer ropa de repuesto- Quinn soltó una carcajada -no te burles de mi Quinny- Rachel sonrió al recibir los besos de la rubia por todo su rostro. –Necesito un baño-
Quinn miraba con adoración a la pequeña chica. El tono del móvil de Quinn sonó -es un msj de Blaine-
-¿qué dice?- Quinn le mostro el móvil a Rachel.
"Quinny ven por mí al taller Hummel. Y dile a Rachel que también venga, porque es obvio que estas con ella. Te amo hermanita "
-lo siento- Rachel le sonrió -te deberé ese helado-
-olvídate de eso Quinny. Vayamos por Blaine-
Quinn beso una vez más a la morena. -vamos por mi hermano-
Casa Anderson- Fabray
Quinn y Blaine 11 años
Muchos cambios ocurrieron desde la muerte de Judy. Christian estaba devastado al perder al amor de su vida, lo único que tenía ahora eran sus tres hijos. Cooper, Blaine y Quinn que resulto no ser un niño sino una niña. El pediatra de sus hijos le explico todo acerca de la condición de su hija. Al parecer su pequeño Quinton era una niña con órgano masculino. Sintió vergüenza y asco de su propia sangre ese día.
Y un motivo más para odiar a sus hijos por la muerte de su esposa.
Los primeros años intento hacer todo lo posible por querer a Blaine y Quinn. Pero siempre que los veía, miraba a los asesinos de su esposa. A veces pensaba que Quinn fue el culpable de la muerte de su esposa, debido a su deformación como lo llamaba él a la condición de su hija. Lo pensaba constantemente al ver a la pequeña rubia.
Hacia todo lo posible por no estar cerca de sus hijos. Sus viajes de negocios eran cada vez más frecuentes. Sus hijos quedaban a cuidado de la ama de llaves. Otro que sufrió fue Cooper, ya no le importaba nada ni siquiera su pequeño quien se hacía cargo de sus dos hermanos al ver la negativa de su padre en tratar de acercarse a ellos.
Cuando estaba en su casa, encerraba a los mellizos en su cuarto. Ignorando el llanto de los pequeños. El alcohol se convirtió en su refugio en su escape. Y los prostíbulos en su compañía.
Christian el verano en que sus hijos cumplieron once años, hizo lo impensable y los lastimo mucho. Pero en su mente se repetía que ellos eran los culpables de que su esposa no estuviera con él. Y se lo merecian.
Una leve llovizna caí en Ohio, eran las 6.00 de la tarde cuando Christian Anderson entraba en su casa. Se fue directo hacia la habitación de sus hijos. Bruscamente abrió la puerta, el pequeño Blaine dormía abrazado a su almohada.
-¡Devon levántate!- el pequeño se levantó asustado al escuchar el grito de su padre
-¿Dónde está Quinn?- pregunto asustado al no ver a su hermana. Su padre se le había llevado fuera de la casa, hace unas horas. Luego lo encerró en su habitación y no supo nada más hasta ahora.
-no te preocupes por ella- le dio una mirada fría al pequeño –mejor preocúpate por ti- miro fijamente a su hijo, observando la mueca de terror en el pequeño morocho.
Blaine muy asustado salio de su cama, sus manitas temblaban debido al miedo que sentia. Su padre le provocaba un terrible miedo. Solo Quinn podia calmar al pequeño era ella, quien lo abrazaba fuertemente, cuando su padre lo reprendia o le gritaba, Quinn era la fuerte. Se lamentaba al no tener la valentia de su hermana, él tambien queria protegerla y confortarla cuando su padre le gritaba.
-¿Te vas a quedar ahi?- el pequeño nego y rapido bajo de la cama. Su padre le hizo una ceña para que lo siguiera. -ahora es tu turno Devon-
-¿do..onde va..mos?- pregunto con temor, cuando su padre lo tomo bruscamente de su pequeño brazo arrastrandolo por las escalera -me..me las..timas- se quejo con lagrimas en los ojos el pequeño.
-!callate!- grito provocando que las lagrimas cayeran de sus ojos avellanas -no hables si no quieres verme más enojado. Y deja de llorar- le reprendio duramente.
-ee..sta ...lloviendo...- señalo hacia fuera, viendo como su padre tomoba su abrigo y abria la puerta -voy a mojarme- susurro con su rostro inundado de lagrimas.
-no seas estupido Devon unas gotas no te haran nada. Ahora ven y no hables más-
Christian jalo a Blaine hasta el auto, el pequeño sintio el frio golpearlo cruelmente. Su pijama estaba totalmente empapada cuando llegaron al auto. Iba descalzo ya que no le dio tiempo de cojer unos zapatos. Sollozos salian de sus labios y las lagrimas no dejaban de salir de sus aterrados ojos.
Su padre arranco el auto en mitad de la noche y partieron bajo la lluvia. Asustado miraba por las ventanas. vio como a gran velocidad pasaban por las desoladas calles de Lima. Unos minutos pasaron y se detuvieron. Trato de ver donde estaban, lo unico que pudo ver era una casa muy elegante pintada totalmente de blanco, con aspecto antiguo, no era tan grande como la suya, pero era igual de escalofriante.
La puerta se abrio, su padre lo cargo en brazos. Se soprendio por que él jamas lo habia cargado, era su hermano Cooper quien siempre lo cargaba a él y Quinn. Llegaron hasta el portal de la casa. Un tipo muy grande y musculoso estaba en la entrada fumando un cigarrilo. Escondio su rostro en el cuello de su padre, por que ese hombre lo asusto aun más. Sobre todo al notar el arma que en su cinturon estaba.
-Hola señor Anderson- un sollozo salio de sus labios al escuchar la voz grabe del hombre -este es su otro peque- el hombre acaricio el cabello de Blaine, el morocho se aferro con aun mas fuerza a su padre. -no te asuste peque. Ahora veras como te divertiras ahi adentro. Te convertiras en todo un hombresito- lloro mas fuerte al escuchar la risa de aquel hombre. Le recordo a la de los asesinos de las peliculas de terror que miraba con su hermana, a él no le gustaban para nada.
-Cooter me lo tienes- el hombre tomo a Blaine en brazos. Un grito de terror dio el morocho, le suplicaba a su padre que no lo dejara solo con ese hombre, lloraba tratando de zafarse de los grueso brazos que lo tenian prisionero, pero no podia el tipo era mucho más grand ey fuerte.
-papi...pai..no me dejes por favor...papi- suplicaba el pequeño
-deja de ser tan debil- le grito al pequeño -tu y tu hermana me tienen harto sabes. Ya es momento que vean lo dura que puede ser la vida- miro con odio al niño -te quedaras con Cooter y no hagas más escandalos entendiste- asintio, comprendiendo por fin que su padre jamas lo ayudaria por que sencillamente no lo queria, no queria a Quinn ni a él.
Cooter el enorme hombre que lo carcagaba toco la enorme puerta de madera. Se abri revelando a una mujer negra de unos 40 años. La mujer beso la mejilla de su padre y despues los invito a pasar. La casa por fuera daba un aspecto elegante, pero dentro era todo lo contrario, las paredes pintadas de rojo y negro estaban. Se sentia un fuerte olor a tabaco y alcohol. Sillones muchos sillones habain por todo el salon y ruuidos extraños se escuchaban desde las escaleras, preocedentes de las habitaciones en el segundo piso.
-Asi que este es Devon- apreto una mejilla del pequeño -no llores mi amor, ahora veras lo buena que seran mis chicas contigo precioso- le hablaba con una ternura falsa al pequeño. -no puedo creer lo hermosos que son tus niños. Tus genes son tan sexys- miro a Christian quien miraba hacia las escaleras -talvez tu y yo podamos hacer un hermoso bebe-
-¿y Lucy?- pregunto ignorando los comentarios de la mujer. Blaine miro a su padre, al escuchar el nombre de su hermana.
La mujer lo miro por unos segundos, se aclaro la carganta y finalmente hablo -esta con Monique ahora- musito desviando la mirada de nuevo al peqeuño morocho.
-Crei que yo habia paado por Mia- con total calma hablo, sin despear su vista d elas escaleras
-veras al parecer, tu hijita y su condicion sexual les ah llamado la atencion a mis chicas- hablo despacio esperando una mala reaccion de parte del hombre, pero este solo asintio pensativo.
-ni crees que les pagare algo a esas zorras, yo solo pague por Mia- la mujer asintio
-no te molesta que ellas esten con- no pudo terminar por que, fue interrumpida por Christian
-No- repondio frio -¿cuantas han estado con ella?- pregunto con el mismo tono
La mujer lo miro incredula, sin poder creer que alguien fuera asi con sus hijos. En todos los años que llevaba de prostituta, muchas veces habia visto como padres, tios, abuelos y hasta algunas madres "iniciaban" a sus hijos. Pero jamas se habia topado con alguien como Christian.
-cuatro aparte de Mia- Christian alzo una ceja
-vaya esa rubita, trae locas a tus zorras- Cooter quien se habia mantenido al margen con Blaine en brazos hablo con tono divertido -Chritian si yo fuera tu, les cobrara por estar con ella-
-No digas estupideces idiota-
-no son estupideces Fiona, admite que es una gran idea- se encogio de hombros mirando a al mujer
Christian desvio su mirada de las escaleras. Ignorando por completo la conversacion que mantenian Fiona y Cooter. -llevate ya a Devon- le ordeno a la mujer
Los otros dos detuvieron su conversacion. -es elmoemtno campeon llego la hora de que seas todo un hombresito- Cooter le entrego en brazos a Fiona.
Blaine observo la mirada de su padre, mientras iba en brazos de Fiona por las escaleras. -por favor no me dejes solo- fue lo ultimo que le dijo a Christian antes de subir por completo las escaleras.
-Solo los estoy haciendo fuertes, ellos merecen sufrir. Ellos tienen la culpa y me encargare de que paguen-
Cooter miro fijamente a Christian, luego miro a las escaleras por donde desapareciron Fiona y Blaine -Sabes que yo te ayudare- susurro poneindo una mano en su hombro.
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