Introducción

-¡Ven conmigo!- Cogió a la joven de la camilla entre sus brazos, ella a su vez cargaba un pequeño bulto- Debemos darnos prisa o nos descubrirán.

Ella no hablaba, no decía nada, únicamente asentía mientras dejaba que la llevaran, estaba muy asustada, sabía que si los descubrían no tendrían salvación.

Él corrió con ella todo lo rápido que pudo, salió de aquel centro por una puerta de personal y caminó con rapidez para alejarse de allí. Unos minutos después sonó la alarma, ella se puso nerviosa y lloró con fuerza mientras apretaba a aquel bulto con más fuerza, él corrió aún más rápido, queriendo llegar al océano cuanto antes.

En la orilla había una pequeña embarcación, él colocó a la chica rápidamente y empujó la barca, haciendo que se alejara de la orilla.

-¿Y tú qué? Sube a la barca- Suplicó ella con desesperación.

-Si no los distraigo os atraparán y eso no lo permitiré- Respondió él lanzándole un beso con la mano- Te quiero Katniss, nunca lo olvides, cuida de nuestro hijo, por favor- Le dijo con una sonrisa en el rostro antes de salir corriendo.

-¡Gale! ¡Vuelve por favor! ¡Gale no lo hagas! ¡Por favor no me dejes sola! ¡GALE!

Por más que ella le suplicó, Gale no paró su carrera, la pequeña embarcación iba alejándose lentamente sin que ella pudiera hacer nada. Vio en la lejanía como Gale esquivaba las balas de los guardias hasta que, en la cima del acantilado, una de las balas le dio y cayó al mar.

Katniss palideció al presenciar aquella siniestra imagen, todo su cuerpo empezó a temblar, Gale había desaparecido y nunca volvería, lo había dado todo por salvarlos a ella y a su hijo. Su hijo. Katniss bajó la mirada hacia el pequeño bulto que llevaba en sus brazos, su niño, su precioso niño estaba a salvo, ellos dos eran libres.

-No te preocupes cariño- Besó la cabecita del pequeño- Todo irá mejor a partir de ahora, gracias a tu padre somos libres.

Katniss se quedó dormida acurrucada en aquella embarcación, con el niño bien abrigado. Despertó un poco desorientada, notando el sol sobre sus ojos, se incorporó preguntándose qué hora sería y se asustó, miró a su alrededor, ya no se encontraba en aquella embarcación en la que habían huido, estaba en una habitación blanca, con una cama mullida con una ventana por la que entraba el sol. Al ponerse nerviosa por no entender que sucedía, instintivamente apretó algo imaginario que había entre sus brazos, y entonces se percató de algo.

-¿Gale?- Miró alrededor buscando a su hijo- ¿Gale?- Desesperada porque no lo encontraba comenzó a dar vueltas nerviosa sin saber qué hacer.

La puerta de la habitación se abrió y ella retrocedió mirando fijamente a quien estuviera allí.

-Pero... ¿Qué hace levantada? -Preguntó un hombre vestido de capitán de barco- Túmbese inmediatamente si no quiere desangrarse- El hombre corrió hasta ella y la obligó a tumbarse forcejeando.

Intentando levantarse de aquella cama, puso los brazos en forma de cuna y los movió con violencia, preguntando sin hablar donde se encontraba su hijo. Mecía con furia sus brazos y se golpeaba el pecho indicando que ese era su bebé.

-Cálmate muchacha, tu hijo está perfectamente- El hombre hizo una señal y, al instante, una mujer entró con el niño- Solo le hemos abrigado y dado de comer.

En cuanto la mujer se acercó a la cama, Katniss le arrancó al niño de los brazos y lo meció viendo su rostro tranquilo y sereno. Ella hizo una inclinación de cabeza en señal de agradecimiento.

-No hay nada que agradecer- Sonrió la mujer- Es un niño muy bueno.

-¿Y tú tienes hambre?- Katniss lo miró con desconfianza y dudó si responder o no- Te hemos traído algunas cosas- Se acercó a la puerta y entró una bandeja- Come lo que quieras.

Katniss miró aquella bandeja, había montones de cosas que ella no había visto en su vida. Con algo de desconfianza, cogió una de las cosas, se la llevó lentamente a los labios y dio un pequeño bocado, segundos después abrió los ojos de manera exagerada, miró lo que tenía en las manos y lo engulló.

-¿Te gusta?- Ella asintió- Eso es chocolate- Katniss sonrió, mostrando sus dientes marrones, disfrutando de aquel manjar que acababa de descubrir. Dejaron que comiera cuanto quisiera, y una vez retirada la bandeja, se sentaron junto a ella- ¿Sabes hablar?- Ella asintió- ¿Podrías decirnos que te ha sucedido?- Katniss se tensó ante la pregunta del hombre- Solo queremos ayudar.

-Cálmate por favor, no te haremos daño- Pidió la mujer al ver que ella empezaba a asustarse- Yo soy Octavia y él es mi marido Cinna, ¿cómo te llamas?

Ella bajó la mirada, dudando sobre lo que hacer, Octavia y Cinna se miraron con tristeza, se levantaron y se dispusieron a dejarla sola, a darle su espacio, pero ella tomó con firmeza la mano de Octavia.

-Katniss...- Dijo en un hilillo de voz apenas audible haciendo que el matrimonio se girara hacia ella.

-¿Qué has dicho?

-Me llamo Katniss y este es mi hijo Gale- Respondió levantando la mirada.

-Es un placer conocerte Katniss- Octavia volvió a sentarse junto a ella, Cinna se acercó pero permaneció en pie- Katniss, te aseguro que solo queremos ayudarte, pero debemos hacerte preguntas, sino quieres responder no lo hagas, ¿de acuerdo?- Katniss asintió.

-¿Cuántos años tienes?

-15 años... Creo- Respondió un poco dubitativa- Puede que sean 16, no estoy segura.

-¿De dónde venís?- Preguntó Cinna seriamente, ella notó como se le secaba la garganta- ¿Sabes de dónde venís?- Katniss asintió- ¿Y no quieres decirlo?- Negó enérgicamente, y Octavia enseguida supo el motivo.

-Pequeña, no te llevaremos a ningún lugar al que no quieras ir- Le tomó la mano con confianza, haciendo que ella se relajara- Pero nos preocupa, ¿qué ha podido sucederte para que hayas huido en un bote diminuto cuando no hace ni 24 horas que has traído al mundo a este niño?

-¿Como saben eso?- La mirada de Katniss mostraba su miedo.

-El médico del barco ha comprobado como estabais- Aclaró Cinna relajando su posición- Podías haber muerto desangrada.

-Si Gale está a salvo, poco me importa morir.

-Katniss, ¿has escapado de la isla Panem?- Cinna pudo comprobar por la rigidez de su cuerpo que así era. Ella apretó a su hijo contra ella como queriendo protegerlo.

-¡No me manden allí de nuevo! ¡Por favor! ¡Haré lo que sea! ¡Se lo suplico!

-Tranquilízate cariño- Octavia se sentó a su lado y la abrazó- Nunca te llevaríamos a ese lugar.

-No te preocupes pequeña, con nosotros estás a salvo- Cinna le dedicó una pequeña sonrisa y le tomó la mano- A partir de ahora, todo irá bien- Ambos permanecieron en la misma posición hasta que notaron como Katniss se relajaba, entonces volvieron a ocupar sus lugares frente a ella- ¿Te parece bien que continuemos?- Cinna no estaba muy seguro de que ella estuviera preparada para responder, pero Katniss asintió sin dudarlo- ¿Cuánto tiempo llevabas en aquel lugar?

-Desde que tengo memoria, no recuerdo nada antes de la isla, mis primeros recuerdos son de cuando tenía 3 años y son difusos, supongo que nací en aquel lugar.

-¿Tanto tiempo?- Octavia estaba impresionada, los pocos afortunados que habían conseguido salir de aquel lugar con vida apenas habían estado unos años y todos ellos estaban medio locos- Eres una chica muy fuerte.

-¿Y el padre del niño? ¿Alguien te forzó a hacer cosas?- Katniss negó- ¿Quién es el padre del niño?

-El guardia de mi celda- Respondió intentando mantener la calma- Él siempre cuidó de mi, no dejó que nadie se aproximara a mi celda después de las sesiones con los doctores, él me hablaba del mundo exterior, y me escuchaba y consolaba tras cada sesión, estábamos muy unidos, tanto que acabamos enamorándonos- Las lágrimas empezaron a agolparse en sus ojos- Poco después de entregarnos el uno al otro, los doctores vieron que estaba embarazada, a él lo echaron tras darle una paliza y a mí... Me llevaron al pozo...- Tembló al decir aquello- Estuve allí metida hasta que llegó el momento de que naciera mi hijo, entonces me sacaron, me llevaron a una camilla y tuve a Gale- Acarició la mejilla del niño- Después me dejaron a solas, asegurándome que cuando volvieran no volvería a ver a mi niño- Una lágrima cayó por su mejilla- Pero como un ángel guardián, mi Gale volvió, nos sacó de allí y nos alejó en aquel bote a costa de su propia vida.

Katniss ya no contenía sus lágrimas, el recuerdo de todo lo sucedido la hizo explotar, lloraba con amargura, queriendo dejar de sentir dolor. Octavia también lloraba, horrorizada por lo que había contado la joven, queriendo borrar todo el dolor que ella sentía, queriendo borrar su propio dolor. Miró a Cinna y este asintió antes de salir de la habitación, dejando a su mujer consolando a Katniss.

Cinna caminó con decisión hasta la cabina de mando del barco, ni miró a los tripulantes, fue directo al teléfono y marcó el número del único hombre que sabría lo que hacer.

-Haymitch, tengo algo importante que contarte...

Aquí está mi nueva historia, espero que os guste. Para las que ya estáis pensando en donde estará Peeta, tranquilas, sale, prometido, pero no aun.

Espero vuestras opiniones sobre esta historia.