La vida después de la muerte

La vida tiene altos y bajos, depende de cómo afrontemos nuestros problemas se decidirá el rumbo de nuestras vidas, tal vez no sea perfecta, tal vez no sea lo que queramos, pero es la vida que nos toca vivir, acompáñenme en esta aventura por el inmenso mundo de Equestria.

Capítulo 1. La vida después de la muerte.

Pov Erick.

Gritos... gritos y solo gritos era lo único que escuchaba. Solo un sonido parcial era lo único que alcanzaba a oír aparte del incesante griterío, y era el sonido característico de la sirena de una ambulancia.

No puedo mover ninguna de mis extremidades, mi respiración es lenta y los latidos de mi corazón son cada vez más erráticos, siento un líquido cálido debajo de mí, era fácil saber que estaba recostado sobre un charco de mi propia sangre... no siento dolor alguno, no siento rencor ni remordimiento... ni nada, solo una profunda tristeza, lo único que quiero es que todo esto termine lo más pronto posible.

Todo sonido ceso de un momento a otro, ya no escuchaba nada, pero aún seguía consiente por así decirlo, alcance a ver barias sombras las cuales me levantaron y colocaron en lo que parecía ser una camilla, o eso creo ya que mi visión era algo borrosa, pero había algo que podía ver a la perfección, algo que se podría pasar por alto, algo que tenía en la mano derecha, se trataba de una película la cual era de Mlp, más precisamente de la temporada 6 la cual había comprado minutos atrás en una tienda de películas.

- "¿Quién diría que todo terminaría así?" - pensé con ironía mientras cerraba lentamente mis ojos para luego abandonar este mundo...

Flashback

10 horas antes del accidente.

Lugar: Caracas, Venezuela, 6:00am

Despierto de mi letargo sueño, me quedo mirando el techo de mi habitación como si fuera lo más interesante que allá visto en mi vida, no sé cuánto tiempo me le quede mirando, alce el brazo por sobre mi cabeza, justo al lado de mi almohada, tome mi teléfono para chequear la hora.

-Aún es temprano- dije para mí mismo, acto seguido bloquee el teléfono y lo coloque en el mismo sitio, luego me acomode más en la cama para ver si podía seguir durmiendo, eventualmente no tuve éxito alguno, así que decidí levantarme de la cama.

No soy una persona normal, pero tampoco soy raro, ni muy alto ni muy bajo, edad 19 años, pelo corto de color negro, buen estado físico no por que quiera, sino por necesidad, la verdad me importa poco el cómo luzco, me vale un soberano pepino lo que los demás piensen de mí, soy brony desde hace casi 3 años, nadie sabe que lo soy, y nadie nunca lo sabrá.

Después de levantarme de la cama comencé a quitarme la ropa, quedando únicamente en bóxer, camine hacia mi almario y comencé a busca algo de ropa deportiva, nada del otro mundo, unos zapatos nique de color gris con el logo característico de nique de color negro a los costados, un pantalón deportivo de color negro con detalles rojos a los lados y una camisa sin mangas de color negro. Antes de salir de mi habitación tome de un perchero que estaba situado al lado de la puerta, un suéter negro con capucha, en el centro estaba la siglas "LA"... creo que estoy obsesionado con el color negro. Me puse mi reloj en la muñeca derecha, el reloj es de color negro, ¿qué sorpresa no? tome mi teléfono y mis audífono y me los coloque en el bolsillo del pantalón, abrí una cajonera al lado de mi cama y tomo un rosario de color dorado con joya de fantasía de color agua marina, por ultimo tome un frasquito con pastillas, me le quede mirando por un roto antes de guardarlo en uno de los bolsillos que tenía mi pantalón.

Salí del cuarto ya listo para ir al parque a trotar, no sin antes pasar a la cocina para comer algo, antes de llegar a la cocina mis fosas nasales fueron invadidas por un aroma exquisito, el café, por si no lo saben soy peligrosa y mortalmente adicto al café. Seguí el aroma hasta llegar a la cocina, sonreí al ver a mi madre hay, preparando ese delicioso elipsis creado por los dioses.

-Buenos días señora- le dije a mi madre con una sonrisa bastante amplia.

-Buenos días mi amor- contesto ella con la misma sonrisa - ¿tienes hambre? - pregunto.

-Por supuesto- conteste mientras me sentaba en la mesa de la cocina.

-Eso no es raro en ti- respondió divertida.

Vivo solo con mi madre ya que nunca tuve hermanos y la escoria de mi padre abandono a mi mama cuando apenas tenía 2 meses de embarazo. Soy todo lo que tiene mi madre y ella lo es todo para mí.

-No deberías tomar tanto café, té podría hace daño- me reprocho mi madre, al ver que no me estaba sirviendo una tasa, sino un vaso de café.

-No pasa nada- dije, mientras tomaba una cuchara y le ponía un poco de leche en polvo al café y procedía a mezclarlos.

El desayuno estuvo tranquilo, comimos arepas con huevos revueltos, las mejores del mundo según mi opinión. Me despedí de mi madre antes de salir de casa con dirección al parque.

-¡Ten mucho cuidado al cruzar la calle!- grito mi madre desde una de las ventanas de mi casa.

-¡Okay!- grite yo -"¿cuantos años cree que tengo, 5?"- pensé mientras me reía un poco.

La verdad no era muy largo el camino al parque, fácilmente podía llegar a pie, ya estando en el parque tome mis audífonos y los conecte al teléfono, luego procedí a buscar una buena música para distraerme un poco mientras trotaba, respecto a mis gustos musicales no tengo uno en específico, me gusta escuchar de todo, desde músicas animes tales como en openin de Sword Art Online 2 y Toradora, hasta músicas de reggaetón tales como Espina de rosa y Tremenda sata Remix... ¿que? vivo en Venezuela, aquí lo que más se escucha es el Reggaetón y electrónica. Me decidí por algo de música electrónica, nada más para ir calentando, guarde el teléfono en el bolsillo izquierdo del pantalón y me dispuse a trotar.

Existe una razón por la que hago esto aunque no quiera, y es porque desde que tengo uso de razón he sufrido de ataques de ansiedad, y una presión cardiaca muy elevada, normalmente me da cuando sufro emociones fuertes, mi pulso se acelera y me pongo como loco, lo peor de todo es que me siento muy extraño y no me puedo controlar, la sensación es tan desagradable que una vez me golpee tan fuete la cabeza contra la pared que termine desmayándome produciéndome una pequeña contusión, en ese estado soy capaz hasta de suicidarme con tal de salir de ese estado de alteración.

Por recomendación del doctor comencé a hacer ejercicios para controla la presión cardiaca aparte de que me distrae y evita que piense en eso, cosa que no funciona ya que lo pienso cada vez que salgo a trotar, ósea diariamente. También me recomendó practicar algún deporte, no me gusta ninguno pero tanto el doctor como mi madre me insistieron en que buscara uno que me guste, termine aceptando de mala manera, al final me decidí por el boxeo luego de ver Hajime no Ippo, un anime bastante bueno, la verdad es que solo fui las primeras 6 clases, pero fueron suficientes para mí, casi todo lo aprendí del anime, la verdad es que poco me importa, pero lo hago por mi madre ya que no me gusta que se preocupe por mí.

No me di cuenta de cuánto tiempo había trotado, la verdad no me importaba, normalmente troto por tiempo, no por distancia, me detuve y coloque en posición de pelea, el pie derecho atrás y el izquierdo adelante, los puños a la altura del mentón y el cuerpo ligeramente inclinado, comencé a lanzar jab de izquierda cambiando eventualmente con la derecha, me detuve por un momento para revisar mis piernas, estaba un poco juntas así que las separe un poco la una de la otra, mire de nuevo al frente y comencé a lanzar combinaciones, cambiando jab por ganchos, luego ganchos por opercots, luego opercots por golpes directos mientras daba pequeños saltos de adelante hacia atrás, la gente que pasaban cerca me volteaban a ver pero eso a mí poco me importaba.

-"No sé por qué sigo haciendo esto, jamás me he atrevido a pegarle a alguien"- pensé con mucha frustración, soy algo cobarde respecto a ponerle las manos en sima a una persona, no sé qué valla a sentir cuando le pegue a alguien y la verdad, no quisiera saber.

Baje los brazos y me dirigí a uno de los baños del parque, entre y cerré la puerta, cuando me cansaba esto era lo que hacía, se me había hecho una costumbre, me senté en el retrete y comencé a llorar, así es, lloraba de la frustración, lloraba por el odio que me tenía, por no poder hacer nada para cambiar mi situación, mi estado, esconder esta depresión que he tenido desde hace años cada vez se vuelve más y más difícil, lo peor de todo es que tengo que ver a mi madre trabajar como burra para comprarme esta mugrosas pastillas, y es ella la razón por la que no me he quitado la vida, soy su único hijo y sé que si muero, ella también lo hará.

Saque de mi bolsillo el frasquito de pastillas mientras lo apretaba con mucha fuerza y lo miraba con odio, hubiera seguido así de no ser por otro ataque de ansiedad que me estaba dando justo en ese momento.

-Oh mierda- murmure mientras entraba en pánico y sentía que el corazón se me saldría del pecho, intentaba abrir el maldito frasco pero mis mano temblaban mucho -por favor no te me caigas- le rogué a las pastillas como si me fueran a entender, temía a que se me fueran a caer de las manos y se regaran por todo el piso. Por fin logre destapar el pequeño frasco y, acto seguido, me trague 2 de esas pastillitas de color cereza, serré mis ojos y comencé a pensar en la serie Mlp, eso lograba tranquilizarme, lo hacía después de tomar las pastillas.

Poco a poco sentía que esa horrible sensación cesaba, me sentía muy aliviado, respire hondo y me calme, no valía la pena tener que pasar por esto, no quiero darle más preocupaciones a mi madre, lo único que quiero es llegar a casa con mi madre, lo necesitaba, me puse de pie y seque mis lágrimas con la manga del suéter, ya más calmado abrí la puerta del baño notando una larga fila de gente esperando entrar, agache mi cabeza y procedí a salir lo más pronto posible de ahí.

-¡Carajo!, ¿pues cuánto tiempo estuve hay metido?- me pregunte mientras corría hacia la salida del parque.

Corrí hasta llegar a mi casa como si me viniera persiguiendo un lunático, al entrar note que mi mama no se encontraba, me entristecí un poco, realmente necesitaba verla, estará en el trabajo supongo, respire hondo, no quise pensar en nada mas durante el día, me sentía mal y solo quería llegar a mi habitación y dormir hasta la mañana siguiente. Llegue a mi habitación y tranque la puerta con llave, me lance sobre la cama, con la vista hacia la ventana, me quede quieto durante un buen rato, sin decir o pensar nada hasta que a mi mente llego un recuerdo bastante amargo

Recuerdo.

Me levante algo tarde por la noche para beber un poco de agua, y al pasar cerca del baño escuche algo que me pareció extraño, temía que fuese lo que creía así que me acerque con algo de temor, mis sospechas se confirmaron cuando al acercarme más a la puerta pude notar el silencioso pero perceptible llanto de mi madre, me tome del estómago, sentí algo muy desagradable, me sentía mareado, me coloque de cuclillas y comencé a llorar también, no necesitaba ser un genio para saber la causa de su llanto... era yo y solo yo, el causante de sus problemas, no es fácil cuidar de un hijo enfermo, mi madre no se merece todo esto, juro que la frustración que sentía en ese momento era mayor que nunca, llegue a pensar que solo era un paracito que le succionaba la alegría a mi madre, sentía que mi vida no valía nada, hubiera seguido sumergiéndome en mi propia miseria de no ser por que escuche los pasos de mi madre dirigirse hacia la puerta, rápidamente me levante del suelo y corrí lo más silenciosamente posible hacia el otro corredor del pasillo, coloque mi mano sobre la boca al escuchar la puerta del baño abrirse, no quería que supiera que estaba allí, al salir note que seguía gimoteando un poco, negué con la cabeza, sintiéndome la mayor basura del mundo, me senté lentamente en el suelo con la mano aun en mi boca, gimiendo un poco mientras escuchaba los paso de mi madre dirigiéndose a su habitación.

Fin del recuerdo.

Recuerdo que al día siguiente intente suicidarme tragándome todo lo que encontré en el botiquín de primeros auxilios, para mi suerte o desgracia también me bebí el agua oxigenada, obligándome a vomitar todas las pastillas que me había tragado, desmayándome y entrando en un coma del cual salí un par de semanas después, el regaño de mi madre fue épico, pero más que molesta estaba preocupada, me hizo prometerle que no intentaría algo parecido de nuevo, sigo manteniendo esa promesa hasta el día de hoy.

Pensaba en eso casi a diario, trataba de no hacerlo ya que me ponía mal, y si yo estaba mal mi mama se ponía mal, entonces se me ocurrió algo, ya no seguiría haciéndole la vida imposible a mi madre, tan solo seguiría mi vida como una persona normal para no darles más motivos de angustias a mi madre, en estos momentos seré una persona más alegre, sonreiré más y hare de cuenta que todo está bien.

-Sí, eso hare- dije con las ganas de vivir renovabas -lo hare por ella...-

Me levante de un salto de la cama, tome algo de dinero que tenía en una caja de zapatos que está situado debajo de mi cama, haría algo que quería hacer desde hace un par de días, comprar la película de My Little pony, temporada 6 la cual vi en el aparador de una tienda de películas, siempre lo veo cada vez que paso cerca, y no es que hallan muchos bronys ni pegasisters en caracas, supongo que es por esa razón que nadie la ha comprado, ¿o será porque las películas son ridículamente caras?, nah creo que es por lo primero.

Baje las escaleras hasta el primer piso, por inercia voltee hacia la cocina donde veía a mi madre cocinando la mayoría de las veces, me quede viendo ese lugar por varios segundos sin moverme, no sé por qué, en ese momento hubo algo que me llamo la atención, algo que pase por alto cuando llegue, se trataba de una hoja de papel doblada sobre la mesa del comedor, me acerque y la tome, desdoblándola y reconociendo la letra de mi madre en esta, así que procedí a leerla.

"Erick, voy a llegar un poco tarde, te deje el almuerzo en el microondas y la cena en la nevera, recuerda sonreír siempre que puedas, y recuerda que tu madre te ama y hará hasta lo imposible por verte feliz, te amo y siempre lo haré".

Sonreí por lo cursi de la carta, la doble y me la metí en el bolsillo donde tenía las pastillas, camine hasta llegar a una de las esquinas de la cocina, donde se encontraba situado el microondas, lo abrí, descubriendo una generosa porción de arroz, chuleta y algo de ensalada.

-"la comida de mi madre es la mejor del mundo"- pensé mientras serraba el microondas para calentar la comida, luego puse a hervir un poco de agua para hacer café.

Me senté en la mesa para esperar a que pasara los 2 minutos que dura el microondas en calentar de manera pareja la comida, ya que muchas veces el microondas solo calienta el plato.

-Si mi madre estuviera aquí me regañaría por estar almorzando tan tarde jeje- dije al ver la hora en un reloj que estaba colgado en una de las paredes de la cocina, 3:27pm, normalmente almuerzo alrededor de las 12 del mediodía, casi todo el día me la pase en el parque y por eso no almorcé a la hora acostumbrada.

Salí de la casa con el estómago lleno y sintiendo una alegría que hacía mucho tiempo no sentía, me sentía nuevo, era yo contra el mundo, con el mismo optimismo me dirigía a aquella tienda de películas sin imaginarme lo que pasaría, sin imaginarme que tendría que haberle prestado más atención a las últimas palabras que le escuche decir a mi madre.

El camino era corto, caminaba rápido y con mucha confianza, una sonrisa adornaba mi rostro, al parecer contagiosa ya que mucha gente que me veía sonreía también, incluyendo un par de chicas bastante lindas que pasaron al lado mío, creo que le escuche preguntarle una de ellas a la otra si yo le parecía lindo, eso me subió más la confianza.

-(Dios, espero que esto no se me suba a la cabeza)- pensé mientras me reía internamente.

Llegue a la tienda, entrando y saludando al vendedor como si lo conociera de toda la vida, este solo me miro raro, le pregunte el costo de la película y si estaba en Castellano, me aseguro que si lo estaba, pero lo dijo mientras se aguantaba la risa.

-¿Cuál es la risa? le pregunte algo molesto.

-Jeje nada, pero hombre, ¿no estás muy grande para comprar esta clase de película? pregunto el muy idiota.

-No es para mí, es para... una cuñada... si una cuñada- respondí mientras me pateaba mentalmente por tan ridícula escusa.

-Jeje si como digas, serán 120bs- me dijo.

-¿Por qué tanto?- pregunte mientras metía mi mano en el bolsillo del pantalón para sacar el dinero.

-Por la economía, la inflación, el maldito de Maduro y los energéticos- respondió el, aun riendo.

No me hizo nada de gracia, así que solo le di el dinero y salí da la tiendo algo cabreado, recuerdo que antes compraba 3 películas por 100bs, esta inflación es todo culpa del presidente Maduro, ojala se lo lleve el diablo.

Me acercaba al cruce peatonal sin darme cuenta, estaba más empeñado en maldecir a maduro que en ver por donde caminaba, antes de pasar por el cruce mire de nuevo la película que compre minutos tras y note algo que me enojo bastante; en la base de la caratula estaba escrito con letras pequeñas la frase "Sub español" no se podía leer bien ya que las letras eran del mismo color que el fondo, por lo que no se podía notar a simple vista.

-¡Hijo de...!- quise maldecir al vendedor pero en eso momento ocurrió algo que sinceramente no esperaba que me ocurriera.

Voltee la mirada hacia la derecha, mirando un enorme camión el cual se encontraba a menos de 1/4 de metro de mí, en ese momento ocurrió algo bastante extraño, mi corazón se aceleró y el mundo a mi alrededor avanzaba de manera lenta, mi vista iba desde el camión, hasta la película en mis manos y de nuevo al camión, también podía ver a mucha gente diciéndome con señas que me quitara de ahí, quería hacerlo, pero simplemente no podía mover las piernas, el tiempo seguía pasando lento y yo seguía hay congelado sin poder hacer nada hasta que...

...

...

...

...

Lo primero que supe fue que el camión me golpeo tan fuerte que me empujo varios metros hacia el costado izquierdo, pero hay no acabo la cosa, el camión siguió avanzando, pasándome por encima, podía ver 8 de sus 16 yantas pasar sobre mi cuerpo, podía escuchar mis huesos rompiéndose, pero no sentía dolor alguno, mi corazón aun latía con frenesí mientras presenciaba aquella horrible y enfermiza escena.

El camión termino de pasar por sobre de mí, quede bocarriba con la vista hacia la película en mi mano, la cual sostuve con fuerza durante la masacre, no sentía nada, solo sabía que la muerte me había llegado, más temprano que tarde, estaba ya resignado a que moriría en ese lugar...

Fin flashback.

-"lo siento mama, de verdad perdóname"- pensé mientras serraba los ojos y dejaba caer la película de mis manos -perdón por no haberte echo caso- fueron mis últimas palabras antes de que todo se volviera negro.

...

...

...

Lugar: desconocido, hora 10:03am.

Desperté pero sin abrir los ojos, no quería abrirlos, me sentía muy cómodo, era como estar recostado en una nube, sentía el césped entre mis dedos así que lo acaricie, disfrutando por un momento aquella sensación tan embriagadora, podía olerlo, el delicioso aroma a césped recién cortado, podía oler las flores, el cálido viento que hacia mover las hojas de los árboles, inhale hondo para disfrutar de aquellos olores que se entremezclaban uno con el otro, exhale satisfecho y decidí hacerlo nuevamente, inhale hondo pero a mi nariz llego un olor diferente, algo por demás desagradable, olía a moho y madera podrida, no le di mucha importancia hasta que escuchar el crujir de una rama rompiéndose, a mi mente llego el recuerdo del sonido que hacían mis huesos al quebrarse por el peso de aquel camión...

Abrí de golpe los ojos y me levanté con tanta brusquedad que fui a dar de nuevo al suelo tras ponerme de pie unos segundos, comencé a ver a mi alrededor evaluando todo cuanto podía, no sabía dónde estaba ni como había llegado hay, de pronto mi mente fue bombardeada por los recuerdos de mi muerte o lo que pareció ser mi muerte. Empecé a tocar todo mi cuerpo a ver si no me faltaba ya sea un brazo o una pierna, sentía el corazón a millón y aquel pútrido olor no hacía más que empeorarme más las cosa, estaba teniendo otro de mis ataques de ansiedad así que procedí a hacer algo que se volvió una rutina para mí, lleve mi mano al bolcillo pero antes de sacar el frasco con las pastillas me di cuenta de que no me encontraba precisamente solo, cerca de ahí, en unos arbusto, habían un par de ojos que me miraban directamente, me quede congelado, reconocía aquella criatura, pero no era posible, no debería existir, o almenos, no en este mundo... a no ser que ya no estuviera en mi mundo, aquella criatura comenzó a acercarse más, se trataba de un lobo en su totalidad echo de madera, pero no venía solo, detrás de él aparecieron 2 más, mirándome de la misma manera que el primero.

Pov narrador.

El primer lobo se abalanzo sobre el joven, dispuesto a morderlo en la garganta, el chico parecía congelado, pero en su mente veía todo en cámara lenta, igual que lo que paso en el accidente con el camión, solo que es tabes si reacciono, coloco el brazo delante de el para evitar que lo mordiera en el cuello o en su defecto, la cara, el lobo hundió sus afilados dientes de madera en el brazo de Erick, debido a la adrenalina no sintió dolor alguno, pero sabía que más tarde dolería, y sabía que moriría, por segunda vez si no hacía algo de inmediato, el segundo lobo se abalanzo sobre el joven pero este al percatarse primero y al ver el mundo en cámara lenta lo esquivo recostándose completamente en el suelo, miro al primer lobo, el cual seguía mordiendo su brazo y uso ambas piernas para empujarlo y así, quitárselo de encima, por supuesto no fue gratis ya que el lobo no soltó su brazo, eso ocasionó la rasgadura de la piel del brazo de Erick, llevándose una generosa porción de carne consigo, esto poco le importo al joven, ya se preocuparía más tarde, su más grande prioridad en esos momento era salir de ahí lo más pronto posible.

Se levantó del suelo y comenzó a correr sin rumbo fijo, el primero que fue tras de él fue el tercer lobo, seguido del segundo y el primero. Lo que siguió luego fue una persecución en donde el más rápido saldría beneficiado, los lobos eran rápidos pero el entrenamiento del joven y su bombeo constante de adrenalina le permitía llevar una buena carrera, la persecución llegaría a su fin al llegar los 4 a una pendiente que parecía ser muy alta.

-"¡Maldición! ¿y ahora qué hago?"- pensó el joven antes de llegar a la pendiente -¡al diablo, lo que ha de pasar que pase! -.

Sin pensarlo el joven dio un salto de fe hacia la pendiente cayendo a los pocos segundos en un rio no muy hondo, solio a la superficie al poco tiempo jadeando no por la falta de aire, sino porque se estaba hiperventilando, como pudo llego a la horilla ya que no sabía nadar muy bien, salió del agua, se sentó recargándose sobre una gran roca y rápidamente busco en su bolsillo las pastilla, lo primero que saco fue su teléfono el cual estaba arruinado -"adiós música"- pensó con tristeza el joven, busco en el otro bolsillo sacando las pastillas, agradeció que no se le hayan caído y prosiguió a tomarse 2, miro hacia arriba, observando al trio de lobo mirarlo como diciéndole "Esto no se ha acabado" retirándose al poco rato.

Mientras esperaba que las pastillas asieran efecto comenzó a analizar más detalladamente su situación, no podía irse por la tangente en un mundo que no conocía, pensó en lo que le estaba sucediendo y lo que le sucedería a futuro. Estaba en Equestria, de eso estaba seguro, pero, ¿por qué?, una vez un amigo de Facebook le dijo que si moría siendo brony iría a parar a Equestria, pero no le creyó mucho, se rio de él, lo llamo loco y le dijo que si de verdad creía en eso lo invitaba a lanzarse de cabeza desde el techo de su casa, jamás pensó que eso sería posible. Lo otro que pensó es que estaba perdiendo mucha sangre, debía buscar ayuda y rápido pero ¿dónde?, pensó en ir al pequeño pueblo de ponyville, pero habían muchas cosas que le preocupaban, primero, no sabía dónde quedaba aquel pueblo, segundo, no sabía cuánto tiempo le quedaba antes de que la pérdida de sangre tomara represaría, tercero, no sabía cómo iban a reaccionar los ponis al verle, suponiendo que sea el primero de su especie en ese mundo.

Las pastillas surtieron efecto y con ello un intenso dolor en el brazo que aquel lobo le hizo el favor de morder, se levantó del suelo y comenzó a caminar hacia cualquier lado, esperando a tener la suerte de llegar al pueblo de milagro.

...

...

...

Había perdido lo noción del tiempo, caminaba cual si fuera un zombi, sentía un dolor como ninguno, apenas soportable, gemía y se tropezaba a cada momento, pero en cuanto se caía se volvía a levantar de una manera casi mecánica, ya se estaba haciendo tarde, sabía que el bosque seria el doble de peligroso de noche, tenía fiebre, lo sabía por los escalofríos, hacia un rato que alucinaba, viendo cosas extraña y mirando a personas que conocía o conoció a lo largo de su vida, sabía que esas personas no eran reales, le preocupaba llegar al pueblo o algún sitio que conoció por la serie y no darse cuenta.

Eran casi la 6 de la tarde cundo el joven vio una luz que contrastaba con el oscuro follaje del bosque, le rogo a los dioses que no fuese otra de sus alucinaciones, camino hacia aquella luz y al llegar vio una pequeña pero hermosa cabaña, de ahí provenía la luz, miro hacia atrás notando que ya había salido del bosque, sostuvo con fuerza el crucifijo que llevaba en el cuello mientras decía; "Gracias señor"

Pensó en acercarse a la cabaña para pedirle ayuda a la propietaria, descarto rápidamente esa idea ya que podría asustar a la pony color mantequilla y eso sería contraproducente, luego se le ocurrió ir con otra pony, se sonrojo por la idea de verla en persona, movió su cabeza de un lado al otro, no era el momento de pensar en eso, sería fácil llegar a donde residía ya que podía ver su lugar de residencia desde donde estaba, a paso lento se dirigió hacia aquel lugar, sin percatarse que una pony lo observaba desde una de las ventanas de la pequeña cabaña, dicha pony lo vio salir del bosque mas no se atrevió a salir, le daba miedo y a la vez curiosidad saber que o quien era aquella criatura.

Pov Erick.

Caminaba por el pueblo en dirección al castillo de Twilight, los ponis a mi alrededor gritaban y corrían hacia todos lados, algunos de ellos se tropezaban y caían, otros chocaban unos con otros, otros simplemente gritaban, sabía que era cuestión de tiempo antes que la guardia real llegase al pueblo y me... -¡ho mierda ya están aquí!- dije, al ver el castillo vigilado por unos cuantos guardias, entre ellos pude reconocer a Flash y otros más que no conocía, estos estaban armados con lanzas y ballestas, no solo eso, me estaban observando de manera poco amigable.

-Rayos... esto está mal, muy mal- la verdad, estaba más que asustado y sentía una fuerte presión en el pecho, si trataba de sacar las pastillas lo tomarían como un acto de agresión, será mejor no moverme y esperar a que no me maten...

Pov narrador.

Las cosas se tornaron un tanto peligrosas para el protagonista, el cual temblaba como gelatina, sabía que si hacia movimientos bruscos ellos no lo atacarían, pero jamás pudo predecir lo que sucedería a continuación.

-¡Alguien me explique que esta pasan...!- grito una pony de color lavanda mientras salía del castillo, quedándose algo choqueada al ver aquella extraña criatura a varios metros de su posición.

Nadie se movía, la tensión que había en ese lugar se podría sentir a varios cientos de metro, hubieran seguido así más tiempo de no ser por un sonido que vino del humano, más que un sonido fue una palabra, una palabra que dejo asustado y confundido amas de uno en ese lugar.

-Twilight...- musito el humano, esto por supuesto exalto a la propietaria de dicho nombre, ¿cómo lo sabía?, ¿acaso... acaso la conocía? no podría ser posible, simplemente no era posible.

El humano comenzó a acercarse a paso lento en dirección a la pony morada mientras dibujaba una sonrisa en los labios, esto desde luego alerto a Flash y los guardias. -¡No te acerques más!- grito uno de los guardias hay presente, el humano hizo caso omiso y siguió acercándose a la pony lavanda, esta retrocedía un paso por cada paso que daba el joven. -¡Te lo advierto criatura!- volvió a gritar el mismo guardia mientras alzaba amenazadoramente su ballesta, el humano no se detenía...

...

...

...

El sonido del aire rompiéndose saco de transe a todos hay presente, luego el cuerpo del humano cayendo pesadamente al suelo poso en alerta a todos.

Pov Erick.

Me encontraba tirado en el suelo, sentía algo quemándome el hombro izquierdo, voltee la mirada y me alarme al ver una flecha que me atravesaba de lado a lado el hombro, como pude me la saque, sintiéndome algo mareado después de que un chorro de sangre broto de mi hombro después de extraer la flecha, presione la herida con fuerza para detener el sangrado, el dolor disminuía a medida que mi ritmo cardiaco aumentaba, me levante del suelo rápidamente para intentar dialogar con ellos antes de que ejecuten el segundo ataque.

-¡Esperen un segundo!- grite, con la esperanza de que me dieran una oportunidad de explicarme, el lugar de eso lanzaron otro ataque, esta vez fue una lanza la cual casi me da de lleno, por suerte pude echarme un poco para atrás, la lanza cayo a poco centímetros de mis pies, ya me estaba cabreando, estos sujetos no entienden razones.

-¡Esperen... no lo lastimen!- le escuche decir a Twilight pero los guardias poco caso le hicieron.

-¡¿Me podrían escuchar por un maldito segundo?!- nada parecía funcionar, mire a los ojos a Twilight y ella me miro a mi. Una segunda flecha dirigida hacia mi rostro me hizo reaccionar de golpe y entender que estos ponis no me escucharían, me sorprendió la facilidad con la que esquive aquella flecha, una simple cabeceada casi por instinto, la verdad veía el mundo a mi alrededor en cámara lenta como el las otras ocasiones, eso pasa cada vez que me exalto y mi presión cardiaca se eleva a niveles inhumanos, lleve mis manos al bolsillo de mi píntalos para sacar el frasco de pastillas, esquivando otra flecha en el proceso.

-¡Spike no lo agás!- grito la pony lavanda. Antes de sacar el frasco sentí un muy fuerte ardor en el brazo.

-¿Pero qué demo...?- dije, callando al momento de ver a un dragón de escamas morada corriendo hacia mí, no sé por qué pero eso me asusto bastante, me olvide de las pastillas y corrí en dirección al bosque, los guardias ponis eran una cosa pero Spike era otra, se trataba de mi personaje favorito no de la serie, sino de los fanfics pero, ¿porque estoy corriendo? Mire hacia atrás sorprendiéndome al ver solo a los guardias siguiéndome a paso rápido, ¿dónde estaba el dragón? Nos acercábamos al bosque, veía mi oportunidad de escapar muy cerca, pero algo se interpuso en el medio, era Spike aterrizando justo frente a mí, no había notado sus enormes alas, tampoco había notado lo alto que estaba, fácilmente podía ganarle en altura a un pony adulto, tampoco había notado que me estaba acercando a el más de lo necesario, cuando me di cuenta ya había envestido al dragón bastante fuerte por la velocidad de la carrera que llevaba, entramos rodando dentro del bosque, llegando a un pequeño desnivel y rodando cuesta abajo, caí en sima de Spike, me levante un poco mareado y observe al dragón, no se veía nada feliz, así que me levante como pude y corrí lo más rápido que mis agotadas piernas podían, siendo seguido por el dragón segundos después.

-¡Lo siento, en serio lo siento, no era mi intención!- le dije al dragón.

-¡Vuelve aquí para que pueda golpearte!- me grito el ser escamoso, ni loco me iba a detener.

Podía escuchar el galopeo de los guardias acercarse más y más, lo peor de todo es que el camino se me estaba acabando, frente a mi otra pendiente, tenía la intención de saltar mas no sabía si quedaría mejor o peor parado que la última vez, estaba contra la espada y la pared, estaba simplemente jodido. Me detuve al borde del precipicio, era muy alto y no había un lago que amortiguara la caída, solo un barranco rocoso bastante inclinado, mire hacia atrás, el dragón y los guardias estaban a menos de 15 metros de mi posición, mire de nuevo al precipicio cuestionándome seriamente si saltar o dejar que me capturaran, no tenía mucho tiempo así que hice lo que me parecía más conveniente, tome el crucifijo en mi cuello con la mano sana y musite unas palabras antes de saltar.

-Dios, estoy en tus manos- y salte, tal vez por cobardía, tenía otra opción pero decidí saltar, el aterrizaje fue brutal, caí de pie pero al momento de impactar ambas piernas se me rompieron, el sonido de mis huesos quebrándose por segunda vez me estremeció... por segunda vez, luego mi cuerpo impacto contra el suelo bastante fuerte, rodé cuenta abajo por el barranco, golpeando con todas las rocas que tenía en el camino, mientras rodaba cual bola de nieve podía ver a los guardias y al dragón mirando sorprendido, creo que daban por sentado que me atraparían al ya no tener más camino por recorrer, no se esperaban que saltara pero lo echo, echo esta.

Perdí de vista a los guardias y al dragón al llegar no de buena forma al pie del barranco, aún estaba vivo, quien sabe por cuánto tiempo más, sabía que me vendrían a buscar, así que como pude me arrastre con las fuerzas que me quedaban, mire hacia atrás viendo mis piernas dobladas de una manera anormal, la escena era enfermiza, me dieron nauseas así que decidí seguir arrastrándome, daba gracias que no sentía dolor, ya llevaba un buen tramo de camino, a lo lejos escuche la voz de los guardias preguntándose donde estaba, sonreí por eso pero uno de ellos dijo que siguieran el rastro de sangre, mi sonrisa se borró, ahora si estaba jodido, ya no me quedaba fuerzas, me sentía mareado y tenía muchas nauseas.

-Anemia...- dije, comprendiendo el grave estado en el que me encontraba -voy a morir- me recosté bocarriba mirando la luz del sol que se colaba entre las hojas de los árboles y comencé a cerrar mis ojos, antes de serrarlos por completo la luz del sol me fue tapada por una figura que no pude distinguir, pero no me importo de quien se tratase, de todas formas iba a morir...

Notas finales:

Y bien amigos, es todo por hoy, sé que la historia tiene la palabra "novato" escrita por todos lados, pero intentare mejorar, desde hace años he querido subir un fanfic de esta temática, tengo muchas ideas con este proyecto, depende de los resultados decidiré si continuarla o no, denle una oportunidad, acepto criticas constructiva, sugerencias, saludos, comentarios troll, chistes sexistas, el uso negligente de la palabra "estúpido" y sus derivados, mentadas de madre y toda esas cosas pero siempre con el debido respeto por favor jejeje. De antemano un gracias al que lea mi historia, espero sus comentarios.