CAPITULO 1: El comienzo
Hacia más de un año que Dean y Sam habían empezado de nuevo a cazar juntos. Hasta ese momento Dean ni siquiera sospechaba de los sentimientos ocultos que tenía hacia su hermano, pero eso estaba a punto de cambiar.
Ellos estaban en un caso en donde ya estaban seguros de que era un demonio el que estaba llevando a cabo los asesinatos. El demonio se ocultaba en una vieja casona en un pueblo de Luisiana. Tuvieron que separarse para poder cubrir más terreno y así el demonio no escapara. A Dean le tocó el piso de abajo y Sam fue al de arriba.
Al parecer todo estaba demasiado tranquilo, cosa que a Sam no le estaba gustando mucho. Fue hasta la habitación al final del pasillo en donde no había nadie. Cuando se disponía a salir el demonio apareció (había poseído a una joven de 20 años) y golpeó a Sam. Sam respondió la agresión y empezaron a luchar. Dean escuchó la pelea y de inmediato corrió hacia la habitación.
Sam logró repeler al demonio y empezó a recitar el exorcismo, pero antes de que terminara el demonio salió de ella y sin que Sam pudiera evitarlo, se introdujo en su boca y lo poseyó.
Dean llegó y vio a la chica en el suelo y a Sam ahí parado como si nada.
-Sam ¿estás bien? – preguntó Dean
-Si claro – contestó Sam
-Entonces ¿lograste acabarlo? – volvió a preguntar Dean
-Si, opuso un poco de resistencia, pero lo logré – contestó
-Ese es mi Sammy. Bien entonces vámonos, tengo hambre – dijo Dean con una sonrisa en el rostro
El demonio salió de ahí con una sonrisa en el rostro, porque ahora que tenía ese cuerpo, podría acabar con Dean fácilmente.
-Al fin una cacería sin tantas complicaciones – dijo Dean suspirando triunfante y sentándose en la mesa del bar
-Ya era hora de que algo nos saliera bien – dijo Sam
-Sam te he notado algo extraño desde que salimos de la casona, ¿Te pasa algo? – dijo Dean algo observador
-Ya te dijo que estoy bien Dean – dijo algo molesto. Dean decidió ya no preguntar.
Las siguientes dos semanas habían pasado normal, al menos lo que ellos consideraban normal. Habían acabado con un poltergeist y un wendigo.
Dean cada vez notaba mas raro a su hermano, se iba a bares a ligar con chicas y a dormir con ellas, lo que le pareció extraño porque Sam no acostumbraba eso, pero pensó que tal vez hasta al nerd de su hermano le venía bien un respiro de vez en cuando. Pero lo que si estaba poniendo muy nervioso a Dean era la forma en que lo veía cuando salía de bañarse, lo recorría de pies a cabeza con una mirada totalmente llena de lujuria. Dean se decía a sí mismo que eso no podía ser y que solo era su imaginación, pero cada vez se hacía más evidente de cómo lo miraba.
Dean se sentía incómodo con solo estar con él porque se imaginaba que Sam lo desnudaba con la mirada cada vez que podía, por eso era que ahora evitaba a toda costa que Sam lo viera semidesnudo, pero eso no parecía surtir ningún efecto puesto que las miradas no cesaban y eso estaba poniendo a Dean al borde de la desesperación.
Muchas veces Dean se decía así mismo que sería mejor encararlo y preguntarlo, pero se decía así mismo "¿Qué le vas a decir?" o "¿Cómo se lo dirás?" y mejor optaba por no hacerlo puesto que no tenía respuestas para esas preguntas.
Por otra parte Bella (el demonio en el cuerpo de Sam) planeaba lentamente como es que haría para matar a Dean. Ella pensaba constantemente que era un desperdicio no disfrutar de él antes de asesinarlo y se dispuso a tener sexo con él una noche antes de llevar a cabo su plan, después de todo debía obtener algo más, y Dean tenía fama de ser buen amante. Pero se preguntaba el como lo haría puesto que había un impedimento, estaba en el cuerpo de su hermano Sam.
